La vida de ambos fue de la más tranquila, eso es debido a que Sarvente les hacía ver sus futuras muertes si se les quedaban mirando raro.

Con esas amenazas en mente ellos pudieron andar paseando en cualquier ciudad del mundo.

Ya sea paseando, ir a comer distintas variedades de comida o incluso meterse en problemas que significaba huir de la policía.

Pero a pesar de eso, ambos se encontraban bien.

Ahora estaban descansando en una banca, la única iluminación que había era la luz de un poste mientras que la noche estaba presente.

─ Pensé que íbamos a tener rechazo por la sociedad, pero al menos no nos miran raro. ─ dijo la pelirosa mientras tronaba sus nudillos.

─ Bap beep bip bop skoop.

─ Lo se, ha pasado ya un tiempo desde que escapamos de Nevada. ─ hizo que su mano saliera un fuego rojo oscuro ─ No he utilizado los poderes de Auditor desde ese entonces. ─ apagó el fuego.

Ambos se juntaron para que ella pusiera su brazo en el hombro de Boyfriend.

El viento recorrió haciendo que ambos sintieran la frescura de la noche.

Una canción empezó a sonar alrededor suyo, Sarvente tenía el poder para poner la música y ambos decidieron cantar una canción calmada.

Ambos habían terminado de cantar y decidieron darse un dulce beso.

─ ¿Te he dicho que eres lo mejor que me ha pasado? ─ preguntó dulcemente la pelirosa.

─ Bip. ─ asintió sonrojado el rapero.

Ella le dedicó una sonrisa y ambos volvieron abrazarse.

Cuando se dieron el suficiente amor y cariño, se levantaron de la banca para caminar sin rumbo fijo.

Ambos tenían las manos entrelazadas mientras cantaban en la oscura noche de la ciudad.

[...]

─ Que bueno fue hacerte caso morita azul. ─ comentó Sarv mientras mordía una rebanada de pizza.

Boyfriend sonrió orgullosamente su logro debido a que tardó su tiempo en convencer a Sarvente en probar la pizza.

Ambos estaban sentados en un local disfrutando su tiempo como siempre mientras comían.

Pero no estaban solos, en la otra mesa al lado de ellos estaban Hank y Sanford comiendo también su pizza.

─ ¿Me recuerdas por qué estamos aquí? ─ preguntó Hank a su compañero.

─ Por el simple hecho que estamos encadenados a sus órdenes... además porque nos invitaron. ─ respondió Sanford.

Hank gruñó como respuesta pero decidió aprovechar la comida gratis.

¿Dónde consiguiendo el dinero?

Pues resulta que ellos

¡¡¡CRASH!!!

Tanto la pandilla como los otros clientes del local vieron como la entrada fue completamente destruida por un vehículo color negro.

Y de ellos empezaron a salir muchos hombres armados.

─ ¡Esa es la que robó nuestro dinero! ─ varios hombres rodearon la mesa donde estaban comiendo la pareja de enamorados.

También rodearon la mesa de los otros dos porque descubrieron que venían con ellos.

Luego el líder apareció entre todos los tipos y con su arma le apuntó la cabeza a Sarvente.

─ Tuviste las agallas al haber robado parte de nuestro dinero, pero su suerte acaba de terminarse. ─ le quitó el seguro a su pistola.

Sarvente dió un sorbo a su soda y luego dió una mordida a su rebanada.

─ ¿Pueden dejarnos en paz? Mi novio y yo estamos en una cita. ─ habló lo más normal del mundo.

El líder se enojó a más no poder y le dió un tiro en la cabeza a la pelirosa.

Su cabeza quedó agachada porque quedó "muerta".

El líder empezó a reírse mientras que sus lacayos también se unían a la risa.

─ ¡Eso les pasa por meterse conmigo! ─ finalizó su risa para apuntar está vez a Boyfriend ─ No te preocupes, tu también te unirás con tu noviecita.

El peliazul dió un sorbo a su soda y respondió ─ skeep ba bo ka po skrrra be pi pa.

Nadie entendió lo que dijo.

─ ¡Habla bien idiota! ─ con el gatillo listo para disparar.

SLASH.

El líder tardó en reaccionar cuando sintió un tremendo dolor en su brazo, su mano había sido cortada por una señal de Stop.

Resulta que Sarvente no estaba muerta, simplemente fingió estarlo para aprovechar el momento que estuviera distraído.

─ Mi novio te dijo "ustedes están muertos, idiotas".

Todos miraron con sorpresa al ver que la pelirosada estaba más viva que un hamster haciendo ejercicio.

─ ¡Maténlos! ─ ordenó su jefe.

─ Chicos ya saben que hacer. ─ los otros dos asintieron y sacaron sus armas.

Los tres empezaron a matar a todos los pandilleros que querían matarlos.

La gente tomó cobertura o se escondieron para evitar estar en la masacre.

Hank y Sanford usaban a los pandilleros como escudos para matar a los demás mientras disparaban todo tipo de arsenal.

Sarvente solo se limitaba a usar su señal de Stop y sus puños para matar a cada uno de los pandilleros.

Boyfriend estaba observando el espectáculo mientras que cuando alguien venía a matarlo su novia lo protegía de cualquier ataque.

Batallaron por más de 10 minutos y finalmente todos los pandilleros quedaron muertos, a excepción del jefe.

El veía con horror como todos sus hombres fueron masacrados.

─ Parece que dejamos el plato fuerte de último. ─ el jefe vio como los 4 estaban adelante suyo.

─ Ustedes... ¿¡Que demonios son!? ─ gritó él.

─ Buena pregunta. ─ respondió Sarvente con una sonrisa ─ Somos sobrevivientes del infierno puro.

La pelirosa le cortó la cabeza dándole una muerte rápida.

Los cuatro estaban manchados de sangre y solo miraron el desastre que hicieron.

─ No había tenido un combate así desde hace tiempo. ─ habló Sanford.

─ Ya necesitaba acción. ─ respondió satisfactoriamente Hank.

La gente al ver que ya había terminado empezaron a salir del local con miedo.

Los sonidos de la sirena de policía no tardaron en llegar y empezaron a rodear el lugar.

─ Bap bep skrap pa.

─ Cierto, es hora de huir de aquí. ─ hizo aparecer sus alas.

Desde afuera los policías estabas listos por si llegasen a escapar.

Pero lo que no esperaban fué que una de las ventanas se rompió y salió algo volando.

Se trataba de Sarvente, Boyfriend estando en su espalda y agarrando los hombros de su novia para evitar salir volando, mientras que ella sostenía a Hank y Sanford en ambas manos.

Los policías empezaron a dispararles para tratar de eliminarlos, pero ninguna bala llegó a ellos.

Los cuatro salieron riéndose de la travesía que hicieron.

Pueden que ambos lados tuvieron sus diferencias, pero empezaron a llevarse bien después de eso.

Así fué el nacimiento de una nueva pandilla que serían recordados por dónde fueran.

[Antes de terminar]

Sarvente y Boyfriend en forma chibis abrazados durmiendo por ese ajetreado día.

Fin

Así termina está aventura.

Espero les haya gustado, me despido de ustedes.

Hasta luego.

─ Sarvente (R-380)