Kōki sacudió su cabeza.

—Ustedes quédense aquí y no salgan— dijo a su familia —…. Y tú vienes conmigo.

Seijūrō asintió y siguio al castaño.

Caminaron por varios minutos hasta llegar a un solitario parque. Kōki se sentó en el columpio.

Seijūrō se sentó en el otro —¿A qué se  refiere tú padre con venganza?

Kōki miró el cielo. Las estrellas brillaban. Parecían danzar para ellos.

—Después de dejarte, y ver a mi padre sufrir con claustrofobia decidí vengarme. Jure que un día lo haría.  Hace 8 años mi hermano me dió esa oportunidad... Nash no quería ser el sucesor de nuestro padre, tenía sus propios planes; su despacho. En fin... Estudie mucho y me esforcé. Cuando mi padre se retiró tomé las riendas de la compañía... Y lo vi.. mi venganza. Era perfecta.

Seijūrō observó el perfil del castaño. Se miraba tan nostálgico.

— Compre la empresa de tú suegro para poder ser socio. Mi plan era apoderarme de Akashi Corp. Y arruinar la vida de tú padre. Tal como él lo hizo con la mía.

Seijūrō se levantó de un salto —Kōki...

—Pero verlo en el hospital. Con un infarto. Algo en mi se arrepintió. No pude continuar. Por eso no he hecho ningún movimiento en la sociedad.

Kōki miró al pelirrojo —No me veas así. Estoy en todo mi derecho. Él arruinó lo nuestro. Secuestro a mi madre. Estuvo a punto de asesinarla. Yo estaba embarazado. Después de marcharme temi que él se enterará. Cada día de mi embarazo rezaba porqué me encontrara. Mi embarazo fue de alto riesgo. Tuve dos amenazas de aborto debido al estrés emocional en que estaba.  Temia que un día apareciera y se llevará a mi bebé.

—Kōki...

—Pero lo pude Seijūrō. No soy como él. No soy una mala persona. No pude negarle que viera a Seiki. Es su nieto. No tuve corazón para negarle. Después de todo, él también perdió una nieta.

Seijūrō abrazó a Kōki. El castaño apoyo su rostro en el abdomen del pelirrojo.

A Seijūrō se le rompió el corazón escuchar llorar a Kōki de esa manera.

—Y lo peor de todo es que deseo odiarlo de corazón. Y no puedo. No puedo porque es tú padre. El padre del hombre que amo.  Todo esto es tan conflictivo. No sé qué hacer.

—Tranquilo ..

—¿no estás enojado?—Pregunto, mirando los ojos rojos.

—Por supuesto que no. Yo también odio a mi padre... Pero también lo quiero.  Y entendo que sea conflictivo. Realmente no sabes si amarlo u odiarlo. Lo odie por mi madre. Lo odie porque supuestamente tenía razón contigo. Lo odié porque me alejo de aquí, de tí. Me mantuvo recluido en Londres. Y luego me regresa únicamente para obligar a casarme.  Lo odié en ese entonces y lo digo odiando. Más ahora que sea que tuvo que ver en qué me dejaras, en separarme de ti y Seiki. Pero también lo amo. A pesar de todo es mi padre. Y mi madre una vez lo amó. Me es imposible odiarlo.

—Eres buena persona, Seijūrō.

—No, no lo soy...

Kōki supo a que se referia —No. No es tu culpa.

—Yo la invite a salir. Se había negado. Hasta que la convenci. De lo contrario estaríab vivas.

—Lo sé. Pero no fue tu culpa. Fue culpa de ese maldito hombre ebrio. .

—Pero...

—Deja de atormentarte. Rin-san ni lo querría.

—¿CÓMO OUEDES SABERLO? POR MI CULPA ELLAS ESTAB MUERTAS.

—lo se porque de lo que me dices de ella. Sé que era una buena persona. Y te amaba a su manera. Ella no querría verte sufrir... Ella no querría que te suicidaras.

Seijūrō miro con miedo a Kōki ¿COMO LO SABIA?