26
—¡No! ¡Yo no voy a salir así!
—Escucha... si me ayudas con esto, yo te doy permiso de que hasta te cases con mi hermana... es más... ¡yo mismo te la llevo al altar!
El pelirrojo lo dudó por un segundo. La verdad es que Maryam Wayne valía la pena, pero no sabía si lo suficiente como para salir frente a los invitados de la fiesta y humillarse.
—Solo a ti se te olvida contratar al show de princesas... ¡de no haber sido así, no estaríamos en esta situación!
Jason rodó los ojos mientras se acomodaba la peluca rubia. Jamás se había imaginado estar en una situación así. Grace estaba tan desanimada porque había estado tan ansiosa por ver a las princesas de cerca, sus lágrimas sensibilizaron el corazón de su padre y le metieron ideas locas a la cabeza.
—¿Estás listo?
—Que conste que hago esto porque quiero mucho a Grace —comentó Roy cruzándose de brazos.
—Bien, bien, entremos.
El arquero asintió dando un torpe paso, estuvo a punto de caerse por culpa de las zapatillas, pero alcanzó a sostenerse con ayuda de la pared.
Habían salido a comprar rápidamente las cosas necesarias para disfrazarse. Primero habían intentado contratar de último momento al show, pero había sido imposible convencerlos. Luego trataron de persuadir a Grace, diciendo que le traerían un payaso (esa fue idea de Roy), pero eso no le gustó ni a ella ni a Jason. Luego Tim le dijo a su sobrina que si le parecía bien, le podía poner una tiara a Damian en la cabeza... y por obvias razones, casi queda sin cabeza.
Abrieron la puerta, esperando no ser objeto de burlas (cosa que sería imposible). Amber volteó a verlos... entrecerró los ojos tratando de saber si lo que veía era real o producto de su imaginación. Grace sonrió emocionada y chilló de alegría.
—¡Princesas! —gritó corriendo hacia ellas. Al estar cerca, las miró con extrañeza—. ¿Papá?
—Shh... más despacio —pidió en un susurro avergonzado.
—¡Escuchamos que una linda niña nos estaba esperando! —exclamó un feliz Roy Harper vestido de Cenicienta.
—¿Tío Roy? —preguntó sin salir de su trance.
—Cenicienta —corrigió picando su nariz, a la vez que sentía la mirada de todos.
—¡Feliz cumpleaños, Grace! —exclamó Jason, con la voz más aguda que pudo encontrar en su interior.
Damian, al reconocerlos, soltó una carcajada. Maryam intentó no reírse, pero le fue imposible. Tim acompañó a Damian con otra carcajada. Bruce y Alfred fueron más respetuosos y reprimieron sus risas. Dick rió levemente, aunque por dentro se estaba muriendo. Amber y Kory los vieron con tanta ternura, por lo lindos que estaban siendo. Lian junto a Harry no entendían lo que sucedía, aún así sonrieron.
—Papá... ¿te digo cómo te ves? —comentó la pelirroja tomando su mano.
El par de amigos se vio con preocupación, pensando que había algo malo que la había disgustado.
—¿Cómo?
—... te ves... ¡DI-VI-NA!
Y entonces nadie pudo ocultar su risa.
—————***—————
—Estas cosas me están matando —susurró Jason para sí mismo, refiriéndose a las zapatillas. Se acomodó la peluca rubia de Rapunzel y sonrió, tratando de mostrarse amigable—. Bien, Gracie, ¿qué quieres hacer ahora?
—Quiero comer del pastel —respondió mirando el delicioso postre con tanto antojo. Se sobó el estómago y lamió sus labios, imaginando que sabría muy rico.
—De acuerdo... ¡la hora del pastel llegó, Cenicienta!... ¿Cenicienta? —volteó a todos lados en busca de Roy.
Soltó un suspiro cansado y golpeó su frente con la palma de su mano al ver como Harper no dejaba de molestar a Maryam.
—Piénsalo... puedo juntar a mi manada de ratoncitos para que hagan la limpieza... ¡incluso serán tus esclavos, si así lo quieres!
—¡Ya déjame en paz, Cenicienta! —se quejó la chica removiéndose incómoda en su asiento.
—¡Cenicienta! —gritó Jason desde lo lejos dándole una mirada molesta.
—El trabajo me llama.
Todos se reunieron para tomarse una foto juntos antes de partir el pastel. Por supuesto que todos pidieron su copia de la foto, para nunca olvidar los disfraces "imponentes" de Red Hood y Arsenal.
—Pide un deseo, princesa —comentó Amber encendiendo la vela.
—Deseo que Maryam se case conmigo.
Todos voltearon a ver a Roy, que tenía una expresión de inocencia. Jason le dio un golpe en la cabeza por su comentario inapropiado.
—Dale un golpe de parte mía —pidió la chica Wayne a su hermano, que cumplió su petición.
—Ouch... ¿qué? No especificó cuál princesa —se excusó sobándose la cabeza.
—Pide un deseo, Gracie —Amber recalcó el nombre de su hija, mirando de forma amenazante al pelirrojo.
La menor asintió cerrando los ojos. Después de unos segundos y con una sonrisa en los labios, sopló la vela. Todos aplaudieron.
—¿Qué deseaste? —preguntó curioso Harry.
—¡Eso no se dice, niño! —replicó Rapunzel—. Pero, ¿qué deseaste, Grace?
—Pedí estar siempre con mi familia —contestó, enterneciendo a los presentes.
Todos volvieron a aplaudir y luego, la pequeña Todd empezó a abrir sus obsequios. La mayoría eran juguetes.
—Ahora mi regalo —sugirió Jason al final. Se emocionó tanto, se sentó al lado de su hija y le entregó la cajita color rosa.
—Está bien —susurró feliz. Abrió la cajita con mucho cuidado de no romper la envoltura rosa con brillos. Sacó la pulsera y soltó un chillido de alegría—. ¡Es muy bonita! ¡Gracias, papá!
Saltó a abrazarlo con tanto amor.
—Feliz cumpleaños, mi luz —le susurró besando su cabeza dulcemente.
Le colocaron la pulsera y después salió a jugar con sus dos amigos y el tío Roy, que se divertía con los niños diciendo tonterías.
—¿Sabes? Fue muy lindo lo que hiciste... contratar el show hubiera sido menos vergonzoso para ti, pero fue demasiado lindo —comentó Amber llegando al lado del padre de su hija.
—Realmente no me importa lo vergonzoso, yo haría lo que fuese por ver feliz a mi hija... además, paso demasiadas vergüenzas al lado de Roy.
—Eso sí.
Ambos miraron como el pelirrojo se tropezaba con las zapatillas y caía de forma divertida. Maryam decidió apiadarse de él y lo ayudó a levantarse.
—Me pareció un gesto muy agradable de tu parte que hicieras esto por Grace —dijo la chica de ojos esmeralda, mientras limpiaba la mejilla del pelirrojo que tenía pastel—. ¿Actúas como niño pequeño siempre?
—Solo cuando estoy con Lian —confesó sonriendo—. Eso la hace feliz.
—Eres un buen padre —confesó sonriendo.
—¿Sí? Entonces sería el padre perfecto para tus hijos... piénsalo, nuestros niños serán hermosos y se divertirán mucho.
—No puedo ser amable contigo, porque piensas que ya me puedes coquetear.
Grace llegó corriendo al lado de sus papás, llevaba a su perrito en brazos.
—Ha llegado la mamá de Harry por él.
—¡Por fin! —celebró Jason corriendo hacia la puerta lo mejor que pudo—. No fue un placer tener a su hijo aquí.
—¿Ah? —Vania enarcó una ceja mientras ponía una mano en el hombro de su hijo.
—Lo que Jason quiere decir es que está muy feliz de que Harry haya podido venir —aclaró Amber sonriendo.
—¿Está segura de que es el señor Todd? —preguntó entrecerrando los ojos.
—¡Claro que sí, mamá! Lo hizo para poner feliz a Ada —contestó el pequeño rubio.
—¿No te ibas ya, niño? —comentó en un tono agudo. Se aclaró la garganta cuando escuchó las risas de ambas mujeres—. ¿No te ibas? —volvió a decir en un tono "más varonil".
Los Irwin se despidieron y se fueron del departamento.
Ya más noche, las burlas para Jason empezaron.
—Oye, Rapunzel, ¡deja caer tu cabello! —gritó Tim riendo fuertemente, junto a Damian.
—Que no se les olvide que Rapunzel sabe manejar distintas armas —amenazó apuntándolos con el dedo índice.
—Oye, Jay, lo he pensado —habló el arquero llegando a su lado, a la vez que comía un chocolate que le robó a Lian de su bolsa de dulces—. Podemos formar nuestra propia empresa.
—¿Nuestra propia empresa?
—¡Sí! Haremos shows de princesas —explicó sonriendo de oreja a oreja—. Tú seguirás siendo Rapunzel... —Dick empezó a reír sin control —... Dick podrá ser Blanca Nieves —y fue así como Nightwing dejó de reír y se puso serio—. Tim será Bella —el mencionado negó con la cabeza asustado—. Damian será Mulán... —el actual Robin frunció el ceño. Luego, Roy volteó a ver a Bruce y a Alfred.
—Para ahí, Harper —ordenó el mayor de los Wayne, siendo apoyado por el mayordomo.
—¡Sí! Cuando nazca la bebé y cumpla un año, pueden hacer el show de princesas —exclamó emocionada la pequeña Todd mientras acariciaba el estómago hinchado de Kory—. Mi prima también tendrá un show de princesas muy divertido.
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