Capitulo 2 - Krangs en NY
«He estado vagando por las calles de New York más de 6 horas y ¡Aun nada! Es decir, son tortugas mutantes ¡¿Cómo podrían pasar desapercibidas?!»
Aunado a mi mala fortuna el cielo, aunque estaba parcialmente despejado podía sentirse en el aire la lluvia venir, todo apuntaba ser una noche llena de nostalgia.
Mis parpados comenzaron a pesar y termine por sentarme al borde de un edificio. El vuelo en avión fue muy desgastante y la fresca madrugada no ayudaba. Sin darme cuenta comenzaba a cabecear.
— Así que, durmiendo en el trabajo ¿Por qué no me sorprende de ti? — Habló una inconfundible voz.
Me levante de un impulso para encontrarme con Karai. Estire mis brazos, un poco de acción es lo que me falta para despabilar.
Tras ella se encontraban algunos ninjas y la zona estaba desolada, un buen momento para un combate.
— ¿Qué? ¿Vienes a pedirme unas clasecitas de ninjutsu? Tal vez si mejoras el maestro te de algunas misiones — Sonreí confiada.
— Yo puedo acabar con las tortugas, así que, porque no nos haces un favor y te largas de aquí — Frunció el ceño blandiendo su espada tanto.
— Es obvio que no puedes con el trabajo — Corté la distancia quedando con su espada en el cuello — Acéptalo, no tienes las agallas Karai, no puedes con esto.
Dio un corte que fácilmente eludí. Eh acabado con muchos asesinos, no era rival para mí.
Continúo dando cortes torpes llenos de furia hasta dar la orden a los demás ninjas de atacar. Uno de ellos logro sujetarme por la espalda, más de un fuerte tirón me libere derribándolo, salte sobre uno pisando después al de enfrente asta subir a un cartel publicitario.
— ¿Tu papi estaría feliz de que interrumpas mí trabajo?
Su ceño se frunció aún más.
— ¡Los encontrare antes que tú, entonces tendrás que admitir tú derrota ante él! — Grito molesta.
— Soy la mejor asesina de China y Japón ¿Recuerdas? — Hice un ademan altivo — Pero está bien, si acabas con ellos primero incluso me marchare del clan — Reí por su actitud infantil al ver que su cara se tornaba decidida.
Con una señal de cabeza se retiró seguida por los ninjas, dejando atrás a un par que cojeaban por la pelea.
Busque mi motocicleta con la mirada, pero algo más capto mi atención. Una camioneta blanca paso a toda velocidad derramando cada tanto un líquido fluorescente que conocía a la perfección.
«Son ellos, pero ¡¿Qué hacen aquí?!» No tarde en seguirla manteniéndome a la distancia para no ser captada.
Pararon en una vieja bodega que por dentro estaba llena de tecnología extraterrestre. Dos camionetas más llegaron estacionándose con brusquedad en la entrada. Bastantes Norms bajaron rápidamente sosteniendo sus armas y formando una barricada mientras otros bajaban el mutágeno de las camionetas, la mayoría de los tubos de la sustancia se hallaban rotos.
Necesitaba investigar más a fondo, el trabajo podría esperar. Me cole por una ventana escondiéndome tras la caja más grande.
«¿Siguen experimentando con humanos?» Observe el lugar con los nervios a flor de piel.
Un estallido me saco del trance, el lugar se cubrió de humo y choques metálicos resonaron con intensidad. Desenfunde el cuchillo de mi bota alerta, intentando agudizar la vista para entender la situación.
Un cilindro de mutágeno rodo hasta mí. Poco a poco el humo se disperso y la silueta de 3 tortugas mutantes se hiso visible.
«Karai, creo que perderás otra vez» Los Norms luchaban con numerosas ventajas, incluso creí que acabarían terminando mi trabajo, pero al llegar un cuarto mutante de banda azul esa idea desapareció.
Sus ataques se sincronizaron derrotando a los robots con suma facilidad. No acababa de entender eso «¿Por qué luchan contra el krang?, se supone que son... ¿Héroes?»
Antes de precipitarme a hacer cualquier cosa debía descubrir donde tenían oculto a su maestro. Tome el anterior cilindro de mutágeno para destruirlo después, así al menos salvaría a unos cuantos de sufrir lo mismo que yo.
Al cargarlo entre el soporte de mis katanas, por accidente se me resbalo cayendo al piso. El sonido metálico hizo un alto eco y mi cuerpo se tensó. De inmediato trepe a la caja en un intento de esconderme, agachándome detrás de más cajas pequeñas que estaban encima.
Las tortugas increíblemente habían acabado con todos los Norms y se hubieran marchado de no ser por mi torpeza. Volvieron entre cautela a revisar el origen de aquel ruido.
— ¡Debe ser un gato! — Hablo Mikey apresurándose con una sonrisa.
— Espera Mikey, pueden ser más krangs — Grito Donnie preocupado.
— ¡Rápido, está por amanecer! — Animo Rapha.
«Maldición» Cada vez estaban más cerca de mí. La tortuga de banda azul paró reflexivo recogiendo el cilindro.
— Debió rodar durante la pelea — Comento Leo restándole importancia mientras los demás se retiraban, su deber estaba hecho.
Me asome un poco para verificar que se fueran, cuando cruce la mirada con el líder apenas por un segundo. Sostuve el cuchillo con firmeza, pero nada paso, sin más se fue.
— Terminemos de confiscar el mutágeno de lascamionetas para irnos — Ordeno el mayor a lo lejos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro