40
—¡Va a nacer, ya va a nacer!
Grace tiró el plato de cereal al escuchar el grito de su papá, quien corría como loco por toda la casa. No podía creer que el momento hubiese llegado, los meses pasaron tan rápido que no le dieron tiempo de procesar nada.
—¿Quién va a nacer? —preguntó esperando no obtener la respuesta que pensaba iba a obtener.
—¡Tu hermano! —respondió corriendo escaleras arriba—. ¡O hermana!
Sí, habían decidido mantener el suspenso hasta el nacimiento, suspenso que se rompería en un momento.
La pelirroja chilló de frustración, sabía que su reinado como la favorita de la familia había terminado. Corrió detrás de Jason, igual de desesperada. Quien los viera pensaría que estaban locos pues ambos corrían de una esquina de la casa a otra sin hacer algo: solo corrían y gritaban cosas sin sentido.
—¡Va a nacer!
—¡Será una niña y se robará todas mis muñecas!
—¡Por fin voy a saber que es!
—¡Y si es un niño no sabrá jugar conmigo!
—¡No sé como nace un niño!
—¡Se va a comer mis dulces!
—¡Me va a desvelar!
—¡Va a mordisquear todo!
Los dos se tomaron de las manos y se vieron con miedo diciendo al mismo tiempo:
—¡No sé que voy a hacer!
—¡JASON! —se escuchó desde el piso de arriba—. ¡ESTOY A PUNTO DE DAR A LUZ EN LA HABITACIÓN! ¡MUÉVETE, NO QUIERO QUE MI HIJO NAZCA AQUÍ!
—¡Amber! —gritó de vuelta dándose un golpe en la frente—. ¡Ya voy cariño!
—Respira Grace, respira —se calmó a sí misma dando respiraciones profundas. Se sentó en el sofá mirando a la nada—. Será una niña, mi papá la va a amar más que a mí, mi mamá le hará peinados más bonitos, el tío Tim le ayudará en las tareas y a mí no, será la princesa del tío Dick, el abuelo R solo vendrá a visitarla a ella, la abuela Linda le prestará sus acuarelas... pero el tío Dami dijo que me iba a querer solo a mí —se tranquilizó con lo último, sonrió y se desparramó en el sillón relajada, pero después de unos segundos de pensarlo volvió a chillar—. ¡El tío Damian estaba mintiendo, solo le comprará mascotas a ella!
Empezó a jalar de sus cabellos rojizos mientras soltaba lagrimitas, pensaba que la iban a olvidar por completo y que pasaría a la historia.
—¡El abuelo Bruce le dejará conducir el Bati-móvil solo a ella!
Se dejó caer en el piso con la vista hacia arriba. Pataleó y golpeó el piso con sus pequeños puños haciendo berrinche, no quería ser olvidada y que la dejaran de amar. Ella quería seguir siendo la número 1 y por sobretodo, quería conducir el Bati-móvil.
—Ella nacerá y nadie se acordará de mí —murmuró viendo a la nada, se abrazó a sí misma dando vueltas por el suelo como un panda—. Todos me van a olvidar y luego me van a correr de la casa y viviré sola... y mis peluches no estarán conmigo... y no comeré más helado y... y-y...
—¡Las llaves del auto, las llaves del auto! —bajó Jason con una tremenda rapidez, que parecía el Demonio de Tasmania—. ¡¿Dónde están las llaves del auto?! —empezó a lanzar cosas en su intento desesperado por encontrar las malditas llaves que curiosamente habían decidido desaparecer.
—¡Papá!
—¡Llaves... digo Grace! ¡¿Qué quieres?!
La pelirroja abrió los ojos asombrada por el modo en que le habían hablado, rápidamente sintió que sus ojitos azules se llenaban de lágrimas, no le había gustado eso, rápidamente pensó que ese era el inicio de malos tratos que tendría al tener como favorita a la nueva bebé. No sabían si era niña, pero su instinto le decía que sí y que debía ir preparándose.
—¡No, no, no, no llores, te lo ruego!
—¡JASON! —volvió a escuchar a su esposa y se desesperó más.
—Necesito encontrar las llaves, pequeña pitufa, cuando lo haga haré lo que me pidas, ¿está bien?
—Las llaves las tienes en la mano —dijo calmándose antes de soltarse a llorar.
El petirrojo miró su mano izquierda, había hecho un escándalo por nada. De inmediato corrió hacia la cochera por el auto, lo encendió y estacionó frente a la casa, volvió adentro, tomó la pañalera con las cosas del bebé y con el otro brazo cargó fácilmente a su hija.
—Vamos, debemos ser rápidos —dijo mientras le ponía el cinturón de seguridad a la pelirroja.
Se sentó en el asiento del copiloto, a lo que Grace comentó:
—¿Y quién va a manejar?
—¡Ah, sí, claro! —se posicionó en el asiento del piloto riendo nervioso, nuevamente sintió la mirada de desaprobación de su pequeña hija.
—¿No sientes que nos hace falta algo? —le cuestionó con el ceño fruncido y los brazos cruzados.
—¿La maleta del bebé? Está lista.
—¡Mi mamá!
—¡Amber! —salió hecho un desastre del auto, entró a la casa exclamando:—. ¡Voy por ti cariño! —seguido de eso Grace juró haber escuchado un estruendo, algo rodando por las escaleras seguido de un par de maldiciones y finalmente un "estoy bien", aunque definitivamente nada estaba bien.
Ya que Amber estaba en el auto y no hacía falta nada, Jason arrancó hacia el hospital.
—Cariño, tranquila, tienes que estar calmada —habló el chico apretando con fuerza el volante—. Va a salir bien... solo dolerá un poco y... y sufrirás un poco, pero... ¡no, no sufrirás! ¡¿Qué cosas estoy diciendo?!
—Papá...
—Gracie cálmate, mamá estará bien. Todos estaremos bien —sonrió nervioso viendo de reojo la cara enfadada de su esposa—. Amber, solo respira... inhala, exhala, inhala profundamente y...
—¡JASON, NO ME DIGAS QUE HACER! ¡NO ES LA PRIMERA VEZ QUE DOY A LUZ!
—L-lo siento...
—¡Es la segunda y tú no estabas ahí!
El petirrojo sintió culpa por lo que escuchó, de por sí tenía ganas de llorar y con eso fue su límite, dejó caer una lágrima y la miró dejando de prestar atención a los semáforos y a todo el camino.
—Lo siento, lo siento mucho, d-debí estar ahí, p-pero f-fue mi culpa y... y-y...
—¡Jason, la vista al frente! —chilló frustrada escuchando el claxon de un auto.
—¡S-sí, lo siento!
—Olvida lo otro, no fue mi intención, es que... ¡duele mucho!
—¿Como una caída de bicicleta? —preguntó con inocencia la pequeña Todd.
—Es peor aún.
—¡Rápido papá, mami está sufriendo! —sabía el dolor de las caídas de bicicleta y si su mamá decía que era peor eso quería decir que estaba pasando una tortura—. Ni siquiera ha nacido y ya está haciendo sufrir a mamá —comentó para sí misma negando con la cabeza, como si ella no le hubiese causado dolor ninguno a la hora de su nacimiento.
—————***—————
Grace movía el pie impaciente mientras se mordía las uñas con nerviosismo. Tim dirigía su mirada de ella hacia Jason dándose cuenta que hacían exactamente los mismos gestos. Se preguntó el porque su hermano había pedido hacer una prueba de ADN si estaba más que claro que era creación suya.
Toda la familia Wayne estaba ahí esperando las noticias, el padre y hermana de Amber ya habían tomado un vuelo para ir a verla. Y sí, todos estaban desesperados por saber que les anunciarían, después de todo ninguno sabía si el bebé era niña o niño.
—¿Cómo está mi esposa? —habló lleno de nervios al ver a la enfermera que había entrado al quirófano junto a la castaña.
—Puede estar tranquilo —le respondió sonriendo amablemente—. La señora Todd está muy bien y los niños también.
—¿Niños? ¿Dijo niños? —se miraba sorprendido al igual que los demás.
Bueno, la pelirroja sentía alivio al saber que no había ninguna niña más que ella... pero al saber que había hablado en plural se asustó.
—Así es, tuvo unos hermosos gemelos.
En ese instante tuvieron que acercarse todos los médicos y enfermeros del hospital pues Grace y Jason se habían desmayado al mismo tiempo con escuchar el "gemelos".
¡Holaaa! ✨❤️
Antes que nada una disculpa por tardarme en publicar, la escuela y mi imaginación me traicionaron 😅
Bueno, ¿alguien esperaba algo respecto al nuevo bebé? ¿Querían que fuese niño o niña? ¿Cómo creen que Grace sea siendo la hermana mayor?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro