Una ligera sensación de presión sintió el alfa en la piel, cerca de su pecho, que lo hizo despertar y abrir con cierta pesadez sus ojos.

Topándose con la escena de su omega travieso amasando su pectoral derecho.

— ¿Qué haces?

Jimin dió un pequeño brinquito del susto. — Ay, ¿te desperté? — sonrió nervioso.

— Obviamente — río bajito. — Además, ¿Como que te gusta tocar mucho, no? — le dijo, ambos estaban aún recostados sobre el espacio donde durmieron, sólo que el omega ya estaba vestido debido a que había salido a buscar algo de comida, pero cuando regresó no pudo evitar recostarse a un lado nuevamente para tocar a su alfa quién dormía plácidamente.

— ¿P-por qué lo dices? — apartó la mirada hacia otro lado.

— Anoche, ya sabes... tus manos traviesas tocaron cada parte de mi cuerpo, en especial mi trasero, ahora mi pecho y también mi...

— Bueno ya, — interrumpió apenado — y si ése es el caso, ¿No tengo derecho de hacerlo o qué? — sonaba ofendido pero eso provocó que el alfa sonriera.

— Te ves tan bonito cuando te sonrojas.

— Más que tu no creo.

— Ah que sí.

— Eso lo comprobaremos, mejor dime, después de que terminamos la primera vez y me quedé dormido, creo que te escuché decirme algo. ¿Qué fue? — ahora era el turno de avergonzar a su alfa.

Yoongi se hizo el desentendido.
— ¿Yo?

— ¿Si no fuiste tú entonces quién? ¿La luciérnaga? — cuestionó sarcástico.

— Quizás era una luciérnaga que hablaba — se encogió de hombros, y evitó mirar a los ojos al omega.

— Yoongi...

— Sinceramente no me acuerdo.

— ¿Que no te acuerdas? woah.. — estaba indignado, obviamente sabía que estaba mintiendo. — Esta bien, sólo te recuerdo que mi celo aún no ha terminado y no te dejaré acercarte a mi de nuevo. Me voy — le sacó la lengua y se puso de pie, poniéndose sus zapatitos para irse de ahí.

— No, espera — pidió desesperado, mientras se ponía su prenda inferior. Cuando lo logró le tomó del brazo. — Está bien, está bien. Te lo diré, te dije... cerezita — balbució lo último.

— ¿Cómo? No te escuché — el omega sabía que había logrado lo que quería con su berrinche y lo estaba gozando.

— Cerezita..

— Más alto, Yoongi, no te escucho.

— Cerezita, te dije Cerezita ¿de acuerdo? — sus mejillas estaban rojas de vergüenza.

— ¿Ves? Te dije que tu eras más bonito que yo al sonrojarse — recalcó y se acercó a él para llenar de besitos sus dos mejillas y su labio abultado por el puchero.

— Es imposible ganarte — admitió.

— Es bueno que lo vayas sabiendo — dijo haciendo un gesto lindo.

— Oh, por cierto — cambió de tema el alfa, — hay algo que quice darte ayer, pero por las prisas y lo ocupados que estábamos no pude dártelo — caminó y sacó de un cestito un ramo de pequeñas flores amarillas y rosas. El omega las recibió. — ¿Te gustan? Las pinté yo mismo para ti, no es mejor comparado con lo que haces pero pensé: "Jimin trabaja todo el día con flores, sería bueno si algún día recibiera algunas de regalo".

— Ay Yoongi.. — sus ojos picaban y empezó a limpiarse la húmedad de sus ojos.

— ¿Qué sucede? — dijo preocupado. —¿Te duele otra vez?

— No, bueno, sí un poco. Pero no estoy llorando por eso.

— ¿Entonces?

— Nadie me había regalado flores jamás, siempre creen que porque soy un hada de las flores no me gustaría recibirlas, pero me encantan; y ahora tu lo acabas de regalármelas — admitió. Y Yoongi le jaló del brazo para abrazarlo.

— De ahora en adelante no perderé la oportunidad de regalarte flores, mi cerezita. — Le dijo al oído y después lo apartó un poco para poder limpiarle las lágrimas con su propia mano. — Así que vamos, deja de mojar esos bonitos ojos y hay que apresurarnos a comer porque tengo más momentos preparados para nosotros.

Jimin asintió con una gran sonrisa. — Gracias, te amo.

— Yo te amo más mi cerezita.

Y así pasaron los tres días del celo del omega juntos, comiendo ricos alimentos, viajando sobre holly por toda la playa y por el alto cielo. Y te teniendo noches de acción lindas y románticas. Se amaban, estaban juntos y era todo lo que importaba.

🌸

Había pasado ya varios días desde la última vez que el trío de amigos omegas se habían frecuentado así que esa tarde se habían puesto de acuerdo para pasar el rato juntos en la casa de Seokjin.

— Oye Jimin hyung, cuéntanos ya, ¿dónde estuviste esos tres días que te desapareciste? — cuestionó al pelirosa quien le recogía un poco de cabello en dos trenzas.

— Estuve en muchos lados y... en otros más que nunca hubiera podido imaginar jamás — dijo mordiéndose su labio inferior por el recuerdo.

— ¿Me lo lo imaginaba, te fuiste a cumular con tu alfa no es así? — habló el mayor quien sólo comía alvéolos de miel mientras veía a los otros dos.

Jimin no dijo nada simplemente sonrió y asintió como si hubiese ganado alguna victoria.
— Hehe síp. Mira, por fin tengo mi marca de apareamiento — descubrió su frente para revelar la bonita forma azul.

— Qué envidia — comentó el menor.

— Lo suponía desde que te vi con semejante sonrisota de oreja a oreja.

— Es que hyung, estoy muy feliz. Además, sólo con recordar cómo fue todo, me tiemblan las piernas — se abochornó ligeramente, ahora decoraba las trenzas con diminutas flores blancas.

— Te comprendo perfectamente hyung, una vez que empiezas no quieres que pare.

— Como si cumular con tu pareja fuera lo único que importara — soltó Seokjin virando los ojos. Ahora estaba comiendo un pequeño trozo de nuez.

— Para mí sí — admitió Jungkook después de comprobar su reflejo en un recipiente de agua. — Jiminie hyung, el peinado quedó precioso — Jimin le sonrió en respuesta.

— Puff — resopló. — Como era esperarse de ti, chiquillo hormonal. Y para ti Jimin, ¿tú que piensas?

— Pues yo digo que... ay... — Sé tambaleó un poco.

— ¿Qué te sucede Jimin? ¿Estás bien?

— Sí, sí.. es sólo que me maree un poco y... perdón tengo que ir al baño — se tapó la boca y se fue corriendo. Vomitó, sus amigos escucharon sus arcadas.

— Uh... ¿Jin hyung?— Kook se giró para verlo. — No me digas que Jimin hyung...

— Ay, éste pen... sativo — sé llevó una mano para golpear su frente. — No se cuidó.

— ¡Wujuu! ¡Seremos tíos!

— !Jungkook cállate!

— Uy, qué genio. Lo siento.

Al cabo de unos pocos minutos el omega regresó, ahora llevaba una hoja de albahaca en su mano para echarse un poco de aire.

— ¿Como que hace mucha calor aquí, no?

— No, Jimin. No hace calor, eres tú el del problema.

— ¿Qué quieres decir, hyung?

— ¿Hace cuándo exactamente obtuviste tus marcas? — inquirió.

— Creo que... déjame ver...hace una semana específicamente, sí. ¿Por qué?

— ¿Estabas pasando tu celo con él?

— Sí..

— ¿Y lo hicieron más veces después de obtener sus marcas?

— Emm.. ¿Sí? Es lo obvio, ¿no? Por qué tantas preguntas hyung, no entiendo.

— Ya valió grillo Jungkook, sí vamos a ser tíos.

— ¡¡Te lo dije!!

— Ya va, un momento, ¿De qué diantres están hablando ustedes dos?

— ¡¡Por Todas las Hadas, Jimin!! ¡¡Estás preñado!!

— ¿¿Qué?? No, no, no, estás loco.

— Ay, Jimin hyung — dijo Jungkook chasqueando la lengua y negando. Se acercó al pelirosa para darle una palmadita en la espalda. — Incluso lo creía más de mí, vaya sorpresa nos has dado. ¡Felicidades!

— ¡Que no estoy preñado! ¿Cómo pueden saber eso?

— Creo que tus clases de biología omega se te borraron de la mente — agregó Seokjin, — pero los omegas somos sumamente fértiles en nuestro periodo de calor cuando tenemos nuestras marcas de pertenencia. Si no hubieran cumulado en tu periodo de calor otra cosa fuera, Jimin. Además, los síntomas aparecen luego de una semana del acto y es precisamente el tiempo que me dijiste que estuviste con él desde tu celo. Y ni hablar de los síntomas, que son mareos, vómitos, calor, sudoración y cansancio, y bueno, tienes tres de ellos.

El omega se quedó callado por un par de minutos, su hyung tenía razón. Hizo memoria y esa información le había sido proporcionada en el Centro Educativo Mariposa.

— ¡Santo Polvillo! Es verdad — dijo al fin, — ¡Yo seré papá y ustedes tíos!

— Oye eso rimó — Jungkook río. — Como sea, ¿Irás a darle la noticia a tu alfa?

— Mi alfa... Yoongi, cierto — conectó sus pensamientos. — ¡Muchachos, me tengo que ir, iré a contarle a Yoongi!

— ¡Ve con cuidado! — gritaron al unísono sus dos amistades.

🌸

Jimin tenía miedo de la reacción de su alfa, le había caído como balde de agua fría saber que estaba en estado pero honestamente en su interior sentía mucha ilusión. Pero eso no quitaba que había sido un descuido.

— Jimin, habla, ¿Porqué estás tan nervioso? Llevas rato así y ya me estoy preocupando.

— Esta bien — se decidió sin dar más rodeos, — Alfa... yo...nosotros, vamos a ser padres. Estoy en estado.

— ¿Qué?

— Perdón, sé que es repentino y admito que es responsabilidad de los dos pero yo quiero tenerlo y está bien si tu no quieres pero-

Yoongi lo calló poniendo su dedo índice en su boca.

— No digas esas cosas tan feas, nuestro bebé escuchará — sonrió mirándolo con mucha ternura.

Jimin apartó la mano. — ¿Qué?... ¿Entonces n-no estas molesto conmigo?

— ¿Qué te hace pensar eso?

— Es que no fue planeado...

— ¿Y eso qué importa? Yo te amo, y amaré cada parte de ti, y como dices, es responsabilidad de ambos. Además, ¡Es un bebé! ¡Nuestro bebé, Jimin! No puedo creerlo — sus lágrimas empezaron a caer y Jimin se acercó para limpiarle las lágrimas. — Vamos a ser papás...

A pesar de que Yoongi siempre tuvo en la cabeza de que no sería digno para ningún omega por su terrible condición, siempre había tenido una gran ilusión por formar una familia. Y ahora, él puede hacerlo. Es por eso que la noticia lo puso sensible de muchas maneras, su sueño de amar, ser amado y tener una familia se estaba haciendo realidad, y todo era gracias a su omega, quién no lo dejó escapar ni por un segundo desde que se volvieron a encontrar.

— No llores, Yoongi, que me harás llorar a mi también — dijo lloriqueando, aunque el omega también tenía ya todo el rostro lleno de lágrimas.

— Estoy feliz, y a la vez tengo miedo, ¿Seré un buen padre?

— Serás el mejor padre del mundo — afirmó el omega y unió sus dulces labios con los de su alfa, quien no dudo en tomarlo, y apresarlo de la cintura para apretarlo más a su cuerpo. — Te amo.

— Yo te amo mucho más mi cerezita, gracias por mejorar mi vida.

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JDKDKDKDK
AYYY YA SÓLO QUEDA EL EPÍLOGO
Y NOS DESPEDIMOS DE ESTA
BELLA HISTORIA.

Dios mío quiero llorar,
me encariñé mucho 😭