NamJoon mantenía su postura firme ante su líder, era una de las personas más altas del lugar, así que rara vez alguien se acercaba a ellos.

Y eso era algo bueno, YoonGi no quería hablar ni ver a nadie, se encontraban ya de salida, pues está había sido la última reunión.

—¡YoonGi!— escucharon una gruesa voz detrás suyo, el pálido soltó un bufido y giro para seguir con su faceta seria.
—¿Pero que te pasa? ¿Te vas sin avisar?— aquel anciano, uno de los fundadores de la Alianza, había tenido un afecto hacia el de cabellera negra desde que fue un niño.

—Tengo que regresar, mi prometido me espera en casa.— soltó un ligero bostezo, mirando al señor.
—Si, se lo que pasó.— con sus arrugadas manos le dio unas cuantas palmadas en su hombro.
—¿Cómo....—

—Siempre me entero de todo, cuando supe que ese tal Jackson salía de Japón hasta Corea, sabía que algo no andaba bien, días después, un chico que no conocía comenzó a intentar localizarlo, junto con SeokJik y Taemin...— sus ojos cansados lo miraron fijamente, provocando que el menor sintiera una opresión en su pecho, fue cuando aquel anciano comenzó a toser.

YoonGi rápidamente le ayudo a recomponerse, acomodando su corbata para que estuviera más cómoda.

—Muchacho...— dijo. —Estoy muriendo, el doctor dice que a lo mucho... Me quedan 4 meses...— ambos caminaron hasta una oficina, donde el pálido sentó al mayor en un sofá.

—Lamento mucho los problemas que mi novio les causó, se las consecuencias, pero le pido por favor...— tomo su mano, rogando por primera vez en su adulta vida.
—Que nos de-

—No los mataré... Jackson no es parte de la Alianza, BamBam salió hace 3 años, no hemos podido encontrar su paradero...— toco su hombro.
—Me conoces... Sabes que nunca te he pedido nada... Pero esta vez...— sacudió su cabello.

—Quiero que me hagas un favor, uno que hará que mi descanso sea cómodo...— le sonrió, ahora que lo veía bien, su piel estaba pálida, había perdido peso y sus ojos perdían color.
—Quiero que mates a Jackson Wang...— soltó un suspiro, mirando como YoonGi lo miraba con curiosidad, recordando así, cuando lo veía llegar a su despacho junto con su amigo, Min YeonSoo.

—El asesino de mi esposa...—

[...]

—¿Sigues con esa actitud?— recibió otra patada en su estomago.
—¿Donde están mis hijos?— JiMin tomo el cabello café de Taehyung y lo acercó a su rostro.

—Pudrete.— el rubio soltó un gruñido y estampó el rostro del contrario en el suelo.
—Creo que tendremos un cuerpo antes de que podamos negociar con Jackson...— Heechul susurro al oído de Taemin, este asintió con una sonrisa burlesca.

—¡Maldita sea!— le dio otra patada justo en su cara, el menor se apoyó en la pared más cercana, soltando una risita.
—Vamonos, esto no servirá de nada...— fue el primero en salir del lugar, para dirigirse al baño, limpiando así sus manos, pues tenían algo de sangre.

—Jinnie, ¿Podrías hacerme un favor?— JiMin llego a su lado, tocando levemente su hombro.
—Si, ¿Que sucede?— el mayor le dedicó una sonrisa.

—¿Podrías desbloquear este teléfono?— le entrego el dispositivo.
—Claro, ¿De quién es?—

—De Taehyung, por ahí debe de haber algo que nos ayude, además, tengo que hablar con alguien...— tomo un cigarrillo y lo encendió, comenzando a fumar.
—No sabía que te gustaba fumar.—

—Es para calmar los nervios...— dijo con indiferencia.
—¿Nervios?—

—Hoy más que nunca quiero matar a alguien.—