Capítulo I:

Flashbacks:

https://youtu.be/VfN7uZkSUww

El camino estaba libre, hacía un día frío pero el Sol ayudaba a calentar los huesos. Campesinos y gente común de aquellas tierras del Este Europeo iban a sus quehaceres de todos los días, trabajar en los campos, preparar la cosecha, alimentar a sus animales, comerciar sus productos. Los rayos del Astro Rey iban asomándose por entre las montañas, alejando las tinieblas de la noche, esparciendo con su calor un regocijo para aquellos que se preparaban para sus actividades diarias. Uno de éstos miró hacia atrás, teniendo su horquilla para el heno lista cuando oyó un sonido que llamó su atención y que venía cuesta abajo de aquel sendero pavimentado.

Pocos autos transitaban por allí, al ser temprano y algún que otro camión que iba a buscar al ganado para llevarlo al mercado. De golpe, los vehículos dejaron de pasar, incluso un par se estacionó en la banquina, en ambos lados de la ruta y sacaron unas sillas plegables. El sonido aumentaba cada vez más, parecían golpes de tambor, además de que una inmensa "mancha" se dirigía desde el Sur hasta donde se encontraban. Los niños, al oír eso, salieron de sus casas y fueron con sus padres para contemplar lo que se venía. Se podía ver, en los rostros de los pequeños infantes una emoción que los embargaba y los ancianos mantenían una posición de firmes, bien al estilo militar. 

Un camionero detuvo su marcha y se acercó hacia donde estaban los que se encontraban detenidos en la ruta. Pronto, ante sus ojos, asombrados y con una profunda emoción los vieron llegar. 

Una serie de inmensas columnas de Soldados y Oficiales que marchaban por allí. Los pastores les saludaban y lanzaban ramas de olivo para la buena fortuna, los niños les seguían el paso y corrían cerca de ellos, llevando a que los efectivos les saludaran e incluso tomaran sus manitos. Uno de los Comandantes se había quitado su gorra de plato Oficial y se la puso en la cabeza a una niña que pasaba por allí, en los brazos de su padre. 

Y es aquí donde comienza esta historia:

- "Ésta es la "Vía Paleóloga", uno de los tantos caminos que conducen hacia Sarajevo, la Capital Imperial del Este. Por ella marchan sus orgullosos Ejércitos dirigidos por bravos Oficiales, Generales y Comandantes experimentados, nutridos en mil combates y con una profunda reverencia y respeto hacia la Patria. Años atrás, aquellas tierras no eran nada más que escombros, hambre y miseria, afectados por la guerra, destruidas y con sangre de hermanos derramada por las calles de las grandes urbes, a merced de las Potencias extranjeras pero un día eso cambió: La "Guerra Nacionalista" y la "Proclamación Imperial" de Alexander Vladimir Ivanisevic como el "Príncipe del Este" llevó la emoción y con ello el camino hacia un nuevo Amanecer. Pasando de la hambruna a la Potencia, los Pueblos Eslavos se unieron y obtuvieron una gran victoria contra sus enemigos, colocando la "Piedra Fundacional" de lo que es su nuevo hogar. Aún así, poco después de ese conflicto armado, un nuevo enfrentamiento tuvo lugar y ésta vez contra Futuristas que querían destruirlos y convertirlos, nuevamente, en esclavos pero gracias a su valentía y fuerza, consiguieron triunfar sobre ellas.

Ahora, el "Imperio del Este", gobernado por la Dinastía Ivanisevic-Loud, está comenzando a ver el tan ansiado Amanecer para todos ellos".- Relataba el narrador, mientras que las columnas militares seguían avanzando y con ella estaban los Portaestandartes, a pie y a caballo, los que llevaban las banderas tanto de la Patria como el escudo de armas y las Águilas, las bandas militares que hacían resonar sus tambores de guerra, los "Batallones de Piquetes" con las temidas lanzas y picas con las que empalaban a sus enemigos y exponían las cabezas decapitadas, la maquinaria de guerra como tanques, vehículos blindados y la Artillería junto a la "Caballería Imperial" y las "Legiones". Todo un digno espectáculo.

- "En el principio del Verano Boreal del 2018, el XVI Ejército Imperial vuelve a Sarajevo bajo el  mando del Teniente Coronel Dimitri Sasha Ginovaef-Yoshikage".- Finalizaba el narrador, mientras que un joven de cabellos castaños y luciendo su uniforme de Oficial y las condecoraciones iba montado a caballo, lo animaba para que siguiera adelante.

- ¡Puede verse Sarajevo desde las colinas!.- Anunció aquel ruso-japonés y emprendió una carrera, escoltado por sus Oficiales, hasta un punto elevado, en el cual contempló a la Ciudad Imperial, en la distancia, respirando entusiasmado.- Es hermosa.- Dijo con emoción.- Finalmente he vuelto, Hermano Mío.- Concluyó y con ello notaron un jeep en el que descendía un Oficial con tres Soldados.

- ¡Salud, Teniente Coronel Ginovaef-Yoshikage! ¡Soy el Sargento Primero Macario de Macedonia y les doy la bienvenida!.- Exclamó aquel joven de cabello negro, mientras que hacía el "Ave César" ante el muchacho, quien respondió con el mismo gesto.

- Lo mismo digo, Sargento. Menuda bienvenida nos han dado.- Le felicitó el castaño y acercó a su caballo hasta éste.- ¿Qué noticias hay del "Emperador del Este"?.- Preguntó y con ello le entregaron una carta.

- Su Majestad le ha entregado un "Triunfo". El primero que se realiza aquí desde la culminación de la "Guerra Nacionalista".- Le explicó Macario, llevando a que Dimitri leyera el contenido de la misiva y se quedara sorprendido.- 

- Felicitaciones por ello, Mi Señor.- Le susurró uno de sus Oficiales.

- Es verdad, esto viene desde la Antigua Roma.- Añadió otro de ellos, por lo que el joven guardó la carta y con ello dio la orden, a sus tropas, para que prepararan en ingresar a la urbe.

Las calles de Sarajevo estaban repletas de vida y ante la llegada de aquellas huestes, la gente fue a recibirlas y entre pétalos de flores que volaban junto a las ovaciones a sus valientes Guerreros y Comandantes, el joven de Rusia y Japón se hallaba presente, marchando con su caballo, guiando aquel desfile y justo dirigía su mirada hacia el "Palco Imperial", en donde se hallaban los "Emperadores del Este" y sus pequeños hijos. Notó una sonrisa en el rostro de su "Hermano Mayor" y de ahí volvió a concentrarse en su marcha.

Fin del Flashbacks:

Sobre unas pequeñas colinas cercanas, cruzando un camino de tierra, un cartero se hallaba en su recorrido por las proximidades al pueblo de "Moulinsart". Pronto, girando justo en donde un letrero mostraba su camino, tomó la derecha y con ello fue metiéndose hasta dar un bello portón de rejas negras, en donde había una caseta de mármol pulido y blanca como la nieve, de la cual salía un científico semi-calvo y de color negro, vestido con lentes, barbita y ropa blanca. Al verlo, el emisario tocó la bocina de su bicicleta.

- ¡Buenos días, Profesor!.- Saludó éste.

- ¡Buenos días!.- Respondió éste y volvía a sus labores.

En un extenso parque, donde dos fuertes robles sujetaban una silla hamaca colgante, allí dormía un hombre de cabello y barba negra, vestido "de Domingo", un saco marrón a cuadros, camisa blanca, pantalones y zapatos negros y llevaba consigo un monóculo. El día era perfecto y el aroma de la Primavera se hacía sentir por aquellas tierras de Bélgica. Unos metros al fondo de ese parque, un joven pelirrojo y su perro blanco iban caminando y le lanzaba un palito para que lo fuera a buscar, mientras que el Mayordomo traía una pequeña mesa portátil con bebidas muy finas para el dueño de la Mansión. 

Pronto, el cartero subió por la cuesta y tocó la bocina, despertando al hombre que dormía plácidamente.

- ¿Eh? ¿Qué pasa? ¡A los botes salvavidas!.- Exclamó, un tanto adormilado pero se recuperó al instante cuando el muchacho detuvo su bicicleta.

- Buenos días, Capitán Haddock, ¿qué tal está hoy?.- Saludó éste.

- Oh, bien, bien pero vaya susto que me has dado, Pierre. Jejejeje, no importa, ¿alguna novedad?.- Río y tras darle una palmadita al joven, éste abrió su cartilla donde tenía lo que debía entregar.

- Sí, aquí tiene, sobre todo esta carta.- Le respondió y se las dio, llevando a que Haddock guardara las que eran recibos para pagar y de ahí acomodara su monóculo.

- ¿Qué pasa, Capitán? ¿Algo interesante?.- Se acercó el chico y cuando el cartero se iba, el dueño de la Mansión le iba a invitar a tomar un trago cuando, de golpe, una explosión provino desde lo que era el laboratorio de aquel hombre de barbita negra. Densas columnas de humo blanco emergieron por las ventanas y salía gritando, muy emocionado, por su descubrimiento.

- ¡Victoria, amigos, victoria! ¡Lo he conseguido!.- Exclamó, llevando una gruesa probeta de cristal en sus manos.- He descubierto una nueva forma de combustible para el Futuro: Se llamara el "Super Trifoniol". ¿Le gustaría que haga una prueba en el motor de su bicicleta?.- Le ofreció al cartero.

- Emm, no, gracias, Profesor Tornasol, tengo que irme. Debo seguir entregando la correspondencia.- Alegó y tras montar subirse, puso rumbo hacia la salida por donde había venido.

Haddock respiró hondo, acercándose hacia la persona que se hallaba emocionada por lo que tenía consigo. Se sacó el monóculo y con ello se dirigió, calmado, hacia donde éste estaba de pie.

- Profesor Tornasol, entiendo que sus labores investigativas son muy importantes y demás. Pero poner en peligro la seguridad de mi hogar ya es otra cosa.- Le dijo, aún sosteniendo la carta.

- Sí, sí, es verdad. Tal vez tenga que hacer unos ajustes.- Señaló el hombre, dirigiéndose, de vuelta, al laboratorio.

- ¡Pero...!. Oh, olvídalo, está sordo por la explosión, en un rato se le irá.- Se resignó y con ello fue hasta donde se encontraban Tintin, Milú y el Mayordomo Néstor.

- Capitán, la carta, ¿qué dice?.- Deseó saber el periodista.

- Ah si, es verdad.- Respondió y tras ajustarse el monóculo, quitó abrió el sello que mantenía cerrada la correspondencia, extrayendo la misiva y de ahí se ponía a leer su contenido en voz baja hasta que, de golpe, su rostro se contrajo en una expresión de tristeza y dolor.- Oh no. No puede ser.- Se lamentó y tomó asiento en la silla hamaca colgante, mientras que Néstor le traía una copa llena con Whisky fresco por el hielo.

- ¿Sucede algo?.- Se acercó su amigo.

- Un amigo mío muy importante: El Comandante Themistocles Paparanic ha muerto. Ese viejo Lobo de Mar.- Le contó de esa triste noticia.

- Cuánto lo lamento, Capitán.- Compartió Tintin el duelo por él.- ¿Era muy viejo?.- Preguntó y de ahí comenzó a revisar la ficha.

- A ver..."Falleció a la edad de 74 años".- Leyó aquella parte de la carta, justo en la fecha de fallecimiento.-  Viviste toda una vida de viajes, viejo amigo. Brindo por ti.- Sostuvo y alzó su copa con Whisky en su memoria.

En medio del luto por el cual el Capitán Haddock se encontraba metido, llevó aquel objeto hasta sus labios y saboreó el gusto de su Whisky, dejando que aplacara la sed y ahogara la tristeza.

- ¿Te conté sobre aquellas vez en la que lo rescaté, a él y a su tripulación, en el Mar de Java, frente a las Costas de Indonesia?.- Se giró y le preguntó a su amigo periodista.

- No.- Respondió.- Me gustaría oírla.- Pidió y tomó a su perrito en los brazos.

- Bueno, fue hace unos 30 años. Yo me encontraba volviendo a Yakarta bajo una terrible tempestad en alta mar cuando, de golpe, recibió un "S.O.S" y al hablar por radio supe que era él. Ese viejo Lobo de Mar, todo un gran tipo y fui a rescatarlos. Mantenía la calma en sus filas y todos obedecían al pie de la letra. No era buena idea hacer enojar al Comandante Paparanic porque tenía un temperamento tan gélido como el hielo que ves aquí, en la copa, Tintin.- Contaba y reía, recordando esas anécdotas.- Remolqué su barco hasta llegar a Yakarta y por ser un tipo amable y simpático, opté por no cobrarle nada. Sí, esos sí que eran buenos tiempos, amigo. Sí que lo eran pero ahora, él se ha ido, para siempre, a navegar en los Mares del "Valhalla".- Concluyó y con un dejo de honor en su voz, volvió a brindar por él.

De golpe, al volver su mirada en la carta, Haddock notó algo que lo llevó a ponerse de pie.

- No puedo creerlo, no, esto...Esto tiene que ser una broma.- Alegó.- Tintin, Profesor.- Les llamó y ambos vinieron de prisa.- Néstor, usted también, vea.-

- Escuché lo de su viejo amigo, Capitán. Mi más sentido pésame.- Le ofreció Tornasol su apoyo moral.

- Gracias por ello.- Agradeció Haddock y de ahí volvió a leer el contenido.- No puedo creerlo, esto tiene que ser una broma. Escuchen esto: "Yo, el Comandante Themistocles Paparanic, nombro como mi heredero de mi barco, "El Toisón de Oro", a mi más querido amigo y "Hermano del Mar", al Capitán Archibaldo Haddock. Dejo anexado los documentos para que se encuentren con mi abogado en los Puertos de Estambul, Turquía".- Terminó de leer la carta.

- ¡Felicitaciones por ello, Mi Señor!.- Le dijo Néstor.

- Increíble, sí que tiene suerte, Capitán.- Añadió Tornasol.

- Es verdad, pero no festejemos todavía. Es raro, Themistocles no tenía contacto conmigo desde hacía 30 años y ahora que murió me nombra su heredero. Aún así...- Miró para ambas partes, caminando de un lado para el otro.- Hmmmm, aún es raro todo esto pero...no me queda otra opción: Iremos para Estambul con Tintin y Milú. Néstor, tú también puedes venir.- Comenzó fijar su plan para ir a esa zona.

- Yo necesito terminar con mi proyecto para los nuevos combustibles pero les alcanzaré en Atenas. No se preocupe por ello, Capitán.- Prometió el científico de barbita negra.

- Será mejor que me quede para evitar que hayan accidentes como explosiones aquí, Mi Señor.- Alegó Néstor, ya que temía de que algo le fuera a salir mal a Tornasol.- Pero también los veré en Atenas.- Prometió.

- De acuerdo. Así me gusta, por eso siempre tengo mi confianza en ti, amigo.- Respondió Haddock y tras poner su mano en los hombros, fue para la "Mansión de Moulinsart", acompañado por Tintin y Milú, ya que debían prepararse para su viaje.

En Sarajevo, dentro del Palacio Imperial, habían pasado unos días desde la partida de los hijos del matrimonio con sus amigos al "Multiverso" y en aquellos momentos de silencio, las puertas, custodiadas por dos miembros de la "Guardia Imperial", se abrieron, dejando pasar a una persona con uniforme de Oficial del Imperio, botas de montar largas y negras, gorra de plato, una funda para espada y con ésta envainada, así como también sus condecoraciones. Caminaba con paso tranquilo pero manteniendo la postura al dirigirse hacia el Trono, en donde se encontraba un muchacho de cabellos blanco-plateados.

- ¿Quería verme, Su Majestad?.- Preguntó el joven castaño, quien hizo una reverencia.

- No hace falta que lo hagas, Dimitri.- Le respondió el otro con suma tranquilidad.- Eres como un hermano para mí, por lo que no estás obligado a ello.

- Aún así, sería una falta de respeto no dirigirse al Emperador con una reverencia de vez en cuando.- Apuntó el castaño, alzando la cabeza y con ello se puso a caminar hacia donde él estaba.- 

- Veo que me has llamado para algo importante.- Apuntó el Oficial.

- Y lo es: Escucha, necesito que vayas para Estambul, Turquía, allí donde se halla emplazado el "Puesto de Avanzada Imperial" y que lleves a cabo una labor de investigación.- Le otorgó ese deber, cosa que lo tomó por sorpresa, ya que se hallaba de vacaciones con su familia allí, visitando a los Emperadores y que sus hijos pudieran estar con sus parientes.- 

- Nuestra tierra natal para los Cristiano Ortodoxos por Bizancio.- Recalcó el ruso-japonés.- Pero mi esposa y mis hijos, ellos lo necesitan saber.- 

- Leni se los ha dicho y no tienen problema de quedarse aquí. Solo serán unos días para esta misión.- Recalcó Alexander.- 

- ¿Y cuál es el problema?.- Deseó saber el otro.

El Bosnio se puso de pie y caminó hacia donde se hallaba un escritorio de mármol, abriendo un cajón y extrayendo una tarjeta de presentación, la cual se la entregó a Dimitri. En ella podía verse un Caimán de color rojo y un nombre en griego.

- "Karexport".- Leyó su nombre.- Es griego. Nunca lo vi.

- Por eso mismo. Nuestros agentes en Estambul nos han informado de que esta empresa dedicada a la Logística no ha presentado una declaración jurada de sus ingresos, así como también creemos de que puede tratarse de alguna "Empresa Fantasma" en los territorios imperiales y eso va contra las "Leyes de Comercio" que se firmaron unos meses después de la "Guerra Nacionalista". Las Aduanas allí han reportado que sus mercaderías no han sido declaradas. Algunos creen que sería una especie de contrabando o evasión de impuestos pero eso recae en ti.- Le dio esa información, por lo que el ruso-japonés asintió con la cabeza.

- No te preocupes: Llegaré al fondo de todo esto.- Prometió Dimitri, quien ya tenía su Pistola Luger lista, al igual que su katana.

- Una cosa más, Mi Hermano: Esta misión es de sumo sigilo, nadie debe saber que estas allí, por lo que tus poderes deben quedar dentro de ti.- Añadió.

- A la vieja usanza, no hay problema.- Respondió el castaño y caminó hacia donde se encontraba su amigo, dándole un fuerte abrazo.- Tranquilo, ya verás a estos tipos tras las rejas.- Auguró y con ello fue saliendo del "Salón del Trono Imperial", poniendo rumbo hacia el exterior, donde aguardaba su familia.

- ¿Crees que esto sea cierto?.- Oyó Alexander la voz de Leni.- 

- Sí, no es un falso operativo, sino algo que puede ser verdad.- Añadió su marido, tomándole de las manos a su esposa.- Solo ruego a los Dioses de que lo cuiden a mi amigo y "Hermano Menor" en su viaje.- Sostuvo y con ello partieron para reunirse con la familia del ruso-japonés.

Por su parte, en Estambul, una bella muchacha de largos cabellos lilas y vestido muy hermoso, de ese mismo color, acompañada por un hombre peli negro, lentes y con traje se encontraban de vacaciones. La joven iba con su marido y permanecían en una terraza de un café, disfrutando de un buen helado bajo la tarde turca.

- Ohhh, Souichirou-sama, ¿no es una belleza?. Mira, las antiguas Polis del Asia Menor y el Imperio Bizantino.- Señaló la muchacha, tocando con sus dedos el rostro de su esposo peli negro, el cual giró la vista y se asombró.

Se puso de pie, el viento del Mar Mediterráneo Oriental movía sus cabellos y el Sol dio sobre los cristales de sus lentes, quien admiró su belleza, la historia y cultura. De ahí sintió el cuerpo de ella, de su pareja y le acarició la cabeza, dándole un beso en los labios.

- Dime una cosa: ¿Te gustan estas vacaciones?.- Preguntó Souichirou con curiosidad.

- ¡Por supuesto!.- Exclamó la peli lila.- Las mejores vacaciones que hemos tenido y nos la merecíamos. Trabajaste mucho, jejeje y gracias a mi "Amuleto de la Suerte".- Sostuvo y de ahí se vio un pequeño cambio en sus emociones.- ¿Nunca esperabas de que te conociera?. Y más con aquella a la que llaman Medea, hija del Rey Eetes de la Cólquida.- Dio a conocer su nombre real.

- Eres lo mejor que me pasó en la vida, Medea. No me importa lo que haya pasado antes, tú eres la que supo iluminar mi camino. Nunca habrá otra mujer que pueda reemplazarte. Nunca.- Sostuvo el joven de lentes, provocando que la otra le abrazara con fuerza y lo besara en los labios, mientras que se veía una foto de ambos, a su lado, que se movía con el viento fresco del Mar.