Después de un acalorado día en la universidad, Taehyung volvió a casa, dejó su saxofón sobre su cama y con una leve emoción, sonrió mientras sus manos buscaban como todo un loco las partituras que normalmente escondía debajo del colchón de su cama, cuando por fin sus manos sintieron aquel papel el brillo en sus ojos le invadió obligándole a sonreír, unas estaban dobladas, era normal, comenzaban a desgastarse por tanto uso y la forma en la que con recelo las ocultaba para que estas no fueran desechadas por la ira de sus padres.

Acomodó su viejo atril y colocó de forma entusiasta el juego de partituras en él, admiró la imagen y suspiró dejando ir en aquel suspiro su amor por la música. Gustoso sacó su segundo mejor amigo de dentro de aquel estuche, pasó la cintilla sobre su cuello y le tomó en sus manos, para después humedecer suavemente sus labios, continuamente tomó una gran bocanada de aire para después tomar la boquilla de aquel instrumento entre sus labios, al sentir aquel material frio sus ojos se clavaron en la primera hoja, era tan fácil de seguir aquel conjunto de notas, sus oídos logran escuchar una melodía dulce y sonora. Los ojos de Taehyung se cerraron con la mayor confianza cuando logró ver las siguientes notas en su mente, aquella melodía había sido practicada desde hace un par de semanas y le sorprendía incluso a él la velocidad en la que se la había aprendido de memoria. Aquella melodía comenzaba a envolver su cuerpo entre latidos llenos de amor por lo que hacía, sin duda alguna era uno solo con aquel saxofón.

Sin embargo un golpe en seco le interrumpió de aquella ensoñación, la puerta de la entrada se había cerrado... Tan rápido como pudo, guardó de nuevo su saxofón y las partituras doblándolas con brusquedad cuando las metió sin cuidado de nuevo bajo su cama, el estuche fue guardado en su armario con torpeza, aquellos gritos llenos de desprecio le hacían temblar de los pies a la cabeza haciéndole entorpecer, no quería ser descubierto así que se aventó sobre su cama agitado.

—¿Kim Taehyung, dónde estás bastardo? — Aquel tono de voz se hizo más sonoro conforme subía las escaleras directo a su habitación.

Sus manos temblorosas le hacían manipular las cosas con torpeza, entre sus manos tomó el libro aburrido de física que solía llevar a la escuela para continuar manteniendo la gran farsa, el miedo le estaba haciendo sudar en frio, abrió el libro en alguna página al azar y se obligó a mantener la mirada en las líneas de aquel aburrido libro lleno de palabras sin sentido y fórmulas que no le era fácil comprender.

Su puerta se abrió y le dejó ver a su padrastro, aquel le miraba asqueado de pies a cabeza, Taehyung solo podía encontrar consuelo en el fleco que caía en cascada sobre sus ojos, pues se sentía de alguna manera a salvo, pues evitaba verle a los ojos directamente.

—¿Dónde está tu madre? —Taehyung comenzó a tartamudear, él recién había llegado, no sabía ni si quiera la hora de salida de su madre.

—Lo siento, yo acabo de regresar de la universidad.

—Tu nunca sabes nada maricon — la puerta se cerró de nuevo, aquel hombre desalineado con pasos tambaleantes por fin se había ido de su pequeña guarida, se acomodó los cabellos y suspiró profundo.

Sus manos dejaron de temblar y aquel libro salió volando de sus manos con rabia, se levantó de su cama solo para sacar las partituras, al verlas dobladas y maltratadas, las abrazó con fuerza en un intento de querer meterse entre esas melodías llenas de armonía y felicidad, quería que aquel amor por lo que hacía no se desvaneciera y que por lo contrario le llenara de paz el corazón, sus ojos se cerraron tan fuerte dejando caer un par de lágrimas sobre las hojas, las secó con suavidad sonriendo debía mantener en su mente que, el viernes tendría una nueva presentación y debía hacerlo bien, entregarse en el escenario y disfrutar de las melodías que de su saxofón salía.

Después de unas horas intentado estudiar las partituras, la hora de cenar daba pie a nuevos interrogatorios, bajó de su habitación y con los hombros bajos se sentó en la mesa a esperar la cena, tenía justo frente a él a sus padres, ambos comiendo en silencio mirando cada acción del castaño. Después de unos segundos escuchó los bufidos de su padrastro, su madre dejó a un lado el vaso de jugo de mango y con un tono profundo suspiró para comenzar de nuevo la rutina.

—Taehyung, ¿cuándo te entregaran las calificaciones? ­— Taehyung casi se atragantó con el pequeño trozo de pollo, pero salió bien librado de aquel bocado, no podía creer que se le haya olvidado por completo preparar la hoja de calificaciones.

—Oh, es cierto mamá, la directora hizo entrega de ellas pero se me pasó entregártelas, he tenido mucho que estudiar y por ello me he olvidado, perdóname. — El castaño continuó con los ojos sumergidos en su plato, con lentitud y sin ganas llevaba bocados a su boca.

Esa pregunta le hizo dudar sobre su decisión, pues, sus padres le habían obligado a estudiar en una carrera que le traería un futuro próspero, había cursado solo un año en la ingeniera Física, ese año le bastó para odiar todo lo que conllevara a aquello, sin embargo, con ayuda de su mejor amigo, decidió cambiar el rumbo de su destino escogiendo de este modo la carrera de música, pero jamás pudo hablarlo con sus padres, pues ellos le habían prohibido rotundamente este camino, orillado a esto no tuvo más que hacerles creer que aún estaba estudiando lo que ellos querían, sería fácil, él se encargaría de modificar una cartilla de calificaciones que se relacionasen con las materias impartidas en aquella ingeniería, todo saldría bien, sin embargo le dolía no poder expresar lo que realmente le apasionaba.

—Espero ver esas calificaciones en mi escritorio mañana Taehyung.

El plato del castaño quedó vació mientras asentía, se levantó en silencio y subió de nuevo a su habitación para poder diseñar la cartilla de calificaciones. Pasó toda su noche tecleando en la computadora, sin embargo cuando su hora de salida se dio, fue con gusto a la pequeña oficina de su madre, entró sigiloso y la dejo ahí, sonrió abrazando fuerte su saxofón para poder marcharse a la universidad. Nadie podía quitarle ahora la sonrisa de su rostro, estaba yendo a su lugar favorito, uno donde si lo quería podía tocar todo el día, nadie le reprimiría sus ansias por tocar, podía ensayar de nuevo aquella melodía. Los rayos del sol aun no cubrían las calles, pero Taehyung se mostraba feliz por entrar de nuevo a la universidad, se mostraba feliz por entrar de nuevo a su pequeña burbuja.

🍃Polvo Estelar🍃 

Sé que muchas personas se preguntarón el porqué no actualizaba :c

yo lamento hacer esperar por un capitulo. 

No es que tenga cierre mental o falta de creatividad, es solo que tengo un 

compromiso con la universidad :c

perdonenme...

Si aun hay alguien que siga esta historia...

déjame decirte que Te amo mucho