-Familia aprovecho que estamos los cinco reunidos para avisarles que nos vamos a México Susan y yo.

- ¿Van de vacaciones hermano?

-No, en realidad vamos a buscar a mi madre biológica.

Los tres quedaron sin habla, por la mejilla derecha de Emma corrió una lagrima traviesa, ella rápidamente la limpio antes que su hijo se diera cuenta, Ozi no se percató, pero Scott sí, la mente de Emma corría vertiginosamente.

- ¿Y si encuentra a su madre y ya no regresa? ¿Acaso voy a perder a mi hijo? ¿Por qué no logra olvidarla?

¿Acaso no fui lo suficiente buena madre para él?

La voz de Ozi la volvió a la realidad.

- ¿Qué te parece mamá?

Al parecer su hijo le había hecho una pregunta, pero ella por estar enfrascada en sus pensamientos no lo había escuchado.

-Perdón hijo, no te escuché tengo a un paciente muy delicado y no puse atención a lo que decías.

-Bueno les decía que ya que este instalado en Guadalajara, en la primera oportunidad que tengan me pueden ir a visitar.

-Pero hijo como te vas a ir a la aventura, primero ten algo firme y luego te vas.

-Mamá aprecio tu preocupación, pero ya tenemos todo arreglado hace unos meses fuimos a la embajada mexicana, tramitamos nuestro permiso de trabajo ellos nos contactaron con algunos hospitales, mandamos el currículum, nos contestaron de tres también me contactaron con una inmobiliaria y ya nos tienen algunas casas para ver.

-Pero hijo ¿Cómo se van a ir sin saber el idioma?

-Eso no es problema tenemos dos años estudiándolo, estamos en club donde se habla solo español, no lo hablamos como nativos, pero nos defendemos.

Emma iba de sorpresa en sorpresa, al parecer su hijo tenía planeando ese viaje desde hacía mucho tiempo, no se quiso quedar con la duda es por eso que le preguntó.

-Al parecer se piensan establecer en México.

-No, no solo el tiempo necesario para encontrar a mi madre voy a agotar todas las posibilidades.

- ¿Qué fue lo que te hizo decidir ir a buscar a tu madre a pesar de que la primera vez que fuimos no corrimos con suerte?

-Para serte sincero madre yo ya había olvidado el asunto, pero hace cosa de dos años conocí a una señora de la casa de descanso donde se encuentra mi abuelo, le secuestraron a su hijo y a pesar de haber pagado el rescate nunca lo volvió a ver, ni vivo ni muerto, fue tanta su pena que la llevó a estar retraída, eso me hizo reflexionar.

- ¿No crees, que mi madre biológica tiene derecho a saber que estoy bien que tuve la suerte de contar con unos padres maravillosos como lo son ustedes?

- ¿Y si no tienes suerte como la primera vez?

-Al menos estaré tranquilo de haberla buscado.

-Además tengo que saber porque me abandono en ese albergue y nunca fue a buscarme.

-Hijo noto algo de rencor en tus palabras no la juzgues antes de saber la verdad tú no puedes saber las circunstancias que la orillaron a tomar esa decisión aún en el caso que así hubiera pasado una madre nunca abandona a un hijo por voluntad propia.

-Tienes razón madre, es por eso que quiero encontrarla.

Emma ya no objetó más, los argumentos de su hijo la convencieron totalmente, no quería ni imaginarse si ella hubiera perdido a uno de sus hijos, quizás le hubiera pasado lo mismo que a la señora de la casa de descanso, terminaron la cena amenamente, siguieron aconsejando a su hijo y dándole todo su apoyo.