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Jin entró tímido, pero Yoongi lo detuvo, con un gesto amable, sujetando levemente su brazo.

-Los zapatos, debes sacártelos – el menor intentó hacer lo que le pidieron, pero su vientre no le permitía agacharse mucho, por lo que Yoongi enternecido, lo ayudó a desprenderse de su calzado, Jin apreciaba cada gesto que el futuro pediatra tenía con él, era muy lindo, tenía tanto que agradecerle.

-Muchas gracias-

-Siéntete como en tu casa Seokjin, estoy viviendo solo hace dos años y la verdad se siente muy triste, por lo que tenerte aquí me haría muy feliz, si pudieses ayudarme con algunas cosas del hogar te lo agradecería, pero no es una obligación, generalmente no desordeno mucho, más que para cocinar o ducharme-

-Ayudaré en todo lo que pueda – respondió con palabras seguras, estaba tan agradecido de todo lo que el guapo hombre hacía por él, por un desconocido, que sentía que cooperar en el quehacer del hogar era lo mínimo que podía hacer, lo que no sabía Seokjin es que con solo su presencia iluminaba el solitario hogar del médico.

-Muy bien – lo llevó por cada sala de la casa en la planta baja, quería mostrarle donde quedaba cada cosa, Seokjin se sorprendió por que el mayor era muy ordenado y al parecer cocinaba muy bien, la cocina olía delicioso, la chimenea fue otra parte que le gustó mucho, la casa de Jungkook tenía aire acondicionado así que jamás había visto una chimenea en persona, la tina del baño también le encantó, hasta que llegaron a la habitación del alfa en la planta baja – este es mi dormitorio, pero desde ahora, puedes usarla, es tuya -

-¡No! Yo... Yo no podría sacarle de su propia habitación- exclamó, moviendo sus brazos en forma de negación.

-Tranquilo, hay más, no me molesta dejar que duermas aquí, además, no es bueno que subas escaleras en tu estado, sería muy cruel de mi parte si te dejo arriba – el omega agradeció con sus ojos y una linda sonrisa, gesto que mató de ternura al mayor, es que no podía creer que ese chico fuese la definición de adorabilidad hecha persona.

Una vez dentro del dormitorio, se paseó por el lugar, respirando el delicioso aroma del alfa, impregnado en cada detalle, en la cama, en la cortina, en los muebles, todo olía al alfa. Sentía que su corazón se iba a salir de su pecho, se sentía en calma, como si por fin estuviese en el lugar correcto, en su hogar. Al darse cuenta de esto comenzó a llorar y Yoongi se acercó hasta él para abrazarlo. -¿Qué sucede? ¿Estas bien? -

-Lo siento, es solo que... ni siquiera nos conocemos mucho y has sido tan bueno conmigo, señor Min, muchas gracias, yo no sé cómo agradecer todo lo que hace por mí, no sé siquiera si merezco todo esto, no tengo nada para darle-

-No debes agradecer, es solo que, yo debía hacerlo, no sé si puedes sentir lo mismo que yo, pero desde el primer momento que te vi, siento que encontré algo muy importante, como si fueses mi otra mitad, estuve mucho tiempo en duda, ya que no puedo oler muy bien tu aroma debido al embarazo, pero estoy casi seguro que eres mi destinado – Seokjin abrió los ojos grandes y miró los suyos.

- ¿De... Destinado? - Yoongi sonrió enternecido, ese muchacho desconocía muchas cosas, se aseguraría de ayudarlo lo más posible desde hoy en adelante, por lo que le contó la leyenda de los destinados, el cómo sus lobos interiores eran capaz de reconocerse en cada vida y tratan desesperadamente de reencontrarse una y otra vez, como si hubiesen firmado un pacto de amor, a veces no lo lograban y volvían a renacer con tal de poder verse una vez más.

Jin sonrió feliz por primera vez desde que lo conocía, lo miró con sus ojitos brillosos, le gustó mucho esa leyenda y más pensar que aquel hombre tan bello y de noble corazón le esté diciendo que ellos la cumplían -No estoy seguro, pero desde que lo conocí, siento que es la única persona en la que puedo confiar, como si usted fuese mi hogar, como si solo pudiese verlo a usted, no tengo mucha conexión con mi lobo, no sé si él lo reconoció para ser sincero, pero yo cada vez que lo veo... me siento feliz, así que tal vez... si lo somos – habló con muchos nervios, pero fue recibió con una sonrisa cálida de Yoongi y un abrazo profundo.

Desde ese día, Seokjin fue cuidado como nunca antes lo habían hecho con él, con amor y cariño, con confianza y respeto. Poco a poco se fueron haciendo más cercanos, el alfa lo trataba como un rey, le enseñó a cocinar, le preparaba postres, lo peinaba, compraba ropa a medida que su cuerpo iba cambiando, seguía contándole cuentos antes de dormir, eran tan compatibles el uno con el otro, que Seokjin quería compartir el verdadero origen de su embarazo, para dar el siguiente paso, no sabía que podría salir de esto, pero lo necesitaba, no quería vivir un sueño sin que el otro conozca su verdadero origen.

Fue para su cumpleaños número 16, que Jin le confesó toda la verdad, era primera vez que tenía un pastel de cumpleaños, se sintió tan querido, mas no fue capaz de soplar la vela y pedir un deseo, sentía que tenía una deuda con el médico, tenía tanta tensión atrapada en su cuerpo y debía ser sincero en todo sentido con Yoongi.

- ¿Pasó algo? ¿No le gusta el pastel a la cachorra? -

-Hyung, ¿podría abrazarme? Yo... debo confesarle algo –

-Claro, puedes contar conmigo para todo, escucharé todo lo que quieras decirme- Yoongi acarició su cabello y se acercó hasta él y lo abrazó.

-Gracias, escuche atentamente por favor, esto es muy difícil para mí, mi pasado no es muy lindo y quiero que usted conozca todo de mí, porque no quiero que tenga en su casa a alguien que quizás le dé asco – Yoongi tragó saliva y lo miró perplejo, sabía que el chico contaría algo duro, así que respiró pesado, no le gustaba que se tratara de forma despectivo, pero alguna razón tendría Seokjin para hablar así de si mismo, por lo que le pidió que siguiera.

Para Seokjin fue muy difícil contar su infancia, lloró varias veces en el proceso, más cuando hablaba de su hermano pequeño y su madre, sentía que se ahogaba en sus propias lágrimas, Yoongi quería que se detuviera, que le estaba haciendo daño y posiblemente a la bebé también, mas, este no quiso parar, necesitaba contar todo.

Le contó cómo fue su pasar por la escuela básica, los abusos de los indigentes, el cómo su padre le dejó con problemas de movilidad por los golpes que le daba, la depresión de su madre, y como fue separado de ella y mandado a un hogar de menores, del cual su padre se encargó de sacarlo.

Le contó el cómo su madre comenzó a vender su cuerpo para obtener dinero y como su padre murió en una riña con los clientes, que desde ese momento, él también debió comenzar a prostituir su cuerpo para obtener dinero, Yoongi tragó pesado, más cuando se enteró que eso ocurría en el colegio que supuestamente debe velar por su integridad física y mental, le contó que no tenía a nadie en el mundo, que solo hablaba con sus clientes y que solía dormir a diario en casas distintas personas desde los 13 años, que no veía a su madre desde esa fecha, y que como era un chico que ofrecía esa clase de servicios, en su celo se aprovecharon de él y ese alfa había sido quien lo había preñado, le confesó la polémica que se formó cuando la enfermera del colegio denunció el abuso hacia un omega en celo, y que para prevenir problemas institucionales, lo echaron.

Yoongi apretaba sus puños de rabia, estaba llorando por todo lo que había tenido que pasar el pobre chico para subsistir, tenía tanta ira contra el estado, contra la sociedad, contra los padres del omega, podía entender porque siempre buscaba cariño o protección en sus brazos.

Jin respiró profundo y miró con su carita echa un desastre al mayor – El padre de mi cachorra, el alfa que estuvo conmigo en mi celo, era uno de mis clientes frecuentes... él es Jeon Jungkook-

-¿¡Qué!? Es decir que... pero entonces ¿por qué te echó de su casa? ¡Es su hija! – Yoongi sentía que explotaría de furia, no podía creer que ese miserable se aprovechara de Seokjin en su celo.

-Él dijo que no podía hacerse cargo del bebé, que sus padres llegarían pronto a su casa y que él estaba comprometido con alguien de otra familia, me dijo que me depositaria para que nunca le faltara nada a la bebé, pero no podía hacerse cargo, en cierto modo lo entiendo -bajó su vista - no le tengo rencor por eso. – Yoongi rodó los ojos con rabia, ese maldito mocoso irresponsable. -Yo acepté, no me importa si él no está presente, pero necesito el dinero para cuidar de mi pequeña... ella no tiene la culpa de nada – lloró al decir lo último y con esto terminó por desmoronarse, jamás le había contado su historia a nadie, y tenía tanto miedo del rechazo, podría superarlo si fuese cualquier persona, pero no si Yoongi lo odiaba, ese alfa era demasiado especial para él, por eso, antes de encariñarse más con él, antes de admirarlo más o enamorarse, prefería que conociera toda la verdad y ver qué pasaba. -Eso soy yo... - dijo al final, tapando su cara para llorar más fuerte. Tenía tanto miedo, tanto miedo a ser echado nuevamente de la casa, de ser juzgado y odiado por alguien quien realmente le importa.

El hombre pálido lloró con él, le destrozaba el alma conocer su historia, no obstante, no lo odiaba, no podría hacerlo, el solo lucho de la única forma que le enseñaron, tenía que alimentarse y para eso el dinero era indispensable, le hubiese encantado conocer a Seokjin mucho antes de lo que lo hizo, poder ayudarlo y sacarlo de la miseria que vivió, no obstante, es imposible, el pasado no se puede componer, pero las heridas que quedaron de esa época, si se podían cuidar en la actualidad, por lo que se prometió que aquel omega jamás tendría que volver a pasar una situación tan horrible como la que había vivido, desde ahora, todo sería felicidad, porqué él se aseguraría que así fuese, él le entregaría felicidad, estabilidad económica, paz, amor y una familia, él era capaz de darle hasta su alma si este se la pidiera. Desde que lo vió supo que ese omega le había robado el corazón.

-Kim Seokjin, ¿quieres casarte conmigo? - le preguntó de repente, sin siquiera pensarlo mucho.

- ¿¡Q...Qué!?- gritó por la pregunta tan repentina, su llanto paró de un sopetón, no entendía a que se refería el mayor, ¿cómo se atrevía a preguntarle eso después de la historia que le contó? ¿Era un estúpido? ¿Por qué se quería casar con él? No tenía nada que ofrecer, no tenía nada, él solo estaba lleno de problemas, es más, tendría un hijo que ni siquiera era suyo, ¿cómo era posible que aun así quiera casarse con él? ¿Era una broma de mal gusto?

-Se que es repentino, pero, no quiero que vuelvas a sufrir nunca más en tu vida, además, lo siento en mi corazón, me dice que eres tú y solo tú quien traerá lo que le falta a mi vida, ¿recuerdas que te lo dije? Somos destinados, no importa el pasado, construyamos un futuro juntos -colocó la mano de Seokjin sobre su corazón para que pudiese percibir lo serio que estaba siendo con el tema – además, de esa manera la cachorra podrá nacer en una familia bien constituida, no será vista en menos por la sociedad, la gente es muy imbécil con esos temas a pesar del año en que estemos viviendo -sonrió para él, quitándole las lágrimas de su bello rostro -esta será nuestra casa y ambos formaríamos una familia, ¿me dejarías darle mi apellido a nuestra bebé?-

Seokjin estaba atónito, no entendía como aquel alfa podía ofrecer todo su mundo para protegerlo, ¿era esto acaso lo que llamaban amor? Porque se sentía tan extraño, ahora entendía el dicho que la gente cometía locuras por dicho sentimiento, pero no importaba, se sentía cálido, se sentía seguro, se sentía bendecido, quería, quería compartir su vida con aquel alfa que había llegado para demostrarle que el mundo no era un lugar horrible, si se llegaba al lugar correcto.

Sus ojos comenzaron a llorar nuevamente, esbozó una linda sonrisa, para luego hacer un puchero, su corazón saltaba en el mismo lugar, no sabía qué clase de sentimiento estaba sintiendo justo en ese momento, sin embargo, presentía que ese era el día más feliz de su vida.

-¡Si! ¡Si quiero! - exclamó desesperado. Yoongi sonrió feliz, lo abrazó cálido y suave, después de todo había un bebé casi a punto de nacer justo en el medio. Acaricio su lindo rostro, el cual esbozó una bellísima sonrisa llena de esperanza y amor. Justamente esa era la cara que quería que siempre llevase su omega, que lindo sonaba eso, su omega, pensó. Se aseguraría de que esa sonrisa nunca se borrara.

El cumpleaños de Seokjin terminó con una hermosa proposición de matrimonio y un deseo de Seokjin, un deseó que pidió desde el fondo del corazón, él solo deseaba poder compartir su vida entera con ese alfa y que su pequeña bebé, fuese muy feliz con ellos.

Aquella noche, el omega sintió la necesidad de dormir en compañía del alfa, su lobo lo requería, quería compañía de su pareja de alma y futura pareja de vida, por lo que por primera vez en sus 16 años, la conexión con éste se hizo presente, pudo sentir como esa voz interna le hablaba para exigir compañía de su alfa, fue extraño para el omega, más solo le hizo caso, porque su corazón estaba emocionado ante la idea.

Tímido, le hizo la petición esa noche, justo después de lavar la loza, el alfa se sorprendió por tal petición, fue muy feliz de poder estar más cerca de su omega, él había sido muy respetuoso con el chico, intentaba acercarse de apoco, tratando de conquistarlo con pequeños gestos cada día, desde que llegaba de la universidad donde se estaba especializando, generalmente le traía distintos tipos de flores, regalitos para la bebé, dulces, fuera lo que fuera, le gustaba tener a Seokjin bien atendido.

Ese día vió los frutos de sus acciones, estaba tan emocionado por dormir con Seokjin, no obstante, al entrar al cuarto tras cepillarse los dientes, jamás esperó ver lo que vió, él como médico sabía muy bien lo que significaba un nido para un omega. Era la manifestación de mayor confianza y amor que podía expresar un omega hacia un alfa, invitarlo a su nido para compartirlo.

Yoongi lloró y rió a la vez, su lobo saltaba de alegría en su interior, emocionado, más cuando se dio cuenta que la mayoría de la ropa del nido era suya, es decir, el omega de Seokjin lo aceptaba como su zona segura y como su alfa.

Lo vió acostado en el lado derecho de la cama, dejándole un hueco en el lado izquierdo, el cual Yoongi no dudó en usar, tenía miedo de acercarse más o desarmar el nido que con tanto esfuerzo su embarazado creó. No obstante, toda duda se esfumó, cuando el omega le pidió que lo abrazara, y lo hizo.

Esa noche ninguno de los dos pudo dormir temprano, sentían tantas emociones juntas por lo que estaban viviendo, y comenzaron a hablar, el tiempo que llevaban juntos los había hecho bastante compatibles en cuanto a temas de conversación, generalmente era Yoongi quien hablaba más, así que él comenzó, el tema sería, un nombre para la pequeña que pronto llegaría, Jin esbozó una sonrisa, en todo este tiempo jamás había pensado en como llamar a su hija, quería un nombre significativo para él, y conocía el nombre perfecto para ella, ella sería Jisoo, como su madre. Ya no podía esperar para conocer a la pequeña Min Jisoo.

La boda se efectuó la semana siguiente, solo fue una recepción pequeña, con la madre del alfa, quien no estuvo de acuerdo en que su único hijo se casara con aquel chico, era mucho menor que él y además estaba preñado de otro alfa, mas, al conocerlo, se enamoró de lo adorable y maduro que era el chico, finalmente lo aceptó y le pidió disculpa por juzgarlo mal, antes de conocerlo, que atesoraría a la pequeña cachorra como su futura nieta, porque él hacia feliz a su hijo, y ella era feliz si su hijo lo era.

También asistieron algunos amigos del médico, quienes apoyaron su relación desde que el alfa les contó que había encontrado a su destinado, Kim Namjoon y Jung Hoseok fueron muy amables con él y lo integraron al grupo a pesar que apenas si lo conocían, al conocer a sus parejas omega, también se sintió integrado, Jackson, un chico extranjero era la pareja de Namjoon, un chico muy divertido, casi como el alma de la fiesta, mientras que el omega de Hoseok, un chico llamado Jimin, era el ser más adorable que había conocido, a pesar de ser mayor que él, congenió inmediatamente con él, además, solo era 3 años mayor que él y hace poco se había enterado que esperaba un cachorro, por lo que le encantaba la idea que quizás  sus hijos fuesen amigos en un futuro.

Ambos quedaron fascinados al verlo tan embarazado, le llenaron de preguntas de que tipos de cuidados llevaba, que se sentía llevar un cachorro dentro tanto tiempo, que sería, si ya tenía un nombre para ella, entre otras preguntas. Seokjin disfrutó mucho de su boda, y de conocer lo que sería su actual familia.

El omega se sentía en una burbuja de felicidad, algunas semanas habían pasado y su pequeña Jisoo había nacido, se encontraba completamente saludable, y agradecía que no se pareciera en nada a su padre alfa, aunque no le podía tener rencor al chico quien lo preñó, es que amaba a su hija y gracias a ella pudo conocer al alfa quien ama con todo el corazón, también pudo formar un hogar como siempre deseó. Como si todos los acontecimientos que tuvo que vivir, le hubiesen permitido llegar a su actual camino. Tenía todo lo que quería y ahora vivía su sueño hecho realidad, solo esperaba que su madre donde fuese que esté, estuviese orgullosa de él. 

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Comentario: Capitulo 4  *^*

Esto es el fin, queda solo el Epilogo uwu 

Espero les haya gustado esta historia. 

Escribí este fic casi en un solo día (día que lloré mucho xD ), y creo que me gustó la modalidad de hacerlo así, escribir todo y luego separarlo en caps. 

Tengan lindo día, besitos sabrosos(?) (si son menores de edad solo abrazos de oso xD)








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