12. Deseos
En la tarde
Llegué a mi departamento y lo primero que hice fue leer los documentos.
—Lo mejor será hacerlo— sonreí y seguí leyendo los papeles. Ese era un recurso más infalible que esperar a que ella me haga caso.
Cuando fuera momento me disculparía con Saeran por mentirle, pero de seguro lo entenderá.
Me levanté de la cama y deje a un lado el portafolios que contenía esos papeles y me estire.
«Como deseo ver su cara de desesperación al no encontrarme»
Me quede quieta... Otra vez esa actitud...
"—Sabes que no puedes escapar de tu verdadero yo, Hye."
De nuevo escuchaba esa molesta voz; ¿cuanto había pasado desde que la escuche?
—No me llamo así... —Escuché su risa resonar en la habitación. Comenzaba a dolerme la cabeza, puse mi mano donde más persistía el dolor.
«No quiero matarla...»
"—¿En serio? Eso dijiste de..."
—¡¡Cállate!! —no quería recordarlo, eso paso hace años.
"—¿Lo ves? No eres capaz de soportar la culpa. Descuida, no te juzgare Hye. Solo recuerda, por ella irás al infierno."
El silencio reino.
Al día siguiente
En la tarde
Llegue a la cafetería de Jaehee y me dirigí a la barra donde estaba ella, leyendo algo en su teléfono. Rogaba porque no se acordara de lo que le dije
Cuando me miró, pude apreciar un tono rosa en sus mejillas. Guardó su celular y sonrió.
—Hola MC —regrese el saludo y mire a los lados, no estaba Hyun.
—Jaehee, ¿estas libre al rato? Me gustaría hablar contigo.
—Um, claro. Ya no tardo en cerrar, si quieres espérame diez minutos —asentí y me fui a sentar a una de los tantos lugares libre.
¿A donde me convenía llevarla?
Tiempo después
—Bien, ¿de qué querías hablar? —se sentó delante mío y sonrió, cerrando sus ojos.
—¿Te parece si vamos por una bebida? Yo invito.
—De acuerdo —debía aprovechar la confianza que me tenía.
(...)
—¿Aquí...? —pude notar la inseguridad en su voz. Voltee y le extendí mi mano.
—Vamos, no te pasara nada —tomó mi mano. La guié al interior del antro, hasta llegar a la barra de bebidas. Nos sentamos y pedí las bebidas—. A veces es bueno cambiar la rutina, ¿no crees? —dije, casi gritando debido al ruido de la música.
—Si, pero no este tipo de cambios —respondió del mismo modo. Me reí; ella era tan inocente.
—Aquí tienen sus bebidas, señoritas —agradecimos y seguimos hablando por otro par de minutos.
(...)
—Hola chicas, ¿que hacen tan solas? —rodé los ojos y fingí no haberlo escuchado, sin embargo Jaehee ya estaba pasada de copas así que le contesto—. ¿Que te parece si te hago compañía a ti, linda? Tu amiga es una amargada —escuche como ella reía. Fruncí el ceño y los mire de reojo.
La escoria estaba tocando el trasero de Jaehee, pero debido a su estado no era consciente de cómo empezaba a tocarla. Apreté mi copa y la deje en la barra. A un lado el barista había dejado un picahielos; lo agarre y jale a Jaehee a mi lado, amenazando al tipo.
—¿Qué pasa, quieres unirtenos? No seas celosa, tengo energía de sobra.
"—Solo eres un objeto sexual, nada más."
—¡No me jodas! ¡Solo eres una puta escoria! —escuchaba como me decían "hazlo" reiteradas veces, haciendo que mi cabeza doliera—. Mas te vale alejarte si quieres seguir trayendo homúnculos al mundo —jale a Jaehee a la salida y ella me seguía con dificultad.
Me detuve en un callejón y deje caer el picahielos.
—MC, ¿estás bi...? —la interrumpí, uniendo nuestros labios en un beso.
Ella se quedó en shock, asi que aproveche para morder su labio en introducir mi lengua. A los minutos correspondió.
Cuando nos separamos, uní nuestras frentes y la mire a lo ojos..
—¿Te parece si vamos a mi departamento? —asintió con lentitud.
Lo mejor era aprovechar esta oportunidad.
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Marintia-chan
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