04- Agosto- 2020

Para: Naye

Hoy hable con Naye al despertar.

Sentí tan cerca su presencia en la penumbra de mi cuarto. No fue accidental el encuentro, ocurrió de una manera muy particular, me encontraba editando la publicación del próximo capitulo de mi libro y llegue curiosamente al texto que a ella más le gustaba -debo confesar que jamas creí fuera tan relevante para la historia pero después de escuchar hace años sus argumentos entendí que muchas veces las conexiones no son como las esperamos y aun así existen-. También, desde esa ocasión cuando dijo que ese escrito tenía potencial le tome un cariño especial y se volvió uno de mis escritos favoritos presentándolo en foros y eventos.

Hoy al llegar a ese punto de mi libro solo pude sentir una explosión en mi corazón y de la nada ella ya estaba conmigo; en esta habitación con las luces apagadas, excepto por el reflejo de la luz que salía de la pantalla de mi laptop.

Al sentirla tan cerca me puse a platicar con ella con la misma confianza que lo hacíamos cuando su presencia física estaba aquí en la tierra y les juro sentí que me respondía. Como, siempre un poco indiferente pero preocupada a la vez, controladora y corrigiéndome al hablar con esa mamonería que le caracterizaba y que a mí me sigue caracterizando. Platicamos por buen rato, sonreí y hasta reí a carcajadas. No sé si fue culpa de las pocas horas de sueño pero el alucine fue tan real que siento que era algo que ella ya tenía planeado. Curiosamente el insomnio llego treinta minutos antes de mi hora habitual en que suelo despertar.

Desde ahí no logre dejar de pensar en mis pendientes, intente disfrutar de esos últimos segundos extras de descanso pero ya no pude cerrar los ojos, ni descansar. Así, que después de varias vueltas en mi cama me incorpore, tome mi computadora y me puse a trabajar. Fueron como 15 minutos en silencio antes de sentir su compañía; hasta que al leer mi trabajo apareció el título "mi encuentro con el chupacabras" y por arte de magia su recuerdo me inundo.

Estando ya en su presencia platicamos lamentablemente de puras tontería hasta que me hice consiente de que platicaba con alguien que físicamente ya no se encuentra por acá y que aparte era sumamente religiosa, creía en un cielo, las almas y la vida eterna. Lo cual desde su realidad eso la hacía aún existir a lado de Diosito y un montón de angelitos que seguramente pasean de su mano mientras ríen sin parar. También, entendía que con el permiso del todo poderoso podía venir a visitarnos como hoy lo estaba haciendo al platicar conmigo y así que seguramente eso es lo que está pasando y aunque yo ya no soy creyente de esa fantasía por si las dudas le aclare de inmediato:

-Oye Naye, estoy pensando que si todo tu desmadre celestial existe, no me hayas a hacer la jalada de venir materializada de alma; porque si me vas a dar un gran susto y yo creo que me voy a poner a gritar y mi familia y vecinos aún están dormidos. No me salgas con una chingadera de ese nivel por favor, sabes que si me da miedo.

Note su sonrisa burlona en la oscuridad de mi habitación ante mi razón estúpida de ser terrenal. Sentí vergüenza de mí pues todo ese rollo de los fantasmas según yo dejo de preocuparme desde hace mucho tiempo cuando deje de lado la religión y me enfoque en la ciencia pero de todos modos no me quería arriesgar a lo que ella me contesto:

-Lo siento demasiado tarde ya estoy aquí contigo; y nos sentamos a charlar y  escribir.