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Capitulo 8: Iniciemos de 0

Hey que onda mis lectores, feliz noche vieja y próspero años nuevo 2021 a todos. A qué no esperaban esto. Bueno, para despedir el año no pensé nada mejor que esto, así que disfruten.

Zero quedó mirando la puerta unos segundos. Le parecía en cierto grado rara la actitud que tomo Origami ante lo que le había dicho. Sabía que ella estaba enojada con Vent, aunque no podría hacer nada según el. Las autoridades competentes se encargarían de hacerlo al menos eso pensaba, ya que en realidad la albina ya estaba poniéndose en contacto con su capitana del AST.

- ¿Origami que pasa?. -

- Necesito información sobre Vent Katsuki. -

- ¿Por qué?. -

En esta ocasión Origami no supo que responder, quería llevar al chico a la cárcel, pero dudaba que alguien del AST la apoyara debido a sus roces con los altos mandos debido a su impulsividad.

- Origami, dime ¿Porque quieres información de un civil?. -

- La razón, bueno la razón es la siguiente. -

Acto seguido, la albina le contó a su capitana Ryouko lo sucedido con su amigo Zero, y la razón de que quisiera información con respecto a Vent. Tras escuchar la historia, la pelinegra no pudo evitar maldecir al chico, definitivamente lo que había echo ya era desagradable pero que todo lo hubiera echo con una sonrisa alegre y sádica le hacía hervir la sangre en odio.

- Sargento Segundo Origami, tiene permiso de usar fuerza no letal, le ayudaré en lo que pueda para encontrar a ese maldito depravado y llevarlo tras las rejas. --

Exclamó Ryouko con voz de mando, recibiendo un claro y firme si de parte de la albina, para después cortar comunicación. Debía prepararse para atraparlo, especialmente porque al tener que adaptarse a fuerza no letal no era posible usar una unidad Realizer. Por lo que tendría que planear bien sus movimientos para obmitir su uso, pero ese sería su objetivo de momento, lo haría por su amigo, el único al que podía llamar realmente un amigo cercano. El echo que ambos hubieran perdido a sus padres hacía tiempo los hizo coincidir en varias cosas desde que se conocieron y las semanas de trabajo juntos no hizo más que acercarlos.

Mientras tanto, en un edificio de la zona más alejada de la ciudad. Vent estaba siendo atendido por un doctor sin licencia.

- Si que tuviste mala suerte Vent, ese chico te pateo con la fuerza de una mula, si no fuera por la adrenalina del momento no hubieras llegado aquí. -

Decía con burla el médico revisando el golpe que recibió Vent, esto solo hizo que el castaño molesto escupiera a un lado.

- Cállate, recuerda que te pagaré el doble porque me des de alta en un día. -

- Me temo que eso no depende de mí, si realmente quieres recuperarte y que siga funcionando la vergüenza que tienes por pene deberías quedarte aquí unos días como mínimo. -

Respondió el médico aún con burla mientras sacaba varios medicamentos y dispositivos médicos por debajo de su escritorio los cuales estaba en una caja de esterilización.

- Ese golpe te dejo mal, si fuerzas tu cuerpo tendras que decirle adiós a tu pene, apenas si está bien para hacer funciones sencillas como orinar. Y aún así, estás en riesgo, así que no deberías ni siquiera pensar en intentar violar nuevamente a una chica en al menos 1-2 meses. -

- ¡Vete a la mierda, ese maldito tiene que pagar y esa puta tiene que ser mía!. -

Exclamó molesto Vent, para intentar levantarse pero fue recostado una vez más por un fuerte golpe en la nariz por parte del médico.

- ¡Cállate idiota!. !Recuerda que el médico aquí soy yo, y si digo que no debes hacer algo, es porque quiero que te recuperes pequeño pedazo de mierda!. ¡¿Acaso crees que porque sea médico sin licencia no procuro el bien de mis pacientes?! -

Pregunto molesto este, pues una demanda anterior por un error en su trabajo le costó su licencia, pero el siguió dispuesto a seguir ayudando a la gente aunque fuera de forma clandestina.

- ¡Será mejor que dejes de tratarme como a un niño, viejo inútil!. -

Este insulto colmo la paciencia del médico, que tomo un bisturí y lo apunto a las venas dorsales de la lengua de Vent. El cual se quedó quieto por el miedo, mirando como el doctor tenía sobre el una mirada fría.

- ¿Te recuerdo algo?. Si mueres aquí nadie se daría cuenta, aparecerías en las noticias como desaparecido hasta que encuentren tu putrefacto cadáver en un basurero. ¿Lo recuerdas?, Aquí el que manda soy yo niño, así que deja de comportarte como si fueras el dueño de todo. Solo eres una pequeña escoria más en este mundo, solo eres una patética excusa de hombre. Así que guarda silencio un maldito momento, o de lo contrario me encargaré de terminar el trabajo que aquel chico no termino. -

Dijo desviando el bisturí lejos de la vena para después realizar un pequeño corte asustando a Vent el cual asintió. Para después comenzar a recibir primero un tratamiento rápido al corte y después volver a atender el golpe de su paciente actual. Tardo unas horas debido a que pese a que tenía bastantes problemas por la actitud impaciente del castaño, hasta que por fin pudo terminar.

- Bien, solo espera unas horas hasta que esté seguro que no pasará nada malo si te mueves, una vez esté seguro puedes irte. Eso sí, manten el tratamiento con estos medicamentos. -

Dijo seriamente extendiéndole una receta médica, la cual Vent tomo con molestia mientras se sentaba y suspiraba.

- Ahora vuelvo. -
Dijo el médico saliendo de la habitación para ir al baño, Vent con una sonrisa tomo sus cosas y salió de ahí sin pagar el servicio e ignorando la advertencia del doctor. El cual al salir y no ver al castaño suspiro exasperado.

- (Ese pequeño idiota, realmente no piensa bien). -
Pensó el médico tomando la billetera del castaño la cual había ocultado por si acaso, aunque sonrió divertido. Vent había sido de los pacientes que más había odiado, y eso era mucho decir pues era la primera vez que lo atendía, si actitud tan prepotente, creída e impaciente lo molestaron.
Todo mientras Vent estaba caminando con dolor por las calles más alejadas de las multitudes, había usado si teléfono para ver las últimas noticias de la ciudad. Cómo espero, la policía lo estaba buscando como sospechoso de intento de homicidio de Zero e Inori y posible asesino de sus compañeros pues aún estaban deduciendo como se llevó a cabo la situación para terminar como terminó. Pues aparentemente pese a que Zero sujeto una de las armas, está no tenía sus huellas.
La razón, es que cuando lo hizo aún tenía una delgada capa de energía del Kitsuné en su cuerpo, la capa de energía permitió que no tocará directamente el arma. Evitando así que sus huellas dactilares quedarán gravadas en el arma.

Siguió ocultándose gracias a su conocimiento de los callejones más oscuros y de las zonas menos concurridas. Incluso aprovechando algunas veces el sistema de ductos subterráneos del alcantarillado de la ciudad. Con su remodelación para adaptarla a los terremotos espaciales habían interconectado todo el drenaje en un gran sistema de acueductos para facilitar si reparación luego de los terremotos espaciales. Vent en este momento agradecía esa decisión, le permitió evadir mucho a los policías. Al menos hasta comenzó a escuchar como se acercaba varias pisadas, así que de forma alarmada uso si teléfono como espejo para revisar desde una esquina para evitar asomarse. Desgraciadamente para el sus sospechas eran reales, un pequeño grupo de policías estaba siguiendo sus pasos. Lo peor para el es que la salida más cercana estaba detrás de los policías, y la única forma de llegar sería nadando, y no un nado superficial. Si no uno de profundidad.

- A la mierda todo. -
Susurró Vent respirando una vez más antes de contener el aliento y entrar de forma lenta a las profundas aguas nadando hasta estar a 2 metros de profundidad. Nadando prácticamente a ciegas en dirección de la salida hasta que no pudo retener más su respiración y tuvo que salir a tomar aire nuevamente. Afortunadamente para el logro alejarse del dúo de policías así que se acercó a la orilla, mirando la salida de la alcantarilla con una sonrisa.
Aunque estuviera lleno de porquería sonreía ya que estaba comenzando a pensar en como cometer su venganza y secuestro. Tendría que ser rápido, pero apenas comenzó a subir las escaleras para la salida, sintió un desgarre de dolor en su parte íntima. Con dolor siguió escalando para ocultarse en un basurero vacío como precaución.
Se levantó el pantalón para ver la razón del dolor, y noto como un pequeño corte entre sus testículos se había abierto. Ahora lo recordaba, el médico le había dicho que si cremallera había cortado parte de su piel debido a la fuerza con la que fue pateado y ahora entendía el desgarre de dolor. La herida una vez más se había abierto, aparentemente forzó mucho el movimiento inferior.

- Tsk, Zerooo. -
Susurró molesto mientras levantaba la tapa del basurero, al ver despejado el camino aún con el punzante dolor camino hacia una apartamento, más específicamente el suyo. No había duda que habría agentes de la ley ahí, pero no era su apartamento el que le importaba. Probablemente ya lo habrían registrado y no encontrarían nada, despues de todo, ¿Quien sería tan idiota para guardar lo relacionado a sus actos delictivos en su casa?.
Eran los pensamientos de Vent, ya que el había guardado varias cosas en el sótano del edificio, ahí era donde necesitaba llegar. Tenía desde un kit de primeros auxilios, hasta provisiones para 3 meses y un arma con munición.

30 minutos después.

Con dificultad Vent había llegado al complejo de apartamentos dónde vivía, estaba muriendo del dolor y realmente estaba agonizando. El tener que ir lento para evitar a las autoridades, unido a su constante sangrado lo había dejado en un estado pésimo. Apenas podía mantenerse de pie apoyándose contra la pared. Aprovechaba que el guardia estaba dando una vuelta por el edificio para revisarlo en varios ángulos para entrar por la parte trasera del sótano. Apenas pudo entrar sin caerse por la inclinación de la puerta, tambaleaba a cada paso sujetándose de la barandilla. Pero al fin había llegado a su objetivo, así que sin demora fue a su escondite. Se curo inmediatamente, el dolor que sintió por el contacto del alcohol fue indescriptible, especialmente por la herida abierta. Resistió todo el dolor con tal de no hacer ruido alguno,

- Maldición, nunca antes me había sentido tan humillado -.

Pensó iracundo mientras sacaba el arma de su escondite, se quedaría ahí al menos hasta la noche, sabía que Zero se encontraría en un hospital así que sería su oportunidad para hacer su movida. Al menos eso era lo que creía.

Esa noche.

Zero se encontraba sentado a un lado de Inori la cual había despertado hace poco, pues en su caso el cansancio hizo que la anestesia fuera más potente. Pero lo sorprendente era Zero, el cual seguía vendado pero según los exámenes que se le hicieron nuevamente sus heridas ya no eran graves. De echo, en palabras de los médicos ya estaba listo incluso para darle el alta médica, pero se debería quedar esa noche en observación.

- Inori, dime la verdad ¿Que paso?. -
Cuestionó de forma sería el castaño haciendo que la pelirosa suspirara, y se sentará en su cama, sus heridas al ser menos graves se lo permitieron.

- Verás Zero, desde que terminamos no deje de pensar en algo. Y es que debía descubrir que hizo ese cerdo, para hacerme caer ante el. No me importo si podíamos volver si lo descubría, pero tenía que saberlo. -

Dijo con notorio enojo, recibiendo unas palmada en si hombro.

- Vamos, cuéntamelo quiero saber la verdad también. -
Inori le sonrió con algo de pena y amargura pero asintió, era algo que le concernia a ambos.

- Verás. Cuando pude salir de ese trance en el cual estuve decidí investigar un poco. Fue difícil, pero logré dar con el origen de todo. -

Dijo pidiendo que Zero le entregará su bolso, del cual saco varios folletos que consiguió.

- Está flor rosa, la llaman "Flor de Afrodita". Cómo supondras por su nombre, la flor se usa como base para varios afrodisíacos y por lo que investigue. -

Mostrando algunos de los folletos viejos de cuando la flor fue redescubierta hace años después de los primeros terremotos espaciales, como una propaganda de repoblación debido a las múltiples muertes.

- Es usada normalmente en cantidades pequeñas, pero en el mercado negro se vender diferentes versiones de esta con cantidades enormes de concentrado de la flor. Normalmente los medicamentos legales solo tiene un 10% de concentrado de la flor. Pero en el mercado negro la cantidad más pequeña que encuentras es del 50%. -

Dicho eso, saco un pequeño frasco de perfume.

- Este perfume, aunque no lo creas tiene un concentrado del 90%, según investigue lo usan normalmente violadores seriales, ya que pasa desapercibido a un inicio y con el concentrado de la flor que tiene es fácil hacer que una mujer abra las piernas. -

Dijo esto con notorio repudio, repudio que fue compartido por Zero el cual golpeó la pared con enojo. Ahora con la información que le dió Inori había unido los puntos, Vent había conseguido eso y había planeado el separarlos o simplemente violar a Inori hasta que se acabará ese maldito perfume.

- Ese hijo de perra. -
Susurró con los dientes apretados el castaño, en ese instante deseaba salir del hospital y encontrarselo, para golpearlo nuevamente pero está vez no sería blando e iría a matar. Después de todo, el krav maga era una forma adecuada de hacerlo, aunque después nego para si mismo la idea. El simple echo de imaginarse a una persona agonizando o muriendo por sus propias manos le desagrado.

- Inori, ¿Porque investigaste esto?, Para averiguar algo así no dudo que te pusiste en muchos peligros. Dime, ¿Porque?. -

Pregunto curioso pues no encontraba una razón coherente al menos no de momento.

- ¡¿No es obvio?, Se que no podríamos volver a ser como antes desde ese día. Pero quería al menos hacer que Vent pagara lo que me hizo. Y si eso hacia que no me odiaras mejor para mí!. -

Respondió sonando molesta aunque con melancolía, realmente le había dolido el sentirse odiada por Zero.

- ¡Idiota, eso fue demasiado peligroso. Meterse al mercado negro para descubrir esto, antes no terminaste muerta!. -

- ¡¿Y?!, ¡Lo dices como su aún fueramos novios!. -

Ambos se quedaron mirando unos instantes con una seriedad bastante pronunciada. Hasta que repentinamente cambiaron sus expresiones por una sonrisa antes de comenzar a reír.

Se reían con ironía, ciertamente esa parecía una de sus viejas discusiones de cuando eran novios, siempre que discutían terminaba así. Con ambos riendo por lo tonto que se habían visto.

- Sabes, realmente desearía que Vent no hubiera echo nada. -

Comento la pelirosa con melancolía.

- Yo también. -

Respondió Zero, quedando ambos en silencio un par de minutos hasta que una idea le llegó al castaño que miro a su ex.

- Un gusto me llamo Zero Onuma. -
Dijo con una sonrisa mientras le tendía la mano.

- Creo que lo mejor sería empezar de cero, así podríamos dejar todo lo malo atrás. Y ver qué nos separa el futuro. -

Comento al ver el rostro confundido de la pelirosa, la cual al ahora entendió y río ante la idea, aunque no se opuso y acepto el gesto de Zero.

- Yuzuriha Inori, solo Inori para tí. -
Respondió con una sonrisa, para después estos comenzar a hablar amenamente, probablemente nunca volverían a estar juntos de una forma sentimental o tal vez si. Todo dependería meramente de la suerte que tuvieran ahora.

Mientras tanto. Kurumi tenía a Origami atrapada contra la pared con varias manos que la sujetaron.

- ¿Así que ese tipo, daño a mi Zero-san?. -
Pregunto Kurumi con un tono coqueto, aunque con cierto enojo, todo mientras sostenía el rostro de la albina que la miraba con una mezcla de odio y miedo apenas perceptibles.

- ¿Y que piensas hacer?. -

- ¿No es evidente?, La única que podría hacerle algo a Zero-san soy yo jiji. -

Tras decir eso comenzó a reír de forma espeluznante, todo mientras se desvanecía entre las sombras liberando también a Origami. La cual calló al suelo mientras respiraba pesadamente, la espíritu la había sujetado de la garganta con bastante fuerza y por un momento sintió como ya no podía retener el aire. Aunque estaba preocupada, no sabía exactamente qué planeaba la espíritu, así que no imaginaba que le pasaría a Zero. O si quiera que haría con lo que sabía ahora, aunque por su actitud suponía que Vent no la tendría fácil.

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