- ¿Que hiciste en el Templo de Escorpión?

Ni siquiera lo miro, no quería hacerlo porque estaba seguro que no se contendría y haría una locura.

¿Que habia hecho? Lo que debia como protector de la verdadera Athena.

- Lo que debía hacer, ¡Derrotar a Milo de Escorpión! 

Con orgullo pronuncio cada una de esas palabras, confiado de que había hecho lo correcto, sin darse cuenta de la baja en la temperatura, o como el cosmos de su maestro crecía cada vez más demostrando toda la rabia que guardaba.

- ¿Lo mataste?

- ¡Era mi deber!

Apretó el puño con fuerza, sin poder controlarse al imaginar esa posibilidad. No, Milo no caería tan fácil, de eso estaba seguro. Pero su cosmos no se sentía ni siquiera un poco, por más que tratara de encontrarlo, llamarlo para que le respondiera no recibía respuesta alguna.

Importandole muy poco que ese muchacho fue su alumno por casi seis años, que para él era casi un padre, lo ataco con todas las fuerzas que tenia en ese momento. Con cada golpe, cada tecnica recordaba un momento vivido con ese griego hiperactivo. 

Muchas veces le había dicho a Hyoga que los sentimientos no sirven en batalla, que era mejor deshacerse de ellos para no mostrar debilidad ante los enemigos; estaba traicionando sus propias palabras. Él que se enorgullecía por ser de los más centrados en las batallas, dominado por el sentimiento de perdida, atacando sin piedad alguna al que fue su alumno, sin darle la posibilidad de defenderse.

Las lagrimas caían una tras otra sin que se diera cuenta, solo seguía descargando su rabia y tristeza.

"¡¿Por qué no acabe con él en libra!?"

Si lo hubiera hecho, no habría  llegado a Escorpión, no se hubiera enfrentado a él y seguiría con vida, tal vez esforzandose por no subir a Acuario a ayudarlo o algo parecido.  Dio un ultimo puñetazo con toda su fuerza tirando al Cisne contra una columna.

Hyoga levanto la vista para encontrarse con un Camus que jamas en su vida había visto, las lagrimas que aún bajaban por su rostro y esa seriedad que lo caracterizaba le daban un toque aterrador. No sabia que podría hacerle, esperaba cualquier cosa.

- Dime ¿Que hiciste?, ¿¡ Por qué lo hiciste!? - se desespero más, sin darse cuenta comenzó a congelar parte del suelo- ¡Milo siempre da la opción de escapar, de rendirse. Pudiste dar la vuelta y simplemente haberte ido! - golpeo el suelo congelado con fuerza viendo con odio a su alumno- ¡Te hubiera dejado ir él sabe lo que significabas para mi, que eras mi alumno y por qué fui yo mismo a matarte en Libra!

Hyoga nunca lo había visto así gritando, desesperado y sin saber que hacer, nunca pensó que lo afectaria tanto una perdida. Camus se levanto las lágrimas habían parado de golpe. Ni siquiera lo miraba, levanto una mano en su dirección, el aire frio comenzo a rodearla, sabia que si no esquivaba esa técnica su vida se extinguiría para siempre.

- Mataste al que fue mi mejor amigo. Ya no eres nada para mi.

"Amigo" no iba a decirle ni loco que el Escorpión era algo más para él.Su cosmos se elevo sobrepansado su limite, asustando al Caballero de Bronce que no sabia como escapar.

Esto era lo correcto debía hacerlo, debía acabar con la vida de esa muchacho una venganza cruel, pero necesaria. Vengaría a Milo, vengaría a la única persona que le importaba en todo ese Santuario, el único que paso gran parte de los momentos de su infancia, el unico apoyo que tuvo mientras entrenaba, el único por el que en verdad  lametaba haber perdido, por él solo y unicamente por él.

Una Aurora mucho más poderosa que otra comenzo a formarse, una que se llevaba gran parte de su cosmos pero no le importaba. El templo de Acuario se tiño de rojo a cuasa de ella, de su fuerza y de su tristeza. Ese era su ultimo ataque, el que tal vez no solo acabaria con Hyoga sino que con él tambien.

En un ultimo momento las dudas lo atacaron; esto no le gustaría a Milo, si se llegaran a encontrar de nuevo, estaria enojado en vez de agradecido, lo regañaria como nunca en su vida, puede que hasta le dejara de hablar. No le importo lo hacia por él y nada más importaba. Tomo una decisión.

- Aurora Annihilate.

El ataque definitivo, el que se llevaría todo, su dolor y la  rabia consigo mismo porque podía haberlo evitado y no lo hizo cuando tuvo la oportunidad. Todo a su alrededor se congelaba, Hyoga lo miraba aterrado.

Un cosmos, una ligera fuerza lo hizo detenerse de golpe sin poder creer lo que había sentido. Miraba para todos lados buscando una respuesta. Sin decir nada comenzó a correr para bajar los templos. Iba tan concentrado en llegar a su destino que no se fijo en la Armadura vacía en Capricornio, ni en el testamento de Aioros en Sagitario. Solo corrió hasta llegar al templo de Escorpión.

Lo vio tendido en el suelo tratando de liberar su pierna derecha del hielo, el sonido de sus pasos llamo su atención, lo miro sonriendole como siempre terminandon de acostarse en el suelo.

- ¿Tanto te preocupaste por mi que corriste  desde Acuario?

- ¡Milo! 

Corrio para abrazarlo como nunca antes lo habia hecho llegando a sorprender hasta al propio Milo, más aún cuando lo sintio llorar, lo que no sabia que ahora lloraba de alivio ya no de la rabia, la tristeza y la impotencia que le dio al creerlo muerto.

- Hey, no llores estoy bien, molido pero ¡bien! Ese pato de juguete si que era fuerte.

- Eres un maldito estupido - la sonrisa traviesa y despreocupada que usaba para tranquilizarlo se le borro, eso no lo vio venir- no vuelas a asustarme así o hacer algo parecido. ¿Entendiste?

- Te lo prometo.

La batalla de las Doce Casas se llevo las vidas de más de uno de sus compañeros, a quienes extrañaría pero no con la misma fuerza si se hubiera ido él, la unica persona que no podía reemplazar, por el que sonreia de verdad, por el que había descubierto seria capaz de usar su tecnica más poderosa y letal.

Solamente.

Por él.

🍎❄

[(*) Aurora Annihilate: o Aurora de la aniquilación; ataque exclusivo de Episodio G Assassin.]

¡Bellezas mías! 

Si les confieso algo en un principio Milo ¡Sí! Iba a morir, y Camus iba a lanzar esa Aurora sobre el pato de hule pero me arrepentí y esto termino bien y creo que me fui al Yaoi al final sin querer 😅

Espero que les haya gustado esta cosita venida de una galaxia lejana donde ni Milo o Camus murieron en las 12 Casas y viven felices criando al pato y al pulpo tuerto en una cabañita... okno, me desvíe xD 

Pero ustedes me entienden xD

¡Los amo! 💕

ScorpioNoMilo.💕