😮Verdad Berck😮
La vida del príncipe Hiccup a su parecer era aburrida, nunca pasaba nada emocionante en su reino y no tenía que demostrar nunca nada, sus padres eran muy comprensivos y lo solapaban demasiado, era el consentido, ya que la mayoría de las responsabilidades recaían en Eugene y a Hiccup siempre todo se lo servían en bandeja de plata, primero por ser príncipe y segundo por ser el menor, nunca tendría que esforzarse, incluso sin pedirlo al cumplir los 21 años de edad una corona seria puesta en su cabeza y su parte del reino le sería entregada, todo fácil y sencillo, sin complicaciones.
Eso no era lo que él deseaba, Hiccup había sacado el espíritu aventurero de su padre, Eugene también había sacado ese lado aventurero pero la combinación entre la aventura y la autoconfianza de su madre hacían a Hiccup más peligroso, el menor siempre buscó retos y aventuras peligrosas, siempre que hubiera una probabilidad de muerte él estaba ahí, y con el tiempo logró encontrar a su pandilla, amigos que tenían sus mismas aspiraciones y en los que podía confiar.
La primera era Astrid, una rubia rebelde y muy bonita, ella y el príncipe son como amantes, Astrid no quería la atención que recibiría si se anunciaba que era novia del menor de los príncipes y eso Hiccup lo agradeció y por ello su relación se mantuvo; el segundo en el que Hiccup mas confiaba era Patapez, este chico a ojos de Hiccup siempre fue el más débil pero sus conocimientos de mapas, rutas y gran parte del mundo lo hicieron llegar a entablar una amistad con él y con el tiempo se dio cuenta de que podía confiarle cosas; los terceros eran Brutilda y Brutacio, estos gemelos siempre alegraban los días del castaño con sus bromas y cuando Hiccup se dio cuenta de que tenían uno de los dragones más poderosos de todo Berck no dudó en incluirlos; y por último Patan, este chico es en el que menos confía Hiccup pero de igual manera tener un dragón peligroso y que solo Patan pueda controlar le serían de mucha utilidad, además de que en si el chico podía servir como carnada o distracción.
Ese era su equipo busca pleitos, como los llama Eugene.
Años de amistad los hicieron confiar unos en otros y nunca dejarse solos, Hiccup no cambiaria a ninguno ya que aparte de tener cada uno su rol dentro del equipo, Hiccup se dio cuenta de que ellos lo trataban como alguien normal, sin títulos y sin más respeto del necesario, eran sinceros y casi siempre le llevaban la contraria lo que al castaño lo hacía sentirse mejor que rodeado de sirvientes. Esos chicos eran un diamante en bruto, podía confiar en ellos y sabía que nunca lo traicionarían o engañarían solo para obtener beneficios por ser de la realeza.
Los chicos siempre se metían en problemas, ya fuera por accidente o por diversión pero se hicieron tan conocidos que todo mundo sabía que eran una pandilla en busca de aventuras y nuevas tierras ocultas.
Los rumores comenzaron y con ello el miedo y pánico, una guerra se avecinaba, los reinos de Disney y Dreamworks de nuevo estaban envueltos en una guerra fría, ninguno atacaba pero esa paz se podía cortar en cualquier momento, en el menos esperado.
Hiccup nunca comprendió porque tantas disputas por tierra, se le hacía ridículo pensar que el dominio del mundo se regía por un centímetro más de territorio, irónico, pero así era para el menor de los príncipes de Berck, al menos eso pensaba, hasta que una propuesta del rey Steven Katzenberg lo hizo cuestionarse todos sus ideales.
El plan del rey era simple, había estado investigando de algún grupo de rebeldes o delincuentes que le brindaran lealtad y fueran fáciles de convencer, no quería que estuvieran ligados al reino de Dreamworks por lo que cuando escuchó hablar de la pandilla de Hiccup no dudó en investigarlos y se dio cuenta que eran perfectos para el trabajo, leales, se guiaban por la aventura y el líder al ser príncipe de un reino capital sería fácil de convencer, así que un día los embaucó y capturó, todo para que nadie sospechara de nada, el rey estaba muy confiado y seguro de que su plan podría resultar, la pandilla entraría y asesinaría al rey Michael Disney, eso traería caos a todo el reino ya que el hijo de Michael era muy pequeño aún para cumplir con sus responsabilidades de monarca, así que Steven aprovecharía ese momento de debilidad para entrar y atacar, le quitaría a Disney una gran parte de territorio y así ganaría siendo el reino más poderoso del mundo, y a cambio de los servicios del reino dejaría que Hiccup escogiera 5 pueblos de los conquistados para que le pertenecieran, eso resultó tentador para Hiccup y durante unos segundos el poder lo cegó y estaba a punto de aceptar sin más, pero Astrid no se veía del todo convencida y antes de que Hiccup aceptara se adelantó a preguntar.
—y ¿que pasará si fallamos en nuestra misión?—la rubia sabía que habría consecuencias y quería estar preparada para una inminente derrota
—nada, o al menos no de mi parte, estás son las condiciones, si no logran el cometido pero escapan no obtendrán nada y habrán arriesgado sus vida en vano, pero si no lo logran y además los capturan, yo no intervendré y me lavaré las manos, pero desafortunadamente ustedes sufrirán la peor de las muertes, en la horca frente a todo Disney.
Steven era recto y sincero, no se andaría con rodeos, no mancharía ni su nombre ni el de su reino en algo tan bajo, a menos que la pandilla lograra su cometido, pero de lo contrario lanzaría al fuego a quien tuviera que lanzar para no salir perjudicado.
Los chicos meditaron y se tomaron su tiempo para pensar bien en lo que estaban a punto de meterse, pero Hiccup se sentía seguro de todo y logró convencer a todos de que nadie moriría y lograrían escapar así no mataran a Michael, así que terminaron aceptando, un año duro la preparación para el ataque a Disney, Steven les dio todo lo necesario armas livianas y fáciles de esconder, trajes cómodos e imperceptibles tanto para dragones como para jinetes, los entreno y los ayudó con el plan para entrar y salir sin ser detectados.
Todos estaban listos, por lo que un viernes a las seis de la tarde entraron como vendedores de heno, sus dragones escondidos entre este y ellos disfrazados como pueblerinos, esperaron 2 horas el cambio de guardias, solo tenían 7 minutos exactos para entrar matar y salir sin complicaciones, y así lo hicieron Astrid, Hiccup y los gemelos entraron, la rubia y el castaño irían por Michael y los gemelos los cubrirían, mientras que Patan los esperaría afuera distrayendo a los guardias y Patapez fuera del reino con los dragones esperando que sus amigos llegaran y poder ir a esconderse a una isla cerca de Disney poco conocida, todo parecía ir viento en popa, Hiccup y Astrid entraron sigilosos y pronto llegaron a la habitación del rey, sus manos se mancharon de sangre de 7 guardias pero eso no les importó, Hiccup tomó la perilla y le indicó a Astrid que se quedará atrás por si Michael se resistía, ella asintió y el castaño entró en el cuarto, pero al momento una horrible alarma comenzó a sonar, Hiccup trató de apresurar las cosas pero se dio cuenta que el rey no se encontraba en el cuarto ni su esposa y Astrid al ver tal escenario revisó rápidamente el cuarto de su hijo y tampoco estaba, todo había sido una emboscada, flechas los comenzaron a atacar y los 2 chicos de Berck corrieron como nunca, esquivaban las flechas con sus escudos y salieron del castillo por una ventana y con una soga, ya estando fuera los gemelos y Patan los esperaban, rodeados de cuerpos inertes y cubiertos de sangre de 6 guardias del reino, apenas pudieron procesar todo cuando más flechas los atacaron, así que decidieron separarse, solo para que no los siguieran, pero los 5 llegarían al mismo lugar, Hiccup sentía que había fallado y solo esperaba ahora que no capturaran a ninguno de sus amigos, estaba frustrado y sus piernas comenzaron a dejar de correr pero en ese momento el castaño sintió una flecha rozar su brazo, se tocó la parte herida y al ver sangre su rabia aumento, se detuvo y estaba dispuesto a morir si ese era su destino, pero casi se cae de la risa al ver a una sola persona siguiéndolo, pensó que tal vez podía desahogarse matándola, así que tomó su espada y activó un gas y una chispa haciendo prender en llamas la espada, la persona parecía sorprendida pero eso no la detuvo para atacar al castaño, ambos comenzaron una pelea que solo podía acabar de una forma, con alguno muerto, ambos esquivaban y atacaban sin piedad a su oponente, en un ataque Hiccup llegó a quemar el brazo de su contrincante a lo que la persona gritó y se cubrió la parte afectada, Hiccup se sintió ganador y estaba a punto de clavarle la espada en la espalda pero la persona vio sus intenciones y antes de que el chico la atacara le enterró una de sus flechas en la pierna, una envenenada, Hiccup chilló pero no se quedó atrás golpeó con fuerza el rostro oculto de la persona dejándola noqueada por unos segundos lo que le permitió correr lo más rápido que pudo hasta su dragón, se montó en Chimuelo y el dragón a penas lo tuvo en su espalda comenzó a volar en dirección a donde se encontraban los demás, sus amigos se habían escondido cerca del castillo y Astrid le dejó instrucciones al dragón de Hiccup de seguir el olor de Tormenta una vez el chico llegara, y así lo hizo pero lo que ninguno se esperaba es que la persona que Hiccup creyó haber noqueado se hubiera levantado con la nariz sangrando y más furiosa que nunca y lo persiguiera preparando sus flechas envenenadas para atacarlo, lanzándole una al dragón y otra en el brazo a Hiccup, la flecha a Chimuelo terminó cortándole un ala de la cola del dragón haciéndolo perder el equilibrio y haciendo que él y Hiccup cayeran al mar, lo último que Hiccup logró ver antes de hundirse fue una cabellera roja cubriendo el rostro de la misteriosa persona.
Sus amigos se dieron cuenta de lo que había pasado y los gemelos fueron por Chimuelo y Astrid en su dragón por Hiccup, sin darse cuenta que cierta chica los vio.
Todos estaban mal, los golpees se habían hinchado haciéndose notorios y el cansancio de la noche que pasaron les hizo estragos hasta ese momento, todos llegaron a Berck y al momento Hiccup golpeó un árbol con su brazo bueno su mente era un lío y la flecha enterrada en su pierna no ayudaba, sus amigos querían atenderlo pero él se negó, su orgullo había sido dañado y se sentía deshecho, mando a todos a sus casas a descansar y él se dirigió al establo de dragones real con Chimuelo, desafortunadamente el dragón estaba herido y a penas llegó al establo terminó desmayándose y cayendo sobre su jinete, el cual se quejó al sentir como la flecha en su pierna se enterraba por el peso del dragón, lo único que recuerda el chico es lograr quitarse de encima al dragón y después desmayarse pero no sentir su cuerpo golpear con el suelo, como si alguien lo hubiera detenido.
Al día siguiente después de averiguar que fue su hermano quien lo salvó y mentirle a sus padres sobre cómo terminó tan herido se reunió con sus amigos, no podían hablar con Steven ya que él no quería ligarse con el reino de Berck por lo que tomaron esa derrota solos, sabiendo que habían arriesgado sus vidas en vano y serían buscados durante mucho tiempo por Disney para pagar por lo que hicieron.
Pero Hiccup aún tenía un resentimiento en su interior, todo su trabajo se había acabado por una persona, una persona que supo cuando y cómo atacarlos, no quería creerlo pero sabía que uno de sus amigos lo había traicionado, había delatado el plan y los entregó con el enemigo, aunque eso solo eran suposiciones suyas que pronto se disiparon al no haber pruebas, de lo único que se enteró fue del culpable de su derrota, una chica del reino de DunBroch era reconocida por el reino de Disney y le habían agradecido por sus servicios, aunque de manera secreta claro está, pero para Hiccup no fue suficiente ese rumor y no descanso hasta saber qué chica fue, recordó la cabellera roja de la persona que lo atacó y no tardó en unir los puntos y descubrir que la persona que lo atacó esa noche con flechas envenenadas, que hizo que su dragón perdiera una parte crucial de su cola y la que arruinó todo su plan de convertirse en el primer reino capital era nada más y nada menos que la misma princesa del reino DunBroch, Merida.
Por mi reino
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