Capítulo 5.
Al día siguiente no quería abrir los ojos. Sentía que si lo hacía, algo malo pasaría, a ella, o a lo que ahora lleva consigo, su hijo. Se hizo un ovillo en la cama y acaricio su vientre dejando que algunas lágrimas se escaparan. ¿Cómo hubiera sido todo si jamás se hubiera convertido en un agente secreto? ¿Hubiera podido encontrar a Ren a pesar de ello? ¿Hubiera cambiado en algo su destino? Tal vez no el de ella pero al menos él seguiría con vida.
Jamás se arrepentirá de haberlo conocido, de haber hablado con él, contarle sobre ella y su familia, y muchas cosas que tal vez fueron las que desencadenaron esto. Debió haberlo protegido con más esmero. Debió haber abandonado su misión mucho antes. Debió haber huido sin despedirse. Muchas cosas debieron hacerse, pero solo quedaron en el debió.
Tres pequeños golpes en su puerta anunciaron la llegada de alguien. Elevó su vista aunque no pudiera ver nada y volvió a dejar caer su cabeza sobre la almohada.
—Adelanté.
Su voz era apenas audible pero aun así fue oída. Se cubrió más con las sábanas y esperó a que alguien que viniera a llevársela entrara pero no, solo se trató de Jin. Suspiró un poco aliviada y le hizo un espacio en su cama. Él sonrió y caminó hasta ella, sentándose a un lado. Besó su frente y acarició su mejilla.
—¿Cómo estás? —susurró secando los rastros de lágrimas que ella había dejado olvidada.
Se sorprendió y ocultó su rostro. No era nuevo eso de que no quisiera que nadie viera su lado débil pero últimamente no podía evitarlo.
—Cómo puedo.
—Debes desayunar. ¿Por qué no te cambias y vamos a la cafetería?
—No... ya todos sabrán lo de... bueno. Con el escándalo de ayer y... No quiero que me observen como a un bicho raro.
—Nadie te verá así, no dejaré que lo hagan —bajó un poco las sábanas y acarició su mejilla —. Debes alimentarte, por el niño y por ti.
—Será niña —infló sus mejillas haciéndolo reír.
—¿Cómo lo sabes? A penas tienes dos meses.
—Quiero una.
—¿Y cómo la llamarás? —le siguió el juego.
—Uhm... Maaian.
—¿Uh? Suena lindo. ¿Y si es niño?
—... Minki —susurró apenas, sintiendo como su pecho se oprimía al igual que el de él al oír ese nombre.
—Bueno, debemos ir a alimentar a Maaian entonces. Vamos. —cambió rápido de tema y se puso de pie caminando hacia la puerta —. Te esperaré afuera para que puedas cambiarte.
Dicho eso, salió dejándola a solas de nuevo. Apretó sus puños una vez afuera y se contuvo de golpear la pared con fuerza. No se arrepentía de haber hecho aquello. Jaló del gatillo por ella y eso es más que suficiente para no lamentarlo.
Cinco minutos después, ____ apareció junto a él, vestida con una típica camiseta negra sin mangas, unos shorts y sus botas favoritas. Sencilla, pero hermosa.
Caminaron hasta la cafetería que no estaba muy concurrida puesto que ya eran las diez treinta. A esa hora cada uno se encontraba en sus actividades o misiones por lo que no muchos circulaban por ahí. Algunos pocos la vieron con sorpresa y desviaron rápidamente sus miradas. _____ se sintió incomoda, observada, pero no dijo nada. Tomó una bandeja y fue a servirse el desayuno. Algo ligero pero saludable. No estaba acostumbrada a comer en las mañanas así que debía comenzar de a poco.
Jin tomó solo una manzana y caminó tras ella hasta una mesa apartada. Ya había desayunado pero no podía decírselo. Quizás debió ir a buscarla antes, no pensó, tampoco esperó que ella aceptara su invitación.
Comenzaron a comer cuando Jungkook y V se les unieron. Al principio se sorprendieron de verlos juntos ya que últimamente _____ estaba que lo odiaba pero luego vieron la mirada en los ojos de su amigo, como la veía, como la admiraba, así que prefirieron no decir nada. Tomaron asiento uno a cada lado de la joven y la saludaron con una encantadora sonrisa. Ella los miró y asintió, regresando a su comida. Estaba luchando por tragarse el puré de calabaza que le sabía tan dulce, demasiado para su gusto. Se sintió un poco rara cuando comenzó a ser observada. Aparte, era la única que comía y eso le incomodada. En más de una ocasión les ofreció algo de su fruta a los chicos, pero Jin saltaba diciéndole que debería comérselo todo.
Cuando al fin acabó de comer todo, los demás le aplaudieron como si se tratará de una gran hazaña. Sin pensarlo se le escapó una pequeña sonrisa, sintiéndose una niña alabada por sus padres en los tiempos en los que aún eran una familia. Si su padre no se hubiera convertido en un monstruo, si su madre no se hubiera marchado a causa de su comportamiento, quizás todo podría seguir siendo como antes.
Un chasquido de dedos frente a sus ojos la arrastró fuera de sus pensamientos. Parpadeó varias veces y observó a Jin quien la veí. No tenía idea de lo que decía su mirada pero sí sintió tristeza en ella.
—¿Qué te parece si vamos a dar un paseo? No tienes por qué estar todo el día encerrada en tu habitación.
—Yo... no sé. Últimamente odio un poco el exterior.
—Anda, te hará bien —le insistió Kook, y V la animó dándole pequeños empujones.
—Ahg, está bien. Vamos.
—¡Yey! —Festejaron los payasos como si a ellos les hubieran invitado.
Jin no pudo evitar reír y resignarse a que tendría a ese par tras ellos pero al menos podía pasar algo de tiempo con _____ y no dejar que se pierda en su soledad.
Caminaron por el patio trasero por un largo tiempo, admirando los cerezos y los pequeños pétalos que caían de estos. Ella se veía perdida, atrapada en algún recuerdo o imaginándose algo. Admirar los cerezos siempre le producía eso, nostalgia. De la nada sujetó su frente sintiendo un fuerte dolor en su sien. Jin se asustó y la atrapó antes que cayera, por suerte no era nada grave, solo un mareo, uno muy fuerte.
La ayudó a sentarse bajo uno de los árboles y le pidió al par que fueran por agua fría y un paño para su frente. Sin protestar, corrieron a toda prisa de regreso a la cafetería. Mientras esperaban, Jin la acunó entre sus brazos haciendo que reposara su cabeza en su pecho. Sabía que se tardarían porque ya comenzaba a ser hora del almuerzo.
_____ se sentía rara, recordaba los días en los que ellos dos eran muy buenos amigos y eso le dolía. ¿Por qué tuvo que hacer aquello siendo un gran amigo? ¿Por qué...?
En ese instante un terrible estruendo proveniente de la cafetería los hizo sobresaltarse. Bombas de ondas expansivas, pensó al sentir como el suelo bajo su cuerpo temblaba. Al elevar su vista al cielo vio como hombres equipados y armados bajaban de dos helicópteros por el hueco en el techo que ahora tenía el lugar donde atacaron.
De un salto se puso de pie sin importarle sus mareos e intentó correr pero Jin la detuvo.
—No puedes ir, deja que yo vaya. Prométeme que te quedarás aquí.
—¡Ni lo sueñes! —espetó —Jungkook y V están allí dentro. Tengo que ir —gruñó zafándose de su agarre y corrió con todas sus fuerzas.
Cuando iba acercándose al lugar, un horrible humo atacó sus pulmones impidiéndole respirar con normalidad. Sentía una fuerte opresión en su pecho pero aun así cubrió su nariz con el cuello de su camiseta y siguió adentrándose hasta oír los disparos.
Ella no estaba armada, ¡¿qué podía hacer frente a alguien que si lo estuviera?! No veía nada, solo oía ruidos y disparos a su alrededor. Mientras avanzaba tropezó y cayó sobre algo blando, se esperó el suelo pero no fue así. Era el cuerpo de alguien más que yacía muerto. Se asustó e intentó ponerse de pie pero alguien la tomó del cabello, haciéndola gritar del dolor.
La arrastró escaleras arriba hacia la planta superior que daba al pequeño balcón de la cafetería donde el jefe siempre hacía sus anuncios y entregaba las misiones del día. Dos hombres más con máscaras de gas venían tras ella y ese sujeto que no la soltaba. No sabía qué hacer, por primera vez en su vida se sentía desesperada, lo único que pudo atinar a hacer fue proteger su panza.
Poco a poco el humo se fue dispersando pero aun así Jin no podía ver a ____ por ningún lado. Sangre, personas heridas y muertas por todas partes. Esto parecía una carnicería. ¿Quién podría ser el responsable de semejante acto?
—¡Oigan malditos! —gritó una voz desde lo alto del balcón y Jin se estremeció al ver como un sujeto enmascarado sostenía a ____ de sus cabellos. Se alteró, intentó correr pero sus piernas no le respondieron.
—¡Culpen a esta zorra por cada una de las muertes! ¡Ella es la única responsable de todo! ¡Esto es por Ren y por B.A.P! —vociferó, sorprendiendo no solo a la joven. Eran los Mikage. ¿Qué hacían ellos ahí? ¿Cómo era posible que hayan encontrado su base?
El silencio reinó el lugar y las miradas iban y venían entre todos. Cuando el hombre elevó su arma para apuntar a su sien. ____ apretó los ojos con fuerza esperando su final. Hasta aquí había llegado su miseria. Si este era el precio que debía pagar por Minki, lo aceptaba. En eso un disparo se oyó pero ella aún seguía apretando los ojos. Los abrió lentamente y vi como el hombre que la sujetaba caía como si todo pasara en cámara lenta. Miró al frente y notó a un joven parado sobre una de las mesas aún con su arma en alto, apuntando en su dirección. ¿Quién era? No lo sabía pero le había salvado la vida.
Los disparos comenzaron de nuevo pero aquel los esquivaba bastante bien y se deshacía del enemigo uno por uno hasta llegar al balcón donde ahora los dos restantes tenían a _____ por el cuello y le apuntaban. Si le disparaba a uno, el otro podría matarla, así que no tenía muchas opciones para actuar. Lanzó su arma lejos de él y les pidió que la soltaran. Su voz era grave y muy masculina, tanto que erizó cada vello de la joven y la hizo temblar.
Los tipos se rieron de él y empujaron a _____ detrás de ellos para apuntarlo. Aprovechó esa oportunidad para avanzar, esquivando las balas que rozaban su cuerpo como si lo acariciaran. Sujetó a uno por el cuello y lo quebró. Luego pateó el arma del otro, lastimando su mano y le dio un rodillazo en el pecho dejándolo sin aire. Tomó el arma que éste había dejado caer y estaba a punto de dispararle, cuando _____ lo detuvo. La miró incrédulo pero ella solo bajó la mirada.
—Ya no quiero más sangre. Por fav...—susurró ycayó desmayada.
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