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Capítulo 41: Fin de Semana Juntos


     Mirio se despertó abruptamente al sentir el taladrante sonido que salía del teléfono de su novia; bostezo suavemente y se giró en la cama para luego agarrar el aparato y cortar la llamada, volviéndose a girar para abrazar el desnudo cuerpo de su novia. No pasaron más de dos minutos cuando el teléfono volvió a sonar, haciendo que el mayor maldijera entre dientes y se girara rápidamente, tomando el teléfono para luego atender.

   —Diga... —Habló con voz ronca y arrastrada.

   — ¿Mei, eres tú? —La tranquila voz de Todoroki sonó del otro lado.

   —No, no soy Mei ¿Quién habla? —El rubio se recostó boca arriba y se tapó los ojos con el brazo.

   —Su amigo, Todoroki Shouto —La línea quedó en silencio por varios segundos hasta que el pelirrojo se aclaró la garganta—. Quería saber si viene al almuerzo en la casa de Yaoyorozu-san.

   —Ah, ya...eres tú —Suspiró con suavidad—. Lo siento, Mei está enferma, así que no podrá ir.

     Sin más que decir cortó la llamada y volvió a poner el teléfono sobre la mesita de luz, sentándose de manera lenta en la orilla de la cama. Tomó entre sus manos el pequeño reloj que había sobre la mesita y frunció ceño con molestia al ver que solo eran las 10 de la mañana, solo Todoroki Shouto llamaría en ese horario.

     Refregó su rostro con fuerza para luego girarse y observar como Mei  dormía boca abajo a su lado, sonrió suavemente para luego acercársele y depositar un suave beso sobre la frente de la menor, quién sonrió entre sueños y se removió un poco. La cubrió nuevamente con las sábanas y se levanto de la cama, empezando a vestirse con lentitud, acercándose a una de las paredes de la habitación, la cual estaba cubierta por varias fotografías. Comenzó a observar cada una de las fotografías con una sonrisa divertida, ya que en la mayoría de ella su novia aparecía en poses muy raras, pero también divertidas, junto con sus amigos y compañeros de clase.

      Entonces se encontró con varias fotos en las que aparecía una Mei de menos edad junto a sus padres. Mirio sonrió con ternura y tomó una de esas fotos, guardándola en el su billetera. Fue cuando un sonido gutural salió del estómago del mayor, indicando que estaba empezando a tener hambre, por lo que se apresuró en salir del cuarto rumbo a la cocina de la casa.

                        ********

     Shouto miró la pantalla de su teléfono con sorpresa una vez que la llamada se terminó y se giró lentamente hacía donde estaban sus amigos y compañeros.

   — ¿Y, que te dijo? —Le preguntó Denki.

   —Me respondió otra persona, aparentemente un chico...u hombre —Les explicó mientras guardaba el teléfono en su bolsillo—. Me dijo que está enferma y que no vendrá.

   —Eso es una mentira, te puedo asegurar a que ni siquiera está enferma—Todos se giraron para ver al enano de Mineta—. ¿No te parece raro que te haya respondido alguien que no fuera ella o sus padres? Eso significa que en este momento ha de estar acompañada por un chico haciendo quien sabe que cochinadas ¡Diablos! Como envidio al malnacido que haya tenido la oportunidad de saboreársela.

     Mina se preocupó bastante al ver cómo el rostro del bicolor se comenzaba a desencajar por los comentarios del pequeñín, sin mencionar que su lado izquierdo comenzaba a activarse, por lo que se apresuró en acercarse a Mineta y le pegó una patada, tirándolo a la piscina.

   —Deja de decir idioteces, Mineta-kun —Exclamó Mina con cierta molestia—. Mei me llamó anoche para decirme que realmente está enferma, tiene faringitis —Les explicó para luego cruzarse de brazos—. Además ella no está con nadie, así que deja de inventar novelas en tu cabeza depravada.

     Los que estaban al tanto de la relación entre Mei y Mirio sabían que lo qué había dicho Mina era una gran mentira. Ella no estaba enferma, al contrario, sabían que la estaba pasando muy bien al lado del rubio. Sin embargo todos preferían que Todoroki supiera de esa relación a través de Mei y no por las suposiciones maliciosas de Mineta.

     Pero ahora estaban preocupados por la manera en que había reaccionado, si se había puesto de esa forma solo por un comentario mal intencionado no sabían cómo iba a ponerse cuando supiera que era cierto.

     Fue entonces que Lida y Momo se acercaron a su amigo para ver si podían calmarlo.

   —Ya, tranquilo amigo, sabes como son las bromas de Mineta-kun —Le dijo Lida mientras colocaba su mano sobre el hombro del bicolor.

   —Lida-kun tiene razón, solo fue una broma de muy mal gusto —Añadió la pelinegra mientras le sonreía dulcemente—. Una bastante inapropiada, poner en juego la dignidad de una mujer es una gran ofensa.

   — ¿Crees que debamos ir a visitarla? —La sonrisa de la joven desapareció  y miró a su novio con cierta preocupación.

   —No creo que sea necesario, seguramente quiere descansar y si vamos tofo solo terminaremos incomodándola —Se apresuró en decir el peliazul mientras obligaba a Todoroki a caminar al interior de la casa de Momo—. Prometo que la llamaremos luego y veremos como se siente ¿Si?

    El bicolor asintió levemente, pero eso no quería decir que lo hubieran convencido. Podrá no haber tenido una relación de pareja, mucho menos entendía por completo los códigos entre amigos, pero si había que sabía perfectamente era reconocer a una voz.

    Y la voz de la persona que lo atendió era la de Mirio Togata.

     Y no podía evitar sentirse molesto por eso.

                            ******

     Mei comenzó a despertarse lentamente, restregándose suavemente en las floreadas sabanas. Se giró sobre la cama solo para darse cuenta de que él rubio no estaba a su lado, ni mucho menos en la habitación. Se sentó con lentitud sobre la cama, sintiendo un ligero tirón en la espalda baja, y sonrió suavemente mientras se rascaba el cuello con lentitud.

     Los recuerdos de lo que había pasado la noche anterior comenzaron a llegar a su mente, provocando que sus mejillas se tornaran rojas. Aún podía sentir los cálidos y suaves labios del rubio recorriendo cada esquina de su cuerpo, sus manos tocándola con la mayor delicadeza del mundo, su cuerpo sobre el suyo...haciéndole el amor una y otra vez.

     No pudo evitar morderse él labio inferior para volver a recostarse sobre la cama y girar suavemente, sintiéndose la chica más dichosa de todas.

     De pronto, sus pensamientos fantasiosos fueron interrumpidos cuando empezó a oler un exquisito olor que provenía de la cocina; se sentó en la orilla de la cama y se apresuró en ponerse la ropa interior y por encima la camisa negra de Mirio, levantándose con lentitud.

     Cuando se acercó al espejo que había frente a la cama, abrió los ojos con sorpresa al ver la gran cantidad de chupones y mordidas que cubrían su rostro. Inmediatamente se abrió la camisa solo para encontrarse con que su pecho y torso también estaban llenos de esos moretones y mordidas ¿En que momento le había hecho todo eso? Prefirió restarle importancia y se volvió a abotonar la camisa, saliendo de la habitación.

     Bajó con lentitud las escaleras, ya que sus piernas estaban cansadas y muy adoloridas, y caminó hasta la entrada de la cocina donde se detuvo al ver a novio cocinando; sonrió de lado al ver esa trabajada espalda, el cual estaba adornado por varios rasguños en la parte de los hombros y la cintura. Se acercó lentamente y lo rodeó lentamente por detrás con sus brazos, haciendo que el mayor sonriendo levemente y dejara de mover la espátula en la sartén.

   — ¿Por qué me dejaste sola en la cama? —Le preguntó la castaña mientras recorría la espalda de Mirio con la punta de la nariz—. Prefería haberme despertado de otra forma.

   —Y esa era la idea, quería sorprenderte con un abundante desayuno en la cama, lleno de mimos y besos, pero veo que me ganaste la mano —Puso en mínimo el fuego y se giró lentamente para verla a la cara—. Te vez muy hermosa con esa camisa puesta ¿De quien podrá ser?

   —De mi novio ¿De quien más? —El rubio sonrió de lado mientras jugaba con el primer botón de la camisa—. Tú también te ves hermoso con esos rasguños en tu espalda, parece ser que tu novia es una posesiva.

   —Tal vez...o tal vez yo fui un poco rudo con ella y por eso me hizo eso —La castaña sonrió levemente para luego acomodar los rubios mechones que le impedían ver su rostro—. Lo siento por eso.

   —No te disculpes, después de todo lo disfruté.

    Mei se puso en puntas de pie y lo besó suavemente; el mayor correspondió el beso con parsimonia mientras rodeaba su pequeña cintura con delicadeza, sentándola suavemente sobre la mesa que había en la cocina. Y estaba más  que seguro que habría cedido ante los deseos de la menor de no ser que el sonido del aceite hirviendo saltando lo sacó de sus pensamientos.

     Se separó rápidamente y se apresuró en poner el tocino y huevos ya cocinados en un plato, colocando otros crudos en la sartén. Mei sonrió con diversión y se dispuso a ayudarlo en poner la mesa, mirando de reojo como novia la cadera de forma sutil mientras tarareaba una canción.

   —Realmente te gusta cocinar ¿No es así? —Mirio se giró lentamente, colocando los platos llenos de comida sobre la mesa y le sonrió suavemente.

   —La verdad es que si, aunque no tengo mucho tiempo para hacerlo —Le comenzó a explicar mientras empezaba a preparar los hotcakes—. Cómo papá no pasaba mucho tiempo en la casa por su trabajo, tuve que aprender a cocinar casi a la fuerza. Aunque al final no me resultó complicado, hasta me ayuda a relajarme.

    —Y debo admitir que cocinas muy rico —puso uno de los huevos fritos sobre una hogaza de pan y lo comía de un solo bocado—. Podría acostumbrarme a esto.

    Mirio soltó una suave risita y, una vez que terminó de cocinar todo, se sentó al lado de la castaña, quien lo esperaba impaciente para empezar a comer. Agradecieron la comida y menos de dos segundos la ojiverde ya se encontraba sirviéndose de todo lo que había en la mesa. Él solo sonrió como dulzura al ver como, literalmente, devoraba todo lo que le había cocinado en completo silencio, como si no hubiera comido en varios días.

   —Oye, tranquila —Le sirvió un poco de jugo al ver que se estaba atragantando con todo lo que tenía en la boca—. Nadie va a quitarte la comida, así que puedes comer con tranquilidad.

   —Lo...siento —Tragó todo y le sonrió con algo de vergüenza—. Tengo mucha hambre...ni los entrenamientos de mi papá fueron tan agotadores como lo de anoche. Me dejaste completamente exhausta.

   —Tú también me dejaste exhausto —La besó en la mejilla y bebió un poco de jugo— ¿Sabes? Anoche me llevé una grata sorpresa —Mei lo miró curiosidad—. Para ser una primeriza...sabes moverte muy bien.

     Él rostro de la menor se puso completamente rojo ante las palabras del rubio, quien solo le sonreía de manera picarona. Solo atinó a empujarlo con fuerza mientras sonreía con pena.

   — ¡Ya! No hables de eso que me apena mucho —Le dijo mientras se reía nerviosamente. Mirio sólo atinó a reírse como fuerza—. Lo hice bien solo porque tu me guiaste, eso es todo.

   —Bueno, ya, los dos lo hicimos bien, ¿Si?  —Se sonrieron de manera coqueta para luego seguir desayunando—. Oh si, casi lo olvido. Te llamó Todoroki.

   — ¿Y eso? ¿Qué era lo que quería? —Le preguntó la ojiverde con curiosidad.

   —Preguntaba si ibas a ir al almuerzo en la casa de tu amiga, pero le dije que estabas enferma y que por eso no ibas a poder ir —Le respondió con diversión.

   —Vaya, vaya, Mirio Togata mintiendo —El rubio sonrió de lado y continuó comiendo— ¿Y...se dio cuenta de que eras tú?

   —Creo que no, aunque no habría problema ¿verdad?

   —Por supuesto que no, lo he estado pensando y creo que ya es hora de que todos lo sepan —El ojiazul sonrió ampliamente—. Apenas tengamos la oportunidad, lo contaremos ¿Si?

     El mayor asintió animadamente y, entre mimos y besos, terminaron de desayunar. Acomodaron toda la cocina y volvieron a subir hacia el cuarto de la menor, querían darse un baño ya que habían quedado bastantes sucios por lo ďjde la noche anterior.

                         ********

   —Sabes que en algún momento volverán tus padres y que no sería para nada bueno que nos encontraran a los dos juntos en la bañera ¿Verdad? —Mei sonrió con diversión y continuó enjuagado el cabello rubio del mayor.

   —Faltan dos horas para que ellos vengan, podemos estar un ratito más —Besó su mejilla suavemente para luego suspirar—. Quien sabe cuando podremos estar así de nuevo.

   —Tenemos la bañera de mi casa o la de cualquier hotel —Comentó mientras acariciaba suavemente los brazos de la menor—, ya encontraremos la forma de repetir esto.

   —Pensé que no te gustaban los hoteles.

   —No quería que nuestra primera vez sea en un hotel, pero ahora ya podemos hacer lo que queramos —La ojiverde sonrió de lado y volvió a besarlo, esta vez con más lentitud.

    — ¡Hija, ya volvimos! —Aquel grito hizo que se separaran de golpe y se miraran con terror.

     Prácticamente volaron de la bañera y comenzaron a secarse entre tropezones y resbaladas. Los latidos de su corazón comenzaron a acelerarse cuando empezaron a sentir las pisadas cada vez más cerca, se vistieron lo más  rápido que pudieron y salieron del baño. Mientras Mirio prendía el televisor y ponía cualquier película, Mei acomodó todo como si pareciera que estaban haciendo una maratón de películas.

     Apenas se sentaron en el suelo y la puerta se abrió de golpe, mostrando a Daisuke.

   —Así que aquí estaban... —Dijo para luego suspirar con tranquilidad— ¿Por qué no respondieron cuando los saludamos?

   —Es que no escuchamos nada —Mirio asintió sin dejar de sonreír. Mei se levantó y abrazó a su padre—. Me alegra verte de nuevo.

   —A mi también —Correspondió el gesto sin dejar de sonreír—. Por cierto, me alegra verte por aquí Mirio.

   —Lo mismo digo, señor, espero que su viaje haya sido provechoso.

   —Si que lo fue, chico —Sonrió levemente para luego suspirar—. En fin ¿Te quedas a comer?

   —Si, claro —El castaño asintió y salió de la habitación. Solo entonces los dos jóvenes respiraron con tranquilidad—. Por poco y nos atrapan.

    Mei asintió varias veces para luego echarse a reír, siendo seguida por el rubio que comenzó a imitarla. Cuando calmaron su risas, se lanzaron sobre el otro pasa besarse con desesperación, importando les muy poco que alguien pudiera entrar nuevamente.
 
                                          
                           ********

     Daisuke bajó las escaleras con la mirada perdida para luego fijarla en su esposa, quien estaba buscando los ingredientes para ponerse a cocinar. Yuu le sonrió dulcemente al verlo entrar pero la borró al ver la cara de su esposo.

   —Amor ¿Qué pasó? —Le preguntó con cierta preocupación— ¿Le pasó algo a Mei? No me digas que no está.

   —Lo hicieron...

   — ¿Hicieron que? ¿Quiénes?

   —Nuestra hija y su novio...lo hicieron.

      Yuu desencajó la boca mientras se llevaba una mano el pecho, fingiendo sorpresa. Debía fingir que no sabía que eso había pasado.

   — ¿Y como te diste cuenta? —Le preguntó con interés.

   —Cuando ella me abrazó...la sentí diferente, además olía al perfume de ese chico —Le explicó el mayor mientras se sentaba en una de las bancas—. Aparte me di cuenta que los dos tenían el cabello mojado, es obvio.

   —Ay mi cielo, entiendo que sientas que es el fin del mundo pero los dos sabemos que eso era algo que pasaría en cualquier momento —Le dijo mientras lo abrazaba por los hombros—. Además, los sabemos como es Mirio, ese chico la adora con locura y estoy muy segura de que no la obligó a nada.
  
   —Si...eso es lo único que me tranquiliza un poco —Murmuró mientras juguetea con las manos—. Igual siento como si mi bella princesa se me fuera de las manos.

   —Daisuke, Mei siempre va a ser tú princesa mimada...pero debes aceptar que ya no eres el único hombre en su vida —Lo besó suavemente, logrando sacarle una pequeña sonrisa—. Oye espera, ¿Y tú que haces oliendo perfume ajeno? Daisuke Takeyama, ese es el novio de tú hija, déjalo en paz o te cortaré los huevos.

   —Ay Yuu, deja de decir idioteces, ese chico no es mi tipo —Le dijo Daisuke entre risas—. Solo sabes que me acosté con un solo hombre en la vida.

   —Si, y ese hombre casi se vuelve nuestro consuegro —El castaño hizo una seña con los dedos de que guardara silencio, haciendo que la rubia se echara a reír—. Sabes, por un tiempo pensé que el hijo de Endeavor sería nuestro cuñado.

   —Yo también, pero ese chico metió mucho la pata con nuestra hija...y sabes como es cuando se molesta con alguien —Yuu asintió mientras fruncía los labios—. Además...la veo muy feliz con Mirio, no creo que vuelva a estar interesado en Shouto.

   —Eso no lo sabes, capaz que en el futuro terminaran juntos.

   —Si...podría ser...si no fuese por Aiden Togata —Le dijo antes de beber un poco de agua.

   — ¿Aiden Togata? —Repitió sin entender hasta que vio los ojos de su esposo color dorado— ¡Daisuke ¿Viste el futuro?!

     El nombrado asintió sin dejar de sonreír a lo que la rubia gritó con alegría mientras aplaudía. Justo en ese momento, Mei y Mirio bajaron entre risas pero se callaron al ver lo emocionada que estaba la madre de la menor. Al ver a los dos jóvenes, Yuu se les acercó rápidamente y sujetó al rubio por las mejillas.

   — ¡Te adoro tanto, eres mi mejor nuero! —Exclamó mientras le apretaba las mejillas.

   —Mamá, es tu único nuero —Comentó Mei sin entender que estaba pasando.

   —Y lo adoro más ahora —Se separó y comenzó a corretear por todos lados— ¡Nietos!

     Mei miró a su novio sin entender nada para luego desviar sus ojos a su padre, mirándolo tipo "¿Y esta qué le pasa?" pero este solo negó con diversión, diciéndole que solo la ignorara y que pasaran a sentarse en la mesa. Después de comer, Daisuke decidió contarles sobre la descripción que había tomado la academia U.A después de los sucesos en el campamento; les explicó que después de las vacaciones comenzarían a vivir en la academia en residencias, todo esto con el fin de impedir que lo sucedido con Katsuki y Mei no sucediera de nuevo. Consideraban que así iban a estar más protegidos. También les comentó que los mismos profesores irían a casa para hablar con los padres y explicarles la situación, pero sobre todo para sacarle todas las dudas y transmitirles tranquilidad.

     Al principio Mei y Mirio se preocuparon sobre el tema de vivir en cualquier otro lado que no fuera su casa, pero al final se terminaron emocionando ante la idea de vivir con sus compañeros y amigos.

     Después de cenar tranquilamente, los dos jóvenes volvieron a subir al cuarto de la castaña para buscar las pertenencias de Mirio. Una vez que terminaron de acomodar todo, volvieron a bajar y salieron de la casa.

   —Creo que será raro no tenerte en la casa, me acostumbré muy rápido a tu presencia y atenciones —Dijo Mei mientras escondía sus manos en los bolsillos del saco que estaba usando.

   —Yo también siento lo mismo, me acostumbré demasiado rápido a...todo esto —Mirio sonrió y le dio un pequeño beso en la punta de la nariz—. En fin... ¿Al final decidiste que harás con lo de la Licencia Provisional?

     Mei asintió varias veces sin dejar de sonreír.

   —Voy a necesitar tu ayuda, debo aprender a luchar con mi nuevo Quirk —Le respondió la más bajita—. Y que mejor forma de hacerlo, que con el mejor estudiante de toda U.A.

   —Solo te advierto que soy un maestro bastante exigente.

   —Bueno, pues si te pasas de exigente te dejo en abstinencia ¿Qué tal? —Mei se echó a reír con fuerza al ver como el mayor dejaba de sonreír y se tornaba pálido—. Es solo una broma tonto...a no ser...

   —"A nos ser" nada —La tomó por las mejillas y la besó suavemente—. Nada de abstinencia, menos cuando recién empezamos con todo esto.

   —Ya veremos —Le dio un último beso en los labios y lo empujó suavemente cuando su padre apretó la bocina del auto—. Y ya, mejor súbete antes de que papá baje a buscarte. Te amo mucho.

   —Yo también te amo... —Le dio un beso un poco más largo y luego caminó hacia el auto que le estaba esperando, abriendo la puerta del copiloto.

     Mei se despidió con la mano y esperó a que el auto desapareciera en la esquina de la calle para luego meterse a la casa. Ahí la estaba esperando su madre, quien estaba sirviéndose un poco de vino.

   —Tú y yo...tenemos mucho de que hablar.

    Mei solo suspiró y negó con la cabeza varias veces.

    No sé iba a salvar de esa charla.


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Hola mi gentecita bella! Como están?!


Espero que estén pasando una mañana/Tarde/Noche genial

Siento haber estado ausente,
Estaba preparando un final de una materia...

En la que me fue mal...

Así que estoy ultra depreishon

Maldita metería chota

Y...

Y...

Maldito remake choto de Saint seiya

Y maltido tráiler de Yuri on ICE que no sale

Estoy recontra molesta.


En fin...

A partir de este capítulo termina el romance chicos y arrancamos con el salsero hardcore.

Entramos finalmente en el arco de la Licencia Provisional.

Y déjenme decirles que se viene con todo.

Estamos a nada de que Todoroki se enteré de la relación que hay entre Mei y Mirio
Y solo puedo decir que se pondrá color de hormiga la situación.

Y hablando de eso...

Muchas me han dicho que le ponga pareja a Todorki, así no sufra tanto el nene

Entonces que opinan

Una novia para todoroki

Un Novio para todorki

O los dos...

Yo tenía pensando ponerle primero una novia...y después volverlo el TodoJOTO

Así que quiero ver sus opiniones

¿Que les pareció que Daisuke haya visto el futuro de su hija?

Déjenme decirles que Aiden Togata será bastante relevante en capítulos próximos.

Quien sabe...

Hasta podríamos verlo convivir con sus padres jóvenes

Jejejejeje

En fin, si les gustó el capítulo dejen estrellita y comenten

Se los agradecería de corazón

Próximo Capítulo:
Mudándose a los dormitorios.


Sin más que decir...

BYE BYE

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