7. Dudas y más dudas
(...)
Estábamos en la sala Saeran y yo; él cambiando los canales de la televisión sin prestar atención a lo que decían y yo respondiendo los correos.
—¿Y Saeyoung? —dije sin dejar de escribir.
—Fue por quién sabe qué a un lugar que esta en... —lo mire de reojo y estaba haciendo una mueca para tratar de acordarse— ¡No recuerdo! Solo me dijo que no tardaba.
—Ya veo —envie la respuesta y suspire—. Van dos...
—¿Qué planeas hacer? —dejó a un lado el control y me miro.
Supuse que se refería a lo de Jaehee.
—Honestamente... No tengo ni idea —rodó los ojos.
—Planeas dar pelea sin un plan, seguramente ganaras...
—Lo sé —sonreí.
—Lo mejor sería que dejarás de intentarlo y olvidarte de ella. Puedes conseguir a alguien más.
—No quiero que salga lastimada.
—Eres idiota, ¿no? —lo mire ofendida—. Deberías preocuparte por tus propios asuntos MC, por eso siguen lastimandote.
—No me importa ser destruida como una muñeca si es Jaehee —dije en voz baja.
—Eres un caso perdido —suspiró, dándose por vencido.
Suspiramos.
¿Por qué me era difícil olvidarla?
Solo quiero evitar que ella salga herida.
—¡Ya estoy de vuelta! —Saeyoung se adentró a la sala y nos enseñó unas bolsas de plástico blancas.
—¿Qué traes?
—Comida y unas cosas para mi trabajo.
—¿Tú trabajas?
—¿Entonces de dónde sacaría el dinero?
—¿De confundir a las personas de su orientación sexual?
—En parte —reimos—. Bueno, traigo algo para tu cabello.
—Oh... Había olvidado ese detalle.
—El peluquero Seven a llegado al rescate —poso y yo alcé una ceja.
—¿Me vas a dejar calva?
—Era lo primero... ¡Pero ahora lo arreglare!
—Saeran —despegó la vista del televisor y me miro—, si quedo insatisfecha puedes patearle en la entre pierna a Saeyoung por mí.
—¿Puedo hacerlo ahora?
—Tal vez.
(...)
—¡Y listo! —me extendió un espejo.
—Vaya, no quedo mal.
—¿Ya no podre patearlo?
—Si quieres.
Arremango su sueter pero fue interrumpido por el teléfono de su hermano sonando.
—¿Hola? ¿Jaehee? —sentí mi corazón acelerarse al escuchar su nombre—. Sí, ella esta aquí... —negué, aun no era momento de decirle algo— Está un poco ocupada...
«Ignorandola, estoy demasiado ocupada» Pensé, sarcásticamente.
—Sí, yo le digo.
Guardó su celular en el bolsillo de su pantalón y me miro.
—Deja de mirarme así, haces que dude de mi sexualidad —dije, burlona.
—¡Oh, no! Ahora, ¿Quién podrá defendernos? —sacudió su cabello.
—¿Pasó algo?
—Jaehee me dijo que quería verte, aunque no lo dijo con su característica voz alegre...
—Supongo que sospecha algo.
—¿Vas a ir? —preguntó, al ver que me había puesto de pie.
—Ajá, debe ser importante. Iré a mi casa a cambiarme —sacudí mi ropa—. Regreso en unas horas.
(...)
Cuando llegue a mi departamento me recibió el hermoso silencio y tranquilidad.
—Yo también te extrañe —me reí por lo que dije. Era obvio que no iba a responderme.
Me acerqué al ropero y saqué lo primero que encontré para cambiarme rápido.
Arregle un poco el fleco que tenía y sonreí.
Guarde mis llaves en el bolsillo de mi pantalón y salí del departamento.
(...)
Al llegar a donde me dijo Saeyoung que debía ir pude verla.
Suspiré y sonreí como los enamorados.
Ella traía un hermoso vestido beige que le llegaba arriba de las rodillas, unas botas negras y el cabello peinado de un lado.
—Tranquilizate... Solo quiere decirte algo, actúa normal —me acerqué a ella—. ¡Hola Jaehee!
—Hola MC —nos saludamos con un beso en la mejilla.
—¿Me necesitabas para algo? ¡No es que me moleste! Es solo que... —rió ligeramente.
«Demonios... Mi escasa heterosexualidad»
—No es nada importante, solo quería salir contigo.
—¿En serio? —dije emocionada.
—Claro, hace mucho no vamos a una salida de amigas —sentí mi corazón encogerse. ¿Por qué me duele demasiado?
—¿A dónde iremos? —sonreí forzosamente.
—Podríamos hacer lo de antes: ir a una plaza comer, ir al cine, después irnos al parque. ¿Qué dices?
—Sí, es una buena idea.
Asintió y entrelazo su brazo con el mío.
—Vamos —asentí y caminamos—. Por cierto —me miro y sonrió—, te ves bien con el corte.
—Gracias... —me sonroje.
«Debo tomar delantera si quiero que estemos juntas... ¡No me ganarás Hyun!»
(...)
«¿Qué hace él aquí?»
—Hola cielo —se acercó a ella y la besó.
Hice una mueca y solté la mano de Jaehee.
—Íbamos al cine —dijo cuando se separaron.
—¿Puedo acompañarlas?
—No, no puedes. Debes estar ocupado, es malo ocupar tu valioso tiempo, ¿No, Hyun? —comenté irónicamente.
—Para nada, acabo de salir de mi ensayo. Insisto, es malo que unas señoritas estén solas.
—Sabemos defendernos, gracias —volví a tomar la mano de Jaehee y la jale para que caminaramos.
—¿Te hizo algo Zen? —«A mí no pero a ti te lo hará»
—No es eso, solo que no quiero verlo.
—Pero no me gusta verlos así... —detuve mi andar y ella igual.
—Haré las paces con él, ¿Okey? Solo que después, hoy quiero pasar tiempo contigo, por favor.
La mire y sonreí levemente.
—Claro. ¡Hay que darnos prisa! No tarda en empezar la película.
Unas horas después
—Que cansancio~ —me quite mis zapato y me avente a la cama.
Suspiré y me acomode en la cama.
Fue un hermoso día, ojalá esto pasará más seguido.
Intenté sacará mi teléfono de mi pantalón para avisarle a los gemelos pero después recordé lo que le pasó.
—Estúpido impulso...
Bufé.
¿Era tan difícil guardarme mis sentimientos?
Siempre actuaba con mi sentir que con el cerebro.
Escuche vibrar algo debajo de la cama. Me asome y ví el gatito robot que una vez me regaló Saeyoung.
Estire mi brazo y lo alcance.
Intenté buscar algún interruptor. Tuve que sentarme.
Al encontrar el botón escuche unos murmullos.
—¿Hola?
—¡Te dije que funcionaba!
—Da igual, es algo inútil.
—¿Saeran? ¿Saeyoung?
—¡Hola miau~! Pensé que lo habías tirado.
—Es una hermosura, ¿Como se me pasaría eso por la cabeza?
—Pudiste haberlo hecho.
—En fin, ¿Qué te dijo Jaehee? ¿Algún avance? ¡Cierto! Antes de que respondas Zen me llamo y...
—¿Te dijo que me vio? Es un entrometido.
—Lo sé. Solo me dijo que te dijera: "Hablemos sobre ella". Supuse que se refería a Jaehee. ¿pasó algo?
—Quería seguirnos ya que nos encontró en el cine.
—Ya veo... ¿A dónde vas? —supuse que le dijo a su hermano.
—No te interesa.
—Agh, ¡No fue mi intención! —del otro lado azotó la puerta.
—¿Le hiciste o te hizo algo?
—Nada importante. Te deseo suerte, a partir de ahora te puedo hablar o mensajear por aquí, si quieres puede hacerlo igual Jaehee, si tú quieres...
—Por el momento quiero hablar solo contigo. Ya me iré a dormir, descansa Saeyoung.
—También tu, princesa.
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Marintia-chan
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