El silencio reinaba en el lugar, Saeran estaba recargado en la pared, mirando a la nada mientras que yo estaba sentada en su cama.

—Veo que necesitas tu tiempo. Si quieres puedo irme y volver en...

—No, es algo rápido —dijo, interrumpiendome para después mirarme y acercarse—. MC, quiero que respondas con sinceridad.

—No entiendo para qué pero lo haré —lo miré con duda. ¿Qué tanto tramaba?

—¿Sientes algo por alguno de nosotros? —ladeé la cabeza al no entender quienes "nosotros"—. Me refiero a Saeyoung y a mí.

«Esto irá por mal camino»

—¿Por qué lo preguntas? —desvié la mirada y sonreí con nerviosismo.

—Respondeme.

Suspiré y lo mire de reojo, él seguía viéndome fijamente, provocandome nervios.

—Yo... —¿qué debía decirle? ¿Mentir o decir la verdad?

—También dudas, ¿eh? —antes de que pudiera reaccionar, Saeran estaba encima mio sosteniendo mis manos arriba de mi cabeza.

—¡¿Qué carajo haces?!

—No lo sé, fue un reflejo.

—¡¿Reflejo de qué?! ¡Quítate! —Saeyoung podría entrar y mal entender la situación.

—Solo responde, ¿sientes algo por mi? —comenzó a acercarse a mi rostro.

—Saeran, muévete —suspiró y se alejó.

—¿Es más importante alguien que te hace daño? —«¿Daño?»

—No lo entiendes.

—¡¿Qué es lo que no entiendo?! ¡¿Adoras que te lastimen?! ¡Puedo adaptarme a tus gustos!

—No volveré a repetirlo —fruncí el ceño. Él solo mordió su labio inferior.

—Entiendo... —me soltó y se levantó poniéndose de pie a un lado de la cama sin siquiera mirarme— Lamento haberte incomodado...

—Disculpame Saeran, pero no me atraes —rió amargamente.

—Lo sé, no te interesan personas inservibles —me puse de pie y estaba dispuesta a abrazarlo pero él solo retrocedió—. ¿Puedes irte? Necesito pensar un poco las cosas.

—Claro.

Salí de su cuarto y justamente escuche a Saeyoung anunciando su presencia.

—¿Por qué tienes esa cara? —sonreí.

—Estoy cansada, por eso.

—Si quieres puedes dormir un rato en mi cuarto.

—No, ya me aproveche mucho de tu hospitalidad, gracias.

—Oh... —parecía dudar un poco sobre algo— ¿Acaso Saeran te dijo...?

—Saeyoung —me puse nerviosa al escuchar su voz detrás de mí, pero no volteé—. Debemos hablar.

—¡Enseguida voy! —en cuanto escuche la puerta cerrarse, Saeyoung suspiró—. MC, creo saber qué sucedió. Solo estas lastimando a los que te rodean —baje la mirada e hice una mueca.

Era consciente de lo que estaba ocasionando por un acto egoísta.

—Lo lamento, solo estoy hiriendolos —froté mi brazo y suspiré—. Creo que ya debería irme.

—Me mandas mensaje cuando llegues, por favor —asentí y pase a un lado de él y salí de su hogar.

—Ugh, debe estar ahí de nuevo —miré a los lados—. Buscaré a Jaehee.

Solo necesitaba verla, con eso podría calmar mi conciencia.

Unos minutos después

Al abrir la puerta del local, una campanita sonó, anunciando que había llegado alguien.

El lugar no estaba ni muy vacío ni muy lleno, perfecto para que pudiera ordenar mis pensamientos.

Al ver bien, pude verla atendiendo a un cliente, sonriendo.

Me senté en una mesa cerca de la entrada y revise la cartilla.

Fue muy egoista de mi parte haberle dejado todo el trabajo a ella, tal vez pueda ayudarla.

—¿Qué va a pedir? —baje la cartilla y le sonreí—. Hola MC, veo que ahora eres cliente.

—Sí —«Solo dile»—. Jaehee, ¿puedo venir a ayudarte? Fui muy desconsiderada al haberte deja todo a ti.

—Por favor, tenía planeado poner un letrero afuera pero me ahorraste el trabajo.

—Ya veo... ¿Por qué no te sientas? Debes estar cansada —miró a donde había personas, asintió y se sentó.

—Es bastante agotador —recargué mi codo en la mesa y puse mi mejilla en la palma—. ¿Como te va con Saeran? —puse una cara neutral.

—Oh... Bien —intente sonreir.

—¿Discutieron?

—Algo así... —«lo más seguro es que diga que terminamos»— ¿Y tu?

—Ha estado distante desde el día en que nos reunimos todos. Debe estar ocupado.

—O intenta cortejar a alguien... —dije para mi misma.

—¿Gustas un capuccino? Yo invito.

—Solo si te sientas a beber uno conmigo —asintió y se levanto caminado hacia donde los hace.

«Tengo que decirle aunque no me crea»

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Marintia-chan