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Capítulo 30: Empieza el Campamento

El fin de semana pasó rápidamente y finalmente llegó la hora de ir al campamento de verano. Esa mañana Mei se levantó de muy buen humor, se bañó rápidamente y luego bajó a la cocina donde se encontraba su madredesayunando y preparando su bolso de viaje. 

     Desayunaron juntas, le deseó buena suerte en el viaje y luego salió de la casa rumbo a la academia. Cuando llegó, estuvo charlando con sus amigos y compañeros hasta que finalmente llegó la hora de subirse al autobús. 

   —Oye Mei-chan —La llamó la pelirosa— ¿Nos sentamos juntas? 

   —Claro amiga —Le sonrió para luego subirse al vehículo. 

    Todos los estudiantes se sentaron y el bus arrancó rumbo a donde se encontraba el campamento; durante el viaje, todos se la pasaron charlando o escuchando música, cosa que extrañamente permitió Aizawa-sensei. 

     En cierto momento, Mina se percató del bonito collar que tenía puesto la castaña y con el cual estaba jugando en ese momento. Sonrió con cierta picardía y sujetó el collar de la hermosa piedra azul que tenía. 

   — ¿Quién te regaló eso? —Le preguntó fingiendo molestia— ¿Con quien me fuiste infiel? 

   —Con la persona que seguramente te hizo ese chupón mal disimulado —Le respondió mientras le corría un poco el cuello de la camisa para ver mejor la marca a lo que Mina le golpeó en la mano y se tapó la zona—. ¿Eso pasó en la fiesta del viernes?

   —Shhhh, no hables tan fuerte —Le pidió mientras la castaña no paraba de fangirlear—. No quiero que nadie lo descubra. 

   —Entonces si estuviste con alguien, eres una apasionada ¿Eh? ¿Lo conozco? ¿Es de la clase? —Le preguntó emocionada sin embargo su sonrisa se borró al ver la preocupación de su amiga— ¿Pasa algo? Si no quieres decirlo está bien, solo lo pregunté porqué-

   —No, no, no es eso —Se apresuró a decirle mientras jugaba con sus manos—. Es solo que...si te digo quien es...quizás te moleste. 

   — ¿Por qué tendría que molestarme? ¡Anda dime quien es! 

   —Es...es Shinso-kun.

     Mei hizo la cara del meme del pikachu para luego soltar una carcajada, cosa que confundió a la pelirosa. 

   — ¿Enserio crees que me molestaría que tú salgas con Shinso-kun? —Mina asintió con pena—. Ay amiga, por dios. Claro que no me molesta, si sabes que nunca me gustó. Es más, para que te des una idea de que no me molesta tu nueva relación te diré que...estoy saliendo con Mirio-kun.

    Mina ahogó un grito de la emoción y comenzó a zarandearla suavemente al tiempo que la ojiverde se reía con las mejillas algo sonrojadas.

   — ¡Debes contarme eso ahora mismo!  

   —Claro que no, primero me debes contar desde cuando te ves  con Shinso y que pasó en la fiesta del viernes —Le ordenó la castaña provocando que su amiga se sonrojara. 

     Mina se tomó el tiempo de contarle como conoció al pelivioleta y como empezaron a verse en secreto, además de explicarle el porqué no se lo contó (tenía miedo de que se enojara). Después Mei le terminó contando sobre la cita que tuvo con el rubio, como le terminó regalado el collar que ahora llevaba puesto y como ella le compró otro pero con un dije color verde. 

     Después de casi una hora y media de viaje el autobús se detuvo, el pelinegro les indicó que se bajaran para poder estirar las piernas y para ir al baño sin embarg solo estaban parados frente a un barranco y había dos mujeres vestidas de manera rara. 

   — ¡En la mira con miradas resplandecientes! 

   — ¡Afiladamente linda y gatuna! 

   — ¡Wild, Wild, Pussycats! —Exclamaron las dos mujeres para luego hacer una pose extraña.

    Toda la clase quedó en silencio, excepto Mei, ella soltó un pequeña carcajada que trató de disimular rápidamente. Lida le pegó un codazo a lo que solo se rió con más fuerza. 

   —Muy bien chicos, el lugar en el que se quedarán está en la base de aquella montaña —Les indicó la mujer de cabello corto.

   —Está muy lejos —Murmuraron todos al ver el lugar ¿Qué hacían en aquel barranco si el campamento estaba más lejos? 

    Ya comenzaron a dudar por las caras malignas de las dos mujeres por lo que intentaron volver al autobús rápidamente, sin embargo Pixie Bob usó su particularidad y lanzó a todos los estudiantes del barranco junto con pedazos enormes de tierra. 

   — ¡Tienen tres horas para llegar al campamento! ¡Tienen permiso de usar sus Quirks para poder llegar! —Exclamó la mujer para luego irse con los demás profesores. 

     Durante las siguientes horas se la pasaron atacando a ñas bestias creadas por Pixie Bob; Todoroki los congelaba, Bakugou y Mei los explotaban, Midoriya los destruía a golpes y Lida simplemente corría a gran velocidad. Finalmente empezaron a aparecer en el campamento cuando el sol comenzó a ocultarse. 

   —Finalmente llegaron —Exclamó la rubia con alegría mientras miraba a los primero cuatro llegar que eran Bakugou, Lida, Todoroki y Midoriya.  

    Todos los estudiantes estaban cansados y heridos, por no decir que estaban muertos de hambre. 

   —Por cierto ¿Quién es ese niño? ¿Es hijo de alguna de ustedes? —Preguntó el peliverde con curiosidad. 

   —Oh no, es el hijo de mi hermano —Le respondió la castaña con una tierna sonrisa. 

     Midoriya se acercó al niño para poder saludarlo pero este solo le dio un fuerte golpe en sus partes nobles y luego les dijo varias palabras bruscas a los estudiantes para luego irse del lugar. 

   —Ese niñato se cree todo un adulto —Comentó Bakugou con diversión. 

   —Me recuerda a alguien más —Añadió el bicolor a lo que la castaña no pudo evitar sonreír, sin embargo regresó a su rostro neutral rápidamente. 

     Igual ya era tarde, todos se dieron cuenta de aquella pequeña sonrisa. 

   — ¡¿Qué? Para nada se parece a mi! —Bramó el rubio con molestia— ¡Cállate bastardo mitad y mitad!  

   — ¡Bueno, bueno, vayan por sus cosas y, una vez que se hayan instalado, regresen al comedor para cenar! Luego se podrán bañar antes de dormir  —Les dijo Aizawa. 

    Todos asintieron lentamente por el cansancio y se dispusieron a ir al autobús; en cierto momento mientras caminaba, Todoroki sintió un leve tirón en su pierna que lo hizo tambalearse con fuerza al tiempo que hacía una mueca del dolor, pero se repuso rápidamente e intento seguir caminando. 

    La primera en darse cuenta fue Mei pero prefirió seguir caminando, entonces el bicolor se volvió a tambalear y soltó un pequeño jadeo. La ojiverde suspiró pesadamente y reuniendo mucho valor y ganas se acercó a Shouto rápidamente. 

   — ¿Estás bien? —Le preguntó con curiosidad. 

   —Me duele el tobillo, me lastimé en el bosque con una rama —Le contestó aún sin creer que le estuviese hablando—. Pero no te preocupes, puedo caminar solo. 

   —Eres un pésimo mentiroso ¿Lo sabías? —Hizo que colocara su brazo alrededor de sus hombros para que pudiese soportar el peso de la pierna herida—. Vamos por nuestras cosas. 

    Durante el corto trayecto caminaron en completo silencio pero no  en un incómodo ni nada parecido, curiosamente seguía intacta ese ambiente cómodo entre los dos. Todos los presentes, al menos los que sabían de la pelea entre ellos dos, miraban la escena con asombro y alegría mezcladas. 

    Aparentemente todo comenzaba a mejorar. 

     Todoroki comenzó a mirarla de reojo al tiempo que una pequeña sonrisa adornaba su rostro, Mei se percató de aquel gesto y no pudo evitar sonreírle de la misma manera. Llegaron al autobús, utilizó su quirk para hacer levitar los dos bolsos y regresaron a la casa en la que se hospedarían con los demás estudiantes.  

   —Muy bien, ¿Crees que podrás caminar hasta su cuarto? —Le preguntó la castaña mientras lo dejaba en uno de los sillones.

   —Si, gracias por todo.

   —Bueno, debo irme al cuarto de las chicas...nos vemos luego —Se dio vuelta lentamente y comenzó a caminar rumbo al cuarto de chicas.    

   —No entiendo porqué me ayudaste, pensé que me odiabas —Mei se detuvo abruptamente para luego darse vuelta, encarando al rubio. 

   —No te odio, Todoroki-kun, solo estoy molesta por la manera en que hablaste de mi —Inhaló y exhaló con fuerza, tratando de calmarse al tiempo que se volvía a acercar al sillón— ¿A ti te gustaría que diga que eres maldito orgulloso, bipolar, inmaduro, egocéntrico y un pésimo compañero en algunas ocasiones? Oh, espera ¡Lo acabo de decir! Estamos a mano ahora. 

   —Wow...eso es...mucho enojo liberado —Exclamó el bicolor con sorpresa—. Nunca te había escuchado hablar así de nadie. Debí hacerte mucho daño para que te expreses de esa forma.  

   —no solo fuiste tú...los dos nos hicimos mucho daño, eso me hizo darme cuenta de que no íbamos a durar como pareja...somos muy inmaduros en muchas cosas y eso nos jugó en contra —Dijo Mei para luego suspirar— Al menos me gustaría saber porque dijiste todo eso de mi ¿Hice algo que te molestara?

   —Fueron mis celos los que me cegaron completamente y bueno, me terminé desquitando con la persona equivocada en lugar de hablarlo como la gente normal —Le explicó el bicolor con tristeza— Lo siento mucho, por todo lo que dije sobre ti. 

     Mei lo miró fijamente para luego suspirar pesadamente ¿Por qué no podía ser más fría y mala con él? Ah si, porque tenía a los padres mas dulces del planeta y la habían educado con la idea de "todos merecen una segunda oportunidad", aunque esta ya era la tercera que le daba al bicolor. 

   —Escucha, no creo que podamos volver a como estábamos antes de distanciarnos...pero supongo que podemos empezar como- 

   — ¿Amigos? 

   —Compañeros, iba a decir compañeros —Comentó para luego balancearse suavemente—. Quiero que se termine todo este drama de telenovela barata, principalmente porque quiero que deje ser incómodo para todos, tenemos amigos en común y no es justo para ellos no hablarse con el otro solo por estar de un lado. Todavía no me siento lista para ser tú amiga, Todoroki-kun, espero que lo puedas entender. 

   —Claro que lo entiendo, Mei, me gustaría que las cosas fuesen diferentes pero con empezar como compañeros es suficiente —Se levantó como pudo y se le acercó—. Espero que más adelante podamos llevarnos tan bien como antes. 

   —Si, sería algo bueno —La ojiverde sonrió levemente para luego darse vuelta y seguir su camino hasta al cuarto donde se quedarían las chicas de la clase 1-A

     Después de casi veinte minutos de acomodar las habitaciones, las dos clases regresaron al comedor donde la comida ya estaba servida. Todos los jóvenes se sentaron rápidamente en las mesas y comenzaron a servirse todo lo que les podía entrar en el plato, estaban muertos de hambre. 

   —Vaya, al parecer todos estaban con hambre —Comentó Pixie Bob con una sonrisa al tiempo que seguían sirviendo la comida.

   Mei se puso a bromear con Lida y Kirishima, quienes cada tanto se ahogaban por reírse y por como desesperados. El resto de la clase prácticamente aspiraban todo lo que había en la mesa dejando asombrados a todos los profesores, esos niños eran insaciables cuando se trataba de comida.

     En la mesa de al lado se encontraban los chicos de la clase 1-B comiendo de igual o peor forma que los que estaban en la otra mesa, aparentemente estaban en una competencia inconsciente sobre que clases podía comer más.    

   —Bueno chicos, mañana en la noche tendremos una parrillada y nos gustaría saber que carne les gustaría ¿Ternera o cerdo? —Preguntó la rubia con una gran sonrisa. 

   — ¡Ternera! —Exclamó toda la clase 1-A 

   — ¡Cerdo! —Contradijo la clase 1-B a lo que todos los que estaban en la otra mesa los miraron mal. 

   —Esto solo puede resolverse de una sola forma ¡Lucha de brazos! —Exclamó una de los chicos de la clase B a lo que todos los presentes asintieron—. Cada clase escogerá a cinco estudiantes para jugar. 

     Las dos clases asintieron y se reunieron en dos rondas separadas para ver a quien escogerían.  

     Luego de casi cinco minutos de charlas, los cinco participantes de cada equipo fueron presentados y dieron por comenzada la lucha por ver que clase ganaría; pusieron una pequeña mesa en el centro de la sala junto con dos sillas. 

     Todos comenzaron a alentar a sus respectivos amigos al tiempo que iban pasando uno por uno a participar. 

     Al final la clase 1-A terminó ganando 3 a 2. 

     Luego de casi mal matarse entre las dos clases, fueron separados y llevados hasta las aguas termales que habían adentro del campamento, les ordenaron que se bañaran y que después se fueran a dormir pues les esperaban una mañana muy agitada. 

    Laos chicos fueron llevados a distintos lugares y, una vez en el lugar, se desvistieron rápidamente y entraron a las aguas termales, soltando un pesado suspiro al tiempo que se relajaban completamente. 

   —No hay nada más hermoso que un buen baño caliente después de un día tan pesado —Comentó la pelirosa mientras se apoyaba sobre las piedras. 

   —Y que lo digas, tenía todos mis músculos tensionados por el entrenamiento de hoy —Añadió la ojiverde con tranquilidad—. No me quiero imaginar lo que nos espera mañana. 

   —Al menos esperemos que nos dejen dormir un poco esta noche —Pidió Jirou mientras cerraba los ojos. 

     De pronto comenzaron a sentir como alguien comenzaba a trepar el enorme muro de madera que las separaba del baño de los varones y, a juzgar por la forma en que gritaba la persona, se dieron cuenta rápidamente que se trataba del maldito de Mineta. Sin embargo, antes de que cualquiera de las chicas hiciera algo para atacarlo, el sobrino de Mandalay apareció del medio de los muros y le pegó un cachetazo al pelivioleta haciéndolo caer nuevamente. 

    Luego de un rato, todas salieron de las aguas y comenzaron a secarse rápidamente. 

   —Oye Mei ¿Y esa cicatriz? —Le preguntó Uraraka sin dejar de ver la enorme cicatriz que adornada una de las partes de la espalda. 

   — ¿Te refieres a esta? —Se giró para luego señalarse la zona que estaba debajo del pecho—. Es un hermoso regalo del asesino de héroes. 

   — ¿Dolió mucho? —Preguntó la ranita a lo que la castaña asintió. 

   —Fue muy doloroso, recuerdo que debía dormir de costado por el dolor —Le respondió para luego empezar a ponerse la ropa interior—. No fue un gran día. 

   —Debió ser horrible pasar por todo eso —Comentó Jirou con una mueca de dolor en su rostro. 

   —Supongo que si, no recuerdo muchas cosas —Les explicó la ojiverde mientras se ponía el pijama—. Solo recuerdo cuando el asesino me atacó, después de eso todo se puso borroso...y al final desperté en el hospital. 

    Todas la miraron con asombro de que no recordara lo sucedido sin embargo pensaron que era porque Mei no quería contar lo sucedido, quizás le traía malos recuerdos. Siguieron charlando sobre cualquier cosa hasta que apareció Mandalay, quien les dijo que esa noche les tocaba sacar la basura a ellas. 

    Se terminaron de vestir y fueron directamente a la cocina para buscar las bolsas y empezaron a caminar hacía la parte trasera del campamento donde se encontraban los contenedores de basura. 

   —Oye Momo-chan, ¿No crees qué es un buen momento para hablar con ella? —Le preguntó Jirou a su amiga, quien se puso nerviosa. 

   — ¿Crees que quieras hablar conmigo? 

   —Si pudo "arreglar" sus problemas con Todoroki-san, sin dudas tienes la posibilidad de resolver todo —Le aseguró la chica con una sonrisa—. Vamos, no creo que termine en una lucha nocturna. 

     La pelinegra reunió todo el valor posible y se encaminó hasta donde estaba la castaña, quien estaba hablando con Uraraka y Mina. 

   —Oye Mei —Llamó la atención de la joven— ¿Podemos hablar...a solas? 

   —Claro, no hay problema —Todas las presentes se fueron, dejándolas solas—. Bien ¿De que quieres hablar? 

   —Sobre mi manera de actuar con el problema entre Todoroki-san y tú —Le respondió mientras jugaba con sus dedos por el nerviosismo—. La manera en que actúe no fue la mejor y sé quizás te decepcioné pero realmente quiero que sepas que lo siento mucho, fui una pésima amiga...no hice nada para callar a Todoroki-san.

   —Pues si, al principio me molestó mucho que actuaras de esa manera —Dijo la castaña mientras se cruzaba de brazos

     Momo sonrió con alivio para luego acercarse a la castaña y abrazarla con fuerza, quien correspondió el gesto de la misma manera

   —Sabes, me alegra que todo se haya resuelto entre nosotras, no quería dejar de su tu amiga.

   —Yo tampoco quería eso —Se separaron del abrazo y se sonrieron— ¿Amigas de nuevo? 

   —Amigas de nuevo —Las dos jóvenes estrecharon sus manos en señal de paces. De pronto el teléfono de la castaña comenzó a sonar

   —Lo siento Momo-chan, debo atender esta llamada. 

   —Claro, no te preocupes —Mei se despidió y comenzó a caminar rumbo a la parte delantera del campamento. Justo cuando iba a seguir el mismo camino que su amiga apareció el peliazul con varias bolsas de basura—. Lida-kun, que sorpresa encontrarte aquí. Quiero decir, a estas horas, pensé que ya estabas acostado. 

   —Fui por un vaso de agua y las chicas me pidieron que trajera estás bolsas de basura a los contenedores —Le explicó al tiempo que le mostraba las bolsas— ¿Tu que haces aquí? Estas temblando del frío.

     Se quitó la parte superior del pijama, quedando con una camiseta blanca, y se la extendió a la pelinegra. Momo la aceptó con vergüenza ya que no paraba de mirar lo fornidos brazos del más alto, tenía el deseo mal sano de tocarlos. 

   —G-Gracias, Lida-kun —Se puso la camisa y soltó un suspiro al sentir el calor de la prenda— ¿Cómo están tus piernas? ¿Se te pasó el dolor? 

   —Si, ya no me duelen, muchas gracias por preguntar —Puso las bolsas en el contenedor y se giro nuevamente para donde estaba la pelinegra— ¿Cómo estás tu? 

   —Mucho mejor, gracias —Se acercó al más alto, quedando a pocos centímetros de distancia, mirándolo fijamente—. O-Oye, Lida-kun...yo quería-

   —A la mierda las reglas —La sujetó por las mejillas y estampó sus labios contra los de la pelinegra, empezando un apasionado y fogoso beso. 

    Momo jadeo de la sorpresa sin embargo no lo alejó y empezó a corresponder el beso lo mejor que podía a pesar de que ninguno de los dos tenía experiencia; alzó sus manos y las puso sobre los brazos del peliazul, acariciando toda esa zona con tranquilidad. Lida recorría aquellos labios con una gran necesidad, y con cierta torpeza, disfrutando del dulce sabor que tenían y de lo suaves que eran. 

    Alejó sus manos de las mejillas de la más bajita y comenzó a acariciarle suavemente la espalda, jugando con el cabello de la pelinegra de vez en cuando. La arrinconó contra la fría pared sin dejar de besar esos labios mientras la más bajita enredaba sus manos en el cabello azul, apretando con fuerza de vez en cuando ¿Cómo no se había atrevido a besarla antes? Eran lo más delicioso que hubiese probado nunca. 

    Estaban como un trance, se estaban dejando llevar por sus más profundos deseos que les pedían a gritos que empezaran a tocar más del otro. Momo alejó sus manos del suave cabello de Lida y los dirigió a su abdomen, donde empezó a buscar el borde de la camiseta. Fue cuando algo dentro de la cabeza de Lida hizo "click" que lo hizo separarse de la pelinegra, ambos tenían la respiración agitada y los labios ligeramente hinchados. 

   —Lo siento, Momo-san...me deje llevar por mis impulsos y te ofendí de la peor manera posible —Se disculpó el más alto mientras se acomodaba el cabello—. Yo...lo- 

     Lida no terminó de disculparse porque la pelinegra volvió a posar sus labios sobre los del ojiazul pero de manera mas dulce y lenta, esta vez tomándose el tiempo de memorizar cada curva de sus labios. El megane cerró los ojos lentamente y la abrazó suavemente, disfrutando de todas las sensaciones que le brindaban esas suaves caricias. 

     Yaoyorozu se separó solo unos milímetros para luego sonreír, la tibia respiración de Lida le hacía cosquillas. 

   —No me ofendiste para nada, he querido hacer lo mismo desde hace tiempo —Entrelazó sus manos para luego ponerse en puntitas de pies y rozar su nariz con la del contrario con ternura—. Espero que empecemos a hacer esto más seguido. 

   —C-Claro, siempre y cuando no incomodemos a nadie —Le aseguró el peliazul para luego abrazarla y empezar a caminar rumbo al interior de la casa.

                                                                   *****************************

    Mei caminaba de un lado al otro, rezando que la señal regresara para poder atender la llamada. Cuando por fin encontró un lugar con buena antena, la llamada entró nuevamente. 

   — ¿Hola? ¿Mirio-kun? —Preguntó mientras rezaba porque no se cortara la señal. 

   — ¿Mei, puedes escucharme bien? —Le preguntó del otro del teléfono. 

   —Si, ahora si puedo escucharte bien —La castaña sonrió suavemente— ¿Cómo has estado? 

   —Muy bien, gracias —Le respondió el mayor con su clásica risa fresca—. Ha sido un día extremadamente cansador, pero por suerte ya estoy en casa ¿Tú como estás? ¿Qué tal comenzó el campamento? 

   —No terminamos de bajarnos del colectivo que empezaron los entrenamientos, literalmente —Le comentó mientras fingía cansancio a lo que Mirio empezó a reírse— ¡Oye no te rías! Terminé exhausta. Ni los entrenamientos de mi padre fueron como esta tortura, no sé cómo serán los de mañana. 

   —Tortura es estar tanto tiempo separado de ti, se me harán eternas estas dos semanas —Murmuró el rubio con voz ronca, aparentemente del cansancio. 

   —Mírale el lado positivo, cuando regrese del campamento estaremos todo el tiempo que quieras juntos —Le aseguró la menor mientras se mordía levemente el labio inferior—. Podríamos ir al parque, al cine, a comer...todo lo que tu quieras. 

   —Me parece genial, mi angelito, supongo que si es así valdrá la pena esperar —Dijo Mirio con alegría—. De todos modos no veo la hora de que regreses, no pasamos ni dos días separados y ya extraño estar contigo. 

    Las mejillas de la ojiverde se colorearon suavemente mientras una pequeña sonrisa boba se formaba en su rostro, amaba cuando se portaba tan tierno con ella. 

   —Yo también te extraño Mirio...mucho, mucho —Le dijo con toda la ternura del mundo—, de todos modos quiero que salgas con tus amigos a bares o a sus casas ¿Si? Quiero que te diviertas.  

   —Como usted ordene, mi hermosa jefa —Dijo el chico con tono militar logrando hacer reír a la ojiverde—. Prometo salir, divertirme sanamente y pensar en ti siempre. Cuídate mucho por favor, no dudes en llamarme si necesitas algo. 

   —Cuídate tú también, te adoro mucho. 

   —También te adoro mucho —Murmuró el mayor—. Duerme bien, hablamos mañana. 

    Mei terminó la llamada y sonrió bobamemte para luego empezar a  caminar al interior de la casa, de pronto sintió como un aterrador escalofrío le recorría la espalda y todo el ambiente se tornaba sombrío y amenazante. Se giró rápidamente pero todo parecía normal salvo, quizás, por las forma rara en que se movían las ramas de los arboles por el viento y por la extraña sensación de sentirse vigilada. 

     Prefirió restarle importancia, alegando que estaba cansada, y se metió rápidamente a la casa. 

     Quizás solo había sido su imaginación.

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¿Les gustó el capítulo de hoy?

(͡° ͜ʖ ͡°)









Hola gentecita hermosa! Como están?!

Espero que estén pasando una mañana/tarde/noche genial!



Ahora al cap...




Finalmente, después de todos sus dramas.

Hubo LidaMomo!!!!!!!


Hubo reconciliacion entre Mei y Todorki!!!!!

Todo parace que todo está se volviendo a calmar.

¿Cuanto durará esa tranquilidad?
Jejejejejeje 7u7



Próximo capítulo: Al límite


Ahora si se viene el drama y los putazos

Sin más que decir...

Bye Bye

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