Capítulo 01
Era odioso para ambos tener que ser de las primeras personas a las que veían al salir de sus casas. Vivir al lado del otro, realmente, era desagradable. Pero quien más sufría con ello, es Kim TaeHyung —aunque probablemente, seguiría siendo el perjudicado en un futuro cercano— ya que, sus dos amigos le hacían señas para que se acercara a alguno de ellos, y como siempre, Kim suspiraba, miraba al cielo —como si este le fuera a ayudar— y se detenía en medio de ambas casas, exactamente, en el camino de ambos sitios y no dar preferencia por ninguno, pero sus amigos no entendían eso e insistían para que escogiera alguno de ellos.
—No sean infantiles y acérquense, ambos —exigió. Por supuesto, ambos jóvenes bufaron y no dieron tregua.
TaeHyung los miró, primero al menor y luego al mayor. Realmente en ese momento, Jimin, el mayor de los 3, parecía el más infantil entre ellos.
—Bien, me iré solo, entonces.
Dicho eso, TaeHyung se encaminó hacia su derecha para dirigirse a la parada de buses e ir al instituto. Sabía que sus amigos, finalmente, lo seguirían, estaba tan acostumbrado a aquello, que cuando miró a sus costados, Jimin y JungKook ya estaban caminando a su lado, como siempre.
—¿Tanto les cuesta acceder desde el inicio? Se conocen desde niños y se siguen ignorando. Es ridículo.
—TaeHyung —habló el menor—, si tan sólo eligieras a uno...
—¿Por qué tendría que elegir entre mis mejores amigos? —preguntó molesto. El menor bufó y prefirió callar.
—En algún momento tendrás que elegir —habló ahora el mayor—. Cuando menos te lo esperes. Imagínate nos toca jugar el mismo día y a la misma hora. No es como si pudieras partirte en dos y apoyar a ambos al mismo tiempo.
—En primer lugar, el instituto siempre se encarga de eso, de que las fechas no coincidan, idiota. En segundo lugar, tendrían que estar en algún equipo y recuerdo muy bien que, cada año, ambos son rechazados.
—No saben apreciar lo que es bueno —habló el menor—. Y por supuesto, me refiero a mí.
En ocasiones, muy pocas, Jimin y JungKook entablaban alguna conversación, pero sólo para menospreciar al otro o refiriéndose al otro en tercera persona. Jamás han tenido una conversación por más de 5 minutos.
—Por algo no han admitido a cierta persona, ¿no crees, Tae? Porque saben apreciar a los que son buenos en natación y no a cualquiera.
Por supuesto, aquello iba dirigido para JungKook y éste lo sabía.
—Si, bueno, podemos decir lo mismo del club de danza contemporánea o el club de karate.
Cuando ambos chicos se detuvieron, TaeHyung supo que comenzaría una pequeña, pero fuerte, discusión entre ellos, por eso, también se detuvo, agarró las manos de ambos y comenzó a correr, arrastrándolos hacia la parada de buses.
Como toda mañana, los buses pasaban llenos. TaeHyung odiaba tener que ir por ellos, de hecho, él vivía un poco lejos de sus amigos, pero por ser tan bueno con ambos, accedía a ir por ellos hasta sus casas e ir juntos al instituto.
Odiaba sentir cerca los cuerpos de otras personas tan cerca del suyo. Él era de esos que aprecia mucho su espacio personal y, a decir verdad, no era que olieran muy bien, aunque sea tan temprano, muchas veces Tae pensaba que algunas de esas personas no conocían el significado de darse una ducha antes de dormir o al menos, por las mañanas al despertar. Tampoco era como si los empujara disimuladamente, para eso tenía a JungKook, quien odiaba tener a personas desconocidas muy cerca de su cuerpo, así que, simplemente usando su codo los empujaba o le daba alguna mirada de molestia, por otro lado, Jimin se ponía de lado, dando la espalda a los desconocidos, con su cuerpo en dirección hacia su amigo y hablar con él tanto como pudiera mientras JungKook empujaba a los demás.
Bajaron en la parada exclusivamente del instituto, ahí esperaban por ellos sus amigos, los que eran sólo de JungKook y los de Jimin.
Nam Joon esperaba por JungKook, a pesar de sus años de diferencia, ambos lograban entenderse muy bien, de hecho, el menor había accedido —de alguna manera— ingresar a ese instituto porque Nam estaba en él —aunque seguramente sus padres le habrían obligado de igual manera al saber que Jimin estudiaría ahí también— ya que, el menor admira mucho a su amigo. Otro amigo que esperaba con él al menor era Yoongi. Él, aunque a ojos de otros no lo parecía, cuidaba mucho de ambos, por supuesto, a su manera.
A Jimin lo esperaban Hoseok y Jin. El primero estaba en el club de danza urbana, siendo su pasión, conoce a Jimin hace ya 3 años, mientras que Jin, él debería de haber terminado el instituto hace unos años, pero ingresó tarde, sólo eligió el taller de matemáticas —junto a Nam Joon— y lleva siendo amigo de Jimin 4 años.
—Es un don el que puedas mantener a esos dos juntos, Tae —Hoseok rio ante su propio comentario, pero le parecía algo realmente asombroso.
—Es algo que adquirí con tantos años de práctica, pero ya me estresan un poco. Vamos Hobi.
Agarrando el brazo derecho del mayor, TaeHyung se alejó de sus amigos y los demás. Por supuesto, Hoseok no tuvo problema y lo siguió encantado, le gusta compartir tiempo con él, de hecho, siempre le agradece a Jimin por haberlos presentado.
JungKook miró un momento a Jimin, aunque este no notó la mirada del menor, pues estaba riéndose con Jin, burlándose de lo baboso que estaba Hoseok por TaeHyung.
"¿Qué puede tener él de bueno que tanto le agrada a Tae? Siempre se burla de otros, es egoísta e intenta verse genial, pero no lo es. Es un completo idiota"
El menor tenía esa imagen de Jimin, aunque él realmente no tiene idea de cómo es realmente Park Jimin. No sabe de los problemas personales que tiene ese chico y por supuesto, el mayor tampoco sabe nada de Jeon JungKook.
Dejó de mirar al mayor, pasando por su lado, y dirigiéndose con sus amigos hacia el instituto. Jimin siguió riéndose junto a Jin, también yendo a clases. Si llegaban tarde, tendrían que pagar con ejercicios físicos como castigo y ninguno quería iniciar de esa manera su mañana, menos un lunes.
Cuando caminaban por los pasillos, después de su primera clase, tanto Jimin como JungKook deseaban una cosa.
Ser tan populares como lo eran el grupo conformado por Jackson, Junior, Mark y JB. Ellos siempre llamaban la atención, no sólo los 4 eran guapos, sino que, también eran los capitanes en los clubes en los que cada uno está, sumando que son hijos de personas importantes y han tenido muchas novias, aunque existían rumores como que habían tenido algo entre ellos, lo cual fue olvidado cuando los vieron con chicas días siguientes de que existiera tales rumores.
A sus amigos no les importaba mucho el tema de ser populares, preferían pasar un poco, desapercibidos y no estar en la mira de todos, pero tanto Jimin como JungKook querían tener más emoción en sus vidas. Tener algo en que divertirse, ser admirados —de alguna manera— y ¿Por qué no? Un par de chicas que quisieran salir con ellos. Aunque era como si no se les hubiera declarado alguna chica, de hecho, JungKook había tenido una novia, la cual terminó un mes después porque el chico prefería hacer otras cosas que ir a citas. Y Jimin, bueno, él también tuvo una novia, duraron varios meses, pero ella lo dejó. Terminó su relación con él al darse cuenta de los problemas que éste tiene.
—¿Otra vez con la idea de ser popular?
Jimin se sobresaltó cuando escuchó la voz de TaeHyung tras él. Detestaba que le sorprendiera de esa manera, sin embargo, no se equivocaba.
—Sólo quiero algo más de emoción en mi vida. Quiero tener buenos recuerdos del instituto, no sólo ser el chico que tiene problemas con su cuerpo.
—Estás bien así, Jimin —dijo. Detestaba cuando Jimin hablaba sobre eso, de cuánto odiaba la grasa extra que tiene—. No debes seguir con ese tipo de pensamientos.
—Lo dices porque tú tienes un rostro atractivo.
—Tú eres muy atractivo.
—Siempre dices eso para animarme.
Antes de seguir escuchando los regaños y palabras de aliento de su amigo, Jimin se alejó. Paso junto al grupo al cual envidia, dándoles sólo una mirada sin expresión alguna. Ese día, nuevamente, se saltaría el desayuno, siendo parte de sus tantas dietas estrictas. Caminando por el pasillo, se topó con JungKook, y como siempre, ambos se ignoraron, a pesar de que vieron al otro.
Las clases siguieron normales, JungKook debía leer ante toda su clase, no era la primera vez, de hecho, era algo normal con aquella profesora, pero como siempre, le costaba hablar frente a sus compañeros, sólo podía expresarse —de cierto modo, ante su pequeño grupo de amigos— y por supuesto, cuando quería burlase indirectamente de Jimin.
Después de algunas risas por parte de sus compañeros de clase, JungKook terminó de leer el párrafo que le ordenó su profesora, se sentó y cubrió su rostro con el libro. Detestaba ser así, ser el centro de burlas de sus compañeros y no tener el respeto que merece, por ello creía que, si se volvía alguien popular, dejarían de burlarse de él.
La hora del almuerzo no tardó en llegar. TaeHyung, como ya era costumbre, se encargó de juntar a los amigos de Jimin y los de JungKook para compartir el mismo lugar para almorzar. Sus amigos se sentaron lo más alejado del otro, como de costumbre, Tae se sentó en medio de ambos, pero con Hoseok y Nam Joon a sus costados. Ese día no le daría en el gusto a Jeon ni a Park.
Todos estaban con sus bandejas frente a ellos, con sus almuerzos, ensaladas y postres, excepto uno. TaeHyung se percató de la bandeja casi vacía de Jimin, molesto le pidió a Hoseok que le cambiara de asiento por un momento. JungKook no le dio importancia, pues estaba teniendo una conversación interesante con Yoongi, quien le contaba el progreso que estaba teniendo en sus eventos que hace por la noche.
Jimin observaba su ensalada, siendo lo único que tenía en la bandeja. No había almuerzo ni postre, sólo una ensalada de varios vegetales —se le estaba haciendo costumbre el sólo comer ensaladas— lo cual, por supuesto molestaba y preocupaba a TaeHyung.
—¿Otra vez, Jimin? ¿crees que eso te alimentará lo que queda de día?
—Por favor, no empieces, Tae.
—Me preocupas, ¿sí? Y soy tu amigo. Te hará mal en algún momento, aunque creo que ya lo hace.
El menor observó el comienzo en los cambios en el cuerpo de Jimin. Cuando lo conoció, éste tenía los muslos muy marcados, al igual que el abdomen, algo que siempre adoró en el mayor, fueron sus cachetes, le gustaba apretarlos en ocasiones, siendo muy adorable con el cuerpo marcado por varios músculos que tenía, pero mirándolo en ese momento, notó cómo sus cachetes iban disminuyendo, sus brazos ya no estaban tan musculosos, aunque sus muslos no habían tenido cambio alguno.
—Estaré bien.
Ante el comentario del mayor, TaeHyung no pudo confiar, por ello pondría más atención en Park, sin embargo, no dejaría de lado a JungKook, pues sabía que él también tiene sus problemas, aunque igual es consciente de los problemas económicos de Yoongi, de las burlas hacia Nam Joon por su color de piel —algo más oscura que la de los demás— por no encajar con la "belleza" de su país, siendo más notorio en el instituto, provocando que no se aceptara tal cual es, teniendo incluso problemas de autoestima, de Hoseok bailando en las calles o en el metro para obtener dinero y ayudar a su familia, de Jin siendo presionado por su padre para que se haga cargo de la empresa en el futuro. Él no tenía problemas muy graves, o alguno que necesite mucha ayuda, por ello era envidiado por sus amigos, pero agradecían que él se preocupara de todos, aunque si había algo que le causaba malestar y era el que lo tacharan como un "rarito".
—Tae —lo llamó por cuarta vez, Jimin— TaeHyung.
—¿Qué pasa?
—Eso quiero saber, de la nada dejaste de hablar y tenías la mirada fija. ¿Sucede algo?
—Sucede que sólo comerás una ensalada y eso no es suficiente.
—Ya terminamos ese tema. Permiso.
Jimin sabía que su amigo insistiría con el tema de su alimentación, hasta tenía presente la idea de que este, podría obligarle a comer algo más que ensalada, por ello se levantó de su asiento, llevándose consigo lo poco y nada que había planeado comer, pero con la actitud de su amigo, no lo hizo y se marchó. A pesar de que, JungKook no se considera amigo de Park — ni siquiera un vecino con quien tiene una buena relación — notó cómo TaeHyung le hizo molestar, siendo el motivo por el cual los dejó, tampoco era como si él fuera a opinar o entrometerse, entendía muy bien lo impertinente que podía ser en ocasiones, sin embargo, siguió en silencio, escuchando a su amigo Yoongi. Por otro lado, quien sí se entrometió fue Hoseok y le habló a Tae:
—¿Otra vez lo mismo?
—No sé qué hacer para que se alimente como corresponde, Hobi hyung.
—Ya conoces a Jimin, después de todo es tu amigo. Mejor no insistas por ahora y cuando él te necesite seguro te buscará o algo así.
—Está bien.
Jimin ya había salido del comedor. Caminaba por los pasillos, observando el piso y sin mirar hacia adelante, por ello en reiteradas ocasiones chocó con algún otro alumno o alumna, no se disculpó, aunque tampoco se disculparon con él. Pensaba una vez más en que, si él fuera alguien popular, probablemente no se preocuparía tanto de su aspecto, porque ya tendría toda la atención que quería tener en ese momento, pero no. En sus pensamientos estaban las ideas de que, al ser alguien de baja estatura, con cachetes regordetes — como él creía que los tenía — con aquellos ojos que muchas veces son causa de burlas, con grasa extra, nadie, ninguna chica se fijaría jamás en él, por ello recurría hace ya un tiempo a dietas extremas, en donde varias veces su "alimentación" consistía en botellas y botellas de agua o incluso, ensaladas como la de ese día. Realmente odiaba mirarse en el espejo y ver su cuerpo.
Salió por la puerta que llevaba al patio interior del colegio, viendo a muchos otros y otras estudiantes divertirse, reír, gritar o discutir por alguna tontera, pero estaba seguro de que, muchos de ellos o ellas sufría por algo similar a él o eso quería pensar para no creer que, era el único que se odiaba por ser como es, por su aspecto e incluso, a veces, por su personalidad. Dirigió su atención a un grupo de chicas y observó sus cuerpos. Muchas de ellas tenían una que otra curva, ninguna mostraba más de lo debido, el colegio no toleraba ese tipo de muestras en sus alumnas, pero lo que dejaban ver, le gustaba a Jimin. Le gustaba porque veía a esas chicas sonreír con lo que tienen, sin esperar algo más. Si tenían frenillos, ellas sonreían con ganas, orgullo. Si tenían piernas cortas, ellas usaban algo que les hiciera resaltar aquello, incluso si eran más altas que algún chico, ellas se mostraban bien, se paraban derechas o aquella bajita entre medio de las demás, a pesar de su estatura, lo recompensaba con su alegre, brillante y espectacular personalidad. Las envidiaba, pero no sería algo que diría en voz alta.
Por otro lado, en el comedor, TaeHyung pensó en la idea de ir en busca de Jimin, sin embargo, su otro mejor amigo intervino.
—No puedes cuidarlo todo el tiempo.
—No lo cuidado todo el tiempo, sólo la mitad de esta, porque la otra mitad me la paso cuidando de ti, JungKook —comentó. El menor notó la molestia en su amigo, aun así, no se quitó de su camino y en que fuera en busca de Park.
—Soy dos años menor que él, es normal que cuides de mí.
—Tienes razón, por eso —con una sonrisa divertida, agarró la diestra del menor y le obligó a que lo acompañara— ya que no me dejas cuidar de Jimin, tendrás que cuidarlo conmigo y no aceptaré un no ni excusas, JungKook.
—Nos odiamos, lo sabes. Esto sólo traerá problemas.
—Ustedes son unos idiotas incapaces de odiar a nadie. Ahora cállate y sígueme.
Sus demás amigos rieron por las negativas palabras de JungKook — antes de ser callado por TaeHyung— y cómo finalmente, se calló. Pero ellos prefirieron seguir disfrutando de la compañía de cada uno y siguieron conversando en el comedor, después de todo, sabían que sólo Tae podría contra esos dos (Jimin y JungKook)
TaeHyung divisó a su otro mejor amigo entrar hacia uno de los baños del primer piso, apresuró sus pasos y así, los de JungKook también. Éste no quería estar cerca de Jimin, pero quien lo arrastraba estaba usando bastante fuerza, la suficiente como para que no se soltara. Finalmente, entraron al baño y Park se encontraba adentro del último cubículo individual.
—¡Jimin! —gritó. El mencionado terminó por apuntar hacia la pared por culpa del grito, ensuciando con su orina.
—¡Maldición, Tae! Ensucié la pared con mi orina y también mis pantalones —dijo. No sabía que su amigo había llevado consigo compañía, por ello al salir del cubículo se sonrojó por ver a ambos chicos reírse, sobre todo porque estaba JungKook tras el castaño.
—Eres un puerco —le soltó el menor, provocando que el sonrojo en Jimin aumentara, pero ahora por el enojo.
—Respeta a tu hyung, mocoso —dijo.
Aquello no le gustó al menor, sin embargo, se siguió riendo. TaeHyung disfrutó que JungKook se riera a causa de Jimin, aunque sea por burlarse de la desgracia de su amigo.
—¿Qué hacen aquí? Creí que estaban con los demás.
—Estábamos, pero quisimos venir y hacerte compañía —mintió.
—Me obligaste a venir, no es como si yo disfrutara de la compañía del hyung puerco.
—Tú, mocoso...
—Basta, amigos —intervino el castaño—. Anda Jimin, lava tus manos y salgamos un rato al patio.
—No saldré con el pantalón manchado.
—Cierto. JungKook, tú siempre traes uno extra, anda, préstaselo a Jimin.
—No lo haré.
—Es una emergencia.
—Puedo tener una emergencia en cualquier momento, hyung —le dijo. Intentó un puchero, pero TaeHyung no cayó en ello.
—Tampoco lo quiero. Que asco usar algo de este mocoso.
—Más asco da verte con el pantalón orinado, hyung —se burló.
—Suficiente. JungKook ve a buscar el jodido pantalón y tú, Jimin —lo señaló, molesto—. Te lo vas a poner sí o sí.
Sin más quejas, JungKook abandonó el baño y fue en busca del dichoso pantalón, aunque, por supuesto se quejó todo el camino. Mientras tanto, Jimin deseaba intensamente que su mejor amigo no sacara el tema de su alimentación en ese instante, después de todo huyó del comedor por esa razón. Y tuvo suerte, TaeHyung prefirió no retomar el tema, de momento. Minutos después, el menor regresó con el pantalón, aunque era el de educación física.
—Me cambiaré —avisó—, así que, pueden voltearse o salir, pervertidos.
—No veré algo que no he visto. Muchas veces te has cambiado frente a mí, Jimin —se burló su mejor amigo—. Conozco muy bien tus piernas.
—Ya, pero el mocoso no, así que, voltéate JungKook.
—Ni que tuviera ganas de verte semidesnudo, hyung.
Girando sobre sus talones, JungKook miró al otro lado del baño mientras que TaeHyung observaba algo en los muslos de Jimin y cuando notó y supo lo que era, enojado se acercó a él y le arrebató el pantalón.
—¡Maldición, Jimin!
En los muslos de Jimin había rastros de cortes, de al menos un par de semanas, varias de ellas tenían costras, pero eran visibles. Inevitablemente JungKook se giró y se dio cuenta de la situación, espantándose, sobre todo porque él recordaba con músculos más marcados en los muslos del mayor, no era que hubieran disminuido completamente, pero él notó la diferencia.
—No empieces, Tae...
—Hablaré con tus padres —informó firmemente.
—No es necesario, no puedes hacerlo, TaeHyung.
—No estás alimentándote como corresponde. Dejaste de cortarte en los brazos... Para ahora cortarte en los muslos ¿crees que es algo que ellos no deben saber? Maldición Jimin, necesitas ayuda.
—No te entrometas más de la cuenta, TaeHyung.
—Y una mierda.
Enojado, TaeHyung abandonó el baño, sin embargo, JungKook seguía ahí, de pie observando al mayor.
—También te puedes ir.
—Lo sé, pero me quedaré.
—¿Por qué? Nos odiamos ¿lo recuerdas?
—Hyung, nosotros no nos podemos odiar, sí me resultas desagradable y yo a ti, pero no te odio. Además, mis padres te aprecian mucho y si saben que yo sé de esto y no hice, me castigarán.
—No puedes hacer nada de todas formas.
—Puedo hablar con Tae hyung y pedirle que no hable con tus padres.
—¿A cambio de qué?
Agarró el pantalón que TaeHyung tiró al piso y se lo puso, luego su calzado.
—De que dejes de preocupar a hyung y te alimentes como es debido. También que dejes de herir tu cuerpo.
—¿Y si no lo hago?
—Yo hablaré con tus padres y sabes que ellos sí me creerán y harán caso.
De cierta manera, Jimin sintió que el menor lo estaba chantajeando, incluso queriendo manipular la situación, pero no quería causarles problemas a sus padres, menos tener que preocuparlos por sus propios problemas, inseguridades, miedos y baja autoestima.
Por otro lado, JungKook estaba casi seguro de que, al final, ganaría y lograría un cambio en el mayor, por ello sonrió victorioso cuando escuchó suspirar al contrario mientras ocultaba su rostro en dirección al piso, volvió a escucharlo suspirar, hasta que habló:
— Bien, pero no le digas nada a mis padres.
— Mientras no preocupe más a Tae Tae hyung, yo mantendré la boca cerrada —sonrió con burla. Le gustó esa primera victoria en contra de Jimin, porque estaba seguro de que ganaría otras más.
Y le gustó demasiado.
— Te devolveré el pantalón en la tarde. Adiós.
— Fue un gusto hacer tratos contigo, hyung —dijo. Hasta el final se burló del mayor y éste lo sabía, pero extrañamente no le molestó del todo.
Jimin abandonó el baño antes de querer soltarle alguna palabrota al menor, mientras éste lo veía marcharse entre risitas. Por otro lado, TaeHyung regresó con sus amigos, pero no se sentó, ya que, ellos estaban por dejar el lugar e ir hacia el patio para disfrutar del poco recreo que les quedaba, también, del clima.
Hoseok notó extraño al menor, era el que más atención le prestaba a TaeHyung y los demás sabían el motivo. A él le gusta el chico castaño, al igual que éste a Hoseok, pero no se entrometían. Además, para ellos era entretenido verlos celar al otro.
—¿Sucedió algo más con Jimin?
—Prefiero no hablar de eso ahora, hyung —comentó. Él siempre mostraba una alegría que los demás envidiaban, por ello, también les fue extraño verlo cabizbajo.
—Deberías darle algo de espacio a Jimin —comentó el alto —. Mejor que nadie sabes que odia que se entrometan más de la cuenta en su vida.
—Lo sé.
Entonces, TaeHyung decidió que, de momento, sería mejor no pensar más en las heridas en los muslos de Jimin y disfrutar de la compañía de sus amigos, más tarde, cuando Park estuviera de mejor humor, intentaría, una vez más, hablar con él sobre el tema de autolesionarse y su mala alimentación.
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