Capítulo 5
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Faltaban exactamente cinco minutos para las dos de la tarde (lo sabía porque acababa de verlo en el reloj de su pared) cuando YoonGi entró en su oficina con HaNeul en brazos.
—¡Papi mira, me encontré al señor Min! —Gritoneó HaNeul nada más entraron—. Estaba allá afuera preguntando por ti.
JiMin se puso de pie e hizo una mueca de incomodidad, suspiró diciéndose a sí mismo que tendría que acostumbrarse a ver a su bebé en brazos del alfa. Le dedicó una tensa sonrisa al mayor.
—Señor Min. —Inclinó su cabeza como saludo.
—Señor Park, creí haberle dicho que me tuteara. —YoonGi se acercó hasta quedar frente a su escritorio.
—No creo que eso sea prudente, señor Min.
—JiMin, por favor. —YoonGi soltó un suspiro—. Recuerdas por qué estoy aquí, ¿verdad? No hagamos esto más difícil.
JiMin apretó los labios y se obligó a relajarse, se repitió una vez más que debía acostumbrase a esto; debía dejar de estar a la defensiva cada vez que estuviera cerca del mayor. Era difícil sin embargo, después de todo, era algo que hacia inconscientemente.
—Sí, lo siento, solo —negó con la cabeza—, necesitaré un poco de tiempo.
—Supongo que es razonable. —YoonGi asintió, poniendo su atención en HaNeul cuando este tomó su rostro con ambas manos e hizo que le mirara.
—Señor Min, ¿dónde dejó al señor TaeHyung? —HaNeul preguntó con grandes ojos y un leve sonrojo cubriendo su adorable carita.
—Oh, ¿te acuerdas de él? —HaNeul asintió y le soltó el rostro, sonrojándose aún más—. Él no pudo venir, está en un viaje por trabajo.
HaNeul hizo un puchero y extendió los brazos hacia el omega; JiMin lo tomó y besó su rojiza mejilla. Arqueó las cejas cuando su bebé soltó un dramático suspiro y recostó su cabecita en su hombro.
—Es una lástima, él es tan lindo y se portó muy bien conmigo —murmuró por lo bajo, aunque ambos adultos fueron capaces de escucharlo.
JiMin miró a YoonGi, este le devolvió la mirada y le arqueó la ceja, como preguntándole qué le pasaba a su niño. Se encogió de hombros y acarició la cabecita de HaNeul.
— Cariño, ¿a caso te gusta TaeHyung?
HaNeul soltó un pequeño chillido y miró alarmado de YoonGi hacia él, luego le tapó la boca con ambas manos.
—¡Papi! ¡¿Qué cosas dices?! —Luego murmuró solo para él un:— El señor Min está aquí, papi, ¿quieres que se dé cuenta que me gusta su omega?
JiMin agrandó los ojos cuando vio la mirada de reproche de su bebé, se mordió el labio inferior aguantando la risa y miró ah YoonGi que parecía tan divertido como él. Al parecer este había escuchado todo.
—¿Pasa algo? —YoonGi preguntó con un fingió tono de seriedad.
—¡No! No pasa nada, señor Min. —HaNeul sonrió con inocencia.
—¿Seguro? —HaNeul volvió a asentir hacia la pregunta del mayor—. Está bien, entonces.
Se miraron uno a otro con algo de incomodidad, JiMin se removió y decidió dejar a HaNeul en su asiento para comenzar a recoger sus cosas y así pudieran irse.
—Dame unos minutos y estaremos listos, Y-YoonGi —titubeó a la hora de llamar al mayor por su nombre, era demasiado incómodo para él.
Le recordaba muchas cosas que en realidad quisiera olvidar.
—Excelente, estuve pensando que quizás podríamos ir a comer o... ¿ya comieron?
—Aún no. —HaNeul se encargó de responder por ambos—. Tengo algo de hambre, pero papi dijo que aguantara un poco y así podríamos ir con papá cuando llegara... ¡cierto!
JiMin saltó ante el repentino grito de su bebé, quien aplaudía y rebotaba sobre su silla.
—Señor Min, hoy conoceré a mí papá —expuso con emoción—. Quiero decir, a mi otro papá, no lo había podido conocer porque estaba lejos, ¡pero ahora volvió y quiere verme! ¡¿No es genial?! ¡Al fin voy a tener dos papis como mis amiguitos del colegio!
JiMin sintió un vuelco en el corazón con las palabras de su bebé, ¿por qué nunca fue consciente de cuánto su pequeño necesitaba a su otra figura paterna? Se enderezó con el bulto con sus cosas en el hombro y se acercó a su bebé.
—Mi amor, tenemos que hablar sobre eso. —JiMin cargó a su niño para tomar asiento sobre su silla y sentarlo en sus piernas, mirando de reojo como YoonGi hacía lo mismo.
HaNeul le miró y frunció el ceño por unos segundos, su carita entristeciendo repentinamente.
—Ya no vendrá, ¿verdad? —JiMin frunció el ceño.
—¿Qué? No bebé, el ya está aquí. —Sonrió cuando la carita de su niño volvió a iluminarse.
—¡¿Sí?! ¡¿Dónde esta?! ¡¿Qué estamos esperando para ir con él?! —Preguntó con burbujeante emoción.
—Está aquí bebé, justo frente a ti —dijo con suavidad, preocupado por cómo este reaccionaría.
HaNeul miró hacia delante y recorrió toda la oficina con sus ojos, deteniéndose en el nervioso cuerpo de YoonGi, quien sonreía levemente.
—Papi no entiendo. —HaNeul frunció el ceño y le miró con un puchero—. Aquí solo está el señor Min, no hay nadie más.
—Eso es debido a que soy yo, HaNeul —YoonGi hablo con voz suave.
—¿Qué?— HaNeul parecía cada vez más confundido y le miró como si le exigiera una explicación.
—Mi amor, el señor Min es tú papá, tu otro papá —le aclaró.
HaNeul abrió la boca y los ojos a más no poder, mirando fijamente al alfa sentado frente a él. Ambos adultos se removieron incómodos en sus asientos cuando este no tuvo ninguna otra reacción.
JiMin estaba comenzando a preocuparse aún más, quizás fue demasiado rápido, quizás debió mentalizar más a su bebé antes de decirle. Debió esperar más tiempo para prepararlo, es demasiado pequeño para estas cosas, debió saber que esto pasaría.
Entonces, cuando estaba apunto de tener una crisis de pánico, HaNeul se rio.
—Papi, no bromees. El señor Min no es mi padre —HaNeul dijo y JiMin vio con grandes ojos hacia el mayor, quien miraba a su hijo con tanto dolor que se quedo pasmado por unos segundos.
—Mi amor, no es b-broma bebé, el señor Min es tu padre —afirmó nervioso—. Es él mi niño, es tu papá.
—Pero... no puede ser. —HaNeul miró hacia el alfa con el ceño fruncido—. Señor Min, ¿usted no se casará con el señor TaeHyung?
Tanto JiMin como YoonGi miraron con desconcierto al pequeño por la repentina pregunta.
—Yo... sí, me casaré con TaeHyung. —YoonGi asintió.
—¿Ya ves, papi? El señor Min no puede ser mi papá porque él se va a casar con el señor TaeHyung.
—Cariño, creo que no estás entendiendo. No importa que YoonGi se vaya a casar con TaeHyung, aun así él es tu padre. —JiMin se preocupó cuando el puchero de su pequeño se acentuó y sus ojos se aguaron—. ¿Qué pasa mi amor? No, no llores cariño —pidió limpiando la lágrima que se derramó por la mejilla de éste.
—¿Por qué me estás mintiendo, papi? —Lloró—, El señor Min no puede ser mi papá porque el se va a casar con alguien más, si fuera mi papi no se casaría con nadie más.
—Mi amor. —JiMin le abrazó, pero HaNeul se removió para que le soltara y se bajo de su regazo—. HaNeul, cariño...
—¡No! —HaNeul gritó alejándose—. ¡Deja de mentir, él no es mi papá! —HaNeul apuntó acusadoramente hacia YoonGi, quien tomó una brusca respiración.
—HaNeul, sé que esto es confuso para ti, bebé, pero te prometo que yo soy tu papá. —YoonGi se puso de pie y se acuclilló frente a su lloroso pequeño—. Te lo juro, nunca te mentiríamos con algo así, cariño, soy tu papi al igual que JiMinnie.
JiMin cerró los ojos sintiendo como estos se llenaban de lágrimas cuando escuchó su apodo salir de los labios del mayor; se llevó una mano al pecho cuando este apretó dolorosamente. Hacia tanto tiempo desde la última vez que le llamó así y, sin embargo, su estómago burbujeaba de la misma forma en que lo hizo la primera vez en que se lo dijo.
¿Por qué no dejaba de doler? ¿Algún día lo haría?
—Si eres mi papi, ¿por qué no estuviste con nosotros antes? —JiMin abrió los ojos cuando escuchó la pregunta de HaNeul.
—Porque habían pasado cosas, bebé, pero ahora estoy aquí y quiero estar contigo. —YoonGi acarició la cabecita de su niño y le miró afligido.
—Entonces, ¿por qué te vas casar con el señor TaeHyung? —El llanto de HaNeul solo parecía aumentar, así que JiMin se acercó para también acuclillarse frente a él—. ¿Por qué no estás con mi papi?
—Bebé —JiMin jadeó ante la repentina pregunta—, Mi amor, las cosas no funcionan así, YoonGi y TaeHyung se aman y por eso están juntos, por eso van a casarse. —JiMin se obligó a tragar el nudo que se formó en su garganta cuando dijo esas palabras, odiando que fuera doloroso para él.
—Pero se supone que los papis tienen que quererse y estar juntos —HaNeul hipó, estrujándose los ojos con sus puños—. Señor YoonGi, ¿eres mi papá de verdad? —HaNeul miró al alfa con sus ojitos inundados en lágrimas.
—Sí, sí HaNeul, lo soy, lo prometo. —YoonGi asintió fervientemente, sorprendiéndose cuando HaNeul se lanzó a sus brazos y empuñó el saco de su traje en sus manitas—. H-HaNeul —tartamudeó, sus ojos aguándose por la repentina muestra de afecto.
—Si es mi papá, entonces no se puede casar con el señor TaeHyung. —HaNeul separó su cabecita del pecho del mayor y le miró a los ojos—. Tiene que casarse con mi papi, no con el señor TaeHyung, sí se casa con él, no podremos estar juntos —pido con nuevas lágrimas derramándose por su sonrojada carita.
—Mí amor —JiMin murmuró, no pudiendo aguantar las lágrimas al ver la cara angustiada de su bebé—. Mí amor, no.
—No puedo hacer eso, HaNeul —YoonGi acarició la húmeda mejilla de su hijo.
—¿Por qué? ¿Es porque no nos quieres? Voy a ser un buen niño, lo prometo, Soy un buen niño, ¿verdad, papi? —JiMin no supo qué decir, sin embargo, HaNeul no esperó ninguna respuesta—. Tiene que casarse con mi papi, él es bueno, me cuida cuando estoy enfermito y casi siempre me hace mi comida favorita, él hará lo mismo por usted, lo prometo. Tiene que casarse con él para que estemos juntos, no se case con el señor TaeHyung, por favor no lo haga.
JiMin miró a YoonGi con grandes ojos, incapaz de hacer o decir algo ante la mirada pidiendo ayuda que este le dio, estaba demasiado en shock como para poder reaccionar.
"Por la diosa, HaNeul, ¿qué estas diciendo?"
—HaNeul, mira bebé, no puedo estar con tu papi, de verdad lo siento. —YoonGi sostuvo las manitos de su hijo no dejándole ir muy lejos cuando este se separó de su cuerpo—. Lo nuestro no puede ser.
—¿Por qué no?
—Porque una vez lo intentamos y no funcionó. —HaNeul frunció el ceño ante sus palabras.
—Entonces solo hay que intentarlo otra vez, papi me dijo que nunca hay que rendirse a la primera —hipó—. Me dijo que hay que luchar por lo que queremos, estoy seguro de que si lo vuelven a intentar, lo lograrán, lo sé porque me ha pasado.
—Y tiene razón cariño, pero en esta ocasión no funcionaría —YoonGi respondió, apretando los labios cuando HaNeul jaló sus manos para que le soltara.
—¿Cómo puedes saberlo sino lo intentas antes? ¿O solo lo dices porque en realidad no quieres estar con nosotros? —YoonGi abrió los ojos en grande ante esas palabras.
—Por supuesto que sí te quiero, bebé, es por eso que estoy aquí, porque quiero ser parte de tu vida.
—Entonces no se case con el señor TaeHyung y quédese con nosotros —HaNeul volvió a acercarse y le tomó el rostro entre las manos—, si se queda con nosotros, seremos muy, muy felices. Yo sería muy feliz, porque por fin tendría a mis dos papás.
—Lo siento, cariño, pero yo amo a TaeHyung y no puedo simplemente dejarlo. —YoonGi le dio una afligida mirada.
JiMin se tapó la boca con la mano cuando un jadeó se coló de entre sus labios, sintió las lágrimas de amargura fluir libremente fuera de él. YoonGi se giró y le miró con ojos desorbitados, extendió una mano hacia él, pero JiMin negó poniéndose de pie y tomando a su niño en brazos.
"No es cierto, no puede ser cierto" su omega lloró "él nos ama a nosotros, debe estar mintiendo".
"Ya deja de ser un iluso, estúpido omega" reprocho con brusquedad, "¿Acaso eres sordo? ¿No escuchaste cuando dijo que lo amaba?".
"Pero no es cierto".
"¡Sí lo es!" Gritó interiormente hacia este. "Lo ama, ama a TaeHyung".
"Pero somos su omega".
"No, no lo somos. Hace años que dejamos de serlo".
Su omega no respondió, solo se hizo bolita en su interior y siguió llorando por el rechazo de su alfa.
—JiMin, ¿e-estás bien? —YoonGi se alzó y se removió con incomodidad.
—Estoy bien, solo... — Negó para sí mismo y trató de regular su aroma para que no se volviera agrio— no es nada.
—¿Seguro?
—Totalmente —aseguró meciendo a su bebé, tratando de calmar su llanto.
—Pero estás llorando.
—Es por HaNeul, su reacción me ha sorprendido mucho y yo... nunca he soportado verlo llorar. —Palmeó la espalda de este cuando le escuchó gimotear con la cara enterrada en su cuello—. Yo... ¿podrías darnos unos minutos? Hablaré con él y trataré de aclararle las cosas. Como ves, está muy confundido y... por favor.
—Yo... sí, claro, por supuesto. Esperaré afuera. —YoonGi apuntó la puerta a sus espaldas, girándose y caminando hacia ella cuando asintió.
Cuando este cerró la puerta, JiMin se sentó en su silla con un sollozante HaNeul aún en brazos. Furioso consigo mismo cuando más lágrimas se derramaron de sus ojos ante sus pensamientos.
Por qué se le hizo imposible no preguntarse durante unos segundos: ¿por qué no fue suficiente? ¿Qué fue lo que le faltó para que YoonGi quisiera mantenerse a su lado?
Les tomó veinte minutos salir de la oficina; YoonGi se mantuvo todo ese tiempo sentado en uno de los sillones en la sala de espera. La alfa tras el escritorio (que por lo que sabía era la secretaria de JiMin), no le ponía la más mínima atención.
Cuando JiMin y HaNeul salieron de la oficina, fueron hasta donde él, su bebé parecía desanimado y algo avergonzado. Parecía incómodo cuando se pararon frente a él.
—Los dejaré solos unos momentos, ¿está bien? —YoonGi frunció el ceño y miró a JiMin, preguntándole de forma muda si era una buena idea—. HaNeul quiere decirte algunas cosas, iré despachando a Lisa y luego pasaré al baño.
YoonGi asintió, se había dado cuenta de los ojos enrojecidos del omega y los rastros de lágrimas secas en sus mejillas, no estaba seguro de por qué, pero muy en lo profundo sentía que él fue el causante de ellas y no solo por lo ocurrido con HaNeul.
—Está bien, lo cuidare mientras. —JiMin asintió, se dirigió hasta su secretaria y habló por lo bajo con ella.
Cuando desvió su mirada hacia su pequeño hijo, este no estaba muy diferente a su padre. HaNeul miraba el piso y pateaba el aire de vez en cuando en una clara muestra de nerviosismo o tal vez vergüenza.
—Uh, ¿ya estás mejor? —Era la primera vez en años que YoonGi se sentía tan nervioso a la hora de hablar con alguien.
Y por la Diosa, solo era un pequeño niño de cinco años, ¿qué es lo peor que podría pasar?
"Que nos rechace una vez más".
YoonGi hizo una mueca ante los pensamientos de su león, debía admitir que le había dolido bastante cuando este lo negó, sintió un fuerte tirón en su pecho y un apretado nudo en su estómago cuando este dijo que no era su padre. Pensó que tal vez se debía a lo frágil que aún era su lazo.
Parpadeó algo confundido cuando HaNeul alzó la cabeza y le miró teniéndole las manos; por inercia, las tomó entre las suyas, acariciando tiernamente con su pulgar el dorso de estas.
—¿Qué pasa, bebé? —Le preguntó, pero HaNeul solo se inclinó en una reverencia.
—Lamento mucho todo lo que dije antes —este le dijo, YoonGi alzó una de sus manos y acarició la cabecita del niño profundamente conmovido por su acción.
—Está bien, cariño, eres pequeño aún y hay cosas que no logras entender —consoló.
HaNeul se enderezó y dio un paso más cerca de él, luego hizo una pequeña mueca.
—Papi me explicó algunas cosas hace rato —murmuró con un sonrojo—. Me di cuenta que estaba siendo muy malo con usted, lo siento mucho.
—Bebé...
—Cuando papi me dijo que mi papá había vuelto y quería conocerme, yo creí que era porque quería estar con nosotros. —YoonGi boqueó no sabiendo qué decir a las palabras del infante—. Creí que seríamos una familia y por eso no quería que se casara con el señor TaeHyung.
—Lo siento tanto, cariño, pero yo no...
—Lo sé —este le interrumpió, sonriendo levemente—. Papi ya me explicó, me dijo que a veces estás cosas pasan y que hay familias donde los papás no están juntos, también me dijo que no podía pedirle que dejara al señor TaeHyung porque este estaría muy triste. No quiero que el señor TaeHyung esté triste, él es muy bonito y bueno.
—Ven acá, bebé. —YoonGi lo alzó y lo sentó en su pierna, HaNeul recostó su cabeza en su pecho y suspiró—. Lamento que te hayamos confundido tanto, HaNeul, tal vez debimos aclararte las cosas mejor antes de encontrarnos. —Besó su cabecita.
—Cuando papi me dijo que usted era papá, estaba muy confundido, ahora que papi me explicó las cosas, entiendo mejor, o eso creo. —HaNeul restregó su naricita en su pecho y el corazón de YoonGi se llenó de una potente emoción.
Sus ojos se humedecieron por un momento.
—Yo solo no quiero que se vuelva a ir y que me quiera, papi me dijo que aunque estuviera con el señor TaeHyung usted se quedaría y me querría, ¿eso es verdad, señor Min? —HaNeul le miró con sus pequeños ojitos café inundados de esperanza.
—Por supuesto que sí, HaNeul. —YoonGi le apartó el negro cabello de la frente y luego le acarició suavemente la regordeta mejilla—. Estoy aquí porque quiero conocerte y ser parte de tu vida, sí es que me dejas, claro. ¿Me dejarías estar contigo?
—¡Sí! Quiero que esté conmigo. —HaNeul sonrió en grande y YoonGi tuvo que envolverlo entre sus brazos y apretarlo contra su pecho cuando las lágrimas casi se desbordan de sus ojos.
—Muchas gracias, amor, gracias por permitirme esto —murmuró con los labios pegados en la cima de su cabecita.
"Gracias por regalarme esto, JiMin".
—Me gusta mucho su olor, me hace sentir muy bien, señor Min. —HaNeul envolvió sus brazos en su cuello y le miró a los ojos—. Aunque no entiendo por qué, pero a veces huele a menta y a veces no, siempre viene y se va, ¿por qué es eso, señor Min?
YoonGi frunció el ceño y parpadeó algo confundido, pero poco después cayó en cuenta de lo que pasaba. Estaba seguro que era debido a su león, este sólo salía cuando estaba cerca de su pequeño... o de JiMin.
—No es nada importante, bebé, sólo es algo que me suele pasar. —HaNeul asintió no muy convencido. Así que decidió cambiar de tema para distraerlo—. ¿Aún tienes hambre?
—La verdad es que sí, quiero unas hamburguesas o tal vez pizza.— Los ojos de su niño resplandecieron de emoción por unos segundos antes de que se escogiera haciendo un puchero—. Pero papi no va a querer que comamos eso a esta hora.
—Lo siento, bebé, pero tendré que apoyar a tu papá. —HaNeul asintió con resignación—. Aunque quizás más tarde compremos algunas, trataré de convencer a papi, ¿bien?. —Le guiñó el ojo.
HaNeul rio traviesamente y asintió, justo entonces JiMin regresó del baño. Este se había ido en el transcurso de su conversación, al igual que la alfa tras el escritorio. JiMin parecía más compuesto, le sonrió a HaNeul cuando este gritó su nombre.
—Hey, bebé, ¿ya todo está bien? —JiMin miró a YoonGi de reojo y este le asintió confirmando que estaban bien.
—Sí, ya me disculpé y el señor Min dijo que todo estaba bien. —HaNeul asintió fervientemente con la cabeza—, Y papi, tenías razón, el señor Min me dijo que no se volvería a ir aunque estuviera con el señor TaeHyung.
—¿Ya ves, cariño? Te dije que todo estaría bien. —JiMin sonrió.
—Entonces, ¿iremos a comer ya? Porque estoy muy hambriento. —YoonGi hizo cosquillas a su niño, quien se removió un poco entre carcajadas.
—¡Cosquillas no! —Chilló, YoonGi paró luego de un rato, JiMin solo se mantuvo allí mirándoles hasta que todo paso.
YoonGi le miró y este asintió. YoonGi sabía que tendrían que hablar un poco mejor las cosas, pero por el momento se limitaría a disfrutar su día con su pequeño.
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El día se había pasado entre risas y anécdotas de cuando HaNeul era aún más pequeño, también entre los relatos este sobre todo lo que hacia con sus amigos en el colegio.
HaNeul era todas risas y carcajadas, y YoonGi estuvo a punto de llorar varias veces en el transcurso, se había perdido de tanto. No culparía a JiMin, porque este solo buscó el bienestar de su bebé en aquel momento y para ser sincero, no estaba seguro de cómo hubiera reaccionado entonces.
¿Se lo habría tomado tan bien como ahora? Esa pregunta nunca salió de su cabeza mientras veía como su pequeño hijo jugaba junto a JiMin, su ex omega. ¿Qué tan mal alfa debió ser para que JiMin no se sintiera confiado en cuanto a él?
Sabía la respuesta y eso era lo que más le enojaba, porque él fue una real mierda en aquel entonces.
Justo en ese momento, YoonGi ayudaba a JiMin cargando a un medio dormido HaNeul a entrar a casa. Eran casi las diez de la noche, al final sí habían ido a comer las tan deseadas hamburguesas que su pequeño quería y luego habían ido a una pequeña feria. Había sido un buen día, pero ya era hora de despedirse.
Repentinamente, YoonGi se encontró a sí mismo deseando que el día no terminara, o por lo menos que pudiera quedarse allí. Estar junto a su cachorro y su omega destinado. Parpadeó saliendo de sus pensamientos cuando la voz del omega se filtró entre ellos.
—Dame a HaNeul, iré a acosarlo. —JiMin le extendió las manos.
—No, quiero que papá me acueste —HaNeul berrincheó un poco, aferrándose a su cuello con fuerza cuando JiMin intentó separarlo.
—HaNeul, bebé, YoonGi tiene que irse. —JiMin frunció el ceño mirando afligido al niño en sus brazos.
—Pero quiero que él me arrope. —Por el tono de voz que usó, YoonGi pudo decir que estaba apunto de llorar.
—Está bien, puedo hacerlo. No me importa quedarme. —JiMin apretó los labios sintiéndose claramente incómodo.
—Ya es tarde y seguro vives lejos de aquí.
—No en realidad —mintió, porque la verdad es que sí vivía algo lejos—. Si no te molesta, puedo quedarme un poco más.
—Por favor, papi —HaNeul rogó, mirando a JiMin con insistencia. Este suspiró con resignación.
—Está bien, sígueme. —HaNeul celebró su victoria y YoonGi no pudo evitar sonreír por lo feliz que sonaba.
Al final le tomó casi media hora lograr que se durmiera, este estaba muy emocionado mostrándole todos su juguetes y peluches. YoonGi le escuchó con atención y respondió a todas y cada unas de las preguntas que le hizo antes de que el sueño le venciera.
JiMin y él bajaron las escaleras hasta la amplia sala de estar, YoonGi miró discretamente a su alrededor, era una amplia y bonita casa. Era bastante moderna en realidad, no parecía que le faltara nada, y se veía bastante hogareña.
—¿Quieres tomar algo o...? —JiMin se calló a mitad de la frase y se removió con algo de incomodidad.
YoonGi se sorprendió por la propuesta, creía que el menor prácticamente lo patearía fuera de allí. YoonGi miró atentamente como este comenzaba a sonrojarse, sabía que tal vez debería decirle que era mejor que se fuera antes de que se hiciera más tarde, pero él nunca se caracterizó por tomar buenas decisiones en cuanto al omega respecta.
—La verdad es que sí, me gustaría tomar algo —respondió.
JiMin le miró con grandes ojos, como si le sorprendiera que hubiera aceptado. Tal vez él solo lo había dicho por cortesía y en realidad quería que se fuera. YoonGi maldijo internamente, ¿por qué era tan imbécil? Estuvo a punto de retractarse cuando el menor habló.
—Excelente, uh, bueno, estaría bien un poco de, uh ¿vino? —Preguntó torpemente. YoonGi asintió, al final sí se quedaría.
—Vino suena bastante bien para mí.
🦁🦁🦁
Stars_satur.
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