🔸Corona🔸
Los reyes de Corona esperaban zarpar muy pronto, durante todo el camino de regreso a su reino estuvieron hablando sobre la academia, ninguno estaba de acuerdo en mandar a sus hijos a una escuela "normal" y mucho menos tan lejos de casa; pero al final, después de una larga lista de pros y contras, los pros resultaron en un número mayor y sin nada más que decir, terminaron aceptando que sus hijos fueran inscritos a la academia Disworks.
Tan pronto como pusieron un pie dentro de su castillo, se dirigieron una mirada rápida y tomaron rumbos diferentes.
El rey se dirigió a los establos, sabía que ahí encontraría al menor de sus hijos, Kristoff, el siempre tan responsable y tolerante, su pasatiempo favorito era pasar tiempo con Sven, un reno que rescató cuando el rubio tenía 8 años y el reno tan solo era un pequeño cervatillo, desde entonces ninguno se separa del otro, son como uña y mugre.
Al llegar a los establos del reino pudo reconocer a su hijo acostado sobre Sven. Ambos descansando en el pastizal.
—Kristoff—el rey llamó la atención de su hijo menor.
—padre—el rubio se sobresaltó, pero al ver que se trataba de su padre, se levantó y fue a abrazarlo—tardaste un poco más de lo normal.
—sí, que bueno que sacaste ese tema, tu madre y yo tardamos más de lo necesario, porque... visitamos una academia—Kristoff cambio su sonrisa por un ceño fruncido—y quería hablar porque...estoy pensando en enviarte a Disworks.
El príncipe se quedó en shock durante unos segundos, para que después de analizar la información, contestara de una manera que hizo que su propio padre se sorprendiera de su contestación.
—pretendes enviarme lejos del reino, padre, esto es toda una injusticia, no soy problemático, jamás he hecho algo irresponsable o que ponga en peligro a Mi Pueblo, ¿porque tengo que irme? Me quieren alejar cierto, ah claro, eso es lo que quieren, alejarme del reino para que cuando regrese Rapunzel sea la legítima reina de Corona y yo me quede toda mi vida siendo un BUENO PARA NADA, ¿es eso lo que tú y mi madre están haciendo? ¿Alejándome?
—KRISTOFF—el rey tuvo que alzar la voz para que su hijo dejara de gritar y en su cabeza formular teorías que no tenían nada que ver con la realidad—ESE ES EL PROBLEMA HIJO NECESITAS COMPORTARTE Y DEJAR DE PENSAR EN QUE TÚ HERMANA ES MEJOR QUE TÚ PORQUE SABES QUE ESO NO ES CIERTO... queremos a ambos por igual.
—pero confían más en ella—para el rubio fue inevitable no contradecir a su padre.
—no, no es eso, ella es mayor que tú, por lo tanto es su derecho ser la siguiente reina, hijo, pero un trono o una posición no te va a definir, ni mucho menos el amor que te tenemos, eres igual de importante que ella—el rey se sentía herido, "una familia no se define por la sangre, si no por el amor y la unión" es lo que pensaba Alejandro, la frase que siempre le decía a su esposa cuando esta comenzaba a dudar de la decisión que ambos ya hace 19 años tomaron.
—pero Rapunzel...—estaba apunto de decir el príncipe cuando su padre ya harto de que se comparara con su hija lo interrumpió.
—Rapunzel también ira a la academia, en estos momentos tú madre de seguro está hablando con ella—se comenzaron a escuchar pasos, alguien corría en dirección a los establos; el rey y su hijo se giraron y al ver que la puerta se abría con brusquedad y una rubia de ojos verdes con rastros de lágrimas en sus mejillas entraba, ambos supieron que Catalina ya había hablado con ella y tal y como sucedió con Kristoff, no había salido nada bien.
MINUTOS ANTES
La reina se dirigía a paso veloz a la habitación de su hija, pensaba encontrarla ahí, no quería atrasar la charla por no hallarla.
Ni siquiera tocó la puerta, solo entró desesperadamente, pero se calmó al ver a la rubia sentada frente a su tocador peinando su largo y sedoso cabello.
—¿madre? ¿Que sucede?—Rapunzel se había asustado al escuchar la puerta abrirse de repente y se sorprendió cuando vio a su madre con la respiración agitada y algo preocupada.
—Rapunzel, necesitamos hablar—la reina fue directamente al punto, ella no se andaría con rodeos—quiero que te sientes y escuches con atención—tomó una bocanada de aire y se preparó—tú padre y yo hemos decidido enviarte a una academia en Disworks.
—¿¡¡COMO!!?—fue lo único que pudo articular la princesa en ese momento.
—así como escuchaste, iras a una academia, te quedarás durante un año en ella y no podrás salir—su madre estaba siendo muy dura con ella, ¿que había hecho? ¿Acaso se había enterado de...? La rubia decidió dejar de preguntarse eso a sí misma y mejor encarar a su madre.
—¿porque?—ahora era ella la que estaba siendo muy tosca—¿porque yo? ¿Que hice?—decidió no hundirse mucho en el tema, solo preguntaría lo necesario.
—no quiero que tomes esto como un castigo, porque no lo es, solo que estoy preocupada por ti, últimamente estás más apagada y sonríes cada vez menos, me preocupa que cada vez que te pregunto el motivo de tu actitud me evades o solo dices estar bien y finges una sonrisa, tú no eres así y creo que tal vez un cambio de ambiente te vendría de maravilla—Catalina había suavizado su voz, no quería asustarla y que comenzara a creer cosas que no eran.
—un ¿cambio de ambiente? Mamá estoy bien, no necesito alejarme y menos ahora que estoy a casi nada de ser coronada.
—lo siento princesa, pero...esa decisión no está en tus manos.
—¿¿QUE?? ¿Acaso me estás obligando a ir? No puedes hacer eso—Rapunzel se comenzó a preocupar.
—¿disculpa? Pero si yo soy tu madre, yo te di la vida y creo ser lo suficientemente madura y responsable para saber lo que te conviene—su hija la estaba sacando de sus casillas.
—piensas que sabes lo que me conviene, pero no sabes el porqué estoy así y si yo no quiero que sepas ¿no crees que tengo una razón válida?—la rubia comenzaba a desesperarse.
—y ¿porque no me la dices? Antes me contabas todo y de un día para otro dejaste de hacerlo, quiero saber que te pasa y si no me lo piensas decir, es por eso que tomo decisiones tan apresuradas.
—esto no está bien, ¿papá está de acuerdo?.
—por supuesto que sí,de seguro en estos momentos está hablando con tu hermano, el también asistirá.
La rubia no creyó las palabras de su madre, ¿como era
posible que su padre estuviera de acuerdo? No definitivamente no se quedaría de brazos cruzados.
Antes de que su madre siguiera diciéndole sobre la academia, Rapunzel salió corriendo hacia los establos, escuchaba a su madre gritarle que volviera, pero nada la detendría.
Algunas lágrimas salieron mientras corría, ¿porque todo le tenía que salir mal? Primero lo de su ex y ahora esto, "¿que más me tiene que pasar?" Pensaba la rubia.
Al llegar a los establos pudo escuchar la voz de su padre, apresuró el paso y empujó la puerta con brusquedad para encontrarse con su hermano y su padre y minutos después, su madre la alcanzó.
—Rapunzel—la reina respiraba agitadamente, había corrido para alcanzar a su hija.
—Catalina, ¿que sucede?—el rey estaba realmente confundido, se suponía que hablarían con sus hijos por separado.
—dime que no es cierto—la voz de la princesa sonaba rota.
—es cierto hermana, nuestros padres piensan inscribirnos a una academia en Disworks... por todo un año—Kristoff se acercó a su hermana pasando su brazo por los hombros de la rubia y besando su coronilla.
Los reyes no sabían que decir, estaban dolidos pero sentían que estaban haciendo lo correcto, no había otra manera.
Por una parte a Kristoff se le hacia buena idea, podría activar de nuevo su plan y a la vez, aprender un poco más sobre las tierras sin reino; pero por el otro lado, no quería alejarse de aquí, aún pensaba que todo era una vil mentira para alejarlo a él de la corona y que Rapunzel tuviera el camino libre. Quería a su hermana, la amaba con todo su corazón, pero una cosa era el amor que sentía por la rubia y otra muy distinta, era el deseo de ser rey. Y para Kristoff la segunda siempre fue la más importante.
—¿cuando nos vamos?—Rapunzel se puso a pensar un poco en la situación y en todas las cosas malas que le pasaron aquí, por lo que pensó que, tal vez su madre tenía razón, un cambio de ambiente sería lo adecuado, solo necesitaba ordenar sus ideas y despejar su mente de las consecuencias de sus actos.
—ammm...en un par de
días— después de cómo actuó su hija, la reina no supo que contestar; su respuesta la había tomado por sorpresa.
—bien—la rubia desapareció por la puerta para regresar a su habitación.
—no estoy de acuerdo en esto, pero...inscríbanme—Kristoff imito la accion de su hermana y salió junto con Sven.
Los reyes se quedaron callados y aún procesando un poco de lo que acababa de pasar. Sus hijos habían aceptado; antes de siquiera llegar al barco ya habían pensado en las millones de excusas y protestas por parte de ambos rubios, lo que jamás se esperaron fue un "sí" y por parte de ambos.
El menor de los rubios se acostó en el césped junto a su amigo de toda la vida y se puso a pensar en el porqué su hermana mayor había aceptado, ¿acaso estaba planeando algo? El no lo sabía, pero si de algo estaba convencido, era que siempre estaría un paso adelante de Rapunzel, la quería, pero su orgullo y sed de poder llegaban a tales extremos que sería capaz de secuestrar y olvidar a su hermana en el bosque si fuese necesario.
Todo por su reino
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