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¡Tengamos una cita!


     Decir que Mei no estaba nerviosa era una gran mentira.

     Desde que había recibido la llamada de Todoroki no había podido quedarse quieta en ningún momento y para colmo todo se había descontrolado aún más cuando sus padres se enteraron deque la habían invitado a salir y sobre todo QUIEN la había invitado.

     Su padre había preferido perderse en alguna habitación de la casa para evitar matar a alguien mientras que su madre comenzó a recomendarle que tipo de cosas debía ponerse o que era lo que debía hacer durante la salida al parque.

     Amaba a su madre con todo su corazón, pero a veces la sacaba de quicio.

     Esa mujer siempre quería hacerla quedar como si fuese una súper ganadora con los chicos y una coqueta sin remedio, cuando claramente ese no era el caso ¡Ni siquiera recordaba alguna vez en la que haya tratado de "coquetear" con alguien! Estaba más que segura que si lo intentaba terminaría ahuyentando al chico en cuestión. Era un asco en esas cosas a pesar de que tenía a su madre y a su madrina (Midnight) como mayores mentoras.

     Y ahí estaba ella, en medio de tres mujeres locas que no paraban de armarle todo tipos "outfits" para la cita, dos tenían ideas demasiado sexys y la otra tenía ideas muy dulces y tiernas. Prefirió dejarlas a las tres en su cuarto y bajar a comer algo, el estomago no le paraba de sonar y no le habían permitido comer por probarse ropa.

     Mientras se preparaba su bocadillo nocturno divisó a lo lejos a su padre, quien no paraba de refunfuñar entre dientes sin dejar de ver la pantalla. Sonrió levemente y, después de hacer un sándwich de más, se acercó hacía donde estaba el mayor.

   — ¿Quieres? —Le preguntó en susurro mientras le ponía en frente en plato.

   —No conseguirás nada con eso —Le respondió con molestia, sin embargo agarró el plato y comenzó a comer.

   —Supongo que la idea de que Sho-...Todoroki-kun me invitara al parque de diversiones no es de tu agrado —Dijo la joven mientras se sentaba sobre la mesita.

   —Por favor...dime que es gay —El comentario del mayor hizo que la ojiverde se riera con fuerza.

   —Hasta por donde sé, no es gay —Le respondió con una sonrisa—. Supongo que hace esto en un intento de hacer las pases, por lo que me hizo.

   —O...puede usar eso como una excusa, yo no me trago eso de que Shouto Todoroki sea tan inocente como lo pintas —Mei abrió la boca para decir algo pero prefirió cerrarla rápidamente—. Por las dudas, antes de que se vayan, tendré una charla de hombre a niño puberto.

     La de ojiverde sonrió mientras negaba para luego subir a su cuarto y correr a su madre del lugar, las pocas horas que le quedaban quería gastarlas en dormir.

     A la mañana siguiente se despertó casi a las dos de la tarde por lo que tuvo que comer, bañarse y prepararse para la cita a la velocidad de la luz; como era de esperarse sus amigas y su madre andaban detrás de ella diciéndole las cosas que debía hacer o que demonios debía colocarse, sin embargo ella prefirió ponerse lo que le había dicho su padre y combinarlo con varios accesorios

     Entonces sonó el timbre.

     Todas comenzaron a gritar de la emoción mientras terminaban de preparar a la castaña. Como nadie más iba a abrir la puerta no le quedo de otra a Daisuke que hacerlo, sin embargo abrió los ojos con sorpresa al ver el ramo de flores que el bicolor tenía en la mano.

    No necesitaba ser inteligente para darse cuenta de lo muy bien arreglado que estaba el chico frente a el; llevaba una camiseta blanca, una chaqueta negra que estaba abierta y unos pantalones marrones. Maldición, odiaba sentir el penetrante perfume que estaba usando el joven.

     Maldito sea Enji Todoroki y su capacidad de haber creado un hijo tan atractivo para las chicas.

   —Buenos días, Takeyama-sama —Lo saludó Todoroki mientras hacía una leve reverencia—. Vine por-

   —Ya sé porqué estás aquí, mi hija ya me contó —Trató de sonreír mientras en su mente no dejaba de llamarlo "maldito roba hijas"—. Todavía no está lista, pero si quieres puedes esperar...adentro.

   —Gracias, espero no molestar —Dijo mientras entraba y se quitaba los zapatos.

   —Para nada —Daisuke lo invitó a sentarse en una de las sillas de la cocina y él se sentó frente a el, borrando por completo su sonrisa—. Así que, Shouto, ¿A dónde llevarás a mi hijita?

   —Abrieron hace poco un nuevo parque de diversiones en Musutafu, y pensé que le gustaría conocerlo —Les respondió lo más tranquilo que pudo, a pesar de sentirse algo nervioso por las miradas que le lanzaba el hombre.

   —Ya capto, montaña rusa, peluches por montón, algodón de azúcar...la rueda de la fortuna —Sonrió de lado mientras golpeteaba la mesa con sus dedos—. Te gusta lo clásico.

   —Si...supongo que será divertido.

   —Y dime, Shouto, ¿Tu Quirks son solo fuego y hielo, verdad? —El bicolor asintió lentamente, tensándose un poco al no saber a que venía la pregunta—. ¿Nada de múltiples brazos o rayos x?

   —No señor, solo tengo dos brazos y...dos piernas —Le respondió mientras alzaba las manos un poco.

   —Pues guárdatelos bien —Comenzó a hablar con voz ronca poniendo al chico más nervioso, quien asintió lentamente—. Mi hija te estima mucho, no hay que ser muy listo para dar de cuenta de eso, pero...si me llego a enterar que le hiciste algo indebido te juro que la idea de ir a prisión no será un problema para mi.

     Justo cuando el bicolor iba a hablar la castaña bajó junto a su madre sin dejar de reírse, logrando sentir rápidamente el ambiente tenso que había en la cocina. Shouto se levantó de golpe para luego hacer una reverencia, sintiendo un ligero cosquilleo en el estomago al ver a la chica vestida de esa forma.

     Mei también sentía el maldito cosquilleo, no a menudo veía al bicolor vestido de esa forma pero debía admitir que tenía un buen gusto para vestirse...siempre se veía, como diría Mina, sexy.

     La ojiverde se mordió suavemente el labio inferior, gesto que no pasó desapercibido por sus padres.

   —Hola Todoroki-kun.

   —Hola —Sonrió muy levemente y le entregó el ramo de flores—. Te traje esto.

   —Ow, son muy hermosas, muchas gracias —Se las entregó a su madre, no sin antes olerlas— ¿Nos vamos?

   —Claro —Hizo una reverencia a los padres de la ojiverde y se acercó a la puerta, donde se puso los zapatos—. Gusto en verlos.

   —Vendré más tarde.

   —Diviértanse mucho y no se metan mano —Dijo la rubia mientras alzaba la mano en señal de saludo. Su esposo e hija la miraron con ganas de matarla.

     Antes de que el bicolor se pusiera a preguntar que significaban aquellas palabras, Mei lo sujetó por la muñeca y salieron rápidamente de la casa sin mirar atrás, llegando a caminar bastante rápido hasta alejarse lo suficiente.

   —Oh dios, eso fue horrible —Mei soltó un pesado suspiro para luego mirar al bicolor—. Siento mucho que hayas estado solo con mi papá ¿No hizo o dijo nada vergonzoso verdad?

   —No, solo me preguntó a donde te llevaría —Prefirió decir eso antes que contarle sobre la "tierna" amenaza del hombre—. Tú...te ves bonita.

   —Gracias, tú también te ves genial —Le agradeció mientras empezaba a jugar con su cabello por los nervios.

     Llegaron rápidamente a la estación y se subieron al tren que estaba a punto de partir. Durante el viaje comenzaron a charlar sobre los intereses de cada uno en un intento de conocerse mejor, logrando disipar el ambiente incómodo que se había formado al comienzo.

     Cuando se bajaron del tren, caminaron a paso veloz hacia la misma dirección en la que iban varias parejas y familias. A los lejos podía verse la gigantesca montaña rusa rodeada por los coloridos globos que habían sido liberados en la inauguración. La castaña se puso más ansiosa y comenzó a pegar ligeros saltitos para luego caminar más rápido, ignorando el hecho que aún tenía a Shouto de la mano y que este trataba de seguirle el paso sin golpearse.

     Se detuvieron abruptamente en la entrada, fascinados por lo colorido y alegre que era el lugar.

   — ¿Qué te parece? —Le preguntó el bicolor sin dejar de mirar el rostro de la joven, que estaba adornado con una gran sonrisa.

   —Es...hermoso —Comentó Mei mientras se giraba para verlo—. ¿A que nos subiremos primero?

   —No sé mucho de juegos, así que escoge tú.

     La ojiverde comenzó a ver los diferentes juegos había hasta que encontró uno que le llamó la atención.

   — ¡Autos chocones! —Exclamó con fuerza para luego tomar la mano del bicolor y correr hasta donde estaba la fila para entrar al juego.

     Después de que el bicolor pagara los boletos, se subieron a los carritos y esperaron a que el hombre del juego les permitiera empezar.

   — ¿Lista para perder? —Todoroki sonrió de tal forma que la castaña no pudo evitar morderse el labio inferior. Se terminaría lastimando si seguía mordiéndose de esa manera.

   —En tus sueños, Shouto —Sonrió con diversión y, cuando el hombre dio la señal, pisó el acelerador del carrito con fuerza, chocando de frente con el bicolor.

     El choque hizo que Todoroki se fuera hacía adelante por inercia estando más que seguro de que si no hubiese tenido puesto el cinturón de seguridad se habría pegado un fuerte golpe contra el capó del carrito.

     Continuaron chocando entre ellos y con otras personas durante varios minutos hasta que se terminó su turno.

   —Casi me rompes el cuello con ese golpe —Comentó el más alto mientras se masajeaba con fuerza la nuca.

   —Tómalo como un intento de devolverte el amable gesto de hace unos días—Exclamó la ojiverde con diversión mientras alzaba el brazo ya sanado. Todoroki puso los ojos en blanco y la golpeó suavemente en el hombro, haciendo que la menor se empezara a reírse.

     Era la primera vez que Todoroki hacía esas acciones o le seguía el juego, sobre todo con un tema que para él era delicado.

    —Ahora vamos a subirnos a la montaña rusa —La pequeña sonrisa que se había formado en los labios del bicolor se borró al ver como el nerviosismo se apoderaba del rostro de la ojiverde— ¿Pasa algo? Si quieres podemos escoger otro juego.

   —No, no, subamos a la montaña rusa —Mei sonrió suavemente y lo hizo caminar hasta la fila para subirse al juego, la cual no era en larga.

     Shouto no dejaba de observar a la castaña que no paraba de mirar de reojo a la montaña mientras susurraba cosas casi inaudibles, jugando suavemente con la tela de su falda. Cuando se subieron al carrito que les tocaba la ojiverde se puso mas tensa, apretando con fuera la varilla de hierro que estaba sobre sus piernas.

   —Si quieres, puedes tomar mi mano para- —Mei sujetó con fuerza la mano que había alzado el bicolor con más fuerza de la necesaria—...para que no tengas miedo.

   —L-Lo siento...tengo pánico a las alturas —Le explicó la joven mientras se pegaba al brazo del más alto al sentir como el juego empezaba a moverse.

     Cuando el juego comenzó a bajar con fuerza los gritos de todos no se hicieron esperar, sobre todo los de la castaña que sin dudas eran los más fuertes; esos gritos comenzaron a volverse de alegría al ir perdiendo poco a poco el miedo a aquel juego, separándose un poco del bicolor.

     Al final Todoroki tuvo que alejar a la joven casi a rastras del juego cuando éste terminó pues quería volver a subirse, aparentemente le había perdido completamente el miedo a las alturas.

     Caminaron varios metros hasta que se encontraron con varios puestos de juegos; se acercaron a uno que estaba lleno de parejas, en donde los premios eran peluches de diferentes formas y colores. El juego trataba de derribar las botellas que tenían dibujos de villanos famosos con la pistola y así poder reclamar el premio, era bastante sencillo.

     Los ojos heterocromaticos se desviaron hasta el rostro de la castaña, quien no paraba de mirar el extraño peluche de un pato-panda que estaba colgado entre los osos pandas y los unicornios.

   — ¿Quieres ese peluche? —Le preguntó suavemente haciendo que pegara un pequeño saltito, sintiendo sus mejillas calentarse.

   — ¿Qué? No, no, no es necesario que lo hagas —Le respondió la joven rápidamente.

   —Lo quieres —Todoroki sonrió y sacó dinero de su billetera y pagar por cinco tiros.

   —Cuidado niño, el gatillo esta algo duro —Le dijo un joven a quien había intentado diez veces hasta lograr derribar una botella—. No te sientas mal sino-

     Bam. El bicolor disparó y el balín destrozó la primera botella que tenía pintado al famoso Noumu. La mandíbula de Mei cayó al suelo al igual que la del chico y la de su novia.

     Bam. Bam. Bam. Bam. Las botellas que tenían dibujados a otros villanos también explotaron con rapidez.

   — ¡Lo lograste Todoroki, eres tan genial! —Exclamó la ojiverde mientras saltaba de la emoción. El nombrado solo dejó el arma en la mesa de madera y se giró para mirar al chico.

   —No fue difícil, solo es un juego —Desvío sus ojos hacía Mei y le sonrió suavemente.

   — ¿Qué peluche desea llevarse? —Le preguntó la chica que trabaja en el puesto.

   —El...pato...panda...de allí.

     Mei sintió que su corazón latía con más fuerza, que su rostro se relajaba completamente y que los ángeles empezaban a cantar. Cuando el bicolor le acercó el peluche, solo pudo agarrarlo y luego lanzarse al cuerpo del más alto y darle un fuerte abrazo, besando sonoramente su mejilla.

   —Gracias, gracias, gracias —Abrazó con fuerza el peluche sin dejar de mirarlo— ¿Qué haremos ahora?

   —Vamos a comer algo... —Comenzó a caminar mientras llevaba una mano a la mejilla en la que le había dado el beso.

     Sentía un ligero cosquilleo en aquella zona que poco a poco comenzaba a expandirse por todo su cuerpo.

     Caminaron por unos minutos hasta que llegaron a la zona de comidas, Todoroki compró una hamburguesa con papas y la castaña dos combos de los mismo. Cuando se sentaron en una de las mesas el bicolor fijó su vista en la bandeja repleta de comida de la ojiverde, preguntándose si sería capaz de comerse todo eso.

   — ¿Vas a comerte todo eso? —Le preguntó el chico con interés.

   — ¿Estas desafiando a mi voraz apetito? —Todoroki negó suavemente—. Nunca dudes de él, soy mujer pero me gusta comer como vikingo embarazado.

     El bicolor observó el completo silencio como la ojiverde comía con alegría su hamburguesa junto al peluche que le había regalado.

   —Sabes...yo... ¿Puedo contarte algo?—La castaña asintió varias veces sin dejar de comer—. Yo....fui a ver a mi madre.

     Mei abrió los ojos con sorpresa y dejó el vaso de refresco en la mesa, mirando fijamente al chico frente a ella.

   —Es...una gran noticia, pero no la habías visto hace años... ¿Qué te hizo cambiar de opinión? —Le preguntó la menor con interés.

   —Después del festival...me di cuenta de que había cosas que debía resolver si quería cambiar mi forma de pensar y el camino que quería seguir...entre esas cosas por resolver estaba mi historia con mi madre —Comenzó a explicarle mientras se tocaba la cicatriz—. Pensaba que si iba a verla me echaría ya que yo representaba todo lo que odiaba, pero tuvimos un charla bastante larga en la que nos perdonamos mutuamente.

   —Eso es maravilloso Shouto, a partir de ahora estoy segura de que todo cambiará para ti —Le dijo la ojiverde con una sonrisa.

   —Hable con ella sobre ti —Mei se ahogó con la gaseosa y comenzó a toser con fuerza—. Lo siento ¿Estás bien?

   —S-Si... ¿Qué le dijiste de mi?

   —Le conté todo sobre ti, también todo lo que te hice —Les respondió con cierta vergüenza—. Quería disculparme de alguna forma que no fueran solo palabras, entonces ella me dio la idea de invitarte a este lugar...entre otras ideas.

   —Pues no se equivocó, estas un paso más cerca de que te perdone...aunque te faltan como veinte.

     Todoroki rodó los ojos para luego soltar un bufido,sonriendo de lado.

   —También me dijo que quería conocerte —La castaña lo miró sin entender a que se debía aquello—.Te has vuelto alguien importante para mi, por eso quiere verte.

     Muy bien, eso no se lo esperaba.

     Las mejillas de la joven se tornaron rojas ante aquella declaración, se mordió el labio por tercera vez en el día y bajó la mirada mientras soltaba un nervioso suspiro. ¿Por qué siempre tenía que decirle esas clases de cosas que la hacían ponerse tan nerviosa y apenada?

   — ¿Dije algo malo? —Le preguntó Todoroki con curiosidad.

     ¿Qué acaso no se daba cuenta de todo lo que provocaba en ella?

   —N-No...solo me tomaste por sorpresa —Le respondió la castaña—. No pensé que fuera importante para ti, no después del incidente en el festival.

   —Lo eres, por eso estoy haciendo cosas a las que no estoy acostumbrado con tal de arreglar...nuestra amistad —Desvío la mirada al sentirse extrañamente nervioso, nervios que aumentaron cuando la ojiverde puso su mano sobre la suya mientras le regalaba una tierna sonrisa.

     Cuando quiso afianzar el delicado agarre de la mano de la ojiverde se le vinieron a la cabeza las palabras que ir había dicho él padre de la misma horas atrás. La verdad que no sabía si tomarle la mano calificaba como "indebido" por lo que prefirió no devolverle al apretón pero tampoco alejó la mano.

   —No te llenes rápido, guarda lugar para el postre.

   — ¿Postre? ¿Qué postre? —Preguntó la ojiverde mientras acomodaba toda la basura en la bandeja.

   —Voy por el —Se levantó de la mesa y ayudó a la joven con la basura—. Solo espérame aquí.

     La castaña asintió con una sonrisa y se acomodó en su asiento mientras esperaba a que el bicolor regresara de donde sea que haya ido; con varios minutos pasados decidió sacar su teléfono del pequeño bolso que había llevado consigo cuando sintió varias risitas que provenían de entre los arbustos que estaban a uno de sus costados.

     Al principió pensó que solo se trataba de su imaginación o de quedel otro lado había una pareja divirtiéndose, pero cuando vio unas pequeñas antenas sobresalir de las verdes hojas solo pudo pensar en dos posibilidades.

     O solo se trataba de otra persona que casualmente tenía antenas...o se trataba su mejor amiga, que seguramente la había seguido durante todo este tiempo.

     Se levantó muy lentamente de su silla, tratando de hacer el menor ruido posible, y comenzó a caminar hacía los arbustos.

   — ¡Aja! —Exclamó cuando abrió en dos el arbusto, sin embargo su sonrisa se desvaneció al no encontrar a nadie.

   — ¿Qué se supone que estás haciendo? —La menor pegó un salto mientras se llevaba una mano al pecho al escuchar la voz del bicolor, quien tenía dos conos de helado entre sus manos.

   — ¡Todoroki-kun! —Se alejó rápidamente del arbusto y sonrió de manera nerviosa—. Y-Yo...estaba...pensé que era... ¿Sabes que? No importa, solo fue mi imaginación.

   —Toma, te traje esto —Le entregó el cono de helado.

   —Gracias ¿Cómo sabías que me gusta el chocolate? —Le preguntó mientras agarraba el cono y empezaba a comerlo.

   —Me lo dijiste en la casa de tu abuela —Se encogió de hombros—. ¿Qué te parece si vamos a la rueda de la fortuna?

   —Me parece una excelente idea, así bajamos la comida y podemos subirnos a otros juegos —Le respondió la castaña con una sonrisa.

     Hicieron fila por varios minutos hasta que llegó su turno para subirse, quedando maravillados ante la espectacular vista que tenían desde lo alto del juego.

     Los cálidos colores se mezclaban con la oscuridad del cielo nocturno y la vista lejana de la ciudad. La noche estaba estrellada y la luna brillaba con fuerza sobre sus cabezas, creando el cuadro perfecto.

     Aunque para el bicolor eso no era cierto. El cuadro perfecto lo contemplaba él, que no paraba de admirar el rostro de la castaña que se encontraba alumbrado por las coloridas luces del parque.Extrañamente se sentía cautivado por el brillo de aquellos ojos verdes.

   —La vista es hermosa —Dijo Mei tras soltar un suave suspiro.

   —Si, si lo es...

     La castaña se volteó para verlo, dedicándole una cálida sonrisa. Entonces se dio cuenta de que la mirada del bicolor tenía algo raro, algo que solo había podido ver en los ojos de Kirishima cada vez que la pelirosa aparecía en la habitación ¿Acaso podría ser...?

   —Me encantan tus ojos.

     Espera ¡¿Khe?!

     La sonrisa de la castaña se desvaneció por la sorpresa mientras abría los ojos como platos, eso definitivamente no se lo hubiese esperado ni en miles de años...sobre todo si esas palabras habían salido de la boca de Shouto. De pronto sintió que el mundo a su alrededor se detenía abruptamente al tiempo que sus mejillas se tornaban rojas de la vergüenza.

   —Dije eso en voz alta ¿Verdad? —Mei se mordió los labios suavemente para luego bajar la mirada, asistiendo suavemente—. Lo siento.

   —T-Tranquilo...no fue nada —Dijo la ojiverde mientras apretaba con fuerza la tela de la falda que llevaba puesta.

     De pronto sintió la mano del bicolor sujetarla con delicadeza por la barbilla, haciendo que volviera a levantar la vista con lentitud. No pudo evitar perderse en aquella mirada heterocromatica que la miraba de tal forma que la hacía sentirse intimidada; la mano que sostenía la barbilla de la castaña se deslizó suavemente hasta posarse en la mejilla sonrojada y luego hizo lo mismo con su otra mano, acunando con delicadeza el pálido rostro entre sus manos.

   — ¿S-Shouto? —Murmuró la menor, tratando de estar calmada a pesar de estar al borde de un colapso emocional.

     El ritmo cardíaco de la menor comenzó a enloquecerse cuando vio que los ojosdel bicolor bajaban por unos instantes hacia sus labios, haciendo que se relamiera estos inconscientemente.

   —Mei...

      El bicolor comenzó a acercarse peligrosamente al rostro de la castaña hasta el punto de rozar con delicadeza los rosados labios sintiendo la agitada respiración de la ojiverde.

     Sin embargo el ambiente romántico que se había formado se disipó rápidamentecuando la cabina se detuvo de golpe,haciendo que ambos perdieran el equilibrio y el rostro del bicolor chocara contra el pecho de la castaña.

   — ¡Shouto ¿Estás bien?! —Le preguntó la ojiverde mientras lo ayudaba a enderezarse.

   —Si, estoy bien —Le respondió mientras desviaba la mirada al darse cuenta de donde se había estrellado su rostro momentos anteriores—. Parece que la rueda se detuvo.

   — ¿Cómo que se detuvo? —Repitió mientras trataba de ver hacía abajo por las ventanas—. Para lo mucho que me fascinan las alturas.

     Y entonces pasó lo que menos querían, se formó un silencio bastante incomodo.

     Todoroki fijó su vista en un punto inexistente del paisaje que podía ver a través de la ventana, mirando de reojo a la castaña de vez en cuando. Mierda, mierda, mierda ¿Qué le había pasado? ¿Qué había estado a punto de hacer?

     Mientras tanto la ojiverde estaba sumida en sus pensamientos, aun podía recordar el cálido aliento del más alto sobre su rostro y lo suave que había sido aquel roce de labios. Inconscientemente se volvió a morder el labio inferior para luego soltar un suspiro, cerrando los ojos por unos momentos.

     Casi le había agarrado un orgasmo.

     Justo cuando estaban por terminar el recorrido una ligera brisa le causó un escalofrío a la castaña, quien comenzó a refregarse los brazos para entrar en calor.

   —Toma —El bicolor le extendió su chaqueta mientras le sonreía suavemente.

   —G-Gracias —Se la puso rápidamente, soltando un suspiro al sentir el calor que emanaba la chaqueta al igual que el exquisito perfume del bicolor.

     Cuando el juego se detuvo Todoroki le tendió la mano a la castaña para ayudarla a bajar; caminaron un rato en silencio hasta que decidieron entrar a la casa del horror antes de irse del parque, aunque al final terminaron asustando más al Freddy Krueger que él a ellos.

     Durante el viaje de regreso se la pasaron charlando sobre lo triste y divertido que había sido humillar al pobre chico frente a su novia en un juego que, según el bicolor, era demasiado fácil.

     Se bajaron del tren y comenzaron a caminar hacía la casa de la castaña, que no estaba muy lejos de la estación. Después de in rato caminando, Todoroki no aguantó más la curiosidad que tenía desde hace casi dos días y se atrevió a preguntarle algo.

   —Mei ¿Por qué tu familia nos odia? —Le pregunta de Todoroki hizo que la menor se ría con ganas.

   —Yo no te odio —Le respondió con diversión—, y que yo sepa mi madre tampoco te odia. Al contrario, ella te considera un buen chico...para procrear.

     Shouto no pudo evitar sonreír ante aquel comentario.

     Era inocente en muchos sentidos, pero había cosas que si sabía.

   —Bueno, tú padre me odia.

   —Te dije que no te lo tomaras personal —Lo regañó la ojiverde—. Y sobre eso...apapá no le gusta hablar sobre lo que pasó con el señor Todoroki. Supongo que fue algo grave, porque ellos dos eran como hermanos, pero ahora no quiere saber nada de él y de su familia.

   —Eso no explica el odio y desprecio que irradia tu padre cada vez que me ve.

   —No sé, quizás porque me rompiste un brazo...o me congelaste —Shouto frunció los labios mientras asentía—. O solo es un celoso sin remedio y quizás te ve como el "Posible bastardo que profane a mi hija".

      Los dos comenzaron a reírse con fuerza ante aquella ocurrencia, logrando "olvidar" el extraño momento que habían vivido hace media hora.

   —Bien, llegamos —Mei se giró para verlo—. Gracias por esta noche...extremadamente divertida.

   —De nada —La castaña hizo el amague de quitarse la chaqueta pero el se lo impidió—. Quédatela.

   —Esta bien, no pelearé contra ti —Mei se acercó con claras intensiones de darle un beso en la mejilla, pero no contó con que su padre abriera la puerta de un golpe y se parase frente a ellos.

     La joven solo rodó los ojos con molestia mientras soltaba un bufido.

   —Finalmente llegaron.

   —Si, aguafiestas, ya llegamos —Se giró nuevamente hacía el bicolor—. Supongo que nos veremos mañana en la academia.

   —Si...buenas noches.

      La castaña entró a la casa mientras golpeaba a su padre con furia, quien cerró la puerta de un portazo. Shouto soltó un suspiro y comenzó a caminar hacía la estación cuando de pronto escuchó un fuerte golpe y acto seguido vio que la castaña salía corriendo hacía donde estaba él.

     Sin esperar mucho le plantó un beso en la mejilla y luego le sonrió.

   —Papá va a matarme pero valió la pena —Se volvió a despedir para luego regresar a la casa con rapidez.

     Todoroki, quien se había quedado estático por la acción de la ojiverde, se llevó una mano hacía la mejilla y sonrió sutilmente.

     Había sido un gran noche. 

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¿Les gustó el cap de hoy? 7u7 yo ze khe zy













¡Hola gentecita bella! ¿Como están?

Espero que estén pasando una mañana/Tarde/Noche espectacular 

FINALMENTE PUDE SUBIRRRRRRRR

AÑLLKASFKALFJLKAÑFLAKLJAKKLAALKALKJAKL

Después de la poderosa violada que me pegaron en fisiología que mejor manera de ahogar mis penas que publicar este capítulo HERMOSO...

Y solo puedo decir....

CASI SE BESARON PRRO!!!!!!!

CASI SE BABOSEARON EN LA RUEDA DE LA FORTUNA

Pero como yo sufrí con fisio ustedes lo harán con esto muajajajajajjajajajajaja 

Como saben gentecita hermosa, pronto vamos a llegar  a los 18k por lo que he decidido hacer un especial pero quiero que ustedes me ayuden a elegir la temática, que son

Un especial de Mei y Todoroki 

Un especial de la Historia de Daisuke y Yuu Takeyama 

Un especial de "Los Tres Grandes" (Daisuke/Enji/Yagi) cuando eran unos jóvenes atolondrados y fanáticos de las chiquitas 7u7

ayuden a esta pobre chica a saber que escribir jajjajajajajajjaja

Si les gustó el cap dejen estrellita y comenten! Se los agradecería de corazón

Siguiente Capítulo:

"Código: Nombres de Héroes"

Sin más que decir....

BYE BYE 

 





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