Parte/2
La pobre mujer, tomó una fotografía reciente de su hijo y recorrió el camino hasta el templo en el trayecto preguntaba por el niño, enseñando la fotografía, pero nadie lo había visto, le habló por teléfono a su hermano.
- ¡Lino, Lino! ven por favor, ¡te lo suplico!
- ¿Pero ¿qué te pasa? ¿Por qué lloras?
Ella entre lágrimas trato de explicarle lo que pasaba.
-Cuca, Cuca no te entiendo nada, mejor espérame en tu casa voy en unos minutos.
Pasaron treinta largos minutos los cuales a Cuca se le hicieron eternos por fin escucharon los pasos de su hermano ella fue a su encuentro.
-Por fin llegaste.
-Me tarde un poco porque deje el carro algo lejos por esta calle no hay paso, por la llegada de la virgen.
¿Pero dime que te pasa? ¿Dónde está Ozi?
—¡¡Ozi se perdió!!
- ¿Cómo que se perdió?
Cuca le contó a grandes rasgos, lo que había pasado, su hermano le ordeno.
- ¡Vamos a buscarlo!
Recorrieron todos los juegos mecánicos, los puestos de comida, inspeccionaron la iglesia, pero todo fue en vano la criatura no apareció por ningún lado; cuando recorrieron todos los lugares dónde podría estar el niño, Lino le dijo a su hermana.
-Vamos a la delegación a reportar a Ozi, la policía nos ayudará a buscarlo.
Rápidamente se dirigieron a la comisaría de la colonia, el tiempo pasaba sin sentir cuando llegaron a la delegación eran las diez de la noche.
-Adelante señores ¿Vienen a reportar un robo?
- ¡No, no venimos a reportar a mi sobrino, se perdió entre la peregrinación!
Rápidamente la persona que estaba a cargó levantó el acta, cuando terminó les dijo.
-Miren señores no se puede hacer nada por el momento.
- ¡Pero como de que no se puede hacer nada! ¡Mi niño está perdido, sabe Dios en donde ande a estas horas!
-Pues si señora así son las reglas, no se puede llamar a una persona desaparecida hasta que pasen 48 horas.
- ¡Pero mi hijo es un niño!
-Mire busque entre sus familiares, amigos o sus vecinos quizá alguno de ellos se lo llevó.
-Ya lo hice, el niño no está con ningún conocido.
-Lo siento mucho, pero cuando pasen las 48 horas vuelve a venir pasen con el señor para que les haga el reporte, y no se preocupen no saben la cantidad de niños que se les desbalagan a sus padres, pero gracias a Dios todos aparecen.
Cuca y Lino fueron con la persona a levantar el reporte.
- ¿Nombre del menor?
-Oziel Romano López
- ¿Cuántos años tiene?
-Cuatro años.
- ¿Sabe hablar?
-Muy poco algunas frases.
El hombre les siguió preguntando algunos otros datos más por último les recomendó.
-Les voy a sugerir que saquen copias de la fotografía del niño y las pongan en los postes de luz, en los negocios y sobre todo en los alrededores de la iglesia, que fue donde lo vieron por última vez, también vayan a las televisoras, son de mucha ayuda.
Cuando salieron de la delegación Lino le dijo a su hermana.
-Por ahora ya no hay nada que podamos hacer, ya es muy tarde, vamos a descansar y mañana muy temprano, hacemos lo que nos dijeron en la delegación.
-Pero mi niño, sabe Dios en donde este estas horas.
-Tienes que descansar un poco, mañana tenemos mucho que hacer y en el estado en que te encuentras no vas a poder hacer nada, anda ven vamos a comer algo.
Cuca obedeció a su hermano, pero estaba visto que esa noche y muchas más no iba a poder reconciliar el sueño, comió sin ganas la comida le sabía a papel, solo por no contrariar a su hermano, se recostó, pero definitivamente no durmió ni un segundo.
Al siguiente día se puso de pie muy temprano, se bañó preparo el desayuno para su hermano, cuando este llegó lo pasó directamente a la cocina le sirvió el desayuno.
- ¿Y tú no vas a comer nada?
-No tengo hambre come tú que se hace tarde.
-Mira hermana si no comes, no vamos a ir a ninguna parte, no me voy a arriesgar a que te me desmayes en la calle.
-Está bien.
Cuca comió a regañadientes, la mera verdad no tenía hambre lo que quería era encontrar a su hijo lo antes posible, en cuanto terminaron de desayunar salieron hacer lo que les aconsejaron en la delegación fueron a la papelería de la colonia a sacar las copias de la fotografía de su hijo. Cuando llegaron al establecimiento aún estaba cerrado, pero Cuca tocó la puerta ya que sabía que ahí vivía la familia dueña del negocio, a los pocos minutos salió un hombre en cuanto la vio le pregunto por el niño.
- ¿Qué paso Cuquita ya encontró a su chamaquito?
No don José, no lo encuentro por ningún lado.
-Válgame Dios Cuquita, con que no se lo hayan robado.
-Ay don José que buenos ánimos me da.
-Dispénseme Cuquita, no pensé lo que decía ¿Pero dígame en que le puedo servir?
-Quiero que me haga favor de sacarme unas copias del retrato del niño para ponerlo en los postes y en las tiendas.
-Cómo no Cuquita, páseme la fotografía del niño ahorita mismo le saco las copias.
El hombre sacó un gran número de copias y se las entregó a Refugio.
-Aquí tiene Cuquita.
- ¿Cuánto le debo don José?
-No Cuquita como cree, no me debe nada, mire llévese este rollo de cinta canela para que pegue las fotografías del chamaquito.
-Muchas gracias don José la Santísima Virgen se lo ha de pagar.
-Mire ahorita mismo pego una en la puerta del changarro (papelería), va a ver que con la ayuda de Dios y la Virgen Santísima lo va a encontrar.
Lino y Refugio salieron de la papelería, y se dispusieron a pegar las fotografías del niño, cuando terminaron esa tarea se fueron a las dos televisoras de la ciudad, pero todo fue en vano, el niño no apareció por ningún lado tal parecía que se lo había tragado la faz de la tierra, Refugio veía cómo iban pasando los días, las semanas que se convirtieron en años, aunque ella nunca perdió la fe de volver a encontrar a su hijo.
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