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019°

La brisa de aquella tarde se hizo presente, el viento acariciaba de una manera tan dulce la piel de aquellos cuatro cuerpos. Los pétalos de los árboles de cerezo, se desprendían por aquella ráfaga fría haciendo más hermoso aquel caminar.

Jimin tomaba aún la manga de la camiseta de Yoongi, evitaba a toda costa tomar su mano pálida por el hecho de no saber que reacción tendría aquel, sus dedos tomaban con fuerza aquella tela que gracias a dicho agarre la mano pálida y fría de Yoongi se había escondido por completo. Ambos caminaban en total silencio detrás de aquel par más. Jungkook se  ofreció a cargar el saxofón del castaño, por esa razón este último se sentía tímido y miedoso, no quería que nada le sucediera a su precioso y amado saxofón, aquel sentimiento solo le hacía caminar con desconfianza, vigilando a todo momento el caminar distraído de Jungkook.

—Pienso que una buena opción para cerrar esta bonita velada es tomar un café, conozco un lugar impresionante a unas cuantas cuadras de aquí ¿Qué dicen? — Jungkook se había detenido en seco dándose media vuelta para observar aquel dúo que caminaba detrás de él.

— ¡Por dios! — Taehyung sintió como el alma se le despremdió del cuerpo cuando miró aquel tambalear tan brusco del estuche sobre los hombros de Jungkook, no quería que aquel instrumento sufriera el más mínimo de los daños —. Ten más cuidado, es lo más valioso que tengo.

—Me parece perfecto, ¿quieres ir Yoonie? — Jimin miró como un cachorro al mayor, anhelaba tanto pasar tiempo con aquel chico, que incluso una simple ida al café le parecía excelsa.

—Pero, no estaba en los planes, solo sería el evento de tu amigo y después iríamos a casa — aquella invitación le aterró, haciendo que en segundos se cohibiera guardando sus manos en sus bolsillos, su postura había cambiado drásticamente luciendo ahora una silueta encorvada, con la mirada gacha.

Si es por el efectivo, no se preocupen yo invito esta noche — Jungkook buscaba de una u otra manera impresionar al castaño, le mostró una sonrisa a los cuatro y espero por una respuesta.

A Yoongi no le preocupaba realmente el efectivo, solo una parte si, después de todo, debía procurar administrar bien el dinero, puesto que sus padres le enviaban una cantidad exacta cada mes, pero, realmente lo que hacía resonancia en su interior era el ¿cómo? de aquella acción. Está bien, parecía sencillo, pero después de llegar a dichoso lugar, ¿qué debía hacer? ¿Sentarse en la mesa y esperar a que le tomasen la orden? o ¿tendría que ir a la barra del lugar y leer rápidamente el menú y pedir la opción más viable?, pero, ¿y sí su pedido se pasaba del presupuesto que llevaba en sus bolsillos? Peor aún, el pedir un café contraería uno de sus miedos más latentes, tendría que sentarse en una de las mesas con aquellos tres chicos y socializar, ¿y si aquellos comenzaban a interrogarle? Sus preguntas podrían ser tan personales que temía no saber qué debía contestar. ¿Qué pensarían de él?

—Yoonie~ — Jimin como un pequeño niño berrinchudo carente de todo pensamiento de Yoongi, tiró de su manga para hacerle entrar en razón puesto que aquel parecía ido.

—Yo prefiero regresar a casa, por favor vayan ustedes, no quiero retrasarlos — el pálido aún aferrado a aquella postura susurró sin mirar los ojos de aquellos que le miraban imponentes.

—Entonces tampoco iré yo, ve con Tae, Jungkook — Jimin tomó de nuevo la mano de Yoongi y mostró una sonrisa resplandeciente a los chicos más altos.

—Si Jiminie no va, entonces yo tampoco, ni si quiera te conozco... ¿Junguk? — el castaño hizo el ademan de tomar su preciado estuche de las garras de Jungkook pero le fue imposible, puesto que aquel se movió repentinamente haciéndole tropezar.

—Solo será un rato, vamos, no pueden ser tan amargados. Los chicos suelen salir a divertirse los viernes — Jungkook miró de manera suplicante a Jimin para que terminara accediendo, pero este solo negó, su deber era cuidar de Yoongi, no podía dejarlo solo.

—De acuerdo, vamos — el menos esperado para dar una respuesta fue Yoongi, así que en cuanto pronuncio palabra, el resto de chicos felices gritaron por la emoción.

El alardeo de Kook durante el caminó a aquella cafetería no tuvo fin. En su plan de impresionar a aquel, le contó a detalle su talento para la pintura y el dibujo, Taehyung parecía no entender, solo se le veía asentir una y otra vez fingiendo comprender. Por su parte Jimin tomó más fuerte el agarre de aquella tela, procuraba acariciar la mano ajena pero aquella permanecía aun escondida.

—Es aquí —Jungkook sonrió de manera exitosa cuando el pequeño grupo se encontró frente al establecimiento.

Un bello lugar sin duda, iluminado por pequeños foquitos amarillos colgados desde la cornisa de aquel lugar construido con madera pura, se sentía cálido el ambiente que aquel lugar desbordaba, además un amplio jardín lleno de cerezos era parte de la decoración de aquel lugar. Yoongi se sintió intimidado, la gente entraba y salía, especialmente esa noche estaba lleno, a consecuencia el pálido comenzó a morder su labio inferior, se lamentaba haber accedido a ir. Yoongi aun aterrado por las preguntas que aun rondaban su cabeza, decidió ser el último de los cuatro en entrar. Debía saber que es lo que harían los demás para el hacer lo mismo.

—Señor Jungkook, su mesa como siempre está reservada — un chico alto con complexión delgada saludó a Jeon quien a manera de saludo le sonrió y siguió a aquel chico que portaba su uniforme impecable.

—Gracias por  el recibimiento, espero que no se les niegue nada a mis amigos y no importa si no vengo con ellos, por favor atiéndelos bien, yo pagaré su consumo de hoy en adelante — Jungkook se sentó en aquella silla acolchonada invitando a su compañía a hacer exactamente lo mismo.

—Claro que sí señor, así será, ya les traeré el menú — antes de irse mostró una reverencia a aquellos.

—Gracias Kim, no te demores. — Era el lugar favorito de Jungkook, solía dejar una buena propina cuando se encontraba en ese lugar. Siempre iba totalmente solo y en ocasiones su única compañía para hablar y pasar el rato era aquel mesero.

Aquel chico volvió con aquellos libros de cuero, le entregó uno a cada uno de ellos y se retiró de inmediato para que aquellos sin presión, pudieran hacer una buena elección.

—Pueden pedir lo que sea, no se sientan tímidos por favor, es grato que me acompañen esta noche — Jungkook les sonrió de manera sincera dejando a un lado su arrogancia, tomó aquel delgado libro de piel y hojeo un poco.

Jimin y Taehyung parecían emocionados mirando todos los postres y la comida que se encontraba en fotografías impresas. Contentos no se demoraron en seleccionar algo de su agrado. Pero por su lado Yoongi no veía aquellas fotografías, no se deleitaba con lo que podría ser de su antojo, solo veía los precios de cada postre, de cada bebida y de cada platillo. Miró el más accesible, un vaso de jugo de cereza, esa sería su elección,

Después de unos minutos riendo y hablando sobre la perfecta presentación de Taehyung, el mesero volvió con un cuadernillo de mano y un bolígrafo dispuesto a tomar la orden.

—Por favor pidan ustedes primero — Jeon miró al chico de mejillas regordetas.

—Por favor yo quiero un Bingsu de frutillas rojas y un batido de fresa por favor — Jimin estaba sonriente, su estómago rugía y moría por comer algo extremadamente dulce y delicioso.

—Yo quiero por favor un batido de chocolate y Hobaktteok por favor — Taehyung sonrió también al terminar de dictar su orden. El mesero anotó cada palabra que de sus labios salía para no tener errores en sus pedidos. Ansiosos, todos centraron la mirada en Yoongi, quien era el penúltimo en pedir de los tres,

—Un jugo de cereza por favor — dijo sin más mirando el decorado de la fina madera de la cual estaba echa aquella mesa.

—Por favor Kim, también tráele un plato de ramen con pollo por favor, y a mí me traes exactamente lo mismo que pidió este lindo chico — Jungkook señaló con una sonrisa a Taehyung.

Aquel mesero se retiró sin dejar que el pálido pudiera protestar algo. Yoongi miró a los chicos que ya comenzaban a entablar una conversación totalmente nueva.

Miro sus risas, aquella armonía y la interacción tan fluida de aquellos, las carcajadas salían tan naturalmente, Yoongi sentía como cada una de aquellas hacía eco en su propio corazón recordándole que dentro de él no había ese sentimiento de felicidad, por dentro él estaba hueco.

🍃Polvo Estelar🍃  

*Bingsu:

*Hobaktteok:

El próximo capitulo será dedicado a la ultima persona que comente en este capitulo.

Estuve pensando mucho, esta historia  la siguen al menos 60 personas y por lo menos 40 personas dejan su lindo voto :3 Bueno, tengo otras historias en borradores, quizás solo me dedique a ellas... Si este capitulo no tiene un mayor alcance me temo que la dejaré de lado..

Gracias por leer ay lofiu

¿Quién es ese pokémon? 

(en este capitulo se habla de un Kim... a quién creen que se refiera?)

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