Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Las piezas perfectas

Boston, 12 de agosto del 2015

-Entonces estábamos los dos ahí, sentados en nuestro pequeño apartamento en nueva York pensando que hacer. No estábamos felices en nuestro trabajo, teníamos este loco sueño de tener nuestro propio bufete. Era una locura pero era nuestro sueño y no podíamos sacarlo de la cabeza, llevamos en nueva York ¿Un año?

Él gira su cabeza para mirarme. Es agradable que diga que ambos no estábamos felices en nuestros trabajo cuando era solo yo, él era feliz pero dejó todo eso por mí. De nuevo, él cambió sus planes por mí.

-Un poco más de un año.-le digo.

Él asiente en señal de comprensión y me sonríe como si lo recordará.

-No teníamos el dinero pero si inteligencia, amigos quienes nos apoyaban en eso y contactos. Amelia me hablo sobre su fideicomiso, porque a veces olvidaba que mi esposa es millonaria. Ella me dijo que utilicemos ese dinero para crear nuestro bufete, no sería fácil pero valdría la pena. No pude decirle que no porque era nuestro sueño, ambos estábamos siendo soñadores en ese momento. Así que llamamos a Mark, Stella y Damián, le contamos lo que sucedía y ellos dijeron que sí. En nueva York conocimos a Vera y ella se unió a nosotros. Así fue como empezó todo, con dos jóvenes soñando en un pequeño apartamento en Nueva York.

Él no les habla sobre las peleas por eso, sobre las noches de insomnio pensando si funcionaría, sobre lo difícil que fue construir lo que ahora es un gran bufete, sobre mis dudas y pesimismo, sobre las dificultades que enfrentamos. Él no les habla de eso por qué eso es algo nuestro, nos pertenece, nos pertenecen las palabras de aliento que él me daba todos los días, la manera que tenía de hacerme soñar y creer que todo iba a estar bien. Al retroceder y pensar en todo lo que hemos logrado, sé que Nicolás fue una parte esencial en eso. Él es el soñador, él me ayuda a soñar y a cumplir mis sueños. Hemos pasado por tantas cosas juntos, hemos enfrentado tantas dificultades y ahora estamos aquí, celebrando este gran caso que hemos ganado.

-Así que quiero proponer un brindis por Amelia Clarke-Mayer, una talentosa e increíble abogada y a su equipo por ganar este caso y por la buena publicidad que nos han dado. Por Amelia.

Todos levantan sus copas y brindan por mí. Nicolás me mira con orgullo mientras levanta su copa en mi dirección. Mark, Stella, Vera y los demás se acercan a felicitarme.

-Bueno, señora Clarke-Mayer, que le parece si continuamos esta celebración en privado.-me dice Nicolás.

Tomo la copa de champán que el sostiene en su mano y le doy un ligero sorbo. El liquido hace cosquillas en mi garganta.

-Suena encantador pero debo decir que no, tenemos trabajo y yo un almuerzo con Rafael. Dice que es urgente.

Él me sonríe y toma mi mano para llevarme hasta mi oficina. Cuando abre la puerta contengo la respiración al ver ocho enormes ramos de peonias, mis flores favoritas.

-Felicidades, amor.-me da un beso en mi mejilla.

-¿Cómo sabías que iba a ganar?

-Tengo fe en ti.

Me acerco a uno de los ramos y paso mis dedos por las peonias con cuidado.

-Un ramo por cada año que llevamos de conocernos.

-Y aún sigues siendo un soñador.-le digo.- también un romántico sin remedio.

-Un soñador y romántico que amas.

-Si tú lo dices.

Lo veo tomar dos copas y caminar hasta mí. Choca su copa con la mía. Él tenía razón, somos un gran equipo, él sabía eso desde que nos conocimos. Hombre inteligente y soñador una muy peligrosa combinación.

-Tengo un caso difícil.-le digo.

Caminamos hasta mi sofá y nos sentamos, escuchamos la risa de todos mientras siguen celebrando un poco más antes de volver a trabajar.

-Ellos llevan doce años de casados ¿Puedes creerlo? Tanto tiempo de casados, es increíble. Se conocen desde hace dieciséis años y llevan doce de casados, ambos son médicos, ella es neuróloga y él es cardiólogo. Cerebro y corazón. Y él se acaba de enamorar de alguien más, en menos de tres meses él olvido todo lo que ha vivido con ella y se enamoró de alguien más ¿Cómo es eso posible? Hace menos de tres meses ella era el amor de su vida. El amor no desaparece así de la nada. Él solicitó el divorcio y lo peor de todo es que ella aún lo ama.

Siempre es difícil cuando aún hay amor en una de las partes. Cuando uno de los dos aún se aferra al amor y a los recuerdos, cuando uno de los dos cree que su amor los puede sostener, que su amor es suficiente. Pero no es así. Ella debe ser fuerte y dejarlo ir, tampoco es como si tuviera otra opción, él llegó aquí decidido a divorciarse, decidido a estar con aquella mujer que acaba de conocer. ¿Cómo se pudo enamorar de ella tan pronto? ¿Cómo se desvanece el amor que sentía por su esposa? ¿Porqué tardó tanto tiempo en ver que ella no era el amor de su vida?

-Amelia, no te involucres en los casos. No los hagas personales, no es bueno.

Sé que él esta pensando en aquel caso donde no pude evitar simpatizar con ella. Ahora ella es mi amiga. Fue un caso difícil porque ella aún amaba a su esposo, creo que después de todo ella aún lo ama. Pero a veces no puedo evitar sentir pena por ellos, es difícil ver el dolor en sus ojos al firmar aquellos papeles.

-Podríamos ser nosotros.

-¿Perdóname?-me pregunta Nicolás.- No entiendo.

-Piénsalo, nosotros somos iguales a ellos, podrías darte cuenta dentro de algunos años que no soy yo, que no soy el amor de tu vida y yo tendría que matarte por romper mi corazón, arrastraría a Stella, Mark, Sebastián y Damián para que me ayuden a enterrar tu cadáver. Vera y Rafael idearían algún plan de emergencia.

No nombro a Henry por que las cosas han sido extrañas con él desde aquel incidente.

Nicolás toma mi rostro entre sus manos y me sonríe.

-Nosotros no somos como ellos Amelia, somos nosotros, peleamos y gritamos, estamos en desacuerdo en muchas cosas, pero siempre estamos ahí para el otro, en lo bueno y lo malo. Nos amamos, sé que eres el amor de mi vida, tal vez no todos nuestros días sean buenos, tal vez tengamos fuertes peleas y problemas en el futuro pero no hay nada que no podamos superar. No vamos a terminar como ellos, nosotros vamos a estar juntos hasta nuestro último aliento, porque no puedo vivir sin ti y voy a luchar contra lo que sea por estar junto a ti.

Pero ellos también eran felices, lo sé, los conocí hace años en un evento de caridad al que asistí. Ellos sonreían y compartían bromas privadas. Se amaban ¿Dónde fue ese amor? Pero a veces las cosas no son lo que parecen, tal vez el amor que ellos se demostraban era solo una fachada. ¿Nuestro amor es una fachada?

-¿Sabes cuando lo supe?-me pregunta él.

-Si, lo dices siempre, cuando nos conocimos y yo tenía un mapa en la cara.

Nicolás se ríe y mueve la cabeza.

-No, ahí supe que me casaría contigo. Pero fue tiempo después cuando supe que eras la mujer con la que quiero pasar el resto de mi vida, la única mujer que amo y amaré.

-¿Cuándo lo supiste?

Él no responde enseguida para agregar dramatismo al momento.

-Fue una mañana, tú tenías un cepillo para el cabello en la mano y estabas bailando frente al tocador solo en mi enorme camisa de led zeppelin y bragas negras. Cantabas y bailabas con una enorme sonrisa en tu cara y yo no podía dejar de mirarte. Recuerdo que estabas cantando mr blue sky, adoras esa música. Fue en ese momento que lo supe, entendí que estaba locamente enamorado de ti y sentimiento solo crece día con día.

Él siempre sabe que decir para alejar los miedos e inseguridades que a veces nublan mi mente. Sonrió y tomo sus manos entre las mías. Él tiene razón, nosotros vamos a estar bien.

-Después de ver tu sonrisa no tuve opción, no me diste otra opción que enamorarme de ti, Amelia.

La puerta de mi oficina suena y ambos nos levantamos del sofá. Nicolás abre la puerta y me sorprendo al ver a mi prima ahí con una sonrisa.

-Elizabeth Montgomery ¿A qué debo el honor de tu visita?

Ella me da un abrazo.

-En realidad venimos a ver a tu esposo.

-¿Venimos? Asumo que es algo de negocios y Alex esta contigo.

Ella señala hacía su espalda donde esta Alex el mellizo de Elizabeth conversando con Mark.

-¿Porqué no me dijiste que venían?-le pregunto a Nicolás.

-Por que no lo sabía.

-Fue algo de último minuto, un proyecto que nos esta dando problemas.

Le doy un beso en la mejilla a Elizabeth.

-Bueno, los dejo, iré a saludar a Alex y me iré a trabajar, tengo matrimonios que ayudar a finalizar.

Camino hasta Alex y él me sonríe cuando me ve, me abraza y me dice lo mucho que me ha extrañado. Alex tiene el cabello castaño a diferencia de Elizabeth, ella tiene el mismo color de cabello que yo, rojo. Él me dice que debo ir a Toronto a visitarlos y que Sophie me manda saludos. Pregunto por Emma, su hermana menor y él me dice que se ha mudado a Italia.

El caso de la señora Marshall es difícil, me repito una y otra vez que no debo hacerlo personal que debo mantenerme al margen pero es difícil cuando la veo perder la compostura frente a mí y decirme lo difícil que es para ella todo esto. Que la nueva novia de su todavía esposo es una enfermera del hospital donde ambos trabajan y que ella tiene un contrato que mantener en aquel hospital. Que lamentablemente para ella aún tendrá que ver a su esposo después del divorció y a la novia de su esposo también. Es un caso realmente difícil.

-Bueno si no es otra que la increíble Amelia Clarke en persona.

Rafael toma mi mano y me hace girar antes de darme un abrazo.

-Mi chismoso favorito, te extrañado mucho, Rafa.

-Yo también Amelia.

Él me conduce hasta la mesa que ha reservado en este bonito restaurante italiano, me alegra que recuerde lo mucho que me gusta la comida italiana.

-Bueno ¿Porqué estoy aquí?-le pregunto.

Él saca una caja pequeña y me muestra un hermoso anillo de compromiso.

-Es lindo pero yo ya estoy casada, felizmente casada así que debo decirte que no.

Él se ríe.

-Es para Paula.

Paula es su novia, es maestra por lo que puedo recordar. La conocí hace meses en una cena en casa de Sebastián.

-¿Cuál es el  problema? ¿No te convence el anillo?

-Exacto, era de mi familia y no lo se. No siento que sea el anillo adecuado.

Él mueve la caja aun abierta y yo observo el anillo. El camarero viene a tomar nuestro pedido y Rafael guarda la caja de nuevo en su chaqueta.

-Recuerdo cuando acompañamos a Nicolás con su mamá para pedir el anillo de compromiso de la familia Mayer.-me empieza a decir Rafael y mis ojos van al anillo en mi dedo. Este no es el anillo de la familia Mayer y puedo darme cuenta que no me va a gustar el resto de la historia.- Recuerdo lo emocionado que estaba Nicolás y cuando su madre se negó a darle el anillo por que según ella, tú no eres la indicada, él dijo que de todas formas ese no es el anillo correcto para ti. Fuimos a catorce joyerías diferentes hasta encontrar ese anillo que llevas en su dedo. Tenías que ver la cara de Nicolás cuando vio ese anillo, quiero sentir esa felicidad y no la siento con este anillo.

Él golpea su saco donde esta el anillo. Agradecemos al mesero después que él deja nuestra comida y yo me tomo un momento para asimilar que hay un anillo que la madre de Nicolás no quiere que tenga, no me sorprende, no es ningún secreto que yo no le agrado a esa mujer.

-Ese hombre trabajó muy duro para conseguir tu anillo, hubiera sido una fatalidad que tú hubieras dicho que no.

Ambos soltamos una risa.

-Pero la cuestión aquí es ¿Qué debo hacer?

-Fácil, buscar el anillo correcto y por lo mucho que te conozco sé que tienes uno en mente.

-Lo hago, iremos mañana a una joyería con Sebastián, Henry y la hermana de Henry, Hazel ¿Te acuerdas de ella?

Hazel Donovan, como olvidarla. Aún no tengo el gusto de conocerla pero Henry habla de ella y ahora por lo visto Sebastián y Rafael también.

-Si, vagamente.-le digo.

-Pero quiero tu opinión sobre eso.

-Muéstrame el anillo después de comprarlo.

Él me sonríe, Rafael sabe que las cosas siguen algo tensas con Henry.

-Y una cosa más.-me dice él.- Necesito que escuches mi propuesta.

Bebo un poco de vino y le hago una seña para que hable. Él saca una hoja algo arrugada y me sonríe antes de fijar sus ojos en el papel y empezar a leer. Es un discurso muy al estilo Rafael, me gusta y se puede sentir el amor que él siente hacia Paula.

-¿Qué te parece?

-Ella es una mujer afortunada, dudo mucho que diga que no después de escuchar ese discurso. Y si ella dice que no, llámame y yo arreglare eso.

Él sonríe complacido consigo mismo y guarda el papel.

-¿Cómo lo supiste?-me pregunta Rafael mientras disfrutamos del postre.-¿Cómo supiste que era Nicolás el indicado?

Tomo un pedazo de pastel de chocolate mientras pienso en la pregunta que me acaba de hacer Rafael.

-No hay un momento exacto, no puedo decirte el día o el lugar, tampoco la razón, solo sé que un día lo supe, estaba segura que era él y que yo quería compartir el resto de mi vida a su lado. Simplemente lo supe. 

Cuando llego a casa Nicolás me está esperando en la sala y por la forma en que me mira sé que algo malo sucede.

-Amelia, Damián sufrió un accidente.

-¿Qué pasó? ¿Está bien?

Nicolás se acerca a mí y sé la respuesta a mis preguntas con solo verlo a los ojos pero necesito que él lo diga así que guardo silencio y espero a que él hable.

-Lo siento, Amelia, Damián falleció hace una hora.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro