"—Te prometo que nunca te abandonaré,  *** —sonrió y me abrazó."

"—Sino lo haces te caerá un rayo —reí al ver su expresión de horror."

"—Que cruel~ —hizo un puchero—. Por eso mi corazón es solo tuyo~"

No podía moverme, quería abrir los ojos, no quería revivir esa escena.

"—Dijiste que tu corazón era mio, ¿no? —solo veía si expresión de terror. Amaba cada gesto suyo, incluso su mirada de odio—. Si es así, solo entregamelo a mi, ¡no a esa maldita zorra! —agarre con fuerza el cuchillo."

"—P-por favor ***... No era mi intención... Yo..."

"—¡Callate! Te hartaste de tratarme como mierda, ¿no? ¡Lastimame más! ¡Anda! Oh~ acaso, ¿tu conciencia te carcome? —sentí como todo a mi alrededor se movía—. Dimelo... ¡Dime que tu corazón es mío"

"—Mi... Mi corazón es tuyo, ***. Hablemoslo, podemos... —jugué con el cuchillo y lo acerque a donde estaba el corazón."

"—No te necesito más —sonreí tiernamente—. Hasta que la muerte nos separe, ¿cierto?"

Abrí los ojos de golpe y me reincorpore de la cama. Sentía el sudor en mi cuerpo qie hizo que mi ropa se pegara a mi piel.

—Creí haberlo olvidado... —froté mi rostro y revise la hora en el reloj digital que estaba encima de la mesita de noche.

Apenas iba a dar la siete de la mañana.

Aunque intentara conciliar el sueño no iba a poder, además de que me daba asco mi aspecto.

Me levante y camine hacia el baño.

Tal vez eso me ayudara a despejar mis ideas.

(...)

Cuando salí del baño envuelta en una toalla, el gato-robot empezó a hacer ruido.

«¿Tan rápido hizo el encargo?»

Agarre al robot y apreté el botón.

—¿Quieres que te lo lleve?

—Mmm... No, iré a tu casa.

—¿Para que me pediste esto?

—Pronto lo sabras. Te veo en unos minutos —lo apagué y suspiré.

Fase uno: Lista.

Tal vez el plan de ellos dos es bastante tardado.

Lo haría a mi manera, eso siempre funcionaba.

Media hora después

Al estar delante de aquella puerta metálica, toque el timbre y espere a que Saeyoung saliera.

Tenía la fortuna de que su puerta me reconociera sino ya me hubiera amenazado con explotar.

—Hola, MC —Saeran sonrió. «¿Por que tuviste que mentirle? No duraras»

—Hola, Saeran. Te ves bien —agradeció y se hizo a un lado para que pudiera pasar.

Cuando entre cerro y se acerco adentro a una habitación, de seguro para informarle a Saeyoung de mi presencia.

Sin embargo, vi a el gemelo mayor salir de otra habitación.

Vio mi cara de duda y sonrió ladinamente.

—MC, parece que tienes llaves —ladeé la cabeza y él solo negó—. Vamos a mi habitación, ahí tengo lo que pediste.

—Trabajas rápido. Te lo pedí ayer.

—Soy veloz —me hizo una seña para que lo siguiera—. ¿Qué es lo que tramas MC? Lo que me pediste buscar es algo tonto.

—No comas ansias Saeyoung. No haré nada malo.

Suspiró, dándose por vencido—. Confio en ti.

Bien, ahora solo faltaba iniciar la siguiente fase.

Si resulta solo quedara la ultima y eso nos hará quedar unidas por la eternidad a Jaehee y a mi.

Gracias destino, por reunirme con ella. Prometo que no desperdiciare esta oportunidad.

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Marintia-chan