Capítulo 29
Cuando abrí los ojos, lo primero que vi fue a Tobirama durmiendo plácidamente.
Sonreí con ternura ya que hacía mucho no despertaba con él a mi lado.
Suspiré cerrando nuevamente los ojos pero sin intenciones de volver a dormir.
Solo me quedé pensando en lo de ayer.
Unos minutos después siento que él se mueve un poco y suspira, yo levanté la mirada para verlo y él abrió un poco los ojos y por un segundo, sonrió volviendo a cerrarlos.
-Buenos días- Murmura con la voz ronca.
-Hola- Dije sonriendo aún más.
Él se mueve un poco quedando boca arriba y estira un brazo, pero con el que me rodeaba por la cintura, me aprieta un poco más contra él y besa mi cabeza.
Nos quedamos así bastante tiempo hasta que se escuchan los golpes en la puerta y ambos gruñimos en respuesta.
-Que ganas de arruinar mi mañana- Murmura levantándose.
Yo me senté e intenté levantarme pero casi caigo de bruscas al suelo por el dolor en mis caderas de no ser por Tobirama que consiguió atraparme.
-Creo que me pasé un poco. Lo siento- Dice pero yo negué y le di un beso.
-Esta bien... me gustó... - Dije sonrojada y un poco apenada.
Él me mira un momento pero luego sonríe de lado.
Aunque los golpes siguen.
Él me hizo sentarme en la cama y se puso su ropa, a excepción del kimono azul, para luego ir a abrir.
Yo suspiré, no podía levantarme así que tendría que esperar por Tobirama aquí, aunque agarré el kimono de Tobirama y me lo puse, atándolo con la cinta.
Miré por la ventana, que estaba a mi lado sobre la cabecera de la cama y pude escuchar quien era.
-Tobirama, hermano, te necesito en la oficina. Mito me dijo para que la acompañe a comprar cosas para el bebé y... -
-Lo siento Hashirama. No podré-
Se hizo el silencio y yo más que nada quería acercarme mejor a la ventana y ver.
-¡Demonios!- Murmuré sujetándome las caderas.
Si, es cierto. Me había gustado ¡Pero las consecuencias... !
-P..Pe..Pe...Pero... ¿Por qué?-
-Así como tú quieres estar con tu esposa, yo quiero estar con la mía- Eso me hizo sonreír -Y lo siento por Mito, conozco perfectamente su estado pero... creo que quiero ser un poco egoísta a veces-
Si... no quiero que Mito esté sola en estos tiempos pero... ya no soportaba no tener mis momentos con Tobirama...
-¿Eso es todo? Porque mi esposa me espera-
-To.. ¡Tobirama!-
-Nos vemos-
Se escucha como cierra la puerta y luego sus pasos por la casa para luego volver a entrar en la habitación.
-Tengo día libre- Dice acercándose y abrazándome -¿Quieres comer algo?-
-Shi- Dije de forma tierna y eso lo hizo sonreír y besa mi frente.
-Bien-
Me abraza de forma que yo enrollé mis brazos por su cuello y escondiendo mi rostro en este, pero sus manos van a mis piernas y las enrolla por su cintura para luego levantarme y llevarme a la cocina.
Me deja en la encimera de esta pero posa sus manos a mis costados estando cerca de mi rostro.
-¿Qué quieres comer?-
-¿Tú? ¿Vas a cocinar?- Pregunté fingiendo sorpresa.
-Si ¿Por qué?-
-¿Puedo confiar en que no quemarás nada?-
-Hm, creo que me subestimas. Nunca me has visto cocinar así que no puedes decir nada- Dice.
-Exacto, es porque nunca te eh visto cocinar que tengo mis dudas de que si sabes-
Es cierto que yo tampoco era increíble en la cocina pero gracias a Mito pude cocinar algo más que hervir agua.
Él me mira mal pero yo rodeo nuevamente su cuello entrelazando mis dedos tras su nuca y acercándolo a mi para besarlo mientras comienzo a reír.
-Es broma, no te pongas gruñón- Dije -Y entonces voy a querer uno clásico, huevos fritos con arroz-
Él asiente y me da un último beso antes de separarse y agarrar lo necesario para cocinar.
Bueno... tener estas consecuencias luego de una noche con Tobirama... no es tan malo si en la mañana tengo chef personal.
Y sumando que es uno muy sexy...
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