El reino de Transilvania siempre se caracterizó por ser imponente, el rey Dracula era severo pero justo con todos los habitantes de su reino, no permitía que se cometieran injusticias y que estas no fueran pagadas como era debido, todos en el reino lo veneraban a él y a su esposa, Martha, la reina más dulce y bondadosa que el pueblo jamás haya tenido.

Ambos con su pequeña princesa Mavis eran felices, gobernaban con justicia y amabilidad, eran un pueblo grande con una economía muy estable y ser el reino capital más importante de entre todos podía llegar a hacer pensar a muchos que por ello eran egocéntricos o tacaños, pero todo lo contrario su riqueza era compartida con su pueblo, sus ciudadanos, los que hacían que todos los días su economía creciera.

En el cumpleaños número 15 de la princesa Mavis, sus padres decidieron regalarle un viaje, habían ahorrado lo suficiente para poder darle un viaje lujoso a su pequeña hija, lo único en lo que Dracula no estaba de acuerdo era en que Mavis fuera sola, no quería alejarse de su pequeña princesa, pero Mavis insistió mucho y su madre de alguna manera la comprendía y es por ello que Martha fue la que terminó convenciendo a su esposo de que dos semanas fuera del reino conociendo del mundo no le vendrían mal a la princesa, y así Dracula terminó accediendo.

Para su fortuna el rey tuvo mucho trabajo esas dos semanas, su esposa se encargó de que se olvidara por un rato de su preocupación por saber de Mavis y lo entretenía con trabajo de su reino. Mientras que la princesa disfrutó mucho de su viaje a Dreamworks, el destino que había escogido para despejarse un poco de sus responsabilidades de princesa y disfrutar de las maravillas de uno de los reinos más importantes en el mundo.

Lo único con lo que no contaba era que su viaje al principio no resultara ser tal como lo esperaba, primero el barco tuvo que hacer una parada de emergencia en un puerto de comercio, lo que hizo que Mavis se perdiera tratando de llegar al centro de Dreamworks, después perdió una de sus valijas en la que llevaba dinero y vestidos muy costosos y para rematar debido a que la realeza de los reinos capitales no era aceptada como tal fuera de sus tierras y había perdido una buena cantidad de dinero no tenía donde quedarse a dormir por las dos semanas que duraba su viaje. Pero eso no hizo que Mavis se entristeciera, tal vez su viaje no empezaba bien pero ella creía intensamente que las cosas mejorarían, y así lo hicieron, camino durante lo que le parecieron horas en un lugar que desconocía completamente, pero como si el destino jugara con ella, termino tropezándose con Johnny, un chico pelirrojo con una actitud relajada y extrovertida, ambos se disculparon y el chico la ayudo a levantarse lo que hizo que Mavis al instante en el que sus manos se tocaron sintiera una especie de electricidad pasar por sus dedos, eso la dejó desconcertada pero maravillada, ya que se había dado cuenta que no solo ella lo sintió, si no que también el chico, ambos hicieron las debidas presentaciones, solo mencionado su nombre y como disculpa por haber hecho que Mavis cayera, Johnny la invitó a comer, ella aceptó y así pasaron la tarde, en un restaurante cerca hablando de ellos y conociéndose más, no podían quedar más maravillados el uno por el otro.

Lo que Mavis no sabía, era que el chico con el que se topó era nada más y nada menos que el hijo de uno de los 7 marqueses en todo Dreamworks, más específicamente del marqués Maximiliano y la marquesa Linda Loughran, Jonathan Loughran era el nombre completo del chico, pero no le gustaba utilizarlo ya que con el sobrenombre Johnny lograba pasar desapercibido por la poca gente que no lo reconocía. Lo cual hizo que su interés en Mavis creciera, la primera chica que no tenía intenciones de conquistarlo por su título o dinero.

Ninguno de los dos dijo quien era realmente, Mavis se sentía avergonzada, sabía que en Dreamworks no tomarían enserio el título de princesa de un reino capital, por lo que decidió omitir ese dato y pasar por una chica normal de Disworks, mientras que Jonathan quería saber las intenciones de la chica antes de revelarle más de lo debido.

Aunque para ambos la mentira les duró poco, al escuchar a Mavis contarle sobre lo horrible que resultó ser su viaje, Johnny se sintió mal y decidió invitarla a quedarse con él, ella al principio no acepto, no quería ser una molestia pero luego de mucha insistencia por parte del chico ella terminó aceptando y al ver el increíble castillo en el que el pelirrojo vivía Johnny tuvo que terminarle contando que no era tan normal como le hizo a creer a Mavis en un principio y ella viendo que el chico se sinceraba decidió hacer lo mismo y contarle de su título en Transilvania.

Después de eso, ninguno tuvo secretos con el otro, pasaron las dos semanas entre risas y paseos por casi todo Dreamworks, ninguno de los dos quería separase nunca del otro, pero el tiempo paso y Mavis debía de regresar pero Johnny le prometió visitarla muy pronto en Transilvania, y así lo hizo, aproximadamente un mes después de su encuentro Johnny le envío una carta a su amada diciendo que la visitaría, Mavis se emocionó y planeó mucho los lugares a donde llegaría al pelirrojo, todo claro, con ayuda de su madre, la cual se sentía feliz por su pequeña, enamorada de un chico marqués de Dreamworks, mientras que Dracula no le hacía mucha gracia que ese chico viniera, le resultaba aterrador pensar en el futuro que Johnny podría ofrecerle a su hija lejos del reino, pero Mavis recalcaba mucho el hecho de que ellos solo eran amigos y nada más, lo que de alguna manera calmaba un poco los nervios de su padre.

El día llegó y Mavis se preparó para recibirlo, no se puso un vestido pomposo, ni accesorios que la hicieran ver princesa, al contrario se vistió normal, un vestido sencillo y sin accesorios, no quería verse ridícula ni presumida frente a Johnny, lo que menos quería era que el chico se llevara una mala impresión del reino, pero todo lo contrario, Johnny quedó igual de fascinado que lo estuvo Mavis en Dreamworks, solo tenían una semana para convivir, por lo que hicieron que cada momento valiera la pena y fuera lo máximo, aunque Dracula paso la mayor parte el tiempo vigilando al pelirrojo y a su hija, Martha se dio cuenta de esto y lo regañó muy severamente.

—Dracula, ¿que haces aquí?—Martha estaba desconcertada, ¿porque su esposo estaba tirado en el piso con un catalejo en su mano?

—hey, amor, amm estaba...ammm regando... el...jardín, es que las plantas están un poco marchitas je—Dracula inventó rápidamente una excusa para que su esposa no lo descubriera espiando a Mavis

—¿enserio? ¿Riegas las plantas con un catalejo? Que curioso—Martha suponía que Dracula estaba preocupado por Mavis, pero no estaba nada de acuerdo en espiarla, ella también necesitaba su privacidad

—¿que? Esto amm... veras es para...ver...las...¿estrellas?—claro ver la estrellas de día que buen argumento Dracula, se reprendía el rey de Transilvania.

—Dracula dime ¿acaso estás espiando a nuestra hija?—a Dracula no le quedó más remedio que suspirar y asentir tímidamente con la cabeza—sabía que a quien debía mantener vigilado era a ti, amor, debes dejar a Mavis estar SOLA con Johnny, no están haciendo nada malo, solo disfrutan de la compañía del otro

—lo sé, pero no confío en ese chico, podría llegar hacerle algo a nuestra pequeña y si eso llegará a pasar lo mato

—si eso llega a pasar Mavis sabe como defenderse, además si él la quisiera herir lo hubiera echo antes, en Dreamworks pero eso no paso

—pero y si...

—pero nada, Dracula debes dejar a tu hija crecer, ya no tiene 5 años, ella debe aprender a cuidarse, no siempre estaremos para ella y además en unos años será coronada y llamada reina de Transilvania, debe aprender a ver las intenciones de los demás, si todo lo hacemos por ella cuando nosotros ya no estemos ella caerá en trampas y llevará al reino a su final, algo que no permitiré

Dracula se sintió mal, no quería que su esposa se molestara, solo estaba tratando de proteger a su princesa, pero entendía a su esposa, en cualquier momento Mavis se quedaría sola con un reino entero que gobernar y si no aprendía a lidiar con la gente con malas intenciones terminaría por enterrar a Transilvania en la miseria y la pobreza, por lo que decidió dejar su espionaje por ese día y acompañó a su esposa a escoger lo que cenarían.

Pero mientras eso ocurría, fuera del reino los rumores corrían con el viento, todos hablaban del acompañante de la princesa Mavis, "viene de Dreamworks" "según escuche sus padres son personas importantes en el reino" "está aquí solo por negocios" "un matrimonio arreglado entre ambos eso seguro", esos eran sólo algunos de los chismes que pasaban de boca en boca entre los pueblerinos de Transilvania, la llegada de Johnny los traía a todos vueltos locos y más aún cuando se enteraron que era hijo de un marqués, millones de ideas cruzaron por la mente de todos y muchos otros celebraban, tal vez sería la primera vez en toda la historia que una princesa, futura reina de un reino capital, sería reconocida en Dreamworks como marquesa.

Pero dejemos un poco de lado eso y volvamos con nuestros tórtolos, una semana pasaba como agua y cuando menos se dieron cuenta solo les quedaba un día para estar juntos, ambos pusieron todo de su parte para hacer de ese último día el mejor de toda su vida, algo que le pareció curioso a Johnny era que el reino era muy sombrío y pequeño para ser el principal reino capital, pero si algo caracterizaba al chico era su espontaneidad, por lo que en su estadía en el reino notó un peculiar lugar en donde el sol siempre alumbraba y por ello decidió mostrárselo a Mavis.

—¿a donde vamos? Créeme que no hay un solo lugar de Transilvania que no conozca ya—Mavis iba con una venda en sus ojos siguiendo las instrucciones de Johnny

—tu tranquila chica, tal vez conozcas todo lo que rodea a tu castillo, pero no sabes lo que se encuentra arriba de él—al decir lo último Jonathan destapó los ojos de la chica e hizo que ella lo siguiera al techo del castillo, Mavis iba asustada nunca había subido al techo, era peligroso y su padre se infartaría si la veía tan alto y sin ninguna protección, definitivamente pensaba bajar y estaba apunto de hacerlo hasta que una luz cegó sus ojos unos segundos, era el sol dando sus últimos rayos de luz, Mavis se paró en seco y todos sus pensamientos se borraron al ver tal escenario, era increíble, tan hermoso y mágico, parecía surreal, una infinidad de colores se combinaban y pintaban el cielo más hermoso que jamás haya visto, la mejor experiencia sin duda, algo único que la dejo boquiabierta.

—y ¿te gusto?—Johnny tenía enfrente la mejor de las imágenes, un atardecer espectacular, uno que muy pocas veces se podía visualizar, pero el chico no lo vio ni un segundo, sus ojos no pudieron despegarse de la cara de asombro de Mavis, se veían tan hermosa y única a ojos de Johnny, la impresión en el rostro de la chica lo dejó maravillado y fue suficiente para saber que había valido la pena visitar Transilvania aún en contra de sus padres, los cuales no querían que su hijo se juntara con alguien que pertenecía a Disworks y más aún a un reino capital.

—fue...hermoso—Mavis sonrió y su mirada buscó los ojos de Johnny, ella terminó abrazándolo y dándole un beso en la mejilla, agradeciéndola por la mejor de las experiencias en su vida y por ahora ser parte de su vida.

El día termino y en la mañana cuando Johnny tomó el barco que lo regresaría a casa, ambos chicos se despidieron con un sabor amargo en sus bocas, era horrible tener que separarse, pero prometieron que se volverían a ver sin importar nada.

Desafortunadamente ese día jamás llegaría.

Muchas cosas pasaron a la llegada del futuro marqués de Dreamworks, todos los pueblerinos se enteraron de la visita de Johnny a Transilvania y no se encontraban nada contentos con tal noticia, todos pensaban lo mismo, una persona de Dreamworks no podía estar con alguien de Disworks y menos llegar a llamarla marquesa, eso sería una aberración, sería ir en contra de todo lo que creían, ya que una cosa era tener tratados comerciales y otra muy diferente era llegar a los extremos de convertir a alguien como Mavis en marquesa de uno de los reinos más importantes en el mundo.

Las cosas se complicaban, todos exigían que Johnny jamás volviera a ver a la chica de Disworks, sus padres le prohibieron volver a tener contacto alguno con ella, pro Johnny no se iba a dejar, estaba harto de ser la marioneta de todos y que todos siempre decidieran por el, así que hizo lo más loco que jamás pensó llegar a hacer, escapó, no supo cómo lo hizo, pero lo logró, regreso a Transilvania y pensaba renunciar a su título de marqués solo por Mavis, tenía otros hermanos que con mucho gusto se encargarían de ocupar el lugar vacante en el reino por lo que eso era lo que menos le preocupaba, lo único que jamas se imaginó fue que varias personas del mismo reino de Dreamworks viajaran a Transilvania solo para mostrar cuánto odio sentían por los reyes de aquel lugar, destruyeron casas y muchos negocios que el final dejaron al reino con muchísimas pérdidas económicas, todos sus ingresos venían del pueblo, de los instrumentos, materiales, telas y accesorios que la gente mejoraba de lo que le compraban a Disworks, todo eso quedó destruido a manos de los pueblerinos del reino de Dreamworks, pero eso al rey no le importó, llegó a pagar la mitad de los destrozos que se hicieron pero no se preocupó por más, Transilvania era pequeño y era un reino capital, jamas llegaría a declararle la guerra a un reino tan poderoso como Dreamworks y era verdad, Dracula no pudo hacer mucho, el dinero se utilizó para lo más necesario y se tuvieron que pedir préstamos a los demás reinos capitales, todo con el fin de recuperarse de los ataques.

Pero la gente de Transilvania no se iba a quedar de brazos cruzados, sus casas fueron asechadas y destruidas sus negocios, muchas familias perdieron a uno o dos de sus integrantes, nadie se quedaría sentada esperando que Transilvania hiciera algo por lo que decidieron tomar cartas en el asunto, toda la gente con rencor hacia Dreamworks se unió y secuestraron al marqués del reino, todos pensaban mantenerlo prisionero solo hasta que Dreamworks les pagara la otra mitad del dinero que faltaba más una bolsa de oro a cada persona afectada por los destrozos, pero hubo una persona que no pudo soportar perder a sus hijos, un padre que había perdido a su esposa por una enfermedad y que por los destrozos a su hogar sus hijos habían quedado enterrados entre escombros de lo que alguna vez llamó hogar, estaba colérico y la tristeza lo cegó por completo, en una de sus guardias para cuidar que el marqués no escapara terminó por asesinarlo, una parte de la humanidad que aún le quedaba lo hizo cortar la garganta de Johnny de manera rápida e indolora, para después suicidarse.

El pueblo de Dreamworks estalló, su futuro marqués había muerto, se dieron cuenta de esto ya que el pueblo de Transilvania envió una carta a Dreamworks dando sus exigencias y a cambio liberarían al hijo del marqués y las cosas estaba a punto de salir bien, hasta que el pueblo de Dreamworks llegó a Transilvania y vio la atrocidad que se había cometido, no se pudieron contener y exigieron que se hiciera justicia por su marqués o de lo contrario Transilvania enfrentaría toda la ira de Dreamworks.

Dracula estaba asustado, todo se estaba saliendo de control, las cosas se ponían cada vez más difíciles y la amenaza venía enserio, el rey de Dreamworks le había enviado una carta, quería una respuesta a más tardar en 2 días, de lo contrario lo tomaría como una declaración de guerra y atacaría sin piedad el pequeño reino capital, todo el reino pedía que se hiciera justicia, sangre por sangre, muerte por muerte, pedían la cabeza de alguno de los involucrados, muchos pedían específicamente la de Mavis, pero Dracula se negaba hacerlo, tuvo que hablar con su esposa e hija, él se sacrificaría, era la única solución.

Martha se negó, el era el rey de Transilvania, la única persona que sacaría adelante al reino después de tal tragedia, no, no enviaría a alguno de los dos amores de su vida a tal condena, escribió una carta a su esposo la noche antes de su partida, no tenía muchas palabras para decirle solo las palabras que la condenaron "el corazón no elige a quien amar", eran las palabras más significativas que la reina pudo escribir en ese papel, ya que fue la frase con la que ambos se comprometieron a amarse hasta el final de sus días y las que más encajaban con la historia de amor de su hija y Jonathan, Martha escribió una carta un poco más larga a Mavis diciéndole que no sufriera que era mejor así, que no debía de sentirse mal porque no fue su culpa, nunca lo sería, la amaba al igual que Jonathan y ambos habían terminado dando su vida por ella, por amor a Mavis, solo le pedía una cosa a su hija, que nunca dejara que el reino cayera en la miseria, que cuando la coronaran se comprometiera completamente al reino de Transilvania, que su muerte no fuera en vano, y con esas últimas palabras se condenó la reina Martha a la peor de las muertes, el reino de Dreamworks terminó ahorcándola, le regresaron el cuerpo y la mitad del dinero que faltaba al rey de Transilvania, mientras que el rey devolvió el cuerpo de Jonathan a Dreamworks, todo después de eso se olvido.

Nadie quería recordar tal tragedia y Dracula hizo hasta lo imposible porque ningún otro reino se enterara, al igual que Dreamworks, porque si en algo estaban de acuerdo, era en que nadie debía enterarse de las atrocidades cometidas ese día, de los errores de cada reino.

Por mi reino