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Giré mi cabeza para ver a Tobirama.

-¿Si?-

-¿Qué... harías... si te fuera infiel?- Pregunta mientras miraba el paisaje.

Yo sonreí cerrando los ojos y luego, al momento de abrirlos tenía el sharingan activado.

-No lo sé... ¿Por qué no lo averiguas?-

Él se tensó.

-No... gracias. Solo por si a caso, era solo una pregunta, jamás lo haría. Estoy bien solo contigo- Dice y besa mi cabeza.

Yo volví a sonreír y desactive mi sharingan.

-Eso creí-

Me llevé mi última galleta a la boca y me quedé comiendola mientras sonreía inocentemente.

Escuché su suspiro y luego su risa entre dientes.

Nosotros estábamos sentados mirando el paisaje desde el borde de un acantilado y se me ocurrió algo.

-Tobirama- Me puse de espaldas al acantilado -Si salto... ¿Me atraparías?- Pregunté sonriendo.

-No lo sé ¿Por qué no lo averiguas?- Dice repitiendo lo que yo mientras se cruzaba de brazos y me miraba sonriente.

Yo me reí.

-Oh bueno... - Dije y me dejé caer de espaldas.

Al segundo lo vi saltando también y atrapándome para luego usar su Hiraishin y ahora estábamos en el escondite.

-¡¿Estás loca?!- Pregunta al separarse.

-Sabía que si lo harías- Dije riendo.

-¡Pues claro que si!- Dice volviendo a abrazarme, podía sentir su corazón latiendo aceleradamente.

Yo lo abracé.

-Ya está bien, no lo volveré a hacer. Lo prometo- Dije.

-Más te vale-

Nos quedamos así por mucho tiempo hasta que él suspira y se separa.

-Hm... tengo que ir con Hashirama, tenemos trabajo que hacer- Dice.

-Bien, ve. Yo me quedaré aquí por un tiempo más- Dije.

-¿Segura?-

-Claro, después de todo, tú tienes tu trabajo de consejero y te necesitan-

Él asiente y se levanta.

Usa el Hiraishin y yo me quedo acostada en nuestro escondite y cierro los ojos.

***

***

-Voy a llorar. Quiero llorar ¡Voy! ¡A llorar!- Dije saltando y con los ojos cristalizados.

-____ cálmate... - Dice Mito.

-¡¿Cómo que me calme?!- Dije -¡Seré tía!-

-Si, si pero cálmate que hasta Hashirama actuó más calmado cuando se lo dije-

-¡Yo tenía que saberlo antes!- Dije molesta pero volví a estar feliz y la abracé -Que suerte por ti-

Ella se ríe un poco y corresponde a mi abrazo.

-Yo me aseguraré de que estés bien protegida- Dije.

-Estás peor de lo que creí- Dijo.

-Bueno, estamos hablando de que seré tía ¿Qué más quieres?- Dije.

Ella se ríe nuevamente y suspira negando divertida.

-Ya bien, bien calma. Ya sabemos que serás tía-

-No te burles- Dije cruzándome de brazos.

-Oye por cierto ¿Quieres ir a llevarles algo de comer a los chicos? Deben estar cansados y hambrientos los pobres- Dijo.

-Si, estaría bien. No han salido de esa oficina desde hace tres días-

Ella asiente.

Nosotras fuimos a la casa de Mito para hacer el almuerzo.

Cabe aclarar que yo no sé cocinar, así que aquí aprendí algo nuevo. Aunque Mito hizo casi todo pero... am... ¡Estuve presente!

-Gracias, te debo una- Dije agarrando la canasta con la comida -Debes enseñarme algo de cocina-

-Bien, tenemos mucho tiempo-

Asentí.

Nosotras fuimos a la torre del Hokage y tocamos la puerta.

-Adelante- Se escucha del otro lado.

Nosotras entramos y ellos despegaron su mirada de todos los papeles que tenían a su alrededor.

-Vaya... si que es mucho- Dije.

-Que buena sorpresa- Dice Hashirama levantándose y yendo hacia Mito y la recibe con un beso.

Yo llegué hasta Tobirama quien me miraba sonriente y le pasé la canasta.

-Es para ustedes- Dije sonriendo un poco apenada.

Tobirama agarra la canasta y la deja sobre la mesa para luego agarrarme por la cintura y besarme.

-Gracias- Dice al separarse.

-A Mito- Recalqué rascándome la nuca.

-Nada nada. Tu ayudaste así que no pasa nada- Dice ella sonriendo mientras seguía siendo abrazada por Hashirama.

Iba a quejarme pero me lanza una mirada aterradora por lo que decidí que callar es lo mejor.