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Capítulo 38: Tarde entre Amigos

     Mei se despertó en medio de la madrugada al sentir una dolorosa presión sobre su cuello; trató de tragar un poco de saliva, ya que tenía la garganta seca, pero le fue casi imposible por el dolor que significaba hacer eso. Trató de sentarse en la gigantesca cama, pero sintió un peso inmenso sobre su cuerpo, cosa que le estaba impidiendo levantarse. Abrió sus ojos con pesadez y alzó su cabeza para encontrarse con que la pierna de Mina estaba sobre su cuello mientras que Lida y Momo estaban aferrados a su cuerpo, profundamente dormidos.

     Suspiró pesadamente para luego empujar la pierna de la pelirrosa con fuerza, haciéndola caer de la cama en el proceso. Sé separó del abrazo de la pareja y se levantó de la cama lentamente, dirigiéndose el baño. A los pocos minutos, salió y fijó su vista en su cama donde estaban sus tres amigos durmiendo profundamente, así que prefirió acercarse a la cama de su padre y acostarse a su lado, acurrucándose cerca del él.

     Las horas pasaron y Lida y Momo fueron los primeros en despertarse, quienes se sonrieron levemente y se dieron un pequeño beso de “buenos días” para luego levantarse de la cama sin despertar a la pelirrosa.

   —Mei, Mei —Lida movió un poco a su amiga, quien su despegó de su padre y se sentó en la cama sin hacer muchos movimientos, no quería despertar al mayor—. ¿Vas a desayunar con nosotros?

    —Si, si, obvio, eso ni se pregunta —Se levantó rápidamente empezaron a caminar rumbo a la puerta del cuarto.

     Mei se acercó a su cama, tomó su teléfono y se puso unas pantuflas para luego jalarle un cuerno a Mina, quien se despertó de forma abrupta mientras se quejaba del dolor. Salieron de la habitación del hotel, aún con los pijamas puestos y con el cabello todo despeinados, y bajaron hasta el comedor donde los empleados estaban colocando el desayuno sobre una mesa larga.

     Todos se relamieron los labios con hambre y se acercaron rápidamente sobre la mesa, comenzados a servir todo lo que entraban en dos platos. Después de que se sirvieron todo lo que iban a comer y beber y fueron a sentarse en una de las mesas.

   —Vaya, que noche —Exclamó la pelirosa para luego bostezar—. Espero que tu papá no haya dormido mal por nuestra culpa.

   —Nah, papá fue más inteligente y se puso tapones para los oídos, por eso durmió como un tronco —Los tres se rieron suavemente para luego seguir desayunando.

   —La verdad que no me había divertido de esta forma desde hace mucho tiempo, gracias por invitarme a pasar la noche con ustedes —Comentó la pelinegra mientras sonreía suavemente.

   —Era lo menos que podía hacer Momo-chan, te has portado muy bien conmigo en estos últimos días —La castaña la tomó de la mano y sonrió—. Y aunque no hubieses hecho nada igual te hubiese invitado, eres muy alegre y divertida. 

   —No fue nada, para eso son los amigos ¿No?.

   —Pero no tú mejor amiga —Mina sujetó a la castaña de la cabeza y la pegó a su pecho—. Ella es mía, no la toquen.

   — ¡Ja! Dile eso a Mirio Togata —Mei hizo una señal de que se callara mientras miraba hacía todos lados, cerciorándose de que nadie hubiese escuchado—. Oh vamos, Mei, en algún momento tendrán que hacerlo oficial y decírselo al mundo.

   —Ya lo sé, pero…

   —Te preocupa la reacción de Todoroki-san ¿No es así? —Le preguntó la pelinegra a lo que Mei asintió suavemente—. Todos aquí sabemos que reaccionará de la misma forma, ya sea que se entere ahora o después, pero ¿No has pensado en como se puedo sentir Togata-san con todo esto?

   —Momo-chan tiene razón, estoy más que seguro que ese chico desea poder tomarte de la mano, abrazarte y besarte sin tener que esconderse —Le dijo Lida a lo que la castaña se encogió en la silla, sintiéndose mal—. Si tú papá ya aceptó la relación ¿Qué esperas? Mira que es capaz de retractarse.

   —Pero si hemos salido juntos como pareja a lugares públicos, y hemos hecho esas cosas…entre otras —Tosió con algo de vergüenza al ver la sonrisa picarona de Mina—. Y ya lo hablé con él, se lo diremos a todos cuando terminen la vacaciones.

   —Espero que sea así, y si Todoroki se pone mal…no te sientas culpable ¿Si? —Le pidió la pelirosa—. No todos pueden aceptar una relación de la misma manera.

   —Lo…intentaré —Los cuatro terminaron de desayunar—. Bueno, vamos a cambiarnos que tenemos un día lleno de actividades.

     Los tres presentes exclamaron un “¡Si” y comenzaron a caminar rumbo a sus habitaciones para buscar ropa. Habían armado un día lleno de actividades que prácticamente consistían en ir a la playa y ver que se les ocurría hacer en aquel lugar.

     Invitaron a los demás ya que querían disfrutar en grupo de aquella maravillosa isla, a lo que todos aceptaron gustosos. Se juntaron al medio día en la entrada del hotel y junto con el padre de Mei y All Might, quien era el “adulto responsable”, partieron rumbo a una de las playas de una de las ciudades. Al llegar, lo primero que hicieron fue pedir una carpa y varias sillas de playa para los jóvenes. Una vez que el castaño dejó un claro un par de “reglas” a sus estudiantes, los dejaron libres para que hicieran lo que quisieran en aquella inmensa playa. 

   —Bueno ¿Ahora que? —Preguntó Uraraka mientras miraba hacía todas partes—. Podemos jugar al voleibol, o meternos al agua, o-

   — ¡Voleibol! —Gritaron Denki y Mineta mientras agarraban una pelota y corrían hasta donde estaba la red. Los demás solo se rieron y los siguieron rápidamente.

     Se dividieron en tres grupos de cinco personas, los primeros grupos jugarían y el ganador de ese partido jugaría con el siguiente grupo, así todos podrían participar. Mientras los dos primeros grupos jugaban, el equipo de Mei se mantuvo frente a ellos viendo como jugaban el partido. En cierto momento, Todoroki se sentó al lado de ella y le extendió una bebida muy colorida.

   —Gracias, ¿Y que es? —Preguntó la castaña mientras lo probaba.

   —Es un jugo de frutas, tranquila que no tiene alcohol —Mei le sonrió levemente para seguir tomándola—. Y… ¿Qué tal dormiste?

   —Para la mierda —El bicolor soltó una suave carcajada—. Los tres se me pegaron como garrapatas, no me dejaban moverme. Al final terminé durmiendo con papá.

   —No puedo imaginármelos de esa forma, sobre todo a Lida y Yaoyorozu-san —Comentó el más alto con diversión—. Aunque me alegra saber que ya resolvieron todos sus problemas ¿Cuando pasó eso?

   —En el campamento, hablamos en la primera noche y bueno…arreglamos todo —La ojiverde sonrió levemente para luego mirar a la pelinegra, quien hablaba con el peliazul—. Terminé descubriendo en ella a una buena amiga, algo que nunca imaginé.

   —Si, es una buena persona, bastante amable e intuitiva —Añadió el bicolor—. Lo que más me alegra es que haya podido solucionar su pequeño drama con Lida-kun y que ahora sean pareja.

   —Si, hacen una pareja preciosa.

   — ¿Y que tal vas con el manejo de tu Quirk? ¿Nuestras practicas sirvieron de algo? —Le preguntó con curiosidad a lo que la ojiverde asintió.

   —Sip, ya puedo manejarlo mucho mejor que antes, todo gracias al mejor maestro no autorizado que conozco —Hizo una pequeña reverencia hacía el bicolor para luego reírse—…aunque de todos modos necesito practicar más, me di cuenta de que mis sentimientos fluyen en mi Quirk —Le contestó para luego darle un trago al jugo—. Pero…algo raro me está pasando.

   — ¿Es algo malo?

   —Desde hace días...puedo sentir la voz de otra persona en mi cabeza —Shouto abrió los ojos con sorpresa—. Y si es la persona que yo creo que es...no es para nada bueno que él pueda meterse en mis pensamientos.

   —Pero tu bisabuelo está encerrado en la prisión más segura del país, que además cuenta con seguridad anti-Quirks —Se apresuró a decir el más alto.

   —Pero lo está haciendo, Shouto, no sé como lo hace y porqué la policía no se dio cuenta aún…pero se está metiendo a mi cabeza —Le dijo la castaña con cierto temor—, y lo peor de todo es que más de una vez me ha intentado persuadir para que lastime a las personas…tengo miedo de no poder controlar eso.

   —Entonces debes decírselo a tu papá y a All Might, ellos son los mejores para decidir sobre este tema tan delicado.

   —Si, lo haré…lo haré después de ir al centro comercial a comprar regalos y recuerdos —Se giro para verlo fijamente, sonriéndole— ¿Quieres acompañarme?

   — ¿Qué dijiste? —Mina metió su cabeza entre los costados de las cabezas de los dos, a lo que la castaña la empujó hacía atrás con la mano.

   —No te metas —Le volvió a sonreír al bicolor— ¿Y, vendrás conmigo?

   —Claro, yo no tengo problema —El le regresó la sonrisa para luego seguir observando el partido.

     Sin que se dieran cuenta, la pelirrosa se acercó al peliazul y comenzó a contarle todo lo que había escuchado de la conversación. No iba a permitir que esos dos estuviesen solos, sabía que Mei no haría nada…pero no confiaba en Todoroki. Ese podía ser muy travieso cuando quería.

      Después de un rato, y de que todos participaran del torneo, el equipo de Bakugou terminó ganando. Decidieron descansar un rato y hacer otras actividades, entonces la castaña decidió que era momento de salir así que llamó al bicolor y comenzaron a caminar hacía la salida de la playa. Sin embargo se llevaron una gran sorpresa al ver a Kirishima, Bakugou, Mina, Lida y Momo esperándolos ahí…todos mirándolos fijamente.

   —Chicos ¿Qué hacen aquí? —Preguntó la castaña.

   —Escuchamos que iban a ir al centro comercial y queríamos ir con ustedes —Le respondió Momo con una sonrisa tierna e “inocente”—. Espero que no les moleste.

   —No…para nada —Mei sonrió de la misma manera—. Vámonos así volvemos tiempo para la fogata.

     Todos comenzaron a caminar mientras charlaban animadamente. En cierto momento, Mei agarró a su amiga de la nuca y la hizo retroceder hasta estar a su lado.

   —Ouch ¿Por qué haces eso? —Le preguntó la pelirrosa con molestia.

   —No puedo creer que desconfíes de mi a tal punto de que no me puedas dejar sola con Todoroki —Le siseó con molestia, haciendo que la joven abriera los ojos con sorpresa. Le había leído la mente— ¿Acaso piensas que soy capaz de engañar a Mirio?

   —No desconfío de ti, desconfío de Todoroki-kun —Le susurró sin dejar de mirar al bicolor—. Igual que todos los demás que vinieron, sabemos cuales son sus intenciones contigo y por eso-

   —No necesito de guardaespaldas, créeme que si hace algo que no me gusta o me incomoda le romperé la cara de un puñetazo —Le aseguró la castaña con molestia—. Así que quédate tranquila, no pasará nada

     Antes de que Mina pudiera decir algo la castaña se acercó nuevamente hacía donde estaba Todoroki, siguiendo con su charla.

     Finalmente llegaron al centro comercial y quedaron maravillados con lo gigantesco y moderno que era, había miles de tiendas que vendían desde artefactos para héroes profesionales hasta las más lindas chucherías y recuerditos. Las emocionadas eran las chicas, quienes ya estaban desesperadas por empezar a corretear por todo el lugar.

     Momo pegó un saltito por la emoción y tomó la mano del peliazul con firmeza, comenzando a caminar por él lugar hasta perderse entre la gente. Bakugou tomó al pelirrojo del brazo y lo empezó a llevarlo a alguna parte del centro comercial, dejando a Mina, Todoroki y Mei solos en la entrada.

   —Bueno… ¿Ahora qué? —Preguntó el bicolor mientras miraba a las dos, quienes se miraron con complicidad.

   — ¡A comprar ropa! —Exclamaron las dos para luego empezar a arrastrar a Todoroki a la primera tienda de ropa mixta que encontraron.

     Entraron y sonrieron como si estuviesen en una dulcería y comenzaron a ver cada una de las prendas que estaban colgadas mientras cuchicheaban entre ellas. Todoroki, quien las observaba con curiosidad, se acercó a la castaña con lentitud.

   —Eres fanática de comprar ropa ¿No es así? —Mei sonrió suavemente para luego dejar de revisar cada prenda.

   —Con la mamá que me tocó, el no serlo sería un delito —Comentó con diversión a lo que Shouto sonrió—. Desde niña, mamá siempre me enseñaba como vestirme, como peinarme, maquillarme…pero yo era rebelde, no quería ser una princesa y eso se lo demostré cuando empecé kick boxing.

   —Eres un poco de ambos —La ojiverde lo miró con sorpresa—. Quiero decir, eres muy femenina…pero cuando golpeas lo haces como un hombre. Lo digo por experiencia…además estuve presente cuando casi dejas calva a esa mujer.

     Mei sonrió de lado para luego golpearlo suavemente en él hombro, haciendo que el bicolor se riera. Se sentía feliz de ver que podía hablar con el bicolor sin que se sintiera incomodo o que terminaran peleando.

   —Oye Mei, necesito un poco de tu ayudita ¿Puedes? —Le pidió Mina mientras ladeaba el rostro.

   —Claro, deberías buscar algo que te guste mientras vuelvo, Shouto —Le recomendó la castaña para luego acercarse a su amiga— ¿Qué pasa Mina?

   —Quiero comprarlo algo a mi gatito hermoso, pero no sé qué —Le explicó mientras miraba la ropa de chicos.

   —Ay…ya empezaron con los apodos bonitos —La ojiverde la codeó suavemente a lo que la rosadita se sonrojó con fuerza, sonriendo bobamente— ¿Cómo te dice el a ti?

   —Él me dice bomboncito —La ojiverde emitió un suave “Awww”—. Pero eso no importa, no sé que podría llevarle…sé que le gustan los colores fríos…

   —Que tal una chaqueta negra, o quizás o una camiseta —Mei siguió buscando entre las prendas hasta que encontró una camiseta que tenía varias gamas de grises y negros—. Esta es linda, combina con todo.

   —Si, es muy linda ¡También esta qué tiene un gatito! Me recuerda tanto a él —Suspiró como una enamorada para luego morderse el labio inferior suavemente—. Lo adoro demasiado, es tan dulce y amoroso conmigo.

   —Me alegra verte tan feliz, amiga —Dijo Mei mientras escogía varias camisetas para llevarle al rubio—. Eso si, nunca me habría imaginado que terminarías con él.

   —Yo menos, pero cuando nos conocimos y empezamos a hablar nos dinos cuenta de que teníamos muchísimas cosas en común y no fue difícil empezar a interesarnos en el otro —Le contó con alegría—. Debiste verlo cuando me invitó a salir por primera vez, tartamudeaba tanto que yo tuve que terminar sus frases.

   —Pido ser la madrina de ese casorio  —Pidió la castaña a lo que la pelirrosa asintió entre risas.

   — ¿Y a ti como te va con tu Max-Steel rubio? —Le preguntó la pelirrosa a lo que la ojiverde se sonrojó con fuerza para luego reírse, ese apodo era muy gracioso.

   —Vamos muy bien, hasta ayer supe que seguía en el campamento en las montañas con varios de sus amigos —Le contó mientras agarraba una camiseta a rayas muy linda—. Debo admitir que es todo un caballero, es tan romántico y amable conmigo…me hace sentir muy protegida.

   — ¿Y cómo no sentirse protegida con semejante oso abrazable? Debe tratarte como si fueses lo más delicado y hermoso del universo.

   —Si… lo hace —Bajó la mirada para luego sonreír bobamente—. Pero bueno, eso no importa ahora, debemos centrarnos…en tu gatito hermoso.

    Terminaron de elegir todas las prendas que se iban a llevar y se formaron en la fila de la caja, finalmente pagaron todo y salieron de la tienda rápidamente. Siguieron caminando un largo rato, entrando y saliendo de varias tiendas distintas hasta que finalmente terminaron entrando a una tienda gigantesca que vendían todo tipo de cosas dulces. Los tres se separaron en aquel lugar para empezar a colocar en pequeñas bolsitas transparentes los distintos dulces y chocolates que se iban a llevar.

     Salieron de la dulcería cuando pagaron todo y al final dieron vueltas mientras veían los accesorios para héroes. Justo cuando se detuvieron en una de las muestras, se toparon con Daisuke y All Might, venían acompañados de Dave y la madre de Mirio, quien llevaba puesto un gorro. La rubia y Mei cruzaron sus miradas por unos segundos hasta que la menor hizo el amague de que se le iba a lanzar de nuevo, a lo que la mujer salió prácticamente corriendo. Mei sonrió con diversión, seguramente se quedó traumada con lo que le hizo.

   —Mei, deja de ser tan mala, ya la traumaste ¿Que más quieres? —Le preguntó su padre con seriedad mientras se cruzaba de brazos.

   —Con traumarla no es suficientemente, quiero su cabeza arriba de mi chimenea —Le respondió para luego sonreír de manera sádica.

   —Ya déjala, no vale la pena perder tiempo con ella.

   —Por cierto pa, necesito contarte algo.

   —Dime que sucede hija —Le pidió el castaño sin dejar de mirarla.

      La ojiverde se giró lentamente para mirar al bicolor, quien le hizo un gesto de que se lo dijera. Regresó su vista a su padre y tragó con nerviosismo. Se alejó un poco de los demás y Mei comenzó a contarle a su padre y a All Might todo lo que le había estado pasando, como era de esperarse los dos mayores la regañaron por no haberles dicho antes para después tranquilizarla.

   —Esto es muy peligroso, la simple idea de que All For One pueda meterse en tu cabeza significa un peligro para todos —El rubio bufó con molestia para luego mirar a su mejor amigo—. Solo conozco a una sola persona que sabe como evitar que eso pase…

     Daisuke abrió los ojos con asombro para luego negar varias veces.

   —No…no, no, no, no, debe haber otra persona que sepa como hacerlo —Siseó con molestia.

   — ¿De quien hablan? —Preguntó la menor sin entender.

   —De la única persona que tiene tu mismo Quirk…tu abuela —Mei abrió los ojos con sorpresa, entendiendo porqué su padre se había puesto tan mal—. El único inconveniente es que ella decidió auto encerrarse en Tártaros.

   — ¿Se auto encerró en una prisión de máxima seguridad donde casualmente también se encuentra el villano más peligroso de Japón? —Daisuke soltó una pequeña carcajada—. Ya no me sorprende que All For One pueda meterse en tu mente sin ser detectado, el talento de ella siempre ha sido meterse en las mentes ajenas y corromperlas.

   —Deben ir a verla...y hablar sobre esto —Les sugirió el rubio para luego acercarse a sus alumnos, los cuales habían aparecido en el lugar de la nada.

     Daisuke suspiró con pesadez para luego asentir lentamente. Con tal de evitar que su hija sufriera sería capaz de ir a ese maldito lugar a “hablar” con su madre. Le pidió a su hija que lo dejara solo con All Might a lo que la castaña asintió y regresó hacía donde estaba Todoroki.

     Después de un rato, todos terminaron regresando a la playa para luego ponerse a armar la fogata; La mayoría de las chicas se encargaron de la recolección de la madera mientras que los chicos se encargaban de comprar las cosas que iban a cocinar al fuego. Finalmente, después de tener todo listo, se sentaron al rededorr de la fogata y comenzaron a charlar animadamente mientras comían a lo loco. En cierto momento, Mei se levantó a buscar mas bebidas de la heladera, siendo seguida por Todoroki al ver que no podría traer todas las botellas juntas.

   — ¿Te ayudo? —Le preguntó a lo que la castaña le agradeció mientras le pasaba varias botellas—. Oye Mei ¿Podemos hablar un momento antes de volver a la fogata?

   —Si, claro —Cerró la heladera y se giró para verlo— ¿De que quieres hablar?

   —De nosotros —Mei se tensó rápidamente al escuchar esas palabras—. Quiero decir, ¿Somos simples compañeros…o amigos?

     La más bajita soltó un pequeño suspiro, sintiendo como le volvía el alma al cuerpo, para luego volverle a sonreír

   —Claro que somos amigos, Shouto, por eso he tratado de estar el mayor tiempo posible juntos —Le respondió tranquilamente—. Eres una persona que quiero mucho y lo menos que quiero es estar distanciada de ti. No quiero perder tu amistad.

   —Yo también te quiero, Mei.

     Todoroki sonrió con ternura para luego dejar las botellas en el suelo y acortar toda distancia entre ellos, abrazándola con fuerza. Mei pestañó varias veces, ya que aquella acción la había sorprendido, pero luego terminó por sonreír levemente y corresponder aquel gesto. Al final tuvieron que separarse ya que Denki los había ido a buscar para ayudarlos con las botellas, regresando así al calor de la fogata.

     Los dos estaban felices de poder volver a ser amigos.

%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%

     Daisuke y Mei caminaban lentamente por los pulcros y vacíos pasillos de la prisión “Tártaro”, guiados por varios oficiales de seguridad del lugar. El mayor había decidido ir directamente a hablar con su madre, obviando por supuesto a All For One, sin embargo, La menor prefirió no hacer lo mismo que su padre y ella se terminó desviando junto con varios policías hasta donde estaba la celda de su bisabuelo. Entraron a un pasillo donde solo había un vidrio en medio de una de las paredes, en cada esquina había una cámara de seguridad.

     Cuando Mei se paró frente a aquel cristal, pudo verlo adentro de una cámara de máxima seguridad, rodeado por armas que se activaban a través de detectores de movimientos y de más cámaras de seguridad. En cuanto a él, estaba atado a la silla en la que estaba sentado, tenía puesto una camisa de fuerza y, curiosamente, estaba conectado a un tubo de oxígeno.

   —Pensé que no nos veríamos de nuevo, niña —Dijo All For One para luego sonreír. Mei solo imitó el gesto del mayor para luego sentarse frente a el sobre la silla que le habían dado.

   —Esa la idea, al menos hasta que empezaste a meterte a mi cabeza —Le explicó mientras cambiaba su rostro a uno de completa seriedad— ¿Por qué y cómo lo has estado haciendo?

   — ¿Cómo se siente tener todo ese poder en tus manos? —Ignoró olímpicamente las palabras de la castaña.

   —Se siente de la puta madre, el único inconveniente es que tengo que acostumbrarme a él —Cruzó las piernas con delicadeza y desvío la mirada hacía cualquier lado— ¿Pensaste que al darme ese poder y meterte en mi cabeza lograría convertirme en un villano?

   —Yo no dije que quería que te volvieras una villana, solo te ayudé a ampliar tu Quirk —El mayor sonrió detrás de la mascarilla transparente que llevaba puesta—. Dios te da poder y te dice como usarlo. El diablo, en cambio, solo te da poder…es tú decisión que hacer con ellos. Así que dime, Mei ¿A quien vas a seguir? ¿A dios o al diablo?

   —Definitivamente no a ti  —La ojiverde sonrió de lado para luego ladear la cabeza—. No me interesa en lo más mínimo ser como tú

   — ¿Entonces para que me viniste a ver?

   —A decirte que si no dejas de meterte en mi mente, destruiré la tuya, me estoy cansando de que no me dejes pensar por mi misma —La menor se levantó de su asiento y se giró lentamente, comenzando a caminar hacía la puerta sin embargo se volvió a girar rápidamente—. Ese día dijiste que no había sido coincidencia que conociera a Mirio o a Shouto ¿Por qué dijiste eso?

   —Porque el que mueve los hilos en esta historia soy yo —Mei enarcó una ceja con confusión—. Yo los puse en tu camino… ¿Te imaginas lo hermoso que sería sus Quirks fusionados con el tuyo?

     Mei abrió los ojos con sorpresa para luego fruncir los labios con molestia.

   —Es enferma la forma en que juegas con todos nosotros —Murmuró la ojiverde con molestia—. Conmigo no te funcionarán tus estúpidos planes ¿Qué tal si al final no termino con ninguno de los dos?

   — ¿Qué tal “terminar con los dos”? … no creo que ninguno se queje.

   —Eso ha sido lo único divertido e interesante que has dicho desde que te conocí —La menor sonrió para luego volverse a girar—. Hasta pronto, y deja de meterte en mi mente.

      Sin más que decir salió de aquella habitación y, junto con los guardias de  seguridad, se dirigió hacía donde la estaba esperando su padre. Entraron al cuarto donde se encontraba su abuela y se encontraron con un cuarto completamente amoblado al puro estilo victoriano.

     En uno de los sillones estaba sentada su abuela, quien curiosamente parecía mucho más joven. Aparentemente estaba leyendo mientras bebía un poco de vino, ignorando completamente que ellos estaban del otro lado de la pared de vidrio blindado.

   — ¿No sabe que estamos aquí? —Preguntó la menor con curiosidad al verla actuar de forma tan desinteresada ante sus presencias.

   —No puede vernos porque aún no he pedido que transparenten el vidrio…pero sabe que estamos aquí —Le contestó para luego pedirle a uno de los guardias que transparentara la pared que los separaba.

    El hombre obedeció la petición y, ni bien terminaron de prender las luces Mary ya se encontraba frente a ellos, mirándolos fijamente.

   —Finalmente muestras tu verdadera cara, mamá —Dijo el castaño con seriedad.

   —Después de muchos años puedo volver a ser yo…soy libre —Comentó la mujer para luego sonreír— ¿Qué haces aquí? Quiero decir, no esperaba que vinieras tan pronto.

   —All For One está metiéndose en la cabeza de Mei, y como tú eres la única que tiene su Quirk pensaba que podrías ayudarnos —Le explicó Daisuke con tranquilidad—. Si tienes amor por está familia aceptarás sin vacilar.

   —Está bien, lo haré —Dijo Mary para luego mirar a la castaña—. Después de todo ella es mi nietita adorada, no quiero que le suceda nada —Mei la miró con cierta extrañeza, su abuela tenía algo diferente—. Tráela mañana.

    Daisuke asintió firmemente para luego tomar de la mano a su hija y salir rápidamente de aquel lugar.

     Mei tuvo que girarse varías veces pues podía sentir como una ptesencia los venía persiguiendo desde que habían salido de la habitación donde se encontraba su abuela. Pero cada vez que se giraba no había nadie ¿O si?

     Lo único de lo que estaba segura es que había salido de aquel lugar con más preocupación que seguridades. Ya no sabía si podía confiar en su abuela.
   
  

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¿Les gustó el cap de hoy?

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Hola gentecita hermosa, como stan?!

Espero que estén pasando una mañana/tarde/noche genial!!

Lamento muchisimo no haber publicado, pero la semana pasada no tuve ganas de vivir....mucho menos de escribir.

Además estaba vieno Hannibal
(͡° ͜ʖ ͡°)
Sino la vieron  vayan a verla ia


En fin

¿Que les pareció qur la abuela esté encerrada en una prisión y esté cambiada?
Ahota veremos un faceta más "oscura" de ella.

Mei y el Todoriko volvieron a ser  mejoros 💖💖💖💖💖💖

Recen que no se me ocurra mandar todo a la mierda de nuevo xD

Otra cosa

Probablemente el capítulo que publique la semana que viene sea el especial Daienji que tanto piden

Si les gustó el capítulo de hoy, dejen estrellita y comenten, se los agradecería de corazón
💖💖💖💖💖💖💖

Próximo Capítulo:
"Cena con los Suegros"

¡Que suba la temperatura!
🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥

Sin más que decir....
Bye Bye

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