😶¿Confianza?😶
Después de leer esa carta todos quedaron en shock algunos se les salieron las lágrimas y otros explotaron en rabia y miedo, estaban aterrados, sus secretos podrían ser revelados al mundo en poco tiempo, ya nada impedía que todos supieran lo que habían hecho y todo por lo que habían trabajo se esfumara, pero ¿quien? ¿Quien pudo haber descubierto lo que esconden? Debió de haber sido alguien con conocimiento de su reino a profundidad ya que nadie sabía de ellos más que sus padres y tal vez hermanos, pero nadie más, o eso era lo que creían.
Se tomaron un par de minutos para pensar y tranquilizarse, quien sea que haya sido debía ver que eso no los había afectado, debían seguir igual por lo que después de 5 minutos de respiraciones profundas decidieron subir al hueco de su habitación donde se reunirían con los demás.
Merida fue la primera en llegar, seguida de Rapunzel y Anna, luego Hiccup, Jack, Eugene, Elsa, Mavis, Hans y Kristoff.
Todos estaban muy nerviosos se les notaba en su rostro, se sonrieron de manera incómoda y sospechosa, todos comenzaron a desconfiar de la personas a su alrededor, en especial del grupo, es extraño que justo después de que encontraran el pasadizo y comenzaran a tenerse más confianza les llegarán esas cartas amenazadoras, nada estaba bien y por el momento tenían que mantener la compostura y tratar de averiguar quién había enviado la nota.
Merida tenía sus sospechas, pero quería estar completamente segura de lo que pensaba, por lo que fue la primera en hablar.
—tengo una idea, ¿porque no nos contamos un secreto?
Todos la voltearon a ver perplejos y dudosos, ¿porque hacía esa clase de preguntas? ¿Que tramaba la princesa del reino de DunBroch?
—ay vamos chicos, ¿acaso no nos tenemos la confianza para contarnos un secreto? No tiene que ser tan grande, solo uno que nuestros padres no sepan, yo empiezo, hace un par de años rompí por accidente el tapiz de mamá, estaba jugando con mi arco, una flecha se incrustó en el tapiz y al tratar de quitarla lo rasgue y a cambio de mis postres por un año convencí a mis hermanos de que asumieran la culpa y los castigaron a ellos en vez de a mi, ven es sencillo, ¿quien sigue? ¿Que tal tu Hipo? ¿Tienes algún secreto o eres un pan De Dios? Eh.
—si tengo uno—todos volvieron a quedarse incrédulos ante tal confesión del futuro rey de Berck, pero se quedaron callados esperando su respuesta—cuando era pequeño...por...accidente mate a una de las ovejas del corral, veía a los granjeros quitarles su lana para hacer abrigos en invierno y quería intentarlo pero papá no me lo permitió, así que cuando nadie veía tomé las tijeras y traté pero parece que no le caí bien a la oveja se movió y la terminé cortando, la escondí en el cobertizo y cuando la encontraron creyeron que había sido un lobo, por lo que los cazadores pasaron todo el buscándolo en vano.
Todos se quedaron asombrados y confundidos no eran lo que esperaban, en especial Merida, pero a Hiccup no le importó en lo más mínimo y decidió mencionar a alguien más para que siguiera la ronda de verdades.
—tienes razón Merida, es fácil, porque no nos cuentas algo Rapunzel—su primer comentario fue para molestar a la pelirroja y el segundo para vengarse por lo que la chica rubia le había hecho a su hermano.
Rapunzel se quedó callada durante unos segundos tratando de pensar en otro secreto que no fuera el que rondaba en su cabeza desde que leyó esa carta, pero los nervios no le ayudaban en absoluto.
—claro, sí, bueno es algo tonto ya que la verdad suelo contarle todo a mi mamá, lo único que no sabe es que hace tiempo me escape del castillo para ir a visitar a mi abuela, ella es muy aventurera y me pidió que la acompañara al bosque, yo acepté pero mamá no me dejó, decía que era muy pequeña para ir al bosque sola con mi abuela pero decidí que no le diría y acompañaría a mi abuela y así paso, ellos nunca se enteraron—después de respirar profundo y tranquilizarse miro al pelirrojo perdido en sus pensamientos por lo que decidió que él sería el siguiente- Hans porque no nos cuentas algo
Al escuchar su nombre el chico levantó la vista y la dirigió a la rubia, no era tan complicado lo que le pedían, había varios secretos que ocultaba, desde los más pequeños hasta él peor de todos.
—igual paso cuando era un niño, mis padres solían regañarme y mucho ya que era muy extrovertido y un día como venganza por mandarme a mi cuarto rompí y enterré en el jardín del castillo su jarrón favorito, era un verdadero diablillo, porque no nos cuentas alguno tuyo, Jack.
—eh, ah, sí, un secreto—Jack estaba demasiado nervioso, no sabía que contar y más importante no sabía quien lo estaba amenazando lo cual le impedía pensar con claridad—bueno amm, mi hermana y yo hemos hecho muchas travesuras, una vez jugando con lodo manchamos los trajes especiales de seda traídos desde Dreamworks, ambos decidimos que sería mejor si los destruíamos y ocultábamos, así mamá no sabría que paso con ellos, y así fue dijimos que nunca los vimos y que jamas los usamos, Kristoff tu turno
El rubio menor del reino Corona estrujaba entre sus manos su ropa, estaba muy inquieto, quería gritar y salir corriendo de la academia, quería escapar, quería regresar a su reino, lo único que le impedía aún hacer algo de eso era que su hermana no sabía su horrible secreto, lo cual lo alentaba a descubrir quién era esa persona, tenía en la mira a un castaño del reino de Berck—de seguro lo recuerdas Punz, tú eres la única que lo sabe, cuando mis padres me castigaron y me escapé todo el tiempo que duro mi castigo
—es verdad ¿a donde fuiste esa vez?
—amm estuve todo el día en el granero con Sven, no tenía nada mejor que hacer—en algo estaba mintiendo su hermano y Rapunzel lo sabía, pero no quería presionarlo, muy posiblemente no tenía la confianza de decirlo frente a los demás y no lo iba a culpar por eso, ella tampoco les tenía mucha confianza que digamos—Eugene tu turno, comparte algo
—bueno mi secreto es que he explorado durante años el castillo en donde vivo, pero siempre en secreto, nunca le dije a mis padres que ya sabía sobre los pasadizos secretos y las trampas bajo tierra, ese sería mi secreto, Elsa ¿que te parece continuar?—Eugene no tenía nada que esconder, si Rapunzel no tomaba enserio lo que había paso entre ellos, el tampoco lo haría.
Elsa estaba nerviosa tal vez más que todos juntos, pero definitivamente no lo demostraba, si alguno de ellos había sido quien envió la carta no le iba a dar la satisfacción de que la vieran débil, nunca dejes que vean que te hirieron era su lema—claro, hace tiempo tuve un romance secreto con un plebeyo—todos quedaron impactados, la inigualable Elsa de Arendelle, la más prejuiciosa de todos ellos, se había mezclado con alguien que no pertenecía a la realeza, ¿que estaba pasando?—si, pero eso fue hace tiempo, ya no lo veo
—y ¿fue algo serio?—Jack estaba confundido y celoso, ¿como es que un simple aldeano hubiera logrado llegar a ser algo de la princesa que desde hace años él siente algo?
—realmente no, solo fue pasajero, pero me gustaba
—¿te gustaba?—Anna estaba anonada, ¿como es que no se entero de eso? Pudo haberlo usado en contra de su hermana
—solo como me trataba, era gentil y...de alguna manera, no lo sé, solo me sentía bien estando cerca de él, saben, no perdía el respeto que me debía por ser su reina, pero no me tenía por ser de la realeza, era divertido y dulce, me daba regalos por supuesto nada costosos pero me gustaba que pensara en mi ¿entienden? No se, tal vez si estaba enamorada de él, pero—Elsa se lo pensó dos veces antes de decir la verdad—solo no funcionó
—¿no funcionó? Pero, tú lo amabas Elsa o ¿no?—Rapunzel no creía lo que escuchaba, era el secreto más increíble de entre todos los antes mencionados
—si pero, agh, solo les diré porque...somos amigos ¿verdad?, nunca nos haríamos daño ¿cierto?
Todos asintieron esperando que en verdad ninguno hubiera sido quien les envío la carta pero entonces ¿quien fue?
Elsa suspiro y se tomó unos segundos de calma, no era su peor secreto, pero definitivamente la había marcado, era una de esas cosas que resultan curiosas acerca de la vida, como si la vida la quisiera castigar por algo del pasado—quiero pensar que él en verdad sintió algo por mí en algún momento, aunque es algo que no se con certeza, pero...solíamos vernos en la fuente frente a mi castillo, por las noches yo bajaba por mi balcón y él me esperaba ahí, pero un día no llego, supuse que era porque algo había pasado no sé, su padre era panadero, de seguro lo ayudo a cargar harina o recoger pedidos, no lo supe, pero cuando al día siguiente fuimos a un paseo por el pueblo, decidí escaparme y hablar con él, me costo encontrarlo ya que parecía evitarme, pero al final del día lo encontré y hablamos...me dijo muchas cosas, pero nunca perdió esa pizca de humildad y respeto que adoraba, el me rompió el corazón cuando me dijo que nunca estuvo conmigo por lo que soy, si no, por lo que tengo, su madre estaba enferma y él necesitaba un poco de dinero, le caí como un ángel del cielo y trato de sacarme dinero o al menos algo para vender y poder pagar a un médico y sus remedios, desafortunadamente yo nunca le di nada de eso y al final, su madre murió y él ya no tenía razones para seguir conmigo
Era inevitable que el corazón no se les estrujara al escuchar tal confesión, Elsa podía ser una persona muy sincera y que parece no tener sentimientos, pero verla desde esa perspectiva, escuchar acerca de una historia tan intima era algo extraño y a la vez tierno, nadie nunca se imaginaría escuchar algo así y menos venir de una chica como Elsa, pero eso solo demostraba que hasta las personas más duras y que parecen no tener problemas, los tenían y los más dolorosos.
—y tú ¿que hiciste al escuchar su confesión?—la verdad es que Merida se sintió conmovida, al principio creyó que sería algo sin importancia y tonto como los demás secretos, pero no lo era, incluso creyó que podía ser una mentira, pero el rostro de la chica decía lo contrario.
—increíblemente no lo odie, porque sus razones eran las más puras y sinceras, no lo había hecho por beneficio propio, además de que nunca trató de sobornar o robarme, fue sincero y amable, solo me dijo la verdad, tal vez si me la hubiera dicho antes yo lo hubiera ayudado, pero él me dijo que no, porque estaría en deuda conmigo y él no quería estar atado a una princesa, me dijo que si las cosas hubieran sido diferentes, si él hubiera sido diferente, me hubiera aceptado
—¿diferente en que manera?—Mavis estaba al borde de las lágrimas, pero aún así tomó valor para formular y decir si pregunta
—de la realeza, si él hubiera sido un príncipe o si yo hubiera sido del pueblo, en cualquiera de las dos me hubiera aceptado, pero como éramos de diferente estatus él no quería sacrificar toda su vida y familia y tampoco me iba a pedir que sacrificara lo mismo solo por un amor que posiblemente no hubiera funcionado
Esa había sido una de las más extrañas e impactantes revelaciones que pudieron haber escuchado en toda la noche, la verdad si eran sinceros con ellos mismos, todos ocultaban secretos, porque así es, todos tenemos una verdad sin decir, una que solo nosotros sabemos y ya queramos negarlas a los demás, no nos podemos mentir a nosotros mismos, pero los secretos de esos chicos podían ir de los más vagos e inútiles, hasta los más peligrosos, los que podían llegar a destruirlos y a todo su reino, que irónico que lo que hicieron es un arma de doble filo, todo lo hicieron solo para proteger el lugar que les corresponde como los siguientes gobernantes de su reino, pero a la vez eso podría ser lo mismo que los sacara del poder al que están destinados.
—bien, Anna, Mavis, solo quedan ustedes, no obligare a una a que participe, ustedes elijan quien sigue—por primera vez desde que conocieron a Elsa la escucharon hablar con calma y un poco sentimental, lo cual los asombro y asusto al mismo tiempo, definitivamente este era un día de muchas emociones encontradas.
—yo...te entiendo Elsa, también tuve un amorío, solo que este no fue secreto pero igual termino de una mala manera
—antes de que continúes Mavis, yo solo les conté esto porque son mis amigos y como dijo Merida, supongo que tenemos la confianza para contarnos lo que sea, cualquier cosa que queramos también la podemos preguntar—y de nuevo la rectitud en la voz de la princesa de Arendelle había vuelto—no quiero que me traten diferente o que sientan lastima por mi, ¿está claro?—todos asintieron con un poco de miedo, definitivamente Elsa era todo un misterio y la única a la que definitivamente le quedaba bien eso de controlar sus emociones.
—bueno pues mi secreto es que me comí la última rebanada de pastel, lamento haber culpado a uno de lo sirvientes Elsa—Anna decidió cerrar ese ciclo con su secreto, realmente estaba cansada de tanto drama, confesiones y quería sacar de su sistema el hecho de que hayan castigado a una de las sirvientes que vieron entrar a la cocina por creer que se había comido el pedazo de pastel de Elsa, ya que Anna negó haberlo hecho y sus padres le creyeron.
—entonces que sea todo por hoy, mañana nos vemos—Mavis ya quería salir de ahí, estaba intranquila por la carta y ahora sorprendida, pero más que nada aún seguía procesando todo, había muchas cosas que no sabía de los que ahora llamaba amigos, muchas preguntas pocas respuestas.
Por mi reino
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro