Narrador

La chica suspira de nuevo, sintiendo como su teléfono vibraba en su bolsillo, posiblemente mensajes o llamadas de MC. Llevaba media hora que se había alejado de su departamento, tenía planeado seguir vagando; sin embargo, al tener a los pequeños no podía darse ese lujo.

¿Cuántas veces había huido de esa manera? Era la segunda vez que dejaba a MC de esa manera, se sentía culpable. La primera fue lo que ocasionó que dejarán de hablar por tanto tiempo. Por eso, cuando MC fue la primera en hablar después de mucho se alegro y acepto de inmediato aquel favor. Era lo menos que podía hacer.

Al sentir nuevamente su teléfono, estuvo a punto de tirarlo contra el piso de no ser porque Jaehee sostuvo su mano. Suspira, desviando la mirada y volviendo a guardar aquel aparato.

Se dio cuenta como todos la miraban a una cierta distancia y la única que decidió acercarse fue la castaña. Agradeció ese gesto, sentándose en el piso, escondiendo su cabeza entre sus piernas.

Necesitaba fumar o beber alcohol para calmar el pequeño tic que se iba manifestando de a poco. Antes de haber guardado su teléfono alcanzo a leer un mensaje de su hermano diciéndole sobre el futuro matrimonio.

Cuando por fin sentía que estaba avanzando se dio cuenta de que solo caminaba en círculos y terminaba deteniéndose en el mismo punto. Una y otra vez repitió ese ciclo.

-¿Cómo te sientes? -mira a la niña, sintiendo como empezaban a arderle los ojos.

Quería ser una niña de nuevo, tener una mejor familia o ser alguien productiva de una buena vez. Incluso en ese momento detestaba el hecho de que un infante era más maduro que ella.

-Llora, no está mal. A los adultos no se les permite llorar delante de otros, pero está bien hacerlo. No entiendo esa manera de pensar, y la odio.

-Somos dos -sonríe, poniéndose de pie-. Perdón por eso, estaba cansada. Hay que regresar, MC debe estar preocupada.

Ambas vuelven con los demás, dirijiendose hacia aquel departamento. Era mejor que se enfrentará de una vez por todas a su familia y cortar el ciclo.

(...)

Al por fin llegar siente el peso de su amiga encima de ella, casi tirándola de no ser que detrás había un poste de luz (aún así le dolió el impacto).

-¡Creí que te había pasado algo! ¡¿Por qué no me contestabas?! Estaba a punto de tirar tu puerta de no ser porque me detuvo mi esposo -la (c/d/c) le regresa el abrazo, disculpándose.

-Esta guapo, ¿Eh? -le susurra recibiendo una rodilla de la castaña-. Adoptenme, puedo ser el perro o gato. No como mucho -bromea, separándose del abrazo.

-En otro momento -sonríe, ahora mirando a los niños-. Sinceramente no esperaba que estuvieran completos, con que faltara uno no habría problema alguno.

-Que mala tía eres -se encoge de hombros-. Me divertí mucho con ellos.

-Te los regalo -el pelirrojo mayor le muerde la mano yéndose corriendo con el esposo de MC el cuál está en la entrada de los departamentos. Los demás infantes se acercaron también, dejando a las amigas.

-Bueno, hay que entrar, hace algo de frío.

Entraron y al llegar al departamento que correspondía a (T/N) tomaron asiento en donde pudieron. Conversaron un rato y al cabo de una hora era momento de que se fueran.

-Agradezco que cuidara de ellos señorita (T/N), perdone las molestias.

-No hubo ninguna, fueron buenos -Jihyun sonríe, extendiendo una tarjeta de presentación.

-Por si gusta conversar conmigo le dejo mi número. MC me habló de usted y siento que sería un gran miembro en nuestra organización.

Toma la tarjeta, sintiendo que le estaban vendiendo droga o un servicio de asesinato. Sonaba genial pero tal vez ella terminaría siendo el cadáver.

-No es nada de drogas mujer -asiente, no muy convencida-. Es una organización de beneficencia. Nos ayudarías a organizar las fiestas que se realizan para recaudar los fondos. No afectaría en tus estudios.

-No me interesa -declara, dejando el papel en la mesita-. Pronto deberé dejar mis estudios para arreglar un asunto y dudo que sea de ayuda.

-Al menos piénsalo un poco... -nega, suspirando- Es que hay unas personas que quieren conocerte -murmura, mirando de reojo a los "niños".

-Lo siento, pero mi respuesta sigue siendo no.

-Ya veo...

-De acuerdo -el de cabello turquesa se pone de pie, extendiendo su mano-. Fue un gusto conversar con usted, si llega a cambiar de idea no dude en contactarme.

-El gusto fue mío -imita su acción-. Me divertí cuidando a tus sobrinos MC, a ver cuándo me das un sobrino -le guiña.

-Conformate con una gato o perro -se despiden, abrazándose.

-Nos vemos pronto pequeños -abraza a todos, sintiendo como ellos no querían irse aún-. Disculpe -se dirije al mayor, sacando su teléfono-, ¿Podría tomarnos una foto?

Toma el aparato, poniendo la cámara. Todos se sentaron en el sillón y otros quedaron atrás del mismo al no caber. La chica jalo a su amiga, poniéndose ellas por detrás.

Al tener la foto se retiraron.

Aquel lugar volvió a quedarse en silencio después de tanto tiempo.

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Marintia-chan