Parte/14
Y así era, Cuca no había dejado de buscarlo, pero todo había sido infructuoso, acudió a las emisoras de radio, a las televisoras, pero todo había sido inútil, parecía que su hijo se había evaporado en el aire, escudriñaba la cara de todos los niños en cualquier lugar al que iba, preguntándose si alguno de ellos podría ser su hijo.
Varias veces paso por el albergue en donde había estado su hijo, pero nunca se le ocurrió pasar a preguntar por el niño, quizá si lo hubiese hecho otro gallo cantaría como dice el dicho.
Sufrió una terrible depresión nada la sacaba de ese estado, se culpaba por la pérdida del niño, cumplía con sus encargos de costura ya que tenía que solventar sus gastos, pero ya no era la mujer alegre de antes de perder a su hijo.
Una vecina preocupada por el estado de su amiga le contó a su hija que estaba estudiando psicología.
-Ay mija estoy muy preocupada por Cuca la costurera.
- ¿Qué le pasa?
-Desde que se perdió Ozi, se está dejando morir casi no come este re flaca, todos los días por la tarde sale a caminar llorando con la fotografía en la mano preguntando por su hijo los muchachos del barrio cuando la ven le gritan.
-Ahí viene la llorona, la llorona.
-Que barbaridad mamá ¿porqué no me habías contado nada, mañana mismo le voy a comentar el caso a la doctora Gutiérrez para ver que me aconseja.
-Te encargo mucho, no se te vaya a olvidar.
-Despreocúpate a mi también me interesa el caso.
Al siguiente día cuando termino la clase la chica abordo a su maestra.
-Doctora Gutiérrez me permite unas palabras.
-Claro Rosio, dime ¿cuál es tu duda?
Rosio le contó el problema de cuca la doctora, le dijo a su alumna.
-Es un caso grave, necesito que la traigas a mi consultorio esta misma tarde, por la consulta no te preocupes las espero a la cinco de la tarde.
Diciendo esto la doctora salió rápidamente del aula, Rosio solo alcanzo a decir.
-Gracias doctora.
Cuando llegó Rosio su madre ya la esperaba con impaciencia.
- ¿Qué paso hija hablaste con la doctora?
-Si mamá y nos espera a las cinco de la tarde en su consultorio, a ver como convences a Cuca de ir.
-Yo me encargo de eso anda vamos a comer.
Cuando terminaron de comer Hortensia fue a ver a Cuca.
- ¿Cuca en donde andas?
-Aquí Tencha en la máquina pásale.
-Mira te traje un taquito anda come que se te va a enfriar.
-Gracias, pero no tengo hambre lo voy a guardar para más al rato.
-Nada de eso te lo vas a comer, aunque no tengas hambre yo no sé de qué vives, te la pasas cosiendo todo el santo día, no tienes nada en la estufa; mira si te comes la comida te voy a llevar con una persona que te va a ayudar a buscar a Ozi.
Esas palabras fueron mágicas para Cuca.
-Deberás Tencha me harías ese favor.
-Si mujer, pero primero come y date prisa porque nos esperan a las cinco.
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