Dos año después.

Mis manos temblaban, tenía sangre en ellas y quería vomitar y llorar.

-Ma...má... - Murmuré y toqué su hombro pero no reaccionaba.

Apreté los dientes y miré a mi alrededor.

-¡____! No te quedes ahí parada ¡Defiende al clan!- Grita mi padre.

Cerré los ojos con fuerza un momento, quería dejar de escuchar la batalla a mi alrededor.

Quería dejar de oler la sangre pero era imposible.

Abrí los ojos y miré a mi madre en el suelo y agarré dos kunais.

Más sangre... mis ojos... teniendo el sharingan al fin... lo veían todo, cada movimiento, cada ataque.

Las lágrimas no dejaban de bajar por mi rostro y cuando acabé con el último de ellos me eché al suelo de rodillas.

Miré el kunai en mis manos, tenía sangre, lo limpié con mi ropa y me miré los ojos.

Mi mano temblaba mucho pero luego sentí la mano de mi padre en mi hombro.

-Lo hiciste bien hija... - Dice.

Yo miro alrededor y abrí los ojos de par en par.

Me había asustado por lo que yo misma había hecho.

No... no quería... yo no quiero matar a nadie...

Comencé a tener arcadas por el olor a sangre y por ver esa escena.

-Vamos, tenemos que ir a casa- Dice papá.

Yo me levanté cubriendo mi boca con una mano y asentí.

Aún temblaba, yo no quería más guerras... quiero que todo esto termine de una vez...

De alguna forma... lo que sea...

Por... favor...

***

***

-¿No saldrás?- Mi padre entre abre la puerta y yo negué con la cabeza -____... así son las guerras... -

-¿Y por qué tiene que haberlas?- Dije al fin.

No había hablando en bastante tiempo, no volví a activar el sharingan, no quería...

-Quiero que esto acabe... no importa la manera- Dije -Solo... no quiero más guerras... no quiero volver a matar a alguien... -

Escuché los pasos de mi padre.

-Por ahora eso no es posible... no hay otra manera que no sea esta... - Dice sentándose en el borde de mi cama -Lo siento cariño pero tendrás que volver allí-

Comencé a temblar y me abracé a mi misma.

-Pasaste tres meses en cama... ¿No lo has superado ni un poco?-

-¿Cómo esperas que lo haga?- Dije con la voz llorosa -Ustedes podrán ser buenos para matar pero yo no... -

Él se queda en silencio.

-Entrenaste... sabías que en el algún momento tendrías que matar a alguien... ¿Por qué reaccionas así?-

-Creí que si podría... pero... es demasiado... -

-Lo siento... tendrás que volver... por ahora no hay de otra, si no lo haces, los demás te verán como alguien débil o que traicionaste al clan-

Me quedé en silencio por un buen tiempo.

-B..Bien... lucharé por ustedes... por el clan... -

Sentí que mi padre acariciaba mi cabeza y luego se iba.

Yo me levanté.

Llegué hasta estar frente a un espejo y activé el sharingan.

Comencé a temblar y aparté la mirada, pero... apreté los puños y me obligue a verme a mi misma.

Aunque... por un momento me vi reflejada llena de sangre y con un kunai en manos.

Me asusté y quise vomitar de nuevo pero me aguanté.

-Si no supero esto... entonces... ¿Por qué entrené tanto?- Dije apoyándome sobre la mesa y mirándome fijamente al reflejo -Esto es lo que soy... -

Me quedé mirándome un rato más pero luego comencé a prepararme.

Estaba decidida.

Ayudaría a mi clan. Una vez dije que daría mi vida si fuera necesario. Bueno... lo haré...

Yo vivo por mi clan.

A mi mente llega Tobirama, eso hizo que me detuviera en seco.

Pensé en estos dos años juntos...

Apreté los puños junto a los dientes.

Él es un Senju y yo una Uchiha... en algún momento nos veremos en el campo de batalla.

Supongo que tendría que cortar los lazos con él si no quiero morir antes...

Ya no importa que sentimientos haya desarrollado por él.

Mi clan es primero...

***

***

-Al fin llegas- Él se despega de la pared y se acerca a mi pero yo aprieto los puños y retrocedo -¿Sucede algo? No te vi en tres meses-

-¿Por qué seguiste viniendo entonces?- Dije.

-Creí que en cualquier momento llegarías-

Aparté la mirada.

-Tobirama- Volteé a verlo -Será mejor no vernos más- Dije sorprendiéndolo.

Sentí un pequeño dolor en el pecho.

-¿Por qué?- Pregunta.

-Hace tres meses, mataron a mi madre. Los enemigos están cada vez más cerca y me necesitan peleando. No puedo venir más aquí- Dije.

-¿Pelear? ¿Tú vas a pelear?-

-¿Qué? ¿Piensas que no podré hacerlo? Pues ya lo hice- Dije.

-No, claro que sé que puedes pero... es... arriesgado... -

-Una vez te dije que daría mi vida por mi clan. Lo cumpliré. Yo solo soy una persona, si muero, eso no importará-

Él se me queda viendo inexpresivo.

-¿Te crees que vales tan poco?- Pregunta incrédulo.

Asentí firme.

-Lo siento Tobirama. Ya no volveré aquí-

Esto me dolía, aunque no lo demostrara, dolía tanto... quería seguir junto a Tobirama pero... no puedo...

Él se me acercó con intenciones de agarrar mi muñeca pero yo puse un kunai en su cuello haciendo que se detenga.

-No me hagas matarte. Tobirama Senju-

Él me miraba sorprendido pero no me miraba a mí en sí, si no que se concentraba en mis ojos.

-¿Uchiha... ?-