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extra

Los días fueron complicados, algunos mejores que otros. Taehyung ponía de su parte, pero había días que simplemente todo podía más que él, Jungkook perdió la cuenta de cuantas veces el castaño se despertó gritando, no reconociéndole, implorándole que no le hiciera daño.




- ¡Tae por favor cálmate!

- ¡NO! ¡no me toques! ¡no me toques! ¡no me toques!

- ¡Tae! ¡por favor!


Realmente se volvió algo muy difícil para la salud mental de Jungkook, muchas veces fue demasiado para él, tener que convencerlo de que no le haría daño, tener que asegurarle de rodillas que Seojoon estaba muerto y que no lo volvería a ver jamás, tener que contenerlo con sus brazos mientras Taehyung trataba de herirse a sí mismo.

Realmente fue difícil.




- ¡es inútil! ¡es estúpido siquiera intentarlo!

- amor por favor... no digas eso, ya verás que...

Jungkook callo y tuvo que esquivar con rapidez el jarrón que fue lanzado hacia su cuerpo, rompiéndose contra la pared con violencia. Aun sorprendido, volteo a ver a un Taehyung sosteniéndose con fuerza de la mesa de noche, lo veía con odio, el corazón de Jungkook a veces realmente quería un descanso.

- ¡Taehyung! ¡¿Qué crees que haces?! –dijo, acercándose, tratando de tomarlo del brazo, pero el contrario le dio un manotazo— ¡¿Qué hubiera pasado si Jiho hubiera estado en casa?! ¡se hubiera asustado Taehyung!

Los ojos del castaño estaban llenos de lágrimas y desesperación, quería que todo acabara, quería irse, era un idiota, un inútil, no pudo dar ni tres pasos antes de caer y sentir sus piernas perder la fuerza ¿de que servía intentarlo? ¿de que servía siquiera tener esperanzas? En pocas semanas con suerte a logrado moverlas un poco.

No quería seguir intentándolo, quería morir, quería desaparecer, era un inútil, un inservible, no era nada más que un estorbo.

- Taehyung te estoy hablando, me acabas de arrojar un maldito jarrón, ¿y si me hubieras hecho daño?

- ¡¿Qué importa?! –dijo, tratando de empujarlo, pero el contrario sujeto sus brazos— ¡no me importa! ¡Suéltame!

- ¡Cálmate!

- ¡déjame! ¡déjame! ¡déjame!

Pataleaba con todas sus fuerzas, pero sus piernas cedieron a los segundos, por lo que seguía luchando con sus brazos y torso, no quería tener esperanzas, no quería pensar positivamente, lo encontraba estúpido.

¡TAEHYUNG!

- ¡NO!

Con el dolor de su corazón, Jungkook tomo con fuerza ambos brazos del castaño sobre su cabeza, sentándose sobre su torso, inmovilizándolo bajo él, le dolía, le dolía tener que usar, aunque sea un poco de fuerza contra él, pero era la única solución, debía calmarlo, tenía que obligarlo a dejar de luchar.

- ¡déjame! –sus ojos soltaban lágrimas, no porque le doliera el fuerte agarre en sus brazos, si no, porque le dolía todo, le dolía su corazón, su cabeza, su alma, el no poder recordarse siendo feliz para poder aferrarse a un recuerdo— de-déjame...

- Cálmate... te lo suplico, cálmate Taehyung –rogo un Jungkook desesperado, escondiendo su rostro en el cuello del contrario, tratando con todas sus fuerzas de no caer ante él, de mantenerse firme para que Taehyung tuviera donde sostenerse.

Pero no pudo.

Taehyung se quedó totalmente quieto en cuanto sintió su cuello comenzar a mojarse de pequeñas gotas, su corazón dolió aún más en cuanto escucho la respiración anormal de Jungkook, tratando de contener sus sollozos.

- yo... –comenzó el azabache, no logrando hablar correctamente debido a los sollozos— yo... a mí también me duele, m-me duele mucho esto y-y hago mi mayor esfuerzo –Taehyung podía sentir el temblor en el cuerpo contrario— l-lamento no poder hacer que deje de doler, lo siento, de verdad lo siento.

La desesperación en su voz, su tristeza y odio hacia sí mismo, hizo que Taehyung dejara su mente en blanco. Sintió como el contrario soltaba sus manos, y se arrastraba, bajando por su cuerpo hasta bajar de la cama y quedar de rodillas, Taehyung se sentó en la cama, con Jungkook entre sus piernas, sin este atreverse a verlo.

Solo se encontraba ahí, recargando su frente en el abdomen del contrario, soltando sollozos, susurrando de vez en cuando un "perdóname" tan bajito, pero lo suficientemente audible para Taehyung.

- qui-quizás sea mejor que duerma en otra habitación –dijo, sorbiendo su nariz— ne-necesitas espacio para pensar, y yo solo atormento tus ideas.

Y Taehyung quería negarse, quería detenerlo, decirlo que no debía disculparse, que no debía irse, no tenia porque, pero no lo hizo, no lo detuvo, era verdad que necesitaba pensar, y también era verdad que Jungkook debía tener su propio espacio, ya sea para gritar, llorar o simplemente descansar de todo. Taehyung se esforzó en no ser egoísta.

Por lo que no lo detuvo.

No podía encerrarlo con él en la oscuridad.

Así pasaron días, semanas, Jungkook y Taehyung luchando, por un mismo objetivo o a veces entre ellos. Al menos logrando coincidir en una cosa; su hijo jamás vería ninguna escena, Jiho siempre sería un alma inocente entre la oscuridad que los rodeaba, su hijo mantendría sus ojos ciegos y tranquilos frente a la situación de sus padres.








Al día de hoy, Jungkook se encontraba tranquilo, una parte de su mente le recuerda de vez en cuando cómo es que llego a donde está ahora, sentado, tomando una taza de café mientras se preocupa de que el desayuno esté listo.

Sonríe, sonríe feliz porque su corazón y mente sienten tranquilidad, sienten paz, no está alerta a cada segundo puede descansar por un momento, no se obliga a si mismo a pensar en un posible futuro donde pierda todo, simplemente está viviendo.

Por fin está viviendo.










- Jungkook...? –escucho un murmullo, luego sintió la cama hundiéndose a su lado, el seguía de espaldas, sabia quien trataba de llamar su atención, pero su corazón aún estaba dolido—

Taehyung se recostó bajo las frazadas, sin acercarse, al contrario, respetando su espacio. Sin poder evitarlo, sorbio de la nariz, evitando llorar nuevamente.

- Jungkook lo lamento...

No hubo respuesta, de todas maneras, no podía ser un hipócrita y exigir la atención del azabache, después de haber sido tan hiriente sin pensar en las consecuencias que podría traer.

Solo fue un impulso, no pudo controlarlo, su boca hablo y de ellas salieron horribles mentiras para el contrario. Su corazón aún se encoge de solo recordar el dolor en los ojos contrarios.

- s-sé que no estuvo bien, sabes que nada de lo que dije fue verdad Jungkook, ja-jamás pensaría algo así de ti, por favor créeme –estiro su mano, con la esperanza de tener el mínimo tacto, pero en cuanto sus dedos rozaron el brazo del contrario, este lo aparto bruscamente— Jungkook...

Por lo general, Jungkook se daría vuelta y lo enfrentaría, hablaría sobre lo que paso como adultos responsables, no dejaría pasar ninguna pelea antes de irse a dormir, pero a veces él igual es débil. No quiere que Taehyung vea sus ojos hinchados y rojos a causa del llanto provocado por sus palabras.

Sabía que habia tenido una pequeña recaída, y que no quiso decirlo, pero, aun así, maldición que dolía.

- Jungkook –escucho insistente, casi desesperada la voz del castaño a sus espaldas—

- no.

- Jungkook-

- no Taehyung, se y entiendo que tal vez no fue tu intención, pero lo hiciste, lo dijiste y real-realmente me lastimaste. –confeso, sus ojos volviéndose a llenar de lágrimas por la situación—

El azabache no lucho contra el fuerte abrazo que Taehyung le dio por la espalda, realmente lo necesitaba, pero al mismo tiempo no se sentía reconfortante, tenía derecho a estar enojado ¿no? O al menos a sentirse dolido y decidir ignorarlo por su propia salud mental, y tal vez, por el bien de su ya muy frágil corazón.

-perdón, perdóname, perdón Jungkook, sabes que jamás pensaría algo así, tú no tuviste la culpa de nada, jamás fue tu culpa, yo-

- pero lo dijiste –su voz sonó ruda, y aun en medio de su enojo tomo con delicadeza la mano que se envolvía alrededor de él y la quito, sin causarle ningún daño— dijiste que todo fue mi culpa, que tu vida hubiera sido mejor si jamás me hubieras conocido, q-que la vida de Jiho sería mejor si yo ya no estuviera en ella.

El azabache termino sentado en su cama, teniendo que enderezarse para limpiar sus rostros y tratar de parar las lágrimas que seguían cayendo.

Taehyung se sentó de la misma manera en su lugar, sintiéndose la peor persona del mundo por hacer sentir de esa manera al hombre que ama.

- ¿eso quieres Taehyung? ¿quieres que me vaya? –su voz fue un susurro, Taehyung podría decir que su tono era de alguien con miedo, con cansancio— no lo digo para que te sientas mal o culpable, solo... realmente es demasiado, ¿necesitas que me vaya, Taehyung? Si eso te hace sentir más cómodo, podría-

- no, no no, por supuesto que no –dijo el castaño, levantándose rápidamente de la cama, rodeándola para colocarse de rodillas en medio de las piernas de Jungkook, tratando de encontrar su mirada— Jungkook no, por favor no pienses eso.

Trato de tomar su rostro con sus manos, pero no obtuvo su mirada, solo pudo ver esos ojos casi vacíos.

- kookie...

- qui-quizás, quizás eso realmente sea lo mejor Tae, m-me du-duele, en serio me duele-

Sus palabras fueron silenciadas por los labios contrarios, los cuales trataron de mantenerse de forma no agresiva sobre los contrarios. Siendo un beso tierno y desesperado, uno lleno de tristeza y estrés.

En cuanto se separó, Taehyung abrazo con fuerza el torso del azabache, presionando su frente contra el pecho de este. Jungkook podía sentir el temblor del cuerpo contrario, sabía que Taehyung estaba llorando, sabía que estaba desesperado. Y al final, ambos solo eran humanos.

Unos humanos muy dañados.

- t-te juro, te juro por mi vida que yo jamás te querría lejos –el castaño tomo valentía, para aún sin soltar el torso contrario, levantar su rostro aun presionado contra el pecho del azabache, dejando sin vergüenza ver su rostro lleno de lágrimas suplicantes— te lo suplico, créeme, jamás te querría lejos de mi vida ni de la vida de Jiho, tú eres lo más hermoso que tenemos y lo que más amamos, por favor... por favor perdóname.

A pesar de ya haber pasado meses, las pesadillas seguían de vez en cuando, habían recaídas de vez en cuando, a ambos les dolía, ambos sentían que no avanzaban. Sentían que volvían a perder el camino.

- por favor Taehyung, levántate, no hagas esto, yo-

- ¡no! ¡no puedes irte! ¡no puedes dejarnos! –sin siquiera pensarlo, se lanzo con fuerza sobre el azabache, cayendo sobre él en la cama, abrazándolo como si su vida dependiera de ello— no dejare que te vayas, no dejare que cruces esa puerta, no-

- ¿papi...?

Ambos voltearon rápidamente hacia la puerta, alarmándose en cuanto vieron lágrimas en los ojos de su pequeño hijo, quien los veía con confusión.

- Jiho ¿Qué-

- es-escuche que papá va a irse –con miedo llevo su vista hacia Jungkook, quien ya se estaba acomodando con Taehyung para lograr ver a su hijo— ¿te iras? ¿es por mi culpa?

En cuanto escucho esas palabras, ni lento ni perezoso fue a donde estaba su hijo, tomándolo en brazos, apretándolo contra él mientras volvía a la cama y lo sentaba, dejándolo en medio de ambos.

- escúchame muy bien Jiho –pidió— jamás, jamás pienses que una discusión que tenga con tu padre será por tu culpa, tú papi Tae y yo simplemente estábamos en un desacuerdo.

- pe-pero y-yo escuche que te irías... por favor, papá, pro-prometo portarme mejor, y-yo...

Nuevamente el pequeño sintió como era abrazado, solo que esta vez siendo aprisionado por ambos adultos, quienes no dudaron en apretujarlo contra ellos, brindándole, aunque sea por un instante, un espacio seguro, a pesar de ellos estar rotos, le brindaban su poca fuerza al fruto de lo que alguna vez fue toda su fuerza y amor.

- no me iré cielo, estábamos jugando, no debes escuchar nuestras conversaciones a escondidas ¿de acuerdo? –el pequeño asintió despacio— ese el mi niño, ¿sabes que pasara ahora? Es algo que te ganaste.

- ¿Qué papá? –pregunto el pequeño ladeando su cabecita, viéndose como un mini Taehyung con los mismos gestos— ¿estoy en problemas?

- así es –dijo, levantando sus manos poco a poco— ¡estas en serios problemas de costillas jovencito! –y sin más, sus manos se dirigieron al pequeño cuerpecito, pellizcando ligeramente los costados de este, logrando que se retorciera en risas—

- ¡no! ¡no! –reía y suplicaba el niño— ¡papi ayúdame!

Nuevamente sus miradas se juntaron, una demostrando su inseguridad, otra demostrando compasión.

Al final no cabía duda de que su hijo siempre seria su pilar más fuerte para recordar porque lucharon principalmente.

- o mi pequeño bebé está siendo atacado, ¿Qué debería hacer? –fingió pensar, consiguiendo risas divertidas de su hijo y una pequeña sonrisa del azabache—

-¡papi!

- oh... está bien, está bien, Jungkook deja a mi bebé –pidió, el contrario hizo lo pedido y soltó al infante, el cual no paraba de reír, calentando el corazón de sus padres— ¡porque ahora es mi turno!

Y sin más, se lanzó a hacerle cosquillas a su pequeño, no contando con que Jungkook se lanzaría sobre ambos para pellizcarles sus costados, atacando a ambos con cosquillas, olvidando completamente el mal momento anterior, permitiendo que las risas de Taehyung y Jiho llenaran su corazón de alegría y adoración.

- ¡Kookie ya! ¡por favor! –los ojos de Taehyung estaban fuertemente cerrados mientras de su boca brotaban carcajadas, realmente era una imagen que Jungkook siempre guardaría en su mente, y se aseguraría de provocar más de ellas—

Jiho comenzó a tranquilizarse en cuanto sintió que era libre del ataque de cosquillas, aun riendo y agarrando su barriguita por el pequeño dolor de reír tanto, volteo su rostro hacia sus padres, sonriendo feliz en cuanto vio como ambos se observaban, el cómo su papá Jungkook acariciaba la majilla de su papi, se amaban, lo sabía, y eso hacía que su pequeño corazón sintiera tranquilidad y felicidad.

Jungkook observaba a Taehyung, sus lágrimas habían desaparecido, pero sus ojitos seguían algo rojos, su cabello estaba alborotado y su rostro levemente rojo; dios, realmente era una obra de arte ante los ojos del azabache.

- ¿Jung-

Sus labios fueron sellados por los contrarios, callándolo al instante, sus ojos se abrieron de sobremanera por un mini segundo, lo siguiente que supo es que en medio de una sonrisa siguió el pequeño beso, colocando su mano sobre la que Jungkook tenía en el rostro.

Sus labios se separaron, solo lo suficiente como para poder ver al otro a los ojos. El castaño no decía nada, solo disfruto la cercanía al sentir como Jungkook juntaba sus frentes.

- lo resolveremos y superaremos –susurro— siempre lo haremos, confió en nosotros con mi vida.

Una lágrima cayo por la majilla del contrario, y una sonrisa apareció en su rostro, su hombre y su hijo estaban con él, ambos estaban a salvo, todo estaba bien, todo estaba en paz. Giro su rostro para ver a su hijo, quien los veía con una sonrisa enorme.

Su arreglarían, hablarían, su superarían entre los dos, luchando por los tres, siempre seria así.














El sonido de una campanita avisando de que las tostadas estaban listas lo hicieron salir de su transe, recordando días buenos y malos, pero a fin de cuentas como la palabra dice, son recuerdos, hay dolorosos y hermosos, pero solo se van quedando atrás en la larga historia que será su vida.

Ahora, después de tres años, si pensaba en su vida, centraba sus recuerdos en Taehyung y en su hijo, concentrándose siempre en ellos, viviendo cada día, tratando de seguir adelante sin pensar en el pasado, solo viendo al futuro.

Sacando las tostadas, lastimosamente quemándose al instante por estar distraído y sacarlas con las manos. Inmediatamente fue al fregadero a tratar de calmar el ardor, volteando los ojos en cuanto escucho una risa atrás de sí.

Volteando la cabeza vio a Taehyung, quien ahora mostraba su rubia cabellera y una hermosa sonrisa divertida, así como su camiseta que llegaba sobre sus rodillas, dando a relucir esas hermosas piernas acaneladas.

Estaba de pie, pudiendo caminar normal, estaba sonriendo, sonriendo de forma sincera y genuina, y lo veía con esos ojos, esos bellos ojos que esparcían un brillo que alguna vez creyó apagado.

- ¿en dónde tenías la cabeza, eh? –pregunto divertido mientras se acercaba y a la nevera para sacar un jugo—

- pues anoche la tenía entre tus piernas –dijo divertido, tomándose el gusto de dar una nalgada a esas tentaciones rellenitas que tenía enfrente, rio en cuanto el contrario volteo a verlo con el ceño fruncido— las pones enfrente de mí, no es mi culpa.

El ahora rubio tan solo viro los ojos y siguió en lo que estaba, ignorando la risa de su esposo.

- ¿a qué hora llegara Jiho? –pregunto el azabache mientras llevaba el desayuno a la mesa, siendo seguido por el rubio—

- Yoongi dijo que se estaban divirtiendo, asique hoy lo llevarían al acuario, probablemente a las ocho o nueve de la noche, asique llegaran justo para la cena.

Ambos se sentaron y comenzaron a desayunar como cada mañana, de forma tan hogareña, tan hermosa, ambos guardaban cada momento pequeñito en su corazón, dándose cada vez más fuerza, convirtiendo su corazón aprueba de todo mal, apreciando su nuevo mundo.

El mundo del rubio era perfecto, su esposo se iba a trabajar algunas horas del día, el comenzó un negocio de pinturas y florería que compartía con Yoongi, su pequeño iba a la escuela, siendo uno de los más listos de su salón, con el paso del tiempo, la familia había decidido adoptar a un pequeño pomeran, quien ahora llamado Yeontan, alegraba sus vidas aún más.

- amor –el azabache lo saco de sus pensamientos— ¿podrías darme una tostada, por favor?

El rubio observo, al contrario, viéndolo de pie a cabeza, mordiéndose el labio al recordar la noche anterior. Sin más, se levantó para estirarse sobre la mesa y poder alcanzar las tostadas, dejando a quien quisiera ver, su figura reluciendo.

Claro que sentía como los ojos de Jungkook le estaban comiendo, sentía esa irada profunda, y por dios que le encantaba sentirse deseado por su esposo, se sentía sexi ante sus ojos, el azabache se encargaba cada día de decirle lo hermoso que era de pies a cabeza, le hacía sentirse deseado, sexi, hermoso y bonito, su confianza aumento con el paso de los años hasta ser intacta, sabiendo ya él lo hermoso que era, pero apreciando los halagos que su hombre le daba.

Con una sonrisa, tomo la tostada levantándose por completo de la silla, caminando pocos pasos hasta donde estaba su esposo, pasando una pierna a cada lado de los muslos contrarios, sentándose en su regazo.

Inmediatamente las manos del contrario fueron hasta la cintura del contrario, pasando sus brazos por completo alrededor de él, abrazándolo protectoramente mientras su sonrisa se hacía más grande.

Ninguno dijo nada, Jungkook simplemente se dispuso a abrir su boca cada vez que el rubio decidía alimentarlo, claramente, entremedio agregando unos cuantos besos.

- sabes... --comenzó el azabache, mientras sus manos subían y bajaban por la espalda del rubio, de vez en cuando acariciando sus glúteos— estuve pensando...

- ¿sí?

- nos mudamos de casa porque la anterior era pequeña para los cuatro, y en esta caben más de ocho personas, yo estaba pensando... no lo sé, podríamos considerar...

- Jungkook...

El azabache suspiro y llevo su rostro al cuello de su esposo, ocultándose ahí, sintiendo las caricias en sus cabellos.

- realmente me encantaría darle un hermano o hermana a Jiho, me encantaría verte embarazado, me emociona el cumplir tus antojos, ir a las citas médicas juntos, comprar ropita, levantarnos en la madrugada para cuidarlo, de verdad quisiera...

- ¿de verdad... quieres que tengamos otro hijo? –pregunto, separándose, dejando a la vista sus ojos brillosos— Jungkook, por favor dime que no es broma.

- jamás bromearía con algo así, eres mi vida, tú y Jiho son mi vida, pero no veo porque no podríamos incluir a alguien más.

Los ojos del rubio se llenaron de lágrimas, lanzándose más cerca del azabache para abrazarlo con fuerza, llenando de besos su rostro, dejando notar su emoción en tal confesión del contrario.

- ¡claro que sí, mi amor! Sería un sueño cumplido el expandir nuestra familia.

Ambos se abrazaron con fuerza, Taehyung no soporto más y unió sus labios, dejándose llevar por el momento tan hermoso ¡otro hijo! Realmente había sido una ilusión escondida y olvidada dentro de sí, y ahora que salía a la luz, no podría estar más contento y feliz.

Ambos de acuerdo, respetando los sueños del otro, pero compartiendo los mismos, hacia que todo fuera aún más perfecto, simplemente eran ellos, siempre fueron ellos, viéndose a través de los ojos del otro.

- pues... en ese caso –comenzó el rubio, alejando su rostro para observar al contrario a los ojos— tus manos no están en el lugar correcto, mi amor –dijo, para luego tomar las manos contrarias, las cuales se encontraban en su cintura, y bajarlas hasta su trasero, sonriendo en cuanto sintió un apretón—

- ¿estás seguro, amor? ¿no te duele aún? –pregunto sin quitar sus manos del trasero contrario, pero al mismo tiempo, sin apartar la vista de los ojos del rubio, verificando su respuesta, no quería lastimarlo, ni ahora ni nunca— por favor se sinceró ¿sí? Sabes que puedo hacer muchas cosas sin llegar a la penetración, si te sientes adolorido-

Ahora era él quien se vio obligado a callarse en cuanto unos labios se posaron sobre los suyos, la delicadeza era un completo fantasma en el beso del cual era prisionero. El rubio mordió su labio inferior con algo de fuerza, obligándolo a abrir su boca y dejar a sus lenguas encontrarse y degustarse.

Los movimientos de cadera empezaron y la mente del azabache dejo de funcionar, sus manos se apretaron en los glúteos ajenos, y con fuerza moderada, comenzó a marcar un ritmo deseado.

- Tae...

- shhh –dijo, con una sonrisa guio su boca hacia el oído de Jungkook, mordiendo con delicadeza y susurrando: -no soy de cristal amor, asique follame tan fuerte como desees.

Esa fue una señal para que los ojos de Jungkook brillaran cual niño pequeño que el acaban de regalar el juguete que espero por meses. Taehyung era su todo, su esposo, su mejor amigo, su confidente, y por supuesto que era su amante en las noches.

Siempre ha sido con respeto, siempre respetando los límites del otro, conversando que les gusta o que no, pidiendo autorización para algunas cosas, hablando que no les pereció para mejorar y cambiar a algo que ambos disfruten. Siempre haciendo el amor.

El rubio sintió como su trasero toco la madera de la mesa, abriendo sus piernas de inmediato, envolviéndolas alrededor de la cadera del contrario, permitiendo que sus bocas danzaran desesperadamente contra la otra. Ninguno se limitó a explorar los lugares ya conocidos, pasando sus manos por el cuerpo del otro, apretando ciertos lugares, delineando otros, amando cada parte.

Sin pedir permiso alguno, Taehyung tomo la camiseta del azabache y comenzó a levantarla, en una clara petición. El contrario con una sonrisa hizo lo pedido, dejando a la vista de su esposo todo lo que le pertenecía hoy y siempre. Y claro, el rubio no podía estar más contento de ver semejante hombre frente a él. Acercando su mano, desde el comienzo de su pantalón hasta el marcado abdomen, recorrió a palma abierta, para después llevar su otra mano, y acariciar hasta los pectorales, que dios, Taehyung podría jurar que babearía en cualquier momento.

Su cuerpo tan sexi y firme le hacía imaginar cosas para nada puras, pero realmente nadie podría culparle, al tener tan obra maestra como esposo. Mientras tanto el azabache lo observaba con una sonrisa divertida, le encantaba ser admirado por su esposo, pero ya se estaba desesperando.

- agárrate fuerte. –susurro, para luego tomar sus muslos y caminar hacia la habitación, permitiendo que el rubio besara y mordiera su cuello y clavículas tanto como quisiera—

Hubiera sido realmente caliente para ambos hacerlo sobre la mesa, pero Jungkook sabía que su esposo aún tenía cierto dolor, y hacerlo sobre esa superficie le dejaría peor, asique, por más que hubieran deseado ese escenario, el azabache siempre preferirá la comodidad de Taehyung, además, no pareciera que el rubio se estuviera quejando, ya que en cuanto llegaron a la cama, lo obligo a sentarse con él sobre su regazo.

- estas muy ansioso... ¿no fue suficiente con lo de anoche? –cuestiono divertido Jungkook, aun así, su voz demostraba su agitación y excitación, el tener al rubio balanceando su trasero justo sobre su pene era básicamente el cielo en ese momento—

- siempre tengo ganas de ti Kook –dijo bajito, seduciéndolo sutilmente con su tono de voz, sonriendo en cuando Jungkook abrió sus ojos en confusión y queja en cuanto sintió el alejamiento del cuerpo contrario—

Sin darle voto para hablar, Taehyung se arrodillo frente a su esposo, bajando casi con desespero su pantalón corto y ropa interior, sintiendo su boca hecha agua en cuanto ese gran miembro se mostró frente a él. Jungkook lo veía expectante, quizás en busca de una orden o indicación, y Taehyung no podía estar más feliz que de su esposo le cediera el control cada que quisiera.

Sin ninguna pizca de timidez, el rubio tomo la mano derecha de Jungkook, llevándola a sus dorados cabellos, sonriendo ladinamente mientras lamia sutilmente la punta del miembro contrario.

- marca el ritmo que desees, no debes ser delicado.

Y sin eso dio rienda libre a que la excitación del contrario creciera, dejando su mano en los cabellos contrarios, solo reposándola ahí, permitiéndose disfrutar las lamidas que el rubio proporcionaba por todo su miembro, como si fuera su dulce favorito. Desde de un minuto, con una última sonrisa, el de cabellos dorados engullo por completo el miembro de Jungkook, llevándolo hasta lo más profundo de su garganta, gimiendo alto en cuanto sintió un agarre firme en sus cabellos.

- aprieta mi muslo si es demasiado.

Y sin más, comenzó a obligarle a seguir su ritmo, bajando su cabeza con rapidez, y levantando su cadera en acompañamiento de esta, penetrando la tan exquisita boca de su esposo, sintiendo la calidez de esta. Su excitación subió aún más en cuanto vio como el rostro del rubio se tornaba rojo y sus ojos se volvían llorosos.

- carajo... –suspiro, gimiendo libremente, sabiendo que a Taehyung le encantaba escucharle— ah... Ta-Tae...

Su garganta se sentía arder, se concentraba en respirar por la nariz, pero su verdadera concentración estaba en aumentar los gemidos del azabache, su voz ronca sonando desesperada le fascinaba, le encantaba provocar eso en él.

No pudo evitar gemir en queja cuando sintió un fuerte tirón en su cabello, obligándolo a levantar la cabeza y ver al azabache desde abajo, quien tenía sus cabellos pegados a su frente, por esto, su cuerpo sudado y su pecho subiendo y bajando. Jungkook lo estaba devorando con la mirada y Taehyung hacia lo mismo.

- por más que me encante tu boca cariño, ya me estoy desesperando –admitió sin pena, tomándolo de la cintura, colocándolo en la cama para subirse sobre él— me avisas si quieres detenerte, ya lo sabes, si no te sientes cómodo, o algo no te gusta o-

- o si me duele –termino su frase con una sonrisa, cautivado por la actitud tan madura y considerada a la hora de tener intimidad, realmente lo amaba tanto— puedes hacer lo que desees Kookie –dijo, abriendo sus piernas aún más, seduciéndolo en un obvio movimiento, paso su propia mano lentamente desde su pecho hasta lo más oculto en su cuerpo— compláceme, amor.

Y como si de una orden se tratara, Jungkook tomo esa traviesa mano junto con la otra, apretando ambas sobre la cabeza del rubio, bajando su rostro, acercándose a sus labios, sonriendo divertido en cuanto el contrario estiro su boca en la espera de un beso, pero solo recibió un susurro: – quédate quieto.

Después de esa petición, el azabache fue directamente al cuello de su pareja, besándolo, succionándolo, dejando pequeñas mordidas que se convertirían en pequeñas marcas. Se permitió disfrutar el cuerpo de su hermoso doncel, besando sus clavículas, hasta llegar a esos apetitosos botones, metiendo uno a su boca mientras su mano jugaba con el otro, torciéndolo, enviándole una descarga eléctrica a su pareja.

- ¡ah! –gimió el rubio, olvidando la orden dada, llevando sus manos a los cabellos contrarios, abrió los ojos en cuanto sintió sus manos ser tomadas con fuerza para volver a ser colocadas sobre su cabeza— Kook...

- te dije que te quedaras quieto.

- pero yo-

- sabes que no hago nada sin tu permiso mi amor –dijo, besándolo castamente, escuchando un jadeo de protesta del contrario, quien esperaba más— pero ya que no puedes cumplir una simple petición, tendré que ayudarte a hacerlo.

En menos de dos minutos, Taehyung pudo ver como su esposo, se paraba de la cama, y caminaba hacia su closet, realmente pensó que suerte tenía al poder ser el único en apreciar esa espalda tan firme. Pero sus pensamientos fueron interrumpidos en cuanto su esposo volvió, y sin hacer ninguna pregunta, tomo sus manos atándolas juntas al cabezal de la cama matrimonial. Para luego desnudarlo por completo, arrojando la ropa a cualquier lugar.

Carajo.

- Kookie...

- tú solo te concentraras en disfrutar, ¿entiendes?

- pero-

- ¿entiendes? –volvió a preguntar, su voz más firme, más gruesa y baja, dios Taehyung podría correrse solo con escucharlo—

Obedientemente asiente con la cabeza, le encanta lo que está pasando, le encanta cuando pasa, él sabe que Jungkook está al tanto por su fascinación por ceder el control, por dejar que el azabache haga lo que quiera con él, ambos fueron descubriendo con el tiempo, y bueno, él descubrió, le encantaba ser sumiso a su esposo.

Sus pensamientos y cualquier que pudiera venir se fue al carajo en el momento en que sintió a su esposo morder su pezón, para luego pasar su lengua encima, creando una sensación de calor por todo su cuerpo. En un intento torpe de cruzar sus piernas y poder darse un roce el mismo, recibió una palmada en el muslo que lo hizo gemir, no dolió, solo se sintió caliente, no había maldad, solo dos hombres amándose a su manera.

- no cierres las piernas.

Y siguiendo su propia palabra, tomo ambas acaneladas por los muslos y las abrió tanto como podía, su fuerza logro levantar un poco la cadera del rubio, logrando regalarle una vista realmente espectacular de todo lo que probaría a continuación.

- n-no mires tanto –susurro avergonzado el rubio, sus mejillas envueltas en un tierno carmesí—

Una sonrisa ladina fue lo que recibió.

Seguido de eso, a su esposo colocando sus muslos en sus propios hombros, llevando su boca directamente a la parte más privada de su cuerpo, lamiendo alrededor, succionando, disfrutando el gran fruto que era su amado, y el mencionado, tan solo pudo gemir, su vista se volvía blanca, y su cabeza se iba hacia atrás.

- ¡Mmhp! Jung-Jungkook... sí, así... --suspiro, envolviendo con sus piernas la cabeza de su esposo, obligándolo a permanecer ahí, y tomar más de él—

Sintiéndose aún más caliente por escuchar su nombre salir de esos carnosos labios, se motivó aún más, separando su boca del lugar, recibiendo un pequeño gemido en queja que fue inmediatamente sustituido por un suspiro al meter dos de sus dedos dentro de su esposo, al mismo tiempo que su boca de dirigía a la polla del rubio y la atendía tal cual su esposo lo hizo anteriormente.

Sus dedos se movían con rapidez dentro de su esposo, los movimientos eran sencillos debido al gran lubricante que salía del rubio, y el mencionado, estaba simplemente disfrutando tal cual le ordenaron, concentrándose lo más posibles en los movimientos de la lengua de su esposo sobre su miembro y en los dedos dentro de él.

- a-abre tus dedos~

Obedientemente el azabache vuelve sus dedos como tijeras, estirando aún más a su esposo, quien no podía detener sus gemidos, casi gritando en cuanto sintió cierto punto ser tocado.

- Kook~ ya... ya estoy lis- ¡ah! –grito en cuanto sintió dos dedos más ser agregados—

- no, no lo estas, y quiero que estes bien cuando lo hagamos amor, porque pienso confiscarte a la cama toda la mañana y tarde –dijo, moviendo los cuatro dedos dentro de su esposo, quien mantenía sus ojos en blanco mientras que con fuerza apretaba la corbata que le confiscaba sus manos—

Tomando una fuerte respiración, en medio de gemidos, levanto su cabeza para tratar de conectar su mirada con la del azabache. Sus mejillas se enrojecieron en cuanto visualizo a su esposo en medio de sus piernas con una sonrisa ladina mientras lamia su miembro. No despegaba la vista.

Dando una última lamida, con una sonrisa comenzó a subir sobre su esposo, sin dejar de mover sus dedos, calentándose cada vez más con los gemidos agudos del rubio, quien trataba de no despegar la mirada, a pesar de tener ganas de voltear los ojos, no quería apartar la mirada del hombre que amaba.

- ¿te gusta? ¿te encanta no es cierto, amor? –pregunta, aumentando la velocidad de sus dedos— vamos cielo, dime cuanto te gusta~

- ¡ah! ¡Ju-Jungkook!

El rubio sintió como una mano iba a su mentón y lo tomaba de forma firme, obligándolo a ver a los ojos al hombre frente a él.

- dime cuanto te gusta que mis dedos estén dentro de ti.

- m-me en-encanta... m – admitió con sus mejillas rojitas— me encanta Kookie, pe-pero por favor... ya estoy listo... y-ya estoy... ¡ah!

Jadeo en cuanto sintió algo más grande entrando en él, podía sentir perfectamente como su propio agujero se expandía, podía sentir las venas del miembro contrario dentro de sí. Su cuerpo se sentía cada vez más caliente, el pequeño ardor que sentía en la parte baja de su cuerpo le daba electricidad a todo su ser.

- dios... estar dentro de ti se siente como el puto cielo, mi amor –jadeo Jungkook, llevando su rostro al del rubio para besarle con cariño— tomate el tiempo que necesites amor, lo sabes.

El rubio asintió con los ojos cerrados, realmente ya estaba listo, no sentía dolor, pero le encantaba tomarse su propio momento para poder sentir a su esposo dentro de él, sentir ese lugar tan caliente donde ambos estaban unidos, realmente era algo que le encantaba.

- puedes moverte, hazlo sin miedo Kook, no voy a romperme.

- ¿seguro?

- estoy en tus manos Kookie.

Ambos se sonrieron, con un último beso, Jungkook comenzó a moverse, sacando su miembro hasta la punta para luego volver a entrar completamente, moviendo su cadera en una ola, permitiéndole a su esposo sentirlo por completo.

- carajo...

- ¿te gusta? –pregunto en medio de un gemido, moviéndose lento, pero curvando su cadera, desesperando a su esposo—

- más... m-más rápido... – pero solo recibió unas duras embestidas igual de lentas, podía sentir a su esposo salir hasta la punta y embestirlo fuertemente de forma lenta— por favor~

Pero solo siguió recibiendo la burla de su esposo, por lo que, decidido, cruzo ambas piernas tras la espalda de Jungkook y lo empujo hacia él, impulsándose con la cadera para encontrarse en medio de las embestidas. Jungkook estaba concentrado, admirando a su esposo penetrarse a si mismo, casi con desesperación, y eso fue todo lo que necesito para enderezarse, tomar la cintura del rubio y comenzar a penetrarlo con rapidez y fuerza.

- ¡ah! Jung... ¡mmhp! –los ojos del rubio estaban cristalizados, entre sus labios abiertos un poco de baba se hacía presente. Estaba pasando por una ola de placer que solo el hombre entre sus piernas podía darle— qui-quiero tocarte, Kookie... por favor, qui-quiero tocarte...

No tuvo que pedirlo dos veces, Jungkook de inmediato desato la corbata y le dejo libre sus manos para que tocara todo lo que quisiera todo lo que le pertenece.

Las manos del rubio fueron directamente a su espalda, pasando sus uñas por esta fuertemente, sabiendo que eso le encantaba al azabache, sonrió al sentir como era embestido con más fuerza debido a esto.

Enderezándose, tomando ambas piernas colocándolas ambas en uno de sus hombros, comenzó a embestir con fuerza, deleitándose con los gemidos que el rubio soltaba. Amaba cada sonido que salía de la boquita de Taehyung, como sus ojos se ponían blancos, como sus nudillos se colocaban más claros al apretar las sábanas tan fuerte, realmente era una obra de arte.

- Kookie... ven... – hizo su petición, estirando sus brazos para atraerlo. Jungkook no se tarde nada en ir donde su esposo, besándolo con pasión y amor, dejándose voltear en cuanto sintió como el rubio se impulsaba para quedar sobre él—

Separaron sus labios, notando un pequeño hilo de saliva que les conectaba. Los ojos del azabache brillaron en cuando vio la sonrisa ladina de Taehyung, luego de eso, ni lento ni perezoso, Taehyung comenzó a mover las caderas de atrás hacia adelante, sonriendo en cuanto escucho los suspiros de Jungkook.

Después de acostumbrarse, comenzó a subir y bajar su cuerpo con más rapidez, gimiendo con libertad, disfrutando con libertad, admirando a su esposo quien lo veía desde abajo con sus ojos llenos de deseo por él. Siguió con sus movimientos, sintiendo un pequeño tirón en su vientre, al mismo tiempo que sentía como era tomado por las caderas y era penetrado más rápido. Jungkook levantaba las caderas para juntar las penetraciones.

- ¡a-ah! Jungkook... es-estoy a...a punto de...

- hazlo, mi amor, vente para mí.

Como si su cuerpo lo hubiera tomado como una orden, su cuerpo sintió un gran escalofrío y una electricidad exquisita, viniéndose en el abdomen contrario y el propio, a los pocos segundos, sintiendo un liquito espeso llenar su interior, haciéndolo más caliente, más acogedor.

- ¡ahg! Mi amor...

Su corazón y respiración estaban acelerados, tenía sus ojos cerrados cuando sintió unos brazos rodearlo, llevándolo hacia el pecho del azabache. Taehyung podía sentir la respiración pesada de Jungkook, podía sentir el sudor de su cuerpo. Era la sensación más bonita que podía sentir, se sentía protegido en los brazos del azabache, se sentía feliz, seguro y calientito, a pesar de acabar de hacer el amor, a pesar de sentir sus piernas temblar y liquido correr por ellas, ambos disfrutaban el calor del cuerpo contrario, dándose el cariño necesario.

- ¿estas bien? ¿te hice daño? –cuestiono Jungkook, como siempre hacia después de tener intimidad con el rubio—

- no amor, jamás lo haces, y jamás lo harás.

Taehyung sintió como los cabellos pegados a su frente eran corridos para luego sentir los labios contrarios en esta. Sonrió ante esto.

- te amo mucho, mi vida –dijo Jungkook, pasando sus brazos protectoramente por el cuerpo del rubio, atrayéndolo aún más hacia él—

- te amo más –susurro— ¿podemos quedarnos así un rato?

Jungkook sonrió, acariciando la majilla de su esposo, del amor de su vida y de las siguientes.

- todo el que quieras. Siempre que quieras.

Pasaron por tantas cosas horribles, pasaron por demasiado para tener que aprender a vivir con eso, ocultándolo en el camino bajo un montón de nuevos recuerdos hermosos. Al día de hoy ambos ya habían sido oficialmente dados de alta del psicólogo, ambos habían sanado tanto física como mentalmente, pudieron dejar su pasado atrás.

Su vida se volvió hermosa para ambos, ambos hacían lo que amaban y estaban con quienes amaban, ambos estaban orgullosos de su hijo, de quien se estaba convirtiendo, y estaban orgullosos de ellos mismos por poder darle una buena y linda familia a su pequeño.

- Jungkook...

- ¿mmh?

- ¿eres feliz?

Jungkook se separó un poco para juntar sus miradas, jamás sacando de su rostro su sonrisa tranquila.

- ¿de qué hablas cariño?

- pues... estamos juntos, nosotros con nuestro hijo, tienes un trabajo que por lo que se te gusta, tengo el trabajo de mis sueños, tenemos a Yeontan, tenemos todo, ¿no?

Jungkook sonrió, dándoles vuelta, dejando a Taehyung bajo de él mientras él se recostaba con cuidado sobre el pecho de este, sintiendo como sus cabellos eran acariciados.

- soy feliz, pero no es tan resumido como lo has dicho, creo que ni siquiera soy capaz de decir todas las cosas que me hacen feliz en este momento, de lo mucho que amo a nuestro hijo, de lo mucho que te amo a ti, de lo mucho que tolero a ese perro... --dijo, ganándose un pequeño zape por parte del rubio, haciéndolo reír— toda mi vida es perfecta amor –confeso, levantándose un poco para poder ver a los ojos a su rubio— es perfecta por poder verte despertar cada mañana, por poder besarte, por poder amarte, mi vida es perfecta porque tanto tú como mi hijo están sanos, tienen un hogar y son felices en el. Así que sí, soy feliz amor, soy la persona más feliz del mundo por el simple hecho de poder abrazarlos.

Nuevamente sus labios se unieron lentamente, sintiendo esa calidez, sintiendo el amor del otro a través de ese pequeño beso. Ambos eran la vida del otro.

- eres mi amor, Kookie, eres la persona que más amo en el mundo junto con mi hijo, hacer de todo por nosotros, de verdad, eres nuestra luz Jeon Jungkook.

Un besito en su nariz fue lo siguiente, sacándole una pequeña risa.

- siempre hare todo por ti, por él y por notros Kim Taehyung. 


fin. 

debo agradecerles por cómo han recibido esta historia, por como la apoyaron y me motivaron a seguir con más capítulos. Pero bueno, esta historia ha llegado a su fin, hubo mucho drama, pero quise darles algo lindo para terminar. 

les pido por favor que vayan a darle oportunidad a mi historia "STAY HERE" que está en mi perfil con algunos capítulos seguidos, la seguiré la próxima semana, asique por favor apóyenla. 

eso, los amo <3 

- nini. 

Apoyen mi manuscrito personal en mi perfil ValentinaBeln943

Leer por favor, no toma más de unos segundos👇🏻👇🏻

mis queridos lectores, si pudiera mi Instagram personal, ¿me irían a seguir? esto tiene un propósito, el cual es que, chicos/a, una de mis metas es lograr publicar un libro, lograr que mis escritos personales puedan llegar a más gente, pero para eso debo tener más seguidores y espectadores. 

ya entregue una vez un libro a una editorial y fue rechazado, fue duro, pero aun así seguí escribiendo y me aventure en los fanfic, creando mundos que realmente me han gustado, me han ayudado a mejorar y ver otro tipo de redacción. 

pero mi meta principal aun esta en curso, estoy publicando mi libro en mi otro perfil de wattpad 

y mi Instagram es: valentina.beelen 

escribir estos fanfic es algo que amo y no dejare de hacer, a muchos les ha gustado y principalmente no me iré por que no quisiera decepcionar a nadie, e independientemente sea cual sea el genero que estoy escribiendo, lo disfrutan, y eso es suficiente para mí.

si me van a seguir a mi Instagram (el cual es privado, pero aceptare las solicitudes) apreciaría que hubiera discreción sobre esta cuenta (por temas obvios y que la gente puede ser muy mala) puedes enviarme mensajes, comentar, interactuar de forma libre, después de todo siempre me ha gustado la idea de ser cercana a mis lectoras. 

pero lo que realmente me gustaría, es que pudieran leer mi manuscrito mientras lo voy subiendo, y apoyándome en Instagram y TikTok de una forma honesta. 

no planeo ser una decepción para ustedes, por favor denme una oportunidad.

¡nos vemos en el próximo capítulo! 

- nini 🌻

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