Parte/12
Pasó un mes desde que el matrimonio había estado en el albergue, ese día recibieron una llamada.
-Hola.
-Habló a la casa del matrimonio Thompson.
-Sí, aquí es.
-Hablamos del departamento de adopciones ¿Aún están interesados en la adopción del niño mexicano?
-Claro que sí, ¿Nos tienen noticias?
-Si señora mañana va a pasar una trabajadora social a su domicilio a las cinco de la tarde.
-Claro que sí, mañana estaremos esperando mi esposo y yo.
Al siguiente día, a las cinco de la tarde llegó puntualmente la trabajadora social.
-Buenas tardes, Susan Brown de trabajo social.
-Pase por favor esperábamos por usted.
-Después de tomar asiento en la sala de la casa, la trabajadora social les anunció.
-Quiero informarles que su solicitud fue aprobada, ya hicimos todas las investigaciones necesarias, solo queda revisar la casa.
-Claro que sí, vamos.
Recorrieron toda la casa, Susan quedó gratamente sorprendida, la casa era acogedora, el matrimonio Thompson ya tenía lista una recamara amueblada bellamente decorada para que la ocupara el niño, tenía un gran jardín donde ya estaban instalados varios juegos mecánicos, la pareja había pensado en todo.
-Bueno solo me queda preguntarles una última cosa.
-Diga usted, ¿cuál es su pregunta?
-Están dispuestos a viajar a México en cuanto los manden llamar para recoger al niño.
-Claro que sí.
-Bien recuerden faltan algunos meses para que lo puedan adoptar legalmente y si en ese tiempo los familiares del niño aparecen lo tienen que entregar.
-Estamos conscientes de la cláusula y si los padres del niño aparecen lo entregaremos.
-Aclarado el punto, no me queda más que desearles suerte, por mi parte es todo, que tengan buena tarde.
Emma y Scott no cabían en sí de gusto, muy pronto se iban a convertir en padres.
Pasaron quince días más, por fin el matrimonió recibió la tan ansiada llamada, ellos podían pasar por el niño al albergue, el matrimonio voló a su destino, pronto estuvieron frente a la directora del albergue, quién con una amplia sonrisa, les entrego al niño, ella se sentía muy complacida de poder brindarles a los niños adoptados un futuro feliz.
-Pasen es un gusto volver a verlos.
-El gusto es para nosotros, nos hizo muy feliz su llamado.
-Y a mí más, no saben el gusto que me da poder ayudar a que un niño, sea adoptado por un matrimonio tan bondadoso como lo son ustedes, el niño va a ser muy feliz y más feliz me pone el que hayan escogido a este niño ya que las parejas quieren a niños recién nacidos.
-Este niño nos llegó al corazón, tenga por seguro que vamos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que sea completamente feliz, lo vamos a querer y a cuidar como si hubiera salido de mi propio vientre.
-Recuerden faltan cuatro meses para que el niño sea adoptado y ustedes se conviertan legalmente en sus padres.
-Lo tenemos muy presente no lo olvidamos, nosotros solo deseamos lo mejor para él niño.
Dijo Emma con lágrimas en los ojos, y así fue como Ozi viajo junto con sus padres adoptivos a Ottawa Canadá.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro