—Estamos el día de hoy aquí reunidos para unir a Andrea y Diego en santo matrimonio —dijo el pastor. Luego de esto, dio un largo discurso, se dieron los votos y todo el procedimiento de un matrimonio—... ¡Los declaro marido y mujer!, ¡pueden besarse!

Un largo y apasionado beso se dieron los esposos, mientras que el público estallaba en alegría.

Un la última fila, John aplaudía tranquilo, llorando de felicidad porque su mejor amiga, su primer amor, estaba feliz. Muy feliz.