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Capítulo nueve



Sabía que haría una estupidez, su mente se lo decía y él simplemente fue un idiota por dormirse y dejar a Taehyung con total libertad para escapar de sus brazos. Los chicos lo seguían desde la distancia, puesto que apenas escucho que Taehyung se había ido, Jungkook se subió a un auto y acelero en seguida.

Estaba desesperado, Taehyung no estaba bien, mucho menos estable emocionalmente, no quería ni imaginarse las cosas que pasaban por esa cabeza. Ahora Jungkook tenía miedo, estaba aterrado de lo que fuera a pasar, no tenía que ser un genio para saber que Taehyung iba directamente a ver a Seojoon, y lo peor es que sabía que su impulsividad lo traicionaría.

Confiaba en las capacidades de Taehyung, ¡pero claramente él no era un hombre razonable en esos momentos! ¿Por qué tenía que ir directamente a la boca del lobo? Realmente estaba aterrado de que podía llegar a hacer, de lo que podría llegar a pasarle, no era secreto que Seojoon tenía dinero y una buena posición, pero no era sabido en que parte del bajo mundo estaba, no podían arriesgarse de esta manera.

Le habían prometido a Jiho que estarían ahí en cuanto despertara, ¿rompería esa promesa?

- ¡Jungkook! ¿me escuchas? –escucho a través del parlante de su teléfono la voz de Yoongi, quien también lo venia siguiendo— Taehyung apago si celular, no hay forma de localizarlo.

- no es necesario, se dónde va.

- te seguimos.

Presionando hasta el fondo el acelerador, Jungkook fue mucho más rápido hacia lo que deseaba fuera el destino de Taehyung, debía llegar a tiempo.

Su mente lo traicionaba o no podía evitar pensar en las cosas que podrían pasarle, en las cosas que pudo haber evitado, en las cosas que pudieron ser, pero como a lo largo de la vida aprendió, "el hubiera no existe" y ahora solo le quedaba esperar y atenerse a lo que podría pasar.

Pero a pesar de todo, sigue rezando a quien sea para que su Taehyung no se convierta en solo un recuerdo hermoso, que su vida no se base en el arrepentimiento de haber perdido al hombre que ama ni haberle quitado a su padre a Jiho, hay cosas que él tampoco podría tolerar.

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Un castaño se bajaba de un auto, el cual dejo estacionado a tres calles de su destino, su mente no le reflejaba nada más que ira pura, se sentía como un depredador que quería a su presa, como un hombre vengando la muerte de su amada, su mente pedía sangre, su corazón pedía dormir, solo necesitaba completar con su último deseo para poder librar a su alma de la oscuridad.

Su mente era oscuridad, su corazón lo era, absolutamente todo en él lo era, ¿Jungkook y Jiho? Su corazón los amaría por siempre y para siempre, pero ya no podía ni siquiera pensar, estaba ahogándose, y le quedaban pocas bocanadas de aire para sobrevivir lo suficiente.

Con aun dolor en sus heridas mal curadas, se dirigió a paso rápido a la que fue su casa por un largo tiempo, un largo y horrible tiempo. En cuanto la visualizo su mirada no pudo evitar perderse ¿en qué momento pudo llamar a ese lugar "hogar"? ¿en qué momento se perdido tanto como para sentirse tranquilo y a salvo ahí dentro?

Estaba por entrar nuevamente a su prisión, vería a los ojos al hombre que tanto daño le hizo, al que le permitió usar su cuerpo como un trapo viejo, al que le permitió agredirlo como si se tratara de un saco de boxeo, al mismo hombre que lo compraba con un perdón, con un pequeño beso, o un ramo de flores, al mismo hombre que fue el diablo disfrazado de ángel en su paraíso imperfecto.

Comenzó a acercarse por atrás, a los jardines, los cuales recordaba perfectamente, sabia por dónde entrar, él mismo hizo una entrada y una salida, no sabe si fue su instinto de supervivencia que le indico tener un escape, o solo su pequeño deseo ciego de una corta libertad de vez en cuando.

Puede recordar que cuando Seojoon se iba a trabajar y Jiho se iba a la escuela, él se escabullía con dolor en todo su cuerpo, con tal de poder ir a pasear o caminar unos minutos a un parque cercano, ese poco tiempo que lograba tener para mantenerse cuerdo, eran los que más le hacían sentir asco de él mismo.

Él mismo escapaba, pero le decía "solo saldré a caminar" él mismo se sentía atrapado, pero jamás fue capaz de reconocerlo, quizás en su interior lo sabía, no estaba seguro, pero realmente ser tan ciego, haber sido tan ciego todo este tiempo, haber dependido de un hombre así, haber dejado que le hiciera tantas cosas, solo sumaba el asco que se tenía, y el deseo de venganza que corría por sus venas.

Con cuidado, con la misma o aún más cautela que la que tenía antes, tomo el pedazo de madera y lo hizo a un lado, deslizándose por debajo, ensuciándose en el proceso, pero logrando entrar al infierno disfrazado de hogar. Sus ojos temblaron por unos momentos, el miedo estaba presente claro, pero el odio podía más, el rencor podía más.

Con sigilo llego hasta la puerta que daba ingreso hacia la cocina, donde las personas que iban a hacer algunos quehaceres del hogar entraban cuando debían. Pudo ver que no había nadie, tampoco escuchaba a alguien, era como si la casa estuviera vacía.

Claramente él no se creía esto.

Él no tendría como saber que ellos iban tras él, pero no podía dejar de lado la idea de que ya estaba enterado y los estaba esperando. Taehyung también sabía que posiblemente Jungkook estuviera en camino, por lo que debía apresurarse, no quería tener que ponerlo en esta situación, de la cual solo él era responsable, ya no más.

En cuanto llego a la puerta que separaba la cocina con uno de los pasillos, logro escuchar unas voces.

- ¿así que el inútil está muerto ¿no?... maldición, ¿y ninguno fue capaz de hacer el trabajo? –esa era la voz de Seojoon— el mocoso esta con ambos ¿verdad?, bien, pues es obvio que llegaran a mí de un modo u otro, alista un jet – el muy cobarde planeaba escapar, Taehyung no estaba dispuesto a dejar que se vaya de forma tan cobarde— sí, nos moveremos de Asia hacia Europa, no puedo verme involucrado en esto.

Escucho como colgó la llamada y comenzaba a subir las escaleras, una vez no escucho nada, salía de su escondite, para ganarse justo en la apertura debajo de la escalera. No podía dejarlo ir, ese hijo de puta merecía lo peor del mundo, y él se encargaría de cobrarle factura antes que el diablo.

Era inteligente, era fuerte, siempre lo fue, tal vez perdió sus cualidades, pero si alguna vez fue lo suficientemente capaz de hacer grandes cosas, aun podía hacerlo, aunque sea una vez, solo esta vez. Tomando la cuchilla que descansaba en su cintura, comenzó a caminar por los pasillos, deteniéndose cuando escucho unas voces; eran guardias, contratados por Seojoon.

Taehyung suspiro, ellos tendrían las mismas intenciones de hacerle daño, ellos jamás hicieron nada cuando lo veían en el piso lleno de sangre, jamás lo ayudaban cuando ni siquiera podía ponerse de pie por tantos golpes y maltratos en su cuerpo, esos eran los mismos hijos de puta que vieron lo que Seojoon y sus amigos le hicieron y se rieron.

- ¡¿Qué rayos...?! –no pudo decir nada más, porque una navaja de clavo directamente en su garganta, impidiéndole el habla y el aire, llevándolo a una muerte sufrible—

Nadie ahí merecía ningún tipo de piedad, todos ahí de una manera u otra contribuyeron a que todo esto pasara, a que todo este infierno se construyera, Taehyung estaba decidió a ser él mismo el que se encargara de hacerlos pagar. Ahora debía continuar con los otros, por lo que lograba escuchar no eran demasiados, no más de ocho cuidaban el primer piso. Debía darse prisa, Seojoon no demoraría en bajar para tratar de largarse.

Con cuidado comenzó a caminar, casi gatear, hacia el otro pasillo, del lado derecho de las escaleras, escuchando a otros dos tipos, los cuales al parecer trataban de contactarse con los que ya había asesinado. Apresuro sus pasos y en el momento en que uno dio vuelta justo en la esquina del pasillo, le lanzo una navaja, dándole directamente en la garganta, evitando que pudiera gritar, el único ruido escuchado fue su cuerpo cayendo muerto al piso.

- ¿hermano, ya los viste? –escucho al otro tipo—

Con rapidez levanto su navaja y se escondió en el límite de la pared para esperar al hombre.

- vamos, ¿los encontraste o no....?

En cuanto el hombre se percató que Taehyung estaba ahí, este no tuvo tiempo ni de levantar su arma cuando la navaja del castaño cayo directamente en su ojo con fuerza, alcanzo tal profundidad que ni pudo gritar, solo sentir dolor, un dolor agonizante que lo llevaba camino al infierno lentamente.

Una vez el corazón del hombre dejo de latir, Taehyung levanto su vista para ver a los cadáveres que había dejado a su paso, hacia tanto no presenciaba una muerte hecha por él, hacia tanto había abandonado por completo este horrible mundo, que a pesar de buscar una justicia ignorada por otros, le hacía perder su humanidad.

Ignoraba completamente el hecho de que su corazón y mente se estaban adentrando más a la oscuridad, porque al fin y al cabo ya lo le importaba, no interesaba nada más que acabar con el causante de mucho de su sufrimiento, del causante de casi perder a su hijo. Cada vez que volvía a su cabeza el recuerdo de Jiho con una sonda en su pequeño brazo para extraerle las drogas que metieron a su cuerpo, la furia de Taehyung crecía.

Él podía dejarse de lado sin problemas, podía dejar de lado todo lo que Seojoon le hizo a él, pero el solo hecho de recordar lo que le hizo a Jiho, su instinto de protección le hacía cargar con aun más odio en su cuerpo.

Se había metido con su hijo, se había metido con su alma y vida entera, se había metido con él, cabo en su mente hasta que lo convirtió en nada, acabo con su cuerpo hasta que llego al punto de no sentirlo suyo, lo alejo todo lo que pudo del único hombre que lo haría ver la realidad de su vida. Hizo de su vida nada, así que no tenía nada que perder, su vida ya no valía ante sus ojos, así que si la perdía, la perdería matando a ese hijo de puta.

Le quedaban cuatro hombres por sacar del camino, algo realmente fácil para un padre desesperado y con deseos extremos por vengar el daño hecho a su hijo. No importaba su ropa llena de sangre o su consciencia perdida, no dejaría que Seojoon huyera de todos los pecados cometidos.

- ¿Qué está pasando? ¿por qué no se apresuran? –escucho decir a un hombre, oyendo exactamente los pasos de los cuatro hombres restantes, respiro hondo y conto las navajas que tenía encima—

Taehyung era realmente un genio con las armas, jamás había fallado en un disparo, mucho menos con armas blancas, tenía una puntería perfecta desde temprana edad, su mente fría y calculadora, además de haber sido considerado prodigio a tan corta edad, lo ayudaban con todas sus habilidades físicas además de mentales. Ningún hombre de ahí se salvaría de él.

La primera navaja, cayó en la garganta del primer sujeto, el segundo no pudo decir nada porque su frente yacía perforada por este filoso objeto. Los otros dos trataron de gritar, de levantar sus armas para alertar a su jefe o a los demás de la persona que estaba invadiendo su territorio, pero al igual que los otros, tuvieron el mismo destino, uno con una perforación en la garganta y otro en la cabeza.

Quien viera la escena pensaría en seguida que un asesino serial había sido el responsable, que alguien realmente que estaba mal de su cabeza, un psicópata o sociópata era el responsable de tal acto tan abominable. Cuando no era nada más que un padre vengando el daño infringido a su hijo y a él mismo.

Su mirada estaba completamente vacía, sabía que estaba actuando despiadadamente, de una forma que jamás pensó actuar por su cuenta, pero su ira aun podía más que él, su ira y su enojo estaban completamente apoderándose de todos sus sentidos, llegando a no pensar con mucha claridad. La adrenalina, el ver a tantos cuerpos sin vida por su causa, hacia que su mente estuviera a punto de entrar a un estado de shock, pero Taehyung seguía negándose a parar.

Algo que algunas personas no entienden, es que cuando tu cuerpo, su mente y tu corazón te dicen que pares, debes parar, debes detenerte, porque están en el límite del colapso; es como sentir tu propia sangre calentarse en tu cabeza, sintiendo tu adrenalina tan grande que crees que vas a explotar. Y una vez que cumples tu objetivo ¿Qué crees que pasa?

Pero a la mayoría de las personas esto no les importa, más aún en una situación como esta, donde la sed de venganza o justicia nublan cualquier juicio, y es que tampoco se les podría criticar, cuando jamás recibieron ayuda de ningún tipo, cuando les dieron la espalda, cuando vieron sus señales de ayuda, pero jamás actuaron. Simplemente no se les podía culpar por actuar por su cuenta.

Mientras subía la escalera con el mayor sigilo posible, Taehyung no pudo evitar recordar un parde momentos de su vida, momentos que lo llevaron hasta aquí que parecían ser irreales.

Su boda con Jungkook, todos estaban felices, aplaudían, pero el mundo seguía siendo de ellos, siempre fue únicamente de ellos, incluso para cuando llego Jiho, él vino a agrandar su mundo, sería algo de lo que jamás podría arrepentirse.

Una vez llego al segundo piso, donde sabía que Seojoon estaría, avanzo con cautela, no oyendo nada ni a nadie, una vez se aseguró que el lugar estaba vacío, comenzó a caminar hacia la habitación que alguna vez compartió con Seojoon, la misma en la que fue víctima de muchas atrocidades.

Debía calmarse, por lo que se detuvo un segundo a tomar una onda respiración, si se dejaba llevar demasiado por los recuerdos y el odio, terminaría arruinando todo, necesitaba concentrarse, estar completamente atento a cada movimiento que podría hacer, necesitaba encontrar un lugar seguro en su mente.

Entonces dos pelinegros llegaron a su cabeza.

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- quiero verlo ¿Por qué tardan tanto?

- tranquilo –lo arrullo el azabache— nos dijeron que todo estaba bien, pero que debía primero pasar los primeros análisis, relájate ¿sí?

Esa sonrisa, esa hermosa sonrisa que a pesar de que no la ha visto tan seguido, siempre conseguía hacerlo sentir en calma y sacarlo de sus pensamientos, Taehyung había encontrado un refugio en sus ojos, sonrisas, en los abrazos, besos, en todo del pelinegro.

- solo quiero tenerlo en mis brazos... – susurro Taehyung, recargando su cabeza en el hombro de Jungkook, disfrutando la cercanía que había olvidado por un tiempo—

- yo igual lo deseo pequeño, solo debemos esperar un po-

Sus palabras fueron interrumpidas por el sonido de la puerta de la habitación abriéndose, dejando ver a una enfermera, quien cargaba una bolita de mantas pequeña.

- alguien quiere conocer a sus padres –dijo la enfermera con una sonrisa, entregándole delicadamente al bebé a Taehyung—

El mencionado no dijo ninguna palabra, su rostro estaba en blanco, solo estiro los brazos para recibirlo, y en cuanto lo tuvo en sus brazos, en cuanto pudo ver su carita, sus ojitos cerrados por estar en el mundo de los sueños, una sonrisa acompañada de un sollozo se escuchó.

- es perfecto –dijo, con lágrimas en los ojos, pasando cuidadosamente su dedo por el rostro del bebé, sonriendo cuando vio su ceñito fruncido— ¿Qué sucede bebé? ¿tienes una pesadilla? –dijo, acercándolo a su rostro, hasta que pudo sentir su olor— no te preocupes, yo te protegeré, siempre te protegeré –susurro, como una promesa secreta entre ambos—

La enfermera sonrió, dejándolos solos en la habitación. Por su parte, Jungkook no podía quitar sus ojos de su hijo, su hijo... era tan raro decirlo, ver crecer el vientre de Taehyung y ahora tener el fruto de ambos aquí, frente a sus ojos. Sentía que volvía a enamorarse.

Era pequeño, tan pequeño, sentía la necesidad de protegerlos a ambos, de hacer de sus brazos un lugar seguro. Recuerda haber sentido alguna veces pataditas de la pancita de Taehyung, él siempre lo tomo como un saludo por parte de su hijo, ahora verlo, poder tocarlo, realmente se sentía como la persona más afortunada del mundo.

- es muy pequeño –susurro Jungkook—

- ¿quieres cargarlo?

Jungkook vio al pequeño en los brazos del contrario, sus ojos iluminándose cuando los pequeños ojitos se abrieron y lo enfocaron a él.

- y... ¿si le hago daño? Es muy pequeño Tae...

Taehyung solo sonrió y estiro al bebé en sus brazos hacia los brazos de Jungkook, y tal como pensó, el instinto lo ayudo a cargarlo como debía, a sostenerlo para evitar que cayera. Taehyung suspiro, sabía que su hijo estaría a salvo en los brazos de Jungkook.

Jungkook soltó una pequeña risita cuando si dedo fue atrapado por la manito de su hijo, realmente parecía algo irreal.

- él ya te reconoce como su padre Jungkook, ya formo un lazo contigo.

- ¿en serio? –a Taehyung casi se le para el corazón al ver los ojitos brillosos de Jungkook, los cuales reflejaban una gran emoción—

- así es, sé que te amara mucho, tú serás su lugar seguro ahora.

Jungkook volteo a ver a Taehyung, no pudo evitar que su mente jugara un poco, estuvo algo apartado estos últimos meses, el trabajo lo consumía y realmente se sentía un idiota.

Con cuidado, le devolvió al bebé, para luego sentarse a su lado y abrazarlos a ambos.

- los protegeré a ambos, siempre estaré para ambos –una lágrima de Taehyung amenazaba con salir— perdón por haberme alejado Tae, no volverá a pasar, seremos una familia, y este pequeño de aquí –dijo, tocando con la punta de su dedo la pequeña nariz del bebé, ambos sonrieron cuando este dio un pequeño estornudo— será nuestro más grande tesoro.

Y ¿Cómo no confiar en sus palabras? Amaba a Jungkook con todo su corazón, solo había cometido un error, y entendía también que se estaba esforzando demasiado, trato de colocarse en su lugar, y asintió con una sonrisa, la idea de una familia, de ellos tres, saliendo al parque, celebrando los cumpleaños de su hijo, de ellos llevándolo al primer día de escuela. Muchos deseos llegaron a la mente de Taehyung que lo hicieron sonreír, sabía que sería difícil, pero confiaba en ellos.

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Con brusquedad limpio la lágrima que cayó por su mejilla, imaginar a Jiho por primera vez en sus brazos, ver a Jungkook sosteniéndolo por primera vez en sus recuerdos, fue solo un detonante más para que su ira subiera.

Tomando el arma con fuerza, se acercó hasta la habitación, respirando con algo de inquietud, sintiendo las gotas de sudor corriendo por su frente, Taehyung estaba listo, dejaba en manos del destino lo que sería de él después de esto.

Tenía que dejar los recuerdos atrás, no tenía tiempo, no sabía cuándo tiempo le faltaría a Jungkook para llegar al lugar, tenía que ser valiente, tenía que salir por un momento de ese agujero en el que estuvo atrapado tanto tiempo, siendo preso del miedo y el pánico por un animal disfrazado de hombre.

Con su arma apuntando hacia en frente, entro a la habitación, visualizando por primera vez al demonio que alguna vez llamo "amor", al demonio que decidió tenerlo como centro de mesa para hacer de él sus pecados, al mismo hombre que le sonreía socarronamente en este momento.

- Taehyung

El solo escuchar su voz hacía que Taehyung quisiera vomitar del asco.

- Taehyung me alegra que-

- cierra la puta boca.

El arma jamás dejo de apuntar en su dirección, jamás dejo de verlo a los ojos, ni siquiera cuando este cambio la expresión de su rostro siendo una mucha más dura, quería intimidarlo, pero estaba muy equivocado si creía que eso iba a funcionar.

- así que... ¿ahora estas de rebelde, cariño? –pregunto con burla, dando un paso hacia él, pero quedándose quieto en su lugar en cuando sintió una bala pasar por el lado de su cabeza—

- no te muevas ¡quédate donde estas! maldito infeliz.

Toda la adrenalina y ansiedad de Taehyung estaba en su punto más alto, no podía darse el lujo de desistir ahora, tenía a Seojoon, lo tenía a unos pasos, y una distancia prudente como para apretar el gatillo y volarle la cabeza, pero eso no era suficiente, para él no era suficiente, quería verlo llorar de dolor, retorcerse de agonía frente a él, que sintiera un poco de lo que él sintió por mucho tiempo, hacerlo pagar por todo lo que hizo.

No era suficiente, nada era suficiente, quería verlo sufrir, deseaba ser él el que le causara ese sufrimiento.

- vamos cielo, no hagas el ridículo –su asquerosa voz volvió a sonar— dame el arma, y olvidare tu estupidez, te perdonare amor, descuida.

- cierra la boca hijo de puta, ¿te atreves a hablar después de lo que hiciste? Voy a matarte maldito animal.

Seojoon rio, comenzando a caminar, dando vueltas alrededor de Taehyung, pero el castaño no perdía sus pasos, no dejaba de observarlo, no lo dejaría ganar.

- entonces ¿ahora quieres ser valiente, cariño? –dijo, pasando su lengua por sus labios, de una forma tan repulsiva que Taehyung sintió vomitar— eso es sexi... pero no bien visto, ¿A dónde quieres llegar con esto? ¿lo que hice? –rio— no sé de qué hablas...

Nuevamente el sonido de un disparo se escuchó y unas gotas de sangre cayeron por la majilla de Seojoon, Taehyung habia hecho un tiro tan preciso como para cortarle la cara.

- vendiste a mi hijo. –dijo, tomando con más fuerza el arma, sus ojos demostrando un odio puro— abusaste de mí por meses, no me importaba lo que pasara conmigo, pero te metiste con mi hijo, no dejare que te vayas como un cobarde, hijo de puta.

Seojoon rio a pesar de que mostraba nerviosismo, Taehyung realmente estaba siendo otra persona, y no la persona sumisa y callada que siempre fue a su lado, la persona que él mismo domestico ya no estaba, bueno, podía volver a hacerlo, como cualquier perro, solo necesitaría una reprimenda.

- ¿abusar de ti? Por favor Tae –realmente escuchar su nombre salir de esa boca era un horrible sentimiento— gemías como una zorra, siempre fue así, incluso cuando mis amigos te tomaron, lo disfrutaste, no lo niegues, ¿Qué? ¿vas a llorar? –dijo, al ver un poco de vacilación en la mirada del castaño— estoy seguro que tuviste tiempo de hablar con Jungkook, vah, seguramente hasta te lo tiraste, no te sorprendas si te bota, él no querría a alguien usado como tú Taehyung.

Dos lágrimas de Taehyung fueron traicioneras y bajaron por sus mejillas, no se dejaría manipular, no esta vez, pero al traer esos horribles recuerdos a su cabeza, su cuerpo siempre sentiría un escalofrío.

- no menciones ni a mi hijo ni a Jungkook con tu sucia boca.

Seojoon bajo la mirada, sonriendo.

- ¿crees que él te querrá? ¿crees que él va a querer estar con alguien como tú? O tu hijo, ¿Cómo crees que se sentirá al crecer y saber qué clase de padre tiene? Serás una vergüenza para él.

- ¡no menciones a mi hijo!

Seojoon aprovecho, lo hizo caminar justo hasta la alfombra de la habitación, tirando el lado contrario con su pie, logro que Taehyung perdiera el equilibrio y cayera, sin soltar su arma.

Taehyung de inmediato trato de pararse, pero Seojoon fue más rápido, tomando sus manos y subiendo sobre él, inmovilizándolo por completo. Todo paso demasiado rápido, sus miradas chocaron, y Taehyung está seguro de que puede decir que ha visto los ojos del mismo diablo.

- ¿sabes porque lo hice...? –susurro, acercándose lo suficiente como para que su aliento se sintiera en el cuello del castaño, aprovechando de dar una lamida que hizo a Taehyung abrir sus ojos, asustado— ese mocoso consumía tu tiempo, no creí que fueras lo suficientemente valiente como para ir con Jeon a buscarlo, se supone que te quedarías aquí y esperarías, y ambos morirían, y yo estaría aquí para consolarte.

Taehyung tenía sus ojos muy abiertos, estaba aterrado, la persona sobre él tenía una mente tan retorcida, y conoció a mucha gente así a lo largo del tiempo, ¿esto era lo que sintieron todas esas víctimas que salvo? ¿Quién lo salvaría a él ahora? Se sentía vulnerable bajo el gran cuerpo que parecía hacerse cada vez más grande, y no podía gritar.

- Vender a ese mocoso fue fácil, espere a que tú durmieras para sacarle unas cuantas fotos y enviarlas a los hombres correctos, no tienes idea de cuánta gente me ofreció por tu hijo, incluso pensé en venderte a ti, pero jamás podría vender a mi putita personal –dijo, mientras con una mano recorría el contorno de la cintura de Taehyung hasta llegar a su mejilla— solo debías quedarte conmigo cielo... no debías hacer nada más que eso.

El miedo se fue y la rabia regreso, no sintió miedo, ni siquiera cuando Seojoon tomo el arma y la coloca directamente en su frente, sentía tanto odio por ese hombre, sentía tanta repulsión, todas las emociones negativas se juntaban y apuntaban directamente a la persona que tenía en frente.

- debería matarte por ser tan desobediente...

- hazlo, maldito cobarde hijo de puta.

Un pitido se escuchó en su oído derecho, al mismo tiempo que sentía una gota bajar por el lado derecho de su ojo, Seojoon lo había golpeado con la pistola. Demasiado fuerte, lo había aturdido por un segundo, luego sintió los dedos de la mano de este tomar fuertemente su rostro.

- ¿Qué debería hacer contigo...? ¿matarte...? ¿usarte...? –pregunto, bajando el arma por el pecho de Taehyung— ¿o venderte y dejar que otros hombres hagan lo que quieran con tu cuerpo? ¿Qué debería hacer por tu insolencia, amor?

- ju-juro que voy a matarte, maldito enfermo...

Seojoon sonto una risa tan escalofriante que casi le provoco un temblor al cuerpo de Taehyung.

- ¿tú, matarme a mí? Eres la persona más débil que he conocido, te rebajaste a nada, no eres nada, estas usado, estas podrido, ¿realmente crees que alguien te querría así?

Seojoon se desconcertó cuando Taehyung comenzó a reírse.

- eres... tan patético, tu confianza absurda depende de un hilo Park –sonrió— te sentiste amenazado por Jungkook, y con mucha razón, él es realmente hombre, no como tú, que te sientes orgulloso de tu miseria entre tus piernas y por eso dices ser hombre.

Un golpe fue dado nuevamente en su mejilla, esta vez, sintiendo el sabor metálico de su propia sangre al haber cortado sus propias ansias. Más aun así sonrió.

- te sentiste amenazado por él y por un niño de cinco años –escupe, importándole poco ser un detonante— y ahora quieres potenciar tu cobardía escapando de toda la mierda que hiciste.

Taehyung fue obligado a detener su habla porque las manos de Seojoon lo tomaron por el cuello y lo apretaron con tanta fuerza como para cortar su aire. Por instinto las manos de Taehyung fueron a los brazos del contrario para intentar defenderse y buscar algo de aire.

Pero ya no le importaba.

- ¿cre-crees que te salvaste...? –dice, con una voz cortada, se siente cada vez más débil— su-subí todo...

El rostro de Seojoon se volvió blanco. Sus manos se aflojaron en el cuello de Taehyung, viendo como este tocia y recuperaba algo de aire.

- ¿crees que... no sabía que grababas lo que me hicieron esa vez? ¿o que no sabía sobre tus negocios sucios o estafas? –sonrió al ver como Seojoon se congelaba—

Las manos de Seojoon lo vuelven a tomar por el cuello, elevándolo, como si Taehyung fuera un cuerpo muerto dejándose hacer, sus rostros quedaron a escasos centímetros.

- ¡¿Qué rayos hiciste maldita puta?!

Taehyung sonrió con sangre entre los dientes. Seojoon llego a sentirte nervioso por esa sonrisa tan tétrica, jamás había visto a Taehyung de esa manera, jamás lo había visto ser valiente, jamás pensó que ese chico sumiso podría revelarse ante él.

- todos lo saben –dijo en un susurro— ahora todos saben la mierda que eres... incluida la policía... ¿querías hacer tratos en estados unidos ¿no? –Taehyung sonrió burlón— me parece que ahí también te están buscando, incluso los del bajo mundo, te responsabilizan por todo lo que paso y no cumplir el trato.

El corazón de Seojoon dejo de latir por un momento ¿su imagen estaba arruinada? ¿tanto para el mundo normal como para el bajo mundo? No ¡no podía pasarle esto a él! Volteó a ver a Taehyung quien no dejaba de reír, él muy maldito no dejaba de reír, quería callarlo. ¡Había arruinado todo! Todo lo que construyo por años, se esforzó por llegar a la cima, paso sobre personas que supuestamente eran importantes y él los destruyo con el tiempo ¡¿y ahora Taehyung le quitaba todo eso?!

- ¡eres un maldito! – le grito, comenzando a golpearlo a puño cerrado en el rostro— ¡te matare!

¿siempre dolieron de esa forma los golpes? Realmente no lo recuerda, pero ahora que siente como Seojoon se ponía de pie y comenzaba a patear su cuerpo con fuerza, se sentía cada vez más relajado, solo sentía su cuerpo moverse, sentía algo chocando contra su cuerpo, seguramente más golpes, pero en cuanto sus ojos se cerraron, ya no supo más. Estaba cansado ¿este seria por fin su descanso? ¿al fin lo dejarían dormir por siempre? Ha sido demasiado sufrimiento y todas sus emociones pasaron por mucho el límite desde hace mucho tiempo.

Quiere ser libre, recuerda que cuando estaba encerrado, observaba a los pájaros, a las mariposas, incluso a las libélulas, sintiendo una gran envidia de todos ellos, ya que podían volar, ser libres, ir para donde quisieran, podían alejarse del peligro y del dolor. ¿Ahora él podría volar? ¿tendría sus alas? Realmente era un pensamiento hermoso, en su mente aparecían diferentes imágenes, por alguna razón todas preciosas y con luz, de momentos realmente significativos que creyó olvidados en alguna parte de su oscura mente.

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- ¿entonces es una promesa? –pregunta por quinta vez un Taehyung de diecinueve años mientras observa con sus ojitos brillosos sus meñiques entrelazado con los del azabache—

Este solo ríe y lo atrae para llenarle de besos su rostro.

Ambos adolescentes en la cama del azabache a altas horas de la noche ¿pero qué importa? Momentos así los hacía sentirse vivos, los hacia unirse más, estaban creando ese momento especial sin darse cuenta, ese momento donde haces tantas promesas a futuro que te vuelves un niño con sueños increíbles y metas casi imposibles.

Pero aun así te dan felicidad, porque tu imaginación es lo único que nadie podría quitarte, es el único lugar donde puedes imaginar tantos universos como quieras, por lo que ellos decidieron ser felices dentro de su mente, prometiendo que lo serian a futuro.

- que si pequeño nervioso –dijo, sonriendo al escuchar las risas de Taehyung— al salir de aquí, tú y yo viajaremos por el mundo, nos casaremos, tendremos muchos hijos, muchos perros, y una casa en...

- ¡en el campo! –dice Taehyung, sus ojitos brillando de solo pensarlo— cultivaremos flores, podre pintar al aire libre, ¡tendremos muchos animales!, podremos bañarnos en un lago ¡y también-¡

Unos labios sobre los suyos lo hicieron callar sus palabras, a Jungkook le encantaba escuchar a Taehyung cuando le contaba sobre sus sueños y aspiraciones, pero en este momento eran las tres de la mañana, y a pesar de que su cuarto estaba alejado de los demás, un vigilante podía pasar y regañarlos.

- es tarde bonito, deberíamos dormir –dice Jungkook, acomodando mejor a Taehyung en la cama, asegurándose de que este bien tapado, de que su almohada este en una posición cómoda, y claro, que el chico no se sintiera incomodo— ¿estas bien?

Taehyung quien estaba cubierto por mantas hasta la nariz, mostrando únicamente sus ojos brillantes y rulitos esparcidos por su frente, asintió. Jungkook sintió que su corazón tendría un ataque de ternura.

Se acerco y con cuidado y permiso, paso su brazo por la cintura de este y lo atrajo a su pecho, dándole calor y mimos para que tuviera una noche tranquila, él también cerro los ojos para hundirse en un mar de sueños mientras protegía con sus brazos a su chico.

- Kook... ¿ya te dormiste? –sintió como la punta de un dedo de picaba la mejilla— Kook...

- ¿Qué sucede, amor? –pregunto, abriendo los ojos un poco, sonriendo cuando vio a Taehyung mirándolo fijamente—

- estas promesas... ¿son reales verdad? Aunque no podamos tener todo, ¿estaremos juntos siempre? –pregunto con miedo, puesto que a pesar de tener amigos, Jungkook se transformó en su mundo entero, y no sabría como aprender a sobrellevar la vida sin él, no se lo imaginaba de ninguna manera—

Jungkook sonrió, acercándose más para besar la punta de su nariz provocando un sonido gracioso para sacarle unas ricitas al castaño.

- lo prometo, siempre te cuidare, siempre estaré contigo.

Y eso basto para que el corazón de Taehyung estuviera tranquilo, se sentía protegido y bien guardado, podía confiar, podía sentirse seguro.

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Una vez estaciono el auto, Jungkook bajo de este de forma rápida, no espero a que los demás lo siguieran, tenía mucho miedo, estaba aterrado, su Taehyung, su pequeño hombrecito estaba en peligro, sabía que el estado de este lo llevarían a hacer cosas sin límites, debía darse prisa, debía llegar a tiempo.

- ¡Jungkook!

Pero no se detuvo, corrió hasta la casa, pateando la puerta mientras apuntaba su arma, le dispararía a cualquier persona que estuviera involucrada en esto, pero su corazón se detuvo y su mirada recorrió el lugar.

Muchos cuerpos tirados, llenos de sangre, todo el lugar era una escena sangrienta.

Jungkook sintió su corazón dejar de latir.

- ¡TAEHYUNG! 

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hola, lamento la tardanza, pero aquí esta, como ya les había comentado, esta historia tendría escenas fuertes, asique espero que si no son tolerantes a esto no lo hayan leído. 

espero que se encuentren realmente bien, que estos días hayan sido bonitos para ustedes, y sin más que agregar, aquí les dijo un consejito.

❤el perdón no es una obligación, no tienes por qué perdonar a alguien por el simple hecho de que eso "liberara" a la otra persona o a ti de esos sentimientos, si crees que la persona no merece un perdón, está perfectamente, porque no todas las personas lo mereces.❤

listo, me retiro, y escapo. 

🏃🏻‍♀.....

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