Empezó a caminar sin rumbo fijo. Escuchaba como lo llamaban sus hermanos por el comunicador, preguntando si ya había encontrado a Grace. No tenía ganas de responder, en ese momento estaba demasiado triste y decepcionado como para hacerlo. Había fallado en la única cosa que se había prometido. Cuidar a su hija.

Apretó el abrigo que llevaba en la mano derecha. No estaba seguro de si su mente le estaba jugando un extraño truco, pero de repente empezó a pensar en todos los momentos felices que vivió gracias a ella.

La primera vez que lo llamó papá. Él como lo cuidó la noche que llegó herido a casa. El día en que arreglaron su habitación, y muchos otros momentos. Pero todo era extraño. Grace no estaba ahí, no había nadie ahí. Tal vez la habían llevado a otro lugar, tal vez solo lo querían torturar... pero entonces, ¿dónde estaban todas las respuestas que buscaba? ¿Cómo se lo iba a explicar a Amber?

¡Papá!

Escuchó la voz de la luz de su vida. Paró en seco tratando de descifrar si era producto de su imaginación o si lo que escuchaba era real. Estuvo unos cinco segundos prestando atención a su alrededor, cuando escuchó nuevamente la voz.

¡Papá!

Corriendo el riesgo de que se tratase de algo mental, corrió siguiendo la voz que provenía desde otra habitación. Si él lo había escuchado, los demás también debieron haberlo hecho.

—Dick —llamó por el comunicador.

—¿Qué ocurre? ¿La encontras...?

—¡Papá! —Grace salió de otra habitación buscándolo. En cuanto la vio sintió que se le devolvía la vida, que nuevamente podía respirar con tranquilidad.

—Grace —susurró soltando el abrigo e ignorando a su hermano adoptivo—. ¡Grace!

—¡Papá! —la menor corrió totalmente asustada hacia él y hecha un mar de lágrimas.

Cuando la tuvo entre sus brazos se soltó a llorar junto a ella. La abrazó fuertemente seguido de dejar dulces besos en su frente.

—Mi luz —le llamó acunando su rostro entre sus manos—. Pensé que te había perdido.

—Papá, estaba muy asustada, se tardaron mucho en llegar —dijo limpiando sus lágrimas y recordando la importante razón por la que había empezado a buscarlo (además del hecho de que lo extrañaba mucho)—. Mami está lastimada.

Le sorprendió que Amber estuviera ahí, pues se suponía que ella no estaba enterada del paradero de su hija. Aún así no tenía tiempo para pensar en la forma en que ella había llegado, debía actuar rápido pues no sabía si la herida era grave o no. Ya después preguntaría el como llegó.

La pelirroja le guió al lugar en donde estaba su madre, llegaron a los pocos segundos encontrando a la chica recargada en la pared mientras sostenía una herida de su abdomen.

—Jay... estás aquí —susurró al verlo. El chico de inmediato se acercó a ella con la intención de tomarla entre sus brazos, pero ella se negó—. No te preocupes, no es tan grave. Solo quiero que nos saques de este asqueroso lugar.

—Estoy con ellas —informó Red Hood por el comunicador.

—¿Ellas? — dijo Grayson un poco confundido—. ¿Cuando dices ellas, te refieres a... ?

—Amber encontró a Grace, pero está herida.

—¿Cómo llegó a este lugar?

—¡No sé, deja de hacer preguntas y mejor ayúdame! —exclamó desesperado.

Nightwing hizo lo que su hermano pidió. Ayudó a llevar a la castaña, mientras que Jason llevaba a Grace, que a los segundos de estar en los brazos de su papá se quedó dormida.

—————***—————

—Grace —murmuró Linda al ver como la niña estaba de regreso en casa—. ¿Qué le pasó? —cuestionó al verla en brazos de su padre, pensando que por alguna mala razón no podía caminar.

Estaban en la sala de la mansión Wayne, ahí se habían quedado Linda, Ryan, Maryam y Alfred al recibir la noticia de que la pequeña Todd estaba bien.

—Nada, solo se quedó dormida —respondió Jason dejándola en el sofá—. Pero Amber está herida.

Tanto Linda como Ryan se alarmaron al escuchar eso. El mayor se molestó muchísimo, porque pensaba que era culpa del petirrojo, así que no perdió tiempo y lo tomó de la chaqueta con enojo.

—¡¿Ya estás contento?! Mi nieta debe estar asustada gracias a tus estúpidos problemas... ¡y mi hija está herida también por cortesía tuya!

—Señor...

—¡¿Todavía no te cansas de meterlas en problemas?!

—Papá, por favor, es suficiente —interrumpió la castaña. Se quejó del dolor, haciendo que Ryan se preocupara y alterara más.

—¡Solo cuando las veas muertas estarás feliz! ¡¿Cierto?!

—Por supuesto que no —replicó el de mechón blanco—. Mi intención no es herirlas.

—Vamos, hermana, te ayudaré —habló Linda tomando a la chica del brazo para llevarla a alguna habitación. Tim se ofreció a ayudar también, tomó del otro brazo a la castaña, y las empezó a guiar hacia el segundo piso.

—Pero ellos...

—Si se quieren matar que lo hagan, pero a ti te tenemos que curar.

Linda y Tim se llevaron a la castaña para curar su herida. Mientras tanto, la familia Wayne se quedaba mirando de forma incómoda a Ryan y a Jason. No sabían cómo intervenir en el problema, o si quiera si debían hacerlo.

—Me llevaré a mi hija y a mi nieta lejos de ti.

—No, no lo hará —objetó el de mechón blanco—. Si Amber quiere irse, puede hacerlo. Pero MI hija se queda conmigo.

—¡Tú eres un peligro para ella!

—¡¿YO SOY EL PELIGRO?!

—¡CLARO QUE LO ERES! ¡Desde que mi hija te conoció, solo ha visto la desgracia por TU culpa! Eres el responsable de sus desgracias y de su terrible dolor.

—Le recuerdo que no fui yo quien la expuso tanto al peligro como usted lo hizo... ¡¿o debo recordarle lo que ocurrió esa noche?!

—¡No te atrevas a... !

—¡Basta! La están asustando —interrumpió Dick desde el sofá, en donde Grace los miraba con lágrimas en sus ojitos. Abrazó a su tío, pues en verdad le había asustado escuchar como se alzaban la voz—. Está bien, princesa, ellos ya no gritarán.

Jason se quedó en silencio sin saber que hacer. De cierta forma Ryan podía tener razón. Él tenía tantos problemas, sus enemigos buscaban la forma de atacarlo, esa vez habían fallado con Grace... pero si había una próxima vez, no sabía lo que podía ocurrir.

—¿Viste lo que tu ineptitud provocó? La niña estaba sufriendo —se acercó a él y lo apuntó con el dedo índice—. Ni siquiera puedes cuidar de ti mismo, ¿cómo esperas poder con la responsabilidad? —hizo una pequeña pausa para bajar la intensidad en su voz—. Mi nieta estará más segura en Bristol, y si ella verdaderamente te importa, te alejarás. Saldrás de su vida sea como sea.

El chico se hizo a un lado, fue hacia su pequeña pelirroja y le acarició el cabello.

—Cariño, siento haberte asustado —habló en voz baja besando su frente.

—Papá, ya no quiero que griten —se quejó limpiando sus lágrimas y abrazándolo—. No me gusta que se peleen.

—Ya no lo haremos... ahora, vamos con tu mamá.

La tomó entre sus brazos para llevarla hacia donde Amber estaba.

Cuando llegaron a la habitación, Grace corrió hacia su mamá preguntando como se sentía. Ella estaba bien, solo quedaba explicar el como había llegado al lugar en donde tenían a la menor.

—¿Sabes Gracie? Yo sé donde está la vaca que tanto quieres ver —mencionó Tim de forma juguetona, para llamar su atención.

—¿Enserio? ¿Papá, puedo ir?

—Claro.

Drake tomó su mano y la sacó de la habitación. Sabía a la perfección que los padres de la menor debían hablar, así que ayudaría a dejarlos solos.

—Yo... yo iré a ver a mi papá —dijo Linda saliendo también.

Los dos se quedaron en silencio por un par de segundos, todavía no sabían muy bien como empezar a hablar. Jason no la quería presionar y ella no sabía exactamente que decir. Sus días habían sido tan complicados.

Si tan solo alguien les hubiese dicho a una Amber de dieciséis y a un Jason de dieciocho que compartirían una hija, ellos no lo habían creído. Es decir, se habían conocido un día cualquiera en que ella se había perdido por la ciudad; él la ayudó a regresar a su casa. No mencionaron ni sus nombres, solo hablaron de cosas simples para romper el hielo. Después se volvieron a ver en la empresa de Bruce, pues este firmaría un contrato con Ryan.

Ahí empezaron los coquetos por parte de Jason, quien había quedado encantado desde el primer día (pero se negaba a admitirlo). A Amber no le caía bien el chico Todd, de hecho lo detestaba y le decía a Linda hasta el cansancio que Jason Peter Todd sería la última persona con la que tendría una cita. Pero luego los coquetos funcionaron y ya no supo como guardar más su amor hacia él o como actuar con algo así, pues en verdad era tímida respecto a ese tema.

—Me llegó un video de Grace a mi celular —empezó a hablar la castaña—. Pude reconocer el sitio, pues ese edificio antiguo fue el primer sitio en donde Linda presentó una pintura. No sé si fue casualidad o ellos así lo quisieron ejecutar.

Jason la miró con atención. A pesar del tiempo sin verse, seguía creyendo que ella era hermosa y muy valiente.

—Fui hacia allá sin perder tiempo. No me importo enfrentar a todos eses hombres yo sola —miró hacia su mano derecha que había empezado a formar hielo—. Tuve que usarlos —murmuró refiriéndose a sus poderes—. Para protegernos.

—¿Cómo saliste herida?

—La estúpida novia del payaso me tomó desprevenida.

—Ya veo —murmuró mirando hacia el suelo—. Voy a arreglar esto, en verdad que lo haré —comentó con mucha seguridad —. Si es necesario quitaré las piedras del camino que recorra Grace para que no tropiece con ellas... convertiré este lugar en algo mejor para ella.

—Sé que lo harás... después de todo este ya es su hogar.

¡Hola! ✨
Antes que nada, tengo una pregunta para ustedes...

¿Cómo se imaginan a Grace? ¿Algún personaje de caricatura, película, serie, etc, que les recuerde a ella?
La verdad es que la personalidad de este personaje me recuerda mucho al de una novela turca (de hecho, es la hermana menor de la protagonista).

Ahora, espero que les haya gustado el cap de hoy. Las cosas van relajándose, pero todavía no podemos estar seguros de que sea así por mucho tiempo...

¡Les mando un abrazo!