Años después.

Narra Omnisciente

-Bien, les daré tiempo para escapar. Tienen que llegar a la Aldea lo antes posible ¿Entendido?- Dice Tobirama.

Su equipo solo asiente sin estar convencidos pero en cuanto los enemigos comenzaron a acercarse, el Segundo Hokage les dijo que se fueran.

Estos hicieron casi y Tobirama se quedó solo, suspiró y se preparó.

Los enemigos no tardaron en rodearlo.

"Lo siento... ____"

Él tenía en mente que probablemente moriría allí pero no tenía opción. Tenía que conseguir retenerlos para que sus alumnos y compañeros llegaran a la Aldea a salvo.

Los enemigos se acercaron a Tobirama pero algo cayó del cielo rodeando en un círculo de llamas negras a Tobirama.

Este mira arriba y se encuentra con su esposa usando el Susanoo.

Ella disipa las llamas del Amaterasu y se acerca a Tobirama.

-¡¿Qué crees que haces aquí?!- Pregunta el Albino preocupado.

-No pienso dejar que mueras. Si tu mueres yo también moriré- Dice ella -Por eso nombraste a Sarutobi el Tercer Hokage ¿No? Sabías que quizás morirás ahora-

-Si... -

-Pues yo no lo permitiré- En ese momento empuja hacia atrás a Tobirama y los cubre con el Susanoo en cuanto los jutsus del enemigo aparecieron.

Ella usa el Amaterasu, pero sus ojos comienzan a sangrar y se desactivó su Sharingan.

-____, tu vista está empeorando. Te dijimos que dejaras de usar el Susanoo y el Amaterasu- Dice Tobirama preocupado.

Más enemigos se acercan rodeandolos.

-De todos modos lo haré... hasta que estemos muertos o hasta saber que todo acabó, seguiré malgastando mi vista porque no quiero vivir y perderte a ti, no quiero ver un mundo donde tú no estés si es que yo llego a salir convida y tú no- Dijo.

Sonaba cursi pero era lo que sentía.

Tobirama tomó su mano y entrelazó sus dedos.

-Tampoco quiero vivir en un mundo donde no estés... - Dijo Tobirama.

-Peleemos juntos entonces... si morimos, que sea juntos, pero si vivimos también que sea juntos-

-¿Qué pasará si morimos? Conseguirán quedarse con tus ojos-

-Aunque lo hagan, ya no importa... porque ya me encargué de eso-

-Te amo ¿Lo sabías?-

-También Te amo- Dice ella sonriendo.

Ellos se dan un último beso antes de comenzar a pelear contra todos los que llegaban.

Se cuidaban el uno al otro hasta que el primero cayó...

-¡Tobirama!- Grita ella desgarradoramente y explota causando llamas negras por toda esa parte del bosque.

Pero alguien que había sobrevivido la atraviesa con una espada y ella cae junto a su esposo.

Apenas podía verlo porque su vista estaba peor que antes.

Pero entrelazó sus manos y acostó su cabeza en su pecho cerrando los ojos, en su mente pasaron sus recuerdos juntos y luego con sus hijos hasta su despedida y sonrió dando un último suspiro...

"Sean fuertes... mis hijos"

***

***

-¡Aquí!- Dice un shinobi llamando la atención de los hermanos Senju.

Estos corrieron hacia allí y vieron a sus padres... y la masacre que se había formado.

-Ma..má.., pa..pá- Murmura la chica y cae al suelo de rodillas, cierra los ojos con fuerza y su hermano la abraza.

Cuando abrieron los ojos vieron que los que estaban con ellos se sorprendieron.

Ellos, sin entender, se miraron pero estaban igual. Sus ojos cambiaron.

No tenían el mismo poder que su madre pero... eran fuertes.

-Mamá... - Murmuran al verla y que tenía una sonrisa en su rostro.

Ellos entienden el porqué de esa sonrisa y lagrimean más, aunque sonreían con ella pero se miran y asienten para luego levantarse.

Regresaron a la Aldea con sus padres para enterrarlos como es debido.

-¿Papi?- Una niña se acerca al mayor -¿Por qué el abuelo y la abuela están en esas cajas?-

-Porque nos dieron la oportunidad de nuestras vidas... - Dice el mayor alzándola en brazos.

Mira a su hermana quien estaba abrazando a su hijo y a su esposo.

La esposa del mayor se acerca y abraza para darle ánimos a él.

-Lo siento... - Murmura ella.

-Esta bien... es lo que ocurre en una guerra... - Dice el mayor tratando de no soltar más lágrimas pero fue en vano.

Su esposa lo consuela y él pudo ver a su sobrina Tsunade en los brazos de su madre.

Miró hacia las tumbas de sus padres y cerró los ojos rezando por ellos...