Un bello chico, que parecía tan delicado cual figura de porcelana o mesa de vidrio, rasgos finos, un caminar y una figura envidiable, el será nuestro protagonista. Pero las cosas nunca son lo que aparentan.

- Le presento a mi hijo, Estados Unidos De América

- He de presentar al mio, China

Ambos chicos se miraron, definitivamente no se caían bien y todos lo sabían. Odiaban que sus padres los trataran como si aún fuesen niños.

Ya eran adultos, con peleas ganadas, historia por detrás, antepasados y demás... Pero... Tenían problemas y necesitaban resolverlos a toda costa.