Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 3 - Soplón

[Días después...]

Me escondí tras un tinaco examinándolo. Llevaba un rato caminando en círculos y pateando cosas a su alrededor mientras murmuraba algo con el ceño fruncido.

«Adorable» Cuando destructor digo que serían mutantes imagine todo tipo de bestias como las que conocía más nunca espere que estos mutantes pudieran sentir algo más que hambre. Mi curiosidad no hacía más que aumentar, quizás él era como yo; Un monstruo con conciencia y cero suerte...

— Si sigues con esa cara tendrás arrugas permanentes en el entrecejo — Capte su atención blandiendo mi katana. Vencer al líder definitivamente debilitaría a todo su clan, aunque luego de todo lo que eh observado la idea no era tan firme.

— ¿Vienes a vengarte porque no te deje robar él mutágeno? — Sonrió de lado cruzando los brazos.

— Esto no es personal, solo negocios — Me acerque amenazante dándole oportunidad de sacar su arma — Digamos que me pagaran bien por una sopa de tortuga y de paso ganare un gramo más de libertad.

Nuestras espadas chocaron en seco en un forcejeo de igual poder. La fuerza de sus cortes y la técnica con la que actuaba era como ninguna otra que hubiera conocido, por primera vez en mucho tiempo estaba en algo emocionante.

— ¿Para qué ibas a usarlo? — Sus ataques lograban hacerme retroceder, sin duda sobrepasaba mis expectativas.

— ¿De verdad te importa? — Con una voltereta hacia atrás me aleje lo suficiente para poder contraatacar.

La pelea estaba reñida. Nuestros pasos recorrían toda la azotea avanzado por algunos edificios más. Entre golpes y bloqueos las katanas expedían chispas por la potencia.

Lo acorrale al borde dejando clara mi victoria. Sonreí por la exquisita adrenalina cuando un pensamiento cruzo mi mente. «Creo que olvide alimentar a los chicos...»

— Entonces vas en serio — Saco una katana más, dando un contundente corte horizontal que logro lanzar mi espada quedando clavada en una lámina de un tubo de ventilación. Busqué mi arma con la vista, pero para cuando me di cuenta estaba atrapada contra la pared con sus katanas a mis costados, su firme mirada de ojos azules fue como una descarga eléctrica recorriendo mi columna. Quien lo diría, New York estaba llena de sorpresas.

Con una patada en el vientre logre alejarlo yendo a por mí espada inmediatamente, mientras controlaba mi agitada respiración.

Ambos quedamos apuntando al otro.

— Eres bueno — Articule agotada.

— Tu tampoco lo haces mal — Rio como si acabáramos de terminar un divertido juego.

Soltamos las katanas tumbándonos en el piso a la vez. Mi corazón acelerado rebozaba de ánimo, como si un gran peso hubiera al fin desaparecido. El enemigo había resultado ser... agradable, realmente agradable.

Nuestras respiraciones eran lo único audible, que contrario a ser incomodo se sentía ameno.

Nunca había conocido a alguien capaz de sobrevivir a mí, además de destructor, claro esta. Lo que acababa de pasar borro por completo la soledad que habitaba en mi mente. «Esto tiene que repetirse»

— Lo de la sopa y la libertad... ¿A qué te refieres exactamente? — Pregunto mirándome, esperando curioso la respuesta.

— Mientras no te entrometas en mi misión no tienes de que preocuparte. Hasta la próxima... Leo — Me levante divertida desapareciendo entre una bomba de humo, dejándolo lleno de dudas. Sin embargo, un ninja permaneció en la escena un poco más, dispuesta a aclarar todas ellas y un poco más.

— Veo que no pierdes el tiempo Leonardo — Hablo Karai con su característico tono mientras se le acercaba con un femenino andar que enfatizaba sus caderas.

✁———————————————————

Mi espalda casi da un suspiro de alivio cuando baje la pesada caja llena de armas en el pasillo. El metal resonó chocando entre sí y una cuchilla emergió entre mis dedos desde el interior «Debo recordar usar empaques de metal» Por fin era el ultimo paquete y mis piernas lo agradecían, aunque era una lastima no haber podido traer también mi motocicleta desde Japón.

Arrastrando los pies me lancé al sofá, mis ojos viajaron por la sala viendo con ojos perfeccionistas mis cosas meticulosamente ordenadas y pulidas.

El gélido silencio reino con un aura ensimismada de melancolía.

La pelea con Leo volvió como una película a mi mente. Mi cuerpo hipnotizado por la adrenalina de combatir contra un oponente fuerte y sentir mi resistencia al límite. Había sido un momento inigualable, nada en comparación con esta aburrida noche.

Un nudo estaba naciendo en mi garganta, la ansiedad aumentaba y el silencio no hacía más que terminar de asfixiarme.

No había nadie en casa mas que los antiguos residentes atados en el armario y por alguna razón esta vez me sentía impaciente por hablar con alguien.

— ¡Hola chicos! — Desatranque el armario para encontrarlos apoyados en la esquina, tenían los ojos hinchados, el cabello hecho nudos y su olor... digamos que no era exactamente a rosas — Se que no me eh presentado como debía, pero ¿Qué dicen si empezamos de nuevo? Me llamo ___ Yingtai ¿Y ustedes?

El chico balbuceo algo bajo la mordaza por lo que se la retire un momento.

— ¡Suéltanos de una vez maldita loca! — Y se la volví a colocar.

— Tu pareces más educada — Mire a la chica quitándole la tela de la boca — ¿Quieres cenar y charlar un rato? — Pregunte optimista.

— ¡Estás enferma! — Y la volví a amordazar.

Cerré la puerta atrancándola de nuevo, haciendo oídos sordos ante sus gritos ahogados.

— Saldré con un amigo, no me esperen despiertos — Reí.

Trote hasta la mesita de noche marcando un numero en el polveado teléfono alámbrico, para luego buscar una chaqueta y tomar mis katanas.

✁———————————————————

Nunca pude hacer amigos, ni siquiera era bien aceptada en el clan del pie, de no ser por el maestro Destructor quien siempre vio por mí. Supongo que solo soy algo intimidante y a la gente no le agrada eso.

Pare la motocicleta frente a una tienda de electrónica, viendo en los televisores una caricatura llamada héroes espaciales.

Si hubiera podido elegir me hubiese gustado ser una heroína como las de la TV. Ser amada por la gente y temida por los malos, pero a veces la vida te obliga a ser parte de "los malos". En este mundo despiadado solo tengo esta forma de sobrevivir.

— Debo admitir que tienes un buen gusto — Hablo Leo tras de mi haciéndome saltar de la sorpresa.

Carraspeé avergonzada ¿A dónde se habían ido mis nervios de acero?

— Justo a ti te estaba buscando — Sonreí. Cuestionarme por qué ordene 3 cajas de pizza para invitarlo a cenar no tenía cabida ahora. En verdad quería conocerlo más.

— ¿Ahora si piensas entregarme a Destructor?, ___ — Mostro sus katanas poniéndose en guardia.

— ¿De qué hablas? — «¿Sabe para quién trabajo? ¿Y cómo demonios conoce mi nombre?»

— Ya no tienes que fingir, cuando te vi la primera vez creí que tal vez podía ayudarte a ser diferente, pero ahora lo sé todo y no podrás engañarme como antes. Te eh estado buscando para acabar con todo esto.

Solo una persona podría haberme delatado.

«Esto es jugar sucio, Karai»

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro