16 de agosto

—Shh... silencio Peter —susurró la pelirroja a uno de los gemelos, mientras tambaleaba y trataba de mantener el equilibrio, pues no podía con el peso del pastel—. Estoy bien, estoy bien.

—Ten cuidado, cariño —pidió con preocupación Amber, quien tenía en brazos a ambos niños—. ¿Listos?

—Sí.

Se acercaron más hacia la cama, donde el petirrojo dormía plácidamente dado que, toda la noche los gemelos estuvieron llorando y él era quien se ofrecía para hacerse cargo. Esperaron unos minutos a que él despertará, poco a poco abrió los ojos quejándose por la luz del sol que entraba por las ventanas, se sentó tallándose los ojos sin darse cuenta de que su familia estaba reunida ahí.

—¡Feliz cumpleaños! —exclamaron con alegría su esposa y su hija mayor.

Jason se asustó, pues según él estaba solo, luego sonrió, honestamente no se acordaba de su cumpleaños, además nunca esperaba algo especial en su día especial. Sin embargo esa ocasión era diferente, podría describirlo como su mejor cumpleaños. La familia que él había construido estaba ahí, de pie frente a él con regalos envueltos y un enorme pastel. Grace le sonreía como el pequeño ángel que era, sus ojos azules brillaban de la ilusión que sentía por haber organizado el cumpleaños de su papá, Amber también le sonreía y lo miraba de esa forma que tanto le gustaba: con amor. Los gemelos estaban más hiperactivos que de costumbre, como si supieran que habría una gran fiesta, sus pequeños rostros reflejaban la más pura inocencia.

—¡Sopla las velas! —chilló la pequeña pelirroja acercando el pastel, fue así como se dio cuenta de que estaba decorado con la cara de Red Hood, un poco mal hecha, pero definitivamente ante sus ojos se veía bastante bien.

Miró primero a Amber, quien asintió dándole seguridad y confianza, luego miró a su hija que parecía muy feliz. Así que sopló las velas, no sin antes pedir su deseo: tener días hermosos como ese, con su familia.

—Feliz cumpleaños, Jay —le besó la mejilla Amber, entregando con algo de dificultad la caja de regalo—. Este es de parte de los gemelos —después entregó otra caja forrada de color rojo—. Y este de parte mía.

—¡Y este es mi regalo! —se emocionó Grace dándole una bolsa muy colorida—. Papá, ¿ya te había dicho que me gustan mucho los cumpleaños?

—¿Por qué?

—¡Porque son días felices... y llenos de pastel!

—Claro —susurró besando su mejilla dulcemente.

—Bueno, prepárense porque nos iremos de viaje todo este fin de semana —anunció la castaña permitiendo que su esposo cargará al pequeño Brad.

—¿De viaje? —inquirió el petirrojo tomando del betún del pastel para dejar que el bebé lo probara.

—Así es, un viaje familiar por tu cumpleaños.

—Genial, nos iremos los cinco de viaje.

—Los quince.

—¿Quince? ¿Acaso nos multiplicaste por tres?

—Algo así —sonrió de forma juguetona—. Cuando planeaba el viaje, Dick se apuntó junto a su familia... y luego Roy, y luego Tim... y luego todos.

—¡¿Todos?!

—En realidad seríamos diecinueve, el gato Alfred, Titus, Ace y Sky irán también.

—¡¿Incluso los pulgosos irán?!

—¡Sky no es ningún pulgoso! —chilló Grace defendiendo a su mascota.

—¿Por qué? —se lamentó Jason frunciendo el ceño—. ¿Por qué si sería un viaje con MI familia se tenían que apuntar los demás? ¿Acaso creen que somos una gran manada?

—En teoría lo somos —razonó Amber con alegría—. De cualquier modo deben alistarse ya... esto será divertido.

—————***—————

—Si es mi cumpleaños, tendría que haberme ido de viaje solo con mis hijos y mi esposa.

—Cariño, deja de estar rezongando.

—Sí Todd, alégrate, todos nos vamos a celebrar tu cumpleaños —le sonrió con arrogancia Damian.

—¡¿Y por qué tenían que venir las mascotas?!

—Porque son familia.

—¿Y por qué tenía que venir Roy?

—Porque soy tu mejor amigo y cuñado —respondió el arquero abrazando por los hombros a Maryam, quien le soltó un golpe en el pecho—. Ouch, ¿y eso por qué?

—Por hacer insinuaciones.

—Pero si no...

—Cállate.

—Pero...

—¡Alto! —gritó asustada Amber—. ¿No nos hace falta nadie?

Damian ladeó la cabeza pensando, contó a cada uno de los presentes dándose cuenta de que efectivamente faltaba alguien—. Uhm... ¿no había un estorbo escuálido y con cara de zombie?

—¡Tim! —gritaron todos haciendo que Dick frenara de golpe y regresara de nuevo a la casa.

—Pero aún sin el escuálido, falta alguien —murmuró el de ojos esmeralda volviendo a contar mentalmente para recordar quien era la otra persona—. ¿No nos falta una pelirroja del tamaño de un Oompa Loompa? —preguntó rascándose la barbilla,

—¡Grace! —volvieron a gritar haciendo que ahora Dick pisara más el acelerador.

Al llegar a la mansión encontraron a los dos olvidados sentados conversando sobre la entrada de la mansión. Cuando los vieron corrieron hacia ellos pidiendo disculpas por haberlos dejado, y luego retomaron su camino.

—No puedo creer que hayamos olvidado a Grace —le susurró la castaña a su esposo, quien asintió apenado.

—Pero todo es culpa del maldito demonio que juró que Grace ya estaba en el auto.

—¡Hay dos pelirrojas! ¡¿Qué querían que hiciera?! —se defendió ofendido—. Cuando Todd preguntó si el Oompa Loompa ya estaba dentro, yo solo vi una niña del mismo tamaño de un Oompa Loompa con el pelo rojo y dije que sí —explicó alzando los hombros sin entender mucho porque era el único que confundía al par de amigas, cuando de espaldas parecían gemelas—. ¡Además vienen peinadas igual! ¡¿Qué culpa tengo yo que el par de idiotas se haya puesto de acuerdo para hacer hijas iguales y de la misma edad?!

—Bueno, bueno, ¿pero cómo pudimos olvidar a Tim? —continuó Amber mirando al mencionado a manera de disculpa.

—Eso ya es normal —respondió Maryam con indiferencia.

—Sí, ya estoy acostumbrado... de hecho, si me llegan a recordar me haría sentir mal.

—¿A dónde estamos yendo? —cuestionó la pequeña Todd cambiando el tema, al mismo tiempo que miraba por la ventana.

—Iremos a la isla privada de los Wayne —le contestó Maryam, causando interés en ella y en la otra pelirroja—. Se divertirán mucho, ya verán, además subiremos a un avión.

—Maryam, ¿es seguro subir a un avión?

—Claro Lian, además, si pasa algo hay muchos hombres que están para defendernos —lo último lo dijo en forma de burla, sabiendo que ellos serían los primeros en huir y salvar sus vidas.

—Yo no quería ir a una isla con toda la manada —se quejó por enésima vez Jason, que insistía que quería estar solo con su familia—Ojalá se los coman los tiburones —dijo en casi un murmuro, pero su esposa alcanzó a escuchar y lo reprendió pellizcándole el brazo.

—Oye, Gracie, ignorando al amargado de tu padre... —habló el tercer petirrojo, a lo que el de mechón blanco le lanzó el biberón de uno de los gemelos—. Y también su pésima puntería, porque no logró golpearm... —y esa vez sí que logró golpearlo con el otro biberón—... bueno, solo tengo curiosidad por saber el porqué de los nombres de tus hermanos, tú los elegiste, ¿no?

—Bueno... —sonrió la pequeña con ilusión, sintiéndose importante por haber sido ella quien había elegido los nombres—. Adam y Brad, se llaman así porque tienen la B de Bruce, la R de Roy y Ryan, A de Amber y Alfred, D de Damian, Drake, Dick y M de Maryam.... además, el segundo nombre de Adam es Peter porque tiene el mechón blanco de papá. ¡Se llaman así por todos ustedes!

Ninguno pudo evitar soltar un pequeño "aww", en verdad Grace parecía haberse encariñado más con su familia paterna. Y tenía sentido, después de todo, siempre la habían tratado de forma especial, como a una pequeña princesa.

—————***—————

—Papá, le temo mucho a las alturas —se quejó Lian aferrándose al brazo de su papá.

—Tranquila, cielo, no debes temer, yo estoy aquí —le calmó sonriendo y acariciando sus cabellos rojizos. Aunque después de unos segundos borró su sonrisa pues el avión empezó a moverse de forma tan extraña para su gusto.

El piloto anunció que estaban pasando por una zona de turbulencia, que no debían temer, sin embargo la mitad de los presentes hizo caso omiso cuando empezaron a gritar por miedo a morir, los principales eran Roy y Dick.

—¿No dijiste que no debía temer? —dudó Lian mirando la expresión exagerada de su padre.

—¡Vamos a morir, hija, vamos a morir!

—Pero el piloto dijo que...

—¡Dale un abrazo a tu padre antes de morir! —chilló intentando protegerse con la pequeña.

—Míralo, es un idiota, y así planea conquistar a mi hermana —comentó Jason negando con la cabeza, luego volteó a ver a Grace con una ceja alzada pues ella sonrió alegremente—. ¿Por qué tan feliz, pequeña pitufa?

—¡Porque la turbulencia es divertida!

—Tu hija está igual de chiflada que tú, Todd.

—No es verdad, eso lo heredó de ti.

—¡¿Y cómo habría de hacerlo si no compartimos sangre?!

—¡Silencio, demonio, vas a confundir a la niña! —lo regañó Tim.

—¡Cállate tú, Drake, o te cortaré la cabeza!

—¿Cómo le cortarás la cabeza? —indagó curiosa la pequeña Todd—. ¿Puedo ver?

—¡Claro!

—¡Gracie, silencio, creí que estabas de mi lado!

—¡Silencio todos, que vamos a morir!

—¡Harper, la turbulencia pasó hace cinco minutos! —exclamó Maryam lanzándole el libro que leía al arquero—. Si sigues siendo un exagerado, dejaré de ser tu novia.

—¡Ja! ¡Aceptaste que eres mi novia!

—¡Yo no acepté nada!

—Maryam —llamó Bruce en tono de reproche—. Cállalo o lo haré yo, de forma tan desagradable que le hará una visita al hospital —continuó pasando la hoja al libro.

—¿De qué forma, abuelo Bruce? —habló su nieta mayor con la misma curiosidad de antes—. ¿Puedo ver?

—No me molestaría —susurró sonriendo de lado.

—Pero a mí me dolería...

—Jason, esto es parte de tu genética —le murmuró Amber con molestia.

—¿El qué?

—El que Grace sea tan violenta.

—¡Claro! Lo dice la mujer que ayer me rompió la cabeza a sartenazos.

—No habría pasado eso si entrarás a la casa como una persona normal —replicó girando los ojos—. ¡Tú mismo has dicho que no dude en actuar cuando entre un ladrón a casa!

—¡Pero yo no soy un ladrón!

—¡Con tres niños en casa, a la media noche todos parecen ladrones!

—¡Oh, miren, estamos aterrizando en el mar! —interrumpió la pelirroja Todd con emoción.

Todos callaron y voltearon a ver hacia la ventana de Grace, que claramente mostraba que estaban cayendo en el mar. Además, al guardar silencio notaron que sonaba una especie de alarma que los alertaba de que algo andaba mal con el vuelo.

Tal vez Lian había predicho el peligro en los aviones...

¡Hola! 🙌😊

Lamento mucho haber actualizado hasta ahora, pero tuve días ocupados y hasta ahora me estoy reconectando en Wattpad 😅

En fin, espero que les haya gustado el capítulo de hoy, hecho con mucho amor 💕