-¿Huh? ¿Qué haces aquí?- Pregunté al ver a Tobirama en el escondite.

-Pues quería venir aquí- Dice sin más.

Yo suspiré y me acerqué para luego sentarme a su lado.

-¿Tú por qué viniste?- Pregunta.

-Hm... pues quería pensar... y recordé el lugar así que vine- Dije encogiéndome de hombros.

-¿Tu prometido no te estará buscando?- Pregunta de la misma forma fría y cortante de cada vez que dice "mi prometido".

-No lo sé y no me importa- Dije y miré al frente, abracé mis piernas y apoyé mi mentón sobre mis rodillas -Oye... ¿Tú... crees que sea buena idea hacer esto?-

-¿Hm?-

-Digo... ¿Está bien casarme por la alianza? Aún sin importar la respuesta... lo haré, ya que ya está todo hecho pero... solo quería saber... ¿Qué... pensabas tú?-

Ladeé mi cabeza apoyando mi mejilla sobre mis rodillas para no verlo pero sentía su mirada sobre mi.

-¿A caso importa lo que yo piense?-

-Claro... fuiste... muy importante para mi- Respondí sonrojándome pero sin moverme.

Se hizo un silencio sepulcral en el escondite pero luego escuché su suspiro.

Sentí que me agarró del hombro y me empuja para luego hacer que me acueste en el suelo sobresaltándome.

Él me agarraba con una mano por el brazo y el otro estaba en mi muslo.

-¿Q..Qué... ?-

-Si quieres mi opinión... pues digo que tu boda es una jodida mierda-

Sus palabras me sorprendieron tanto, nunca creí que Tobirama me diría su opinión si quiera.

-No soporto verte infeliz pero que ese idiota si esté feliz por la boda. Te diría que te vayas y no lo hicieras porque estarías cometiendo el peor error de tu vida... -

-Tobir.. ama... - Murmuré pero él se me acercó hasta chocar su respiración contra mi rostro.

Yo estaba con el corazón demasiado acelerado y no entendía para nada lo que estaba pasando ya que mi cerebro no daba para más.

-Te diría que ni siquiera tu clan o la alianza vale tanto como para darte a otro hombre de esa forma... -

De forma rápida, él termina presionando mis muñecas contra el suelo sobre mi cabeza con ambas manos, estando entre mis piernas.

Yo no podía procesar nada, mi cerebro estaba haciendo cortocircuito y mi rostro estaba muy rojo.

-Pero sé que no lo harás, ignorarás todo lo que dije hace un segundo porque piensas que tu clan es mucho más importante que lo que tú sientes o vales... y eso me enfurece-

Abrí los ojos con sorpresa.

Suelta una de mis manos para agarrar el cuello de mi camisa y levantarme un poco y de forma ruda.

-No sabes cuánto quiero golpear a ese imbécil por estar feliz cuando tú eres miserable... -

Tragué grueso y él me suelta para luego levantarse.

-Eso es lo que pienso- Dice de forma mas fría y cortante que antes y luego se va usando el Hiraishin.

Resoplé y volví a acostarme en el suelo. Levanté mis manos frente a mi rostro y acaricié mis muñecas ya que sentía un hormigueo en estas.

Me cubrí el rostro el cual estaba muy pero muy rojo.

Me acosté de lado y mordí mi dedo pulgar mientras pensaba en lo que Tobirama me había dicho.

Bufé y miré el anillo de compromiso en mi mano.

Me levanté lentamente y me quedé mirando el suelo mucho tiempo hasta que decidí que tenía que volver.