Capítulo 26: Desastre Hormonal
Mei entró a su cuarto con una bandeja llena de comida chatarra y bebidas para luego dejarla sobre la pequeña mesita que había frente del televisor, sentándose junto a su amiga que tenía un tierno pijama de panda.
Después de haber consolado a la pelirosa por varios minutos decidió llamar a Hagakure y Uraraka, les hizo un pequeño resumen de lo que sucedió y prácticamente les ordenó que vinieran a su casa para hacer una "pijamada de consuelo".
En menos de 20 minutos las dos jóvenes se encontraban en la casa de la castaña.
—No puedo creer que Kirishima-kun fuese capaz de hacer eso —Comentó Uraraka con asombro—. Pensé que estaba interesado en ti.
—Todas pensamos eso...pero nos equivocamos —Dijo Hagakure mientras comía papas.
— ¿Me pueden dejar explicar que demonios pasó antes de que vayan a golpearlo? —Les preguntó la pelirosa mientras se limpiaba el rostro con un pequeño pañuelo. Las tres chicas asintieron lentamente—. T-Todo estaba saliendo perfecto, habíamos comido algo...nos subimos a varios juegos...y como era de esperarse me besó.
— ¿Pero...?
—Cuando nos separamos...él m-me dijo... —Tragó con fuerza, tratando de contener las lágrimas, para luego soltar un suspiro—...dijo que no sintió nada.
—Voy a matar a ese maldito bastardo —Murmuró Mei con molestia—. Tanto que dice ser un hombre, esto es lo más bajo que podría haber hecho.
— ¡Vamos a quemarlo! —Exclamó Hagakure con fuerza— ¡Que arda y quede negro cual carbón!
—No —Las tres miraron fijamente a Mina, quien tenía el ceño fruncido—. Todo esto es mi maldita culpa.
— ¡¿Qué? Claro que no! —Dijo Ochaco mientras la sujetaba por los hombros—. Tú no hiciste nada malo.
— ¡Si, si fue mi culpa! —Exclamó mientras comenzaba a llorar—. Porque por andar de indecisa...por hacerme la desinteresada, la tímida y bruta con él...él se terminó enamorando de alguien más.
Las tres jóvenes abrieron los ojos con sorpresa al escuchar la confesión de su amiga para luego acercársele y abrazarla con fuerza. Después de varios minutos se separaron y le acercaron el bote de helado de chocolate, comenzándolo a comer mientras hipaba con fuerza.
— ¿Te dijo de quien...? —Le preguntó Mei mientras le acariciaba la espalda suavemente.
—N-No...solo me dijo que conoció a esa persona este año...y hace poco se hicieron más cercanos —Comenzó a contarles sin dejar de comer el postre—...también me dijo que trató de no sentir nada por esa persona...pero no pudo evitarlo.
—Oh...eso...es
—Anda dilo, es horrible —Mina bebió un poco de refresco y luego sonrió levemente—. Se sentía culpable...muy culpable. Como si el haberse enamorado de otra persona lo carcomiera por dentro.
—Tal vez no sea tan bastardo —Comentó la ojiverde mientras se armaba un sándwich—. Solo puedo decir que todo esto fue completamente inesperado, me imaginé miles de finales...pero no este.
—Yo menos, pero todo terminó así —Soltó un suspiro para luego mirar a su mejor amiga— ¿Y a ti como te fue con el rubio con esteroides?
Mei abrió la boca para responder a esa pregunta sin embargo cerró la boca rápidamente, pensando muy bien que era lo que iba decir frente a sus amigas. No podía soltar así no más lo bien que lo había pasado con el rubio...muchos menos que le había dado un beso.
No después de lo que acababa de escuchar.
—Pues bien, supongo—Contestó la ojiverde, tratando de restarle importancia—. Me llevó a un arcade famoso, después a comer ramen de soba y al final compramos helados.
—Pero a ti no te gusta la soba...—Comentó Uraraka algo confundida.
—Ahí descubrí que es muy rica, no entiendo como no la probé antes —Le dijo para luego encogerse de hombros—. Fue una cita bastante divertida.
— ¿Pero no trató de besarte o hacer algo? —Preguntó Mina con algo de sorpresa.
—No —Les mintió para luego sonreír levemente—. No es de esos que da besos en la primera cita.
—Pensé que pasaría algo más interesante que solo comida y helado... —Murmuró la chica invisible.
Siguieron charlando y viendo películas por varias horas hasta que finalmente decidieron que era hora de dormir, sino no se levantarían para ir a clases. Y eso fue lo que terminó pasando.
No escucharon el despertador y terminaron levantándose 40 minutos más tarde de lo normal, siendo fuertemente regañadas por Aizawa-sensei cuando llegar a la academia. Durante el resto de la mañana, el ambiente del curso fue bastante tenso gracias al aura depresivo y melancólico que irradiaba la pelirosa y por aura el asesina que irradiaban las otras tres hacía cierto pelirrojo, que no paraba de sintiese nervioso e incomodo.
Las clases de repaso se terminaron y les avisaron que a partir de mañana comenzarían los exámenes escritos y durarían hasta el jueves, día en el que empezarían los exámenes prácticos. Esa noticia provocó que todos empezaran a ponerse nerviosos, unos más que otros.
Justo cuando las cuatro chicas se levantaron para ir a la cafetería vieron como el pelirrojo se levantaba también u comenzaba a caminar hacía donde estaban, sin embargo Mei se puso frente a Mina y lo detuvo poniendo su mano en su pecho. Frunció el ceño y negó varias veces causando que Kirishima bajara la cabeza con vergüenza y saliera del curso rápidamente, siendo seguido por Denki y Bakugou.
—Gracias —Murmuró la pelirosa para luego sonreírle levemente.
—De nada, Mina —Mei le regresó la sonrisa—. Ahora vamos a almorzar.
Caminaron hacía la cafetería junto a Lida y Midoriya, quienes trataban de preguntar muy sutilmente que era lo que le había pasado a la pelirosa para estar tan triste. Mei se tomó el tiempo de contarles lo que había sucedido de manera resumida lo que había sucedido la noche anterior, obviando algunos detalles en el proceso.
En menos de cinco minutos llegaron al lugar, el cual aún se encontraba semi vacío, y se formaron rápidamente sin dejar de hablar sobre cualquier cosa que fuera graciosa o divertida. Querían que al menos la pelirosa sonriera un poco.
De pronto Mei sintió que alguien le tocaba el hombro por lo que se giró con una sonrisa al pensar que podría ser Todoroki, sin embargo su sonrisa se borró un poco al ver a una joven de cabello celeste que le sonreía ampliamente.
—Disculpa, ¿Tú eres Mei-chan? —Le preguntó la peliceleste mientras ampliaba su sonrisa.
—S-Si ¿Por qué lo...
— ¿El iris de tus ojos es así o acaso tienes cataratas? —Le preguntó con curiosidad para luego acortar la distancia que había entre ellas en un intento de mirar mejor los ojos de las castañas—. ¿Puedes ver bien o estás media ciega?
—Mi ojos son así y puedo ver perfectamente —Le respondió mientras retrocedía un poco—¿Me vas a decir a que viniste?
— ¡Ahora entiendo todo, realmente eres muy bonita! —Mei alzó una ceja y miró a Lida por varios segundos antes de regresar su mirada a la joven, quien ahora tenía un paquete en sus manos—. ¡Esto te envía Togata-san, espero que lo disfrutes!
Le entregó la caja, la cual estaba envuelta por un pequeño paño de color blanco, y Mei le sonrió de regalo.
—Muchas gracias, es muy lindo —Olió el exquisito aroma que liberaba aquel bento y luego miró a la ojiceleste— ¿De cómo no vino Mirio-san, está ocupado?
—P-Pues si...él...
—Eso es mentira, no le mientas a la niña Tamaki-kun —Lo interrumpió la joven para luego regresar su mirada hacía la ojiverde—. Togata-san no quiere venir porque dice que se siente avergonzado por la forma tan desvergonzada con la que se comportó anoche contigo...
Mei pestañó varias veces para luego fruncir el ceño con molestia ¿Había entendido mal o Mirio se estaba arrepintiendo de haberle dado ese beso.
— ¿Tú eres compañera de Mirio-san? —Le preguntó con una sonrisa a lo que la ojiceleste asintió varias veces— ¿Podrías guiarme hasta tu curso? Necesito hablar con él.
La mayor asintió y Mei le entregó el bento que tenía en sus manos a su mejor amigo, amenazó a todos con matarlos si tocaban el interior de la caja, y empezó a caminar rápidamente hacía donde se encontraba el rubio.
Cuando entró al curso todos los que encontraban dentro se giraron para verla, sin embargo prefirió ignorar todas esas miradas curiosas y comenzó a buscar al ojiazul hasta que lo encontró con la cabeza apoyada contra el escritorio. Estaba rodeado por varios chicos que aparentemente lo estaban animándolo, entonces se aclaró la garganta con fuerza logrando que todos la miraran, incluido Mirio.
—Tú y yo tenemos que hablar, ahora —Le dijo con un tono bastante amenazante que causó que varios chicos tragaran con fuerza.
—C-Creo que no va a poder ser esta vez, Mei-chan —Comenzó a hablar el mayor mientras jugaba con sus manos—. E-Estoy algo ocupado y...
— ¡Dije ahora! —Exclamó mientras fruncía el ceño y señalaba la entrada con su mano.
—Si señora.
Se levantó de su asiento y salió del curso rápidamente, siendo seguido por la castaña. Caminaron por varios minutos hasta que llegaron a los jardines traseros de la academia, entonces Mei se giró para encararlo logrando detener los pasos del rubio.
— ¿Por qué no quieres verme? —Le preguntó mientras se cruzaba de brazos.
—Y-Yo no...
—Esa chica me dijo que no querías verme porqué estabas "avergonzado" por lo que hiciste anoche —Mirio desvió la mirada mientras sus mejillas se coloreaban un poco— ¿Acaso...te arrepientes de haberme besado?
—Por supuesto que no, nunca me arrepentiría de eso —Le respondió mientras colocaba sus manos sobre las mejillas sonrojadas de la menor, acariciándolas suavemente—. ¿Cómo arrepentirme de algo que deseaba hacer desde hace tanto?
— ¿Qué? —Murmuró sin dejar de mirar al mayor a los ojos.
— ¿Acaso no te das cuenta de lo mucho que significas para mi? —Apoyó fu frente contra la de la castaña, acorralándola contra una de las paredes. Mei negó suavemente—. Permíteme demostrártelo.
La ojiverde sonrió con timidez y cerró los ojos suavemente al sentir como el mayor frotaba la punta de su nariz contra la suya, dejándose llevar por aquel sencillo pero adorable contacto. Tragó con algo de fuerza y colocó sus manos sobre el pecho del mayor, apretando la tela de su camisa. Mirio sonrió ante aquella acción y terminó por acortar toda distancia entre ellos, uniendo sus labios con los de la castaña en un suave y delicado beso.
Mei soltó un suave suspiro al sentir los cálidos y suaves labios del mayor moverse lentamente sobre los suyos y relajó sus manos para luego subirlas hasta el cuello del más alto, apretujando con suavidad los cabellos de esa zona. El ojiazul ahogó un jadeo en el beso y mordió con suavidad el labio inferior de la menor, separándose solo unos centímetros de se rostro.
—M-Mirio... —Susurró la ojiverde mientras sentía como el mayor recorría su mejilla con la punta de su nariz.
—Mei, yo estoy completamente seguro de lo que siento —Se separó de la menor para poder mirarla—. ¿Y tú?
La ojiverde lo miró fijamente, sintiendo como su cuerpo comenzaba a temblar mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, para luego negar varias veces. Bajó la cabeza mientras comenzaba a sollozar pero el ojiazul la sujetó de la barbilla y la obligó a mirarlo.
—L-Lo siento...yo...
— ¿Por qué te disculpas? —Le preguntó mientras le sacaba las lágrimas con ternura—. No has hecho nada malo.
— ¡C-Claro que si! Porque tú vienes y me dices todo esto...y yo estoy tan confundida...siento que estoy jugando contigo —Le explicó sin dejar de derramar lágrimas—. No sé que hacer...
Mirio la miró con el ceño algo fruncido para luego estrecharla entre sus brazos con fuerza, sintiendo como correspondía aquel gesto con la misma intensidad sin dejar de llorar. Fue entonces cuando se empezó a sentir bastante culpable por lo que acababa de hacer...solo había logrado confundirla más de lo que ya estaba con ese beso.
—Tú no tienes que hacer nada... —Se separó lentamente para luego sonreír—. No te sientas obligada a corresponder este sentimiento, si no sientes lo mismo entonces...
—Ese es el problema Mirio —Se limpió las lágrimas rápidamente—. Si siento algo por ti...
—Pero también lo sientes por otra persona ¿No es así? —Sonrió con ternura para luego acariciar su mejilla. Mei asintió levemente—. Bueno...es una situación complicada, pero ahora debes concentrarte en lo exámenes finales...ese chico y yo podemos esperar.
—Pero no puedo tenerte de esta forma —Le dijo seriamente—. Prometo darte una respuesta después de...estos malditos exámenes.
—Esta bien, pitufina —Sonrió levemente para luego sujetarla por las mejillas—. Solo quiero que sepas, que no me importa si me eliges a mi o a él...yo siempre estaré a tu lado cuando me necesites.
Mei sonrió levemente para luego acariciar la mejilla del mayor con ternura.
—Eres demasiado lindo, Mirio —Se alejó un poco del mayor para comenzar a caminar junto a él—. Por cierto, gracias por el almuerzo.
— ¿Ya lo probaste? —Le preguntó con interés.
—Aún no, pero si sabe igual de exquisito como huele te aseguro que lo comeré en menos de un segundo —Le aseguró con una sonrisa antes de detenerse frente a la entrada—Bueno...te veré el viernes...
—Nos vemos... —El ojiazul dudó por varios segundos antes de darle un beso en la mejilla para luego irse del lugar.
Mei soltó un pesado suspiro, intentando relajarse en el proceso, y luego entró a la cafetería. Caminó hasta a la mesa donde se encontraban sus amigos y se sentó rápidamente me mientras esbozaba una pequeña sonrisa, sonrisa que se borró inmediatamente al ver como el bicolor le sonreía.
Sintió de nuevo como la culpa comenzaba a carcomerla por dentro a la vez que los recuerdos de hace unos momentos comenzaban a aparecer en su cabeza, provocando que comenzara a temblar mientras su respiración se volvía algo irregular.
—Eh... ¿Estas bien Mei? —Le preguntó Lida con alfo de preocupación.
—N-No, me tengo que ir ahora —Tomó todas sus cosas y se levantó rápidamente.
— ¿Te sientes enferma? ¿Quieres que te acompañe a la enfermería? —Le preguntó Todoroki mientras se le acercaba.
— ¡No! No gracias, solo quiero estar sola... —Se alejó rápidamente del bicolor para luego comenzar a caminar rápidamente hacia la salida.
—Okey...algo raro le está pasando —Comentó el peliazul.
—Y la depresiva rara era yo —Añadió Mina sin dejar de comer.
Todoroki solo suspiró para luego sentarse de nuevo en su asiento.
Durante los entrenamientos la castaña siguió actuando raro, estaba más distraída de lo normal e incluso llegó a aislarse un poco de todos los demás, lo que hizo preocupar a su amigos. Y como era obvio, todos decidieron que el que iría a hablar sería el bicolor.
Cuando los entrenamientos se terminaron, Shouto aprovechó que la mayoría ya se habían ido a los cambiadores y caminó hasta donde se encontraba la castaña. Soltó un suspiro nervioso y sacó de su traje la flor que las amigas de Mei le habían dado, se acercó lentamente por detrás de la joven y le puso la rosa frente a sus ojos.
Mei pegó un pequeño saltito para luego tomar la flor lentamente y girarse.
—Shouchan...gracias —Sonrió levemente para luego oler la flor—. Me gusta el detalle de la escarcha sobre los pétalos...la hace más hermosa.
— ¿Qué? —El bicolor bajó su mirada hacia la rosa y se dio con que estaba escarchada. Su quirk se había se había activado y casi había congelado el regalo—. B-Bueno, me alegra que te haya gustado.
—Yo...siento haber actuado de esa forma en la cafetería —Se disculpó la más bajita mientras desviaba la mirada—. Digamos que no estoy en mi mejor momento emocional.
—Hablando de emociones...hay algo que he querido hacer hace mucho pero por una cosa u otra nunca pude —Dijo Todoroki mientras se rascaba la nuca algo nervioso—. De hecho ya lo hice, pero según tu padre no cuenta si estás dormida.
— ¿Hacer que cosa? —Le preguntó la ojiverde sin entender.
Todoroki la miró fijamente para luego estampar su boca contra la de Mei, quien abrió los ojos con sorpresa mientras sus mejillas se tornaban rojas. El bicolor la sujetó por las mejillas al sentir como le correspondía aquel beso, moviendo sus labios con suavidad. Mei rodeó el cuello del más alto lentamente, poniéndose en punta de pies para tener mejor acceso a la boca.
Shouto soltó un suave suspiro para luego rodear la cintura de la castaña, pegándola a su cuerpo. La temperatura corporal del chico poco a poco comenzó a subir hasta el punto de empezar a liberar un vapor bastante caliente, sin embargo ignoraron eso y siguieron con aquel beso.
De pronto, la temperatura corporal del más alto terminó por subir de golpe logrando que la castaña se separara rápidamente mientras se trataba de echarse aire sobre los labios. Aparentemente la había quemado un poco.
—L-Lo siento Mei, ¿Estás bien? —Le preguntó mientras trataba de acercarse a la menor—. Déjame ver.
—No, no, no te preocupes Shouchan...no me hiciste nada —Se dejó de abanicar el rostro y le sonrió—. ¿Sabes que? Iré a ver a Recovery Girl... si, haré eso ahora mismo.
—Pero yo puedo...
— ¡Nos vemos luego! —Salió prácticamente corriendo del lugar, dejando al bicolor con las palabras en la boca.
Durante el trayecto se topó con el peliazul, quien empezó a hablarle mientras movía los brazos para todos lados. Lo tomó la camisa y lo arrastró hasta la enfermería, ignorando sua gritos y reclamos. Cuando llegaron a lugar, lo sentó suavemente en una silla mientras ellas hacía lo mismo pero sobre la camilla.
— ¿Se puede saber por qué me trajiste de esta forma a la enfermería...y porque tienes la boca roja? —Le preguntó mientras se acomodaba el uniforme.
—Porque mi día fue un completo desastre y mi mejor amiga esta ultra deprimida como para contarle todo esto —Les respondió mientras dejaba que la mujer la revisara y la cuidara—...así que tendré que contarte de mis dramas amorosos a ti.
—No quiero saber eso.
—No te lo estoy preguntando —Le agradeció a la mayor y luego se giró hacía el peliazul—. Pues aquí va...Mirio y Shouto me besaron.
— ¿Qué, qué? —El ojiazul se levantó de su asiento y se acercó a la chica— ¿Te besaron los dos? ¿Al mismo tiempo?
— ¡Claro que no Tenya! Eso sería muy raro...e incomodo —Le respondió mientras fruncía el ceño—. Primero lo hizo Mirio y después Shouto.
— ¿Y...como te sientes? —Le preguntó mientras se rascaba la nuca con cierta incomodidad, de todos modos quería saber.
—Como la perra más perra de todas las perras por disfrutar de los dos malditos besos —Le contestó para luego soltar un suspiro—. Pero le dije a Mirio que iba a tomar una decisión y se la iba a decir después de los exámenes.
— ¡No quiero que te vuelvas a llamar así nunca más! Tú no eres eso —Le ordenó mientras la sujetaba por los hombros.
—Lo soy por jugar con ellos, ninguno se merece eso —Desvío la mirada con cierta vergüenza.
—Entonces... ¿A quien elegirás? —Le preguntó con interés.
— ¿A quien elegirías tú?
— ¿Qué clase de pregunta es esa? ¡Soy un chico! —Le aseguró con cara asqueada—. Uno que está seguro de que le gustan las chicas.
— ¡Vamos, solo inténtalo! —Le pidió la ojiverde mientras juntaba sus manos.
—Ash...esta bien —Movió sus manos nervioso para luego suspirar—. Si fuese una chica atolondrada y me gustasen los dos chicos más raros que conozco... —Quedó en silencio por varios segundos, pensando en la respuesta—...escogería a la chico que parece una tarjeta de felicitaciones ambulante.
— ¿A Mirio? —El ojiazul asintió para después acomodarse los lentes—. ¿Por qué lo elegiste a él?
—Siento que necesitas a alguien que esté seguro de lo que quiere y no tema arriesgarse —Le respondió con tranquilidad—. No quiero decir que Todoroki-kun no te quiera, pero siento que él no está listo para una relación...creo que hay cosas sobre su pasado que no están resueltos y eso les podría jugar en contra ¿No crees?
—Pues si, pero...
—Mei, solo te di mi opinión...al final tú eres la que decides —Le dijo el más alto con el ceño ligeramente fruncido—. Solo te puedo decir que Todoroki-kun no está listo para una relación...no al menos en este momento.
—Puede que tengas razón...
—Solo te digo desde ya que no importa a quien escojas, si alguno de los dos hace algo que te lastime...le romperé la cara sin dudarlo —Le dijo con seguridad.
—Está bien, tontuelo...pensaré bien a quien elegiré, no lo tomaré tan a la ligera —Mei sonrió levemente para luego bajarse de la camilla y salir de la enfermería.
—Estoy seguro que elegirás bien...y espero que el otro chico al que rechaces lo tome bien —Comentó Lida mientras la abrazaba por los hombros.
—Si...lo menos que necesito es que se arme una batalla campal entre esos dos —Añadió la menor para luego comenzar a reírse junto con el peliazul.
Al menos ahora se sentía un poco mejor.
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¿Les gustó el cap de hoy? 7u7
Yo se que zhy
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¡¿Hola gente como estan?!
Espero que la estés pasando una mañana/tarde/noche genial!
Pos yo me siento para la shit porque se terminó Boku No Hero Academia y ya no sé que hacer con mi vida 💔💔💔💔💔💔💔
Por eso...y para que no suframos más, les tengo tres sorpresitas!!!
Primero empecemos con el cap de hoy....
HUBO SALSEO DEL BUENO 👌🏻🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥
Les di un beso Meirio y un beso TodoMei...para que no digan que tengo preferencias >:v
(XD)
PRONTO SE VIENE LA GRAN ELECCIÓN DE MEI ¿Quien será el elegido?
Zolo yo lo ze 7u7
Y aqui viene la primera sorpresa....ESPECIAL DE MEMES ヽ(*⌒∇⌒*)ノ
Yo sé que los necesitaban jajajajaja
La segunda sorpresa viene de parte de Itsumie quien regresa con un nuevo fanfic llamado
"El club de los corazones solitarios"
Vayan a leerlo que les juro que está super bueno jajajajajaa
Y la tercera y ultima sorpresa es que....
Proximamente
Solo en wattpad....
LLEGAAAAASS
TA-DA
Esperen ansiosas que este fic llega en noviembre!!!!!!
Si les gustó este cap dejen estrellita y comenten, se los agradecería de corazón 💖💖💖💖💖💖
Próximo Capítulo:
"Corazón Destrozado"
¿A quien se le romperá el cora?
¿Será el de Mirio?
¿El de Todoroki?
¿O el de Mei?
Bye Bye
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