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Trauma

Danny seguía molesta con Vlad por lo de Vortex y en más de una ocasión se lo dejaba demostraba al hombre; claro teniendo cuidado que las veces que estuvieran en casa de la joven, los padres de la chica no notaran "nada fuera de lo común". El platinado no se lo reprochaba, ya que reconocía su error; no obstante, cuando le parecía que la actitud de Daniela ya era demasiado, la reprendía haciéndola entrar en razón.

Las cosas entre los dos halfas se podría decir que eran como las típicas parejas, ahora teniendo un enfoque positivo en la vida de la azabache y esto se veía reflejada en su vida escolar: las calificaciones de Danny mejoraron bastante y los estudiantes de la Secundaria Casper ya no la trataban mal. Aunque había una que otra excepción; un ejemplo de eso fue en la clase de deportes:

Ese día, la Srta. Tetslaff ­­­­­­­decidió que jugarían quemados. Antes de que la profesora formara los equipos, los chicos populares se colocaron enseguida del otro lado de la cancha quedando formados los equipos Populares vs Perdedores. Al ver lo que hicieron, Danny puso los ojos en blanco por esa actitud infantil.

«En este punto agradezco tener poderes fantasmas y el conocer a Vlad. No puedo creer que antes quisiera ser como ellos» pensó Danny.

Al ver a sus alumnos acomodados y listos para el juego, la Srta. Tetslaff sonó su silbato y el juego comenzó. Los primeros en recoger los balones fueron Dash y su equipo, y enseguida comenzaron a lanzárselos a sus rivales. La mayoría del equipo contrario eran los típicos estudiantes nerds debiluchos sin condición física y/o talento para los deportes.

Al estar ocupados Danny, Sam y Tucker esquivando los balones ninguno se percató que Dash tenía en la mira a la azabache. El rubio seguía molesto por los rechazos de Danny hacia él aun cuando ya no lucia tan hermosa y femenina como Paulina, pero aun así se podía apreciar su belleza. Cada vez que la invitaba a salir, Dash siempre le hacía hincapié de lo afortunada que era de que un chico como él se atreviera a fijarse en ella; al principio pensó que al decirle eso, Fenton "recapacitaría" y aceptaría salir con él, pero grande fue su sorpresa al escuchar sus negaciones y alegando que había alguien mucho mejor que él y que nunca saldría con él, Dash. Como era de esperarse, eso lastimo el ego del rubio y más de una vez trato incluso de forzarla; inconvenientemente siempre pasaba algo extraño cuando lo intentaba y en esas veces siempre le parecía ver un par de ojos rojos y unos puntiagudos colmillos.

No obstante, ahora podía vengarse de Fenton disfrazándolo de un "accidente deportivo" aprovechando que la azabache era un asco en los deportes. Una vez que encontró su oportunidad, lanzó el balón con todas sus fuerzas directamente a la cara de Danny.

Gracias a sus entrenamientos con el platinado, la joven se volvió más fuerte no solo como Phantom sino también como Fenton, y eso se demostró al alcanzar a ver a Dash —con su vista periférica— cuando le lanzó el balón directo a su rostro, lo que le permitió a Danny reaccionar a tiempo: atrapó la bola sin problemas con la mano y usando la fuerza del impacto se la devolvió al rubio dándole de lleno en el rostro, derribándolo y noqueándolo al instante.

Todos los estudiantes, incluidos Tucker, Sam y Valerie miraban escépticos a Danny y a Dash intercaladamente. La azabache soltó un suspiro a la vez que se pasaba la mano por el cabello alborotándoselo; sabía que tenía que fingir que seguía siendo una enclenque sin talento deportivo, pero como últimamente Dash la estaba hostigando —más de lo normal— se hartó y al ver lo que el rubio intento hacerle daño, no lo pensó y actuó sin más.

Se escucho un silbatazo, llamando la atención de los adolescentes.

—¡Fenton, a la banca! —ordenó la Srta. Tetslaff

Como única respuesta, Danny soltó un bufido y obedeció. Se sentó, recargó los codos en sus rodillas y su cabeza en las manos.

—Increíble —dijo Valerie a Sam y Tucker—. ¿Desde cuándo Danny tiene buenos reflejos?

La gótica y el técnico se tensaron y se miraron ¿ahora que se inventarían? Para alivio de ambos, la profesora volvió a sonar su silbato reanudando el juego.

Termino la clase de deportes y todos los alumnos se dirigieron a los vestidores. Tucker y las chicas eran los últimos en irse cuando la profesora mando llamar a Fenton. Danny soltó un suspiro de resignación y se volvió hacia la corpulenta docente adivinando lo que vendría.

—Fenton, tenemos que hablar con respecto a lo sucedido hoy

—Srta. Tetslaff, lo siento ¿de acuerdo? Me pareció que Dash quería golpearme en la cara con el balón, así que yo...

—Lo sé, Fenton

—¡Ahí esta! Lo sabe y, como siempre, no le dirán nada a Dash por ser una estrella deportiva...

—¿Y quién dijo que no reprenderé a Baxter por eso?

—¿Eh? —dijeron sorprendidos los cuatro adolescentes (Valerie se quedó con ellos para hablar con la azabache)

—Pero... pero... Cada vez que trato de decirles que lo sucedido fue culpa de Dash nunca lo castigan por ser una "estrella deportiva" —dijo Danny desconcertada

—Créeme, Fenton, que yo también lo he intentado. Pero la directora y los demás docentes nunca me apoyan ya que uno de los principales castigos que se le tendría que imponer a Baxter es suspenderlo de las actividades deportivas y siempre alegan que se acerca una competencia y el equipo de la escuela no puede participar sin su alumno estrella. Pero esta vez no es sobre el joven Baxter, sino de usted

—¿Yo? ¿Por lo que pasó? Le digo que fue un...

—¡Fenton, cállese y escúcheme! —la joven se sobresaltó por la reacción de la maestra, pero obedeció—. Lo que quiero decir es que me impresiono ver su agilidad y fuerza al momento de evitar la agresión de Baxter con el balón

Ahí estaba, lo que Danny y sus amigos querían evitar. La azabache sabía que tenía que mantener un bajo perfil, pero al hartarse de la actitud de Dash no pudo evitarlo. Sam y Tucker miraron preocupados y discretamente a su amiga mientras que Valerie con curiosidad.

—Profesora, respecto a eso...

—Creo saber que sucede, Fenton —Los tres amigos palidecieron ante eso, pero el color regreso a sus rostros cuando la docente continuó—. Y eso se ve reflejado en tu cabello

—¿Mi cabello? —preguntó confundida Danny tocando su ahora cabello corto

—La verdad no sé por lo que estas pasado, Fenton. Pero siendo varios años como docente me ha mostrado que cuando una chica corta su cabello y enseguida su carácter cambia es porque está cerrando un ciclo y quiere reinventarse a sí misma. Me alegra ver que es para bien y eso se ve reflejo en sus calificaciones y vida social.

—En realidad, Srta. Tetslaff — atajó Tucker—. La verdadera razón por la que Danny se cortó el cabello fue por...

Danny y Sam lo interrumpieron tapándole entre las dos la boca. La Srta. Tetslaff y Valerie vieron extrañadas a los tres amigos. Las dos azabaches sonrieron nerviosamente y Danny explico.

—Disculpen a Tucker, a pesar de pasar mucho tiempo conmigo y Sam hay algunas "cosas de chicas" que todavía no entiende

—Bueno, eso es lógico —dijo la Srta. Tetslaff—. Como sea, espero que sigas mejorando Fenton

—¡Claro que sí, profesora! Ahora si nos disculpa...

—Por supuesto, aún tienen clases

Y sin más, los tres amigos se fueron a los vestidores, seguidos por Valerie. Se arreglaron y fueron a su siguiente clase. Los tres amigos creyeron que el tema por fin quedaría estancado, pero se olvidaron por completo de su nueva amiga.

—Tal parece que sea lo que te pasó te hizo dar un gran cambio, Danny —comentó la cazadora—. Aunque yo creí que fue durante un ataque fantasma por lo que tuviste que cambiar de imagen

Las amigas azabaches se detuvieron de golpe llamando la atención de Tucker y Valerie.

—¿Ahora qué les pasa? —preguntó Valerie

—Bueno... la verdad es que sí el corte de cabello fue por eso —contestó Danny—, pero eso no quiere decir que no quisiera cambiar un poco en mi personalidad también. Ya me harté de que Dash, Paulina y su grupo siempre me molesten

—Vaya, eso es muy bueno Fenton, ya te habías tardado

La campana sonó y los cuatro fueron a sus respectivas clases. El día transcurría normal, al menos para Danny y sus amigos, porque cierto rubio, estrella del futbol, estaba tramando su venganza ante la humillación en la clase de deportes.

—No lo sé amigo —dijo Kwan después de que Dash le contó su plan de venganza durante el almuerzo—. Fenton ha cambiado bastante, no será fácil hacerlo

—Sigue siendo una debilucha —dijo el rubio mirando con odio a Fenton—, además de que esa es la naturaleza natural de las mujeres. Será pan comido

—¿Y qué harás si alguien lo descubre? ¿Y si ella dice algo?

—Más de una vez me ha delatado, pero gracias a que soy la estrella deportiva más importante de la Secundaria saldré bien librado, como siempre

Su amigo asiático seguía sin mostrarse convencido de eso, pero no dijo nada más. Y para mala suerte de ellos, una mini cámara de vigilancia capto todo y cierto halfa miraba con odio al adolescente rubio con intenciones asesinas. No obstante, era una persona lista y tenía un plan más "civilizado".

Las clases terminaron, y los estudiantes comenzaron a salir de la escuela. Danny, Sam y Tucker estaban acomodando sus cosas en sus casilleros, cuando de pronto alguien tiró de la mochila de Danny —que la tenía mal colgada del hombro— quitándosela y huyendo del lugar.

—¡Oye! ¡Vuelve aquí! —exclamó la azabache corriendo detrás del ladrón

—¡Danny! —la llamaron sus amigos saliendo detrás de ella.

El ladrón le llevaba una gran ventaja a Danny, pero —una vez más— gracias a sus entrenamientos con Vlad su confición física en su forma humana mejoro bastante y podía seguirle el ritmo al sospechoso. Gracias a que el sujeto usaba una sudadera negra y tenía la capucha puesta no pudo verle la cara, pero suponía que tenía que ser un estudiante de la Secundaria Casper, porque si no ¿cómo rayos pufo entrar a la escuela?

Salieron del edificio y fueron hacia el estadio de futbol americano, precisamente detrás de las gradas. El sospechoso se detuvo y la azabache hizo lo mismo. El extraño le lanzó su mochila a la chica dejándola desconcertada por esa acción ¿qué estaba pasando? Antes de que Danny siguiera expresara su confusión, el extraño se quitó la capucha y la azabache ahora sí pudo decir algo.

—¿¡Dash!? ¡Oye! ¿qué...? ¿¡Qué demonios fue eso!? ¿¡Qué estas tramando!?

El rubio no contestó, se acercó a la joven, quien se colgó la mochila y retrocedía sin apartar la mirada del chico. Danny tenía un mal presentimiento, así que dio media vuelta para irse, pero se encontró con que el paso estaba bloqueado por el equipo de futbol americano, quienes les daban la espalda a ella y al rubio.

A cada minuto que pasaba, Danny se preocupaba más. Dio media vuelta y se encontró de frente con Dash, quien la miraba con una sonrisa que le puso a la joven la piel de la gallina; mala señal.

—¿Sabes Fenton? Honestamente me sorprende de lo mucho que has cambiado. Tanto ha sido eso que incluso me anime a pedirte una cita, pero tú... tuviste el descaro de rechazarme, cuando todas las chicas de la Secundaria se morirían por estar en tu lugar

—Esas chicas están cegadas por tu apariencia y fama. —contestó Danny—. Si supieran quién eres en realidad, ninguna de ellas se atrevería a acercarse a ti de nuevo.

El comentario no le hizo gracia a Dash, puesto que sabía que Fenton tenía razón en ese aspecto. Volvió su vista hacia su equipo, Kwan observaba todo sobre su hombro izquierdo; el rubio le hizo un gesto con la cabeza al asiático y fue suficiente para él. Kwan se volvió hacia sus compañeros y les dijo que debían irse, a lo que el resto del equipo obedeció y se fueron dejando solos a Danny y Dash.

El mal presentimiento de la azabache empeoró al verse a solas con el jugador, se volvió hacia él para encararlo y rápidamente palideció al ver la expresión de su rostro: se parecía un poco a la de Skulker cuando iba tras ella con su típico discurso de "el mejor cazador de la Zona Fantasma". No obstante, a diferencia del cazador, la de Dash era una que más de una vez había visto a los chicos y que vio en el rubio la vez que Vlad la salvo: lujuria.

Danny dio media vuelta para escapar, pero Dash pudo atraparla del brazo sin ningún problema.

—¡Déjame en paz, Dash! —exigió la azabache a la vez que forcejeaba con el rubio para liberarse.

—Ni lo sueñes, Fenton. —contestó Dash afianzando su agarre. Tiró del brazo de Danny acercándola a él y la sujetó de ambos brazos teniéndola a su merced—. Esto es en venganza por lo que me hiciste en la clase de deportes de hoy... —se acercó más a la chica para hablarle al oído— además de una diversión pendiente; en la cual ahora tu "tío" no podrá interrumpir

Danny se quedó estática ante lo último mencionado, además de sentir que su corazón se detenía por el miedo. Recordaba ese día: fue cuando Spectra volvió a ser la psicóloga de la escuela y la engaño para que cambiara de imagen, y gracias a eso tuvo al rubio sobre ella a tal grado que la acoso y él casi...

Abrió desmesuradamente los ojos a la vez que luchaba con más fuerza para liberarse. Sabía lo que Dash quería hacerle y no se lo iba a permitir.

El rubio trataba de someter a la azabache, pero le era imposible ya que la chica se había vuelto más fuerte. En un arranque de ira por la desesperación le dio un puñetazo en el rostro provocando que la chica cayera al suelo; usando eso a su favor, se abalanzo sobre ella dejándola tirada en el suelo y él sobre ella. La desesperación y miedo de Danny aumento e incluso comenzó a gritar pidieron auxilio.

«Terrible momento para quedarme sin poderes»

En la mañana, antes de irse a la escuela, visitó a Vlad y este estaba trabajando en sus viejos inventos con la intención de mejorarlos, entre ellos el Plasmius Maximus; al momento de tocar a un fantasma neutralizaría sus poderes, pero ya no solo por tres horas sino 24 horas. La joven había tomado el invento para revisarlo, pero se le resbaló de las manos haciendo que al momento de caer cayera en su pie, le diera una descarga y anularan sus poderes.

Gracias a ese momento de torpeza, ahora se encontraba en peligro y aun con el entrenamiento todavía no era lo suficientemente fuerte para protegerse. Dash la tomó de las muñecas, colocando sus brazos sobre la cabeza de Danny sujetándolas con una mano mientras que con la otra le tapaba la boca.

—Deja de resistirte Fenton, arruinas la diversión —dijo Dash apretando su agarre de las muñecas de la joven

Danny dejó escapar un gemido de dolor que fue amortiguado por la mano del rubio. Dash se inclinó sobre la azabache y la besó bruscamente; esto más que nada para mantenerla en silencio y tener su mano libre para recorrer el cuerpo de la joven sin problemas. Danny seguía moviéndose tratando de quitarse al chico de encima, pero le era imposible en esa vergonzosa y desventajosa posición.

El miedo de la azabache aumentó al sentir que la mano de Dash levantaba su playera y tocar descaradamente su piel y a la vez levantaba la prenda dejándola arriba de su busto dejando al descubierto su sostén blanco.

—Vaya, vaya Fenton. Lo que ocultas con esa horrible ropa holgada

—¡Dash, por favor! ¡Déjame! —suplico Danny llorando

Estaba aterrada y ese medio no se podía comparar siquiera con esa vez que se enfrentó a su yo maligna del futuro. El rubio sonrió burlonamente al ver a la azabache. Eso era lo que quería: verla humillada y que suplicara; no obstante, esa era una diversión que aprovecharía.

Llevó sus manos al pantalón de Danny, se los desabrochó y quitó dejando al descubierto unas pantaletas también blancas. La mirada depredadora de Dash aumento. Acercó una mano al sostén de la chica para quitárselo, pero una mano grande y de piel pálida tomó su muñeca sujetándolo con fuerza logrando que el chico gritara de dolor.

—¡Oye! ¿Quién rayos te crees...? —su amenaza murió y palideció drásticamente al ver quien llegó a interrumpirlo

—Te lo advertí, mocoso —dijo amenazadoramente Vlad

Danny no supo si fue gracias a sus poderes o si se trataba de su fuerza natural, el platinado le quitó de encima al rubio y lo arrojó lejos de ambos. Vlad se volvió hacia Danny, quien trataba de acomodarse rápidamente la ropa a la vez que un gran sonrojo de vergüenza adornaba sus mejillas. El mayor no se fijó en el estado de la ropa de la joven ni de su rubor, sino de las lágrimas que recorrían sus mejillas y el miedo reflejado en sus ojos haciendo que su furia aumentara.

Un ruido a sus espaldas lo hizo recordar al bastardo que se atrevió a lastimar a su pequeña tejón. Volteó y vio a Dash Baxter alejarse de él y de Daniela, el mayor suponiendo que, además de huir, el rubio trataría de culparlo por lo que le hizo a su pequeña.

«Oh no, no lo harás» pensó Vlad

En este punto ya no le importaba si alguien descubría que era mitad fantasma, él solo quería matar a quien se atrevió a profanar a su pequeña. Uso su teletransportación apareciendo justo enfrente del jugador de futbol americano; para su suerte ese rubio idiota había mirad sobre su hombro para asegurarse de que no lo siguieran y ese momento de distracción fue lo que lo condeno.

—¿A dónde crees que vas, Baxter?

Dash regresó su mirada al frente y al tratar de frenar resbalo y cayó de sentón a los pies del alcalde de Amity Park. El chico estaba blanco como la cera y retrocedía, aun en el suelo, a causa del miedo. Vlad se le acercó lenta, pero amenazadoramente. La mano de Dash resbaló haciendo que su andar de reversa parara y el platinado aprovecho para abalanzarse sobre él, lo tomó del cuello de su camiseta negra y sin problemas lo levanto del suelo. Dash sujetó la muñeca de su captor y lo miro con miedo.

—¡Por favor, señor! ¡No me haga daño!

Esas palabras empeoraron la furia de Vlad.

—¿Te atreves a pedirme misericordia después de lo que le hiciste a Daniela? ¡Ella también te suplico para que la dejaras en paz y no la escuchaste! ¡TE MOFASTE DE SU SUFRIMIENTO Y TRATASTE DE HACER CON ELLA LO QUE SE TE VINO EN GANA! ¡NO ERES MÁS QUE UN ENGENDRO BASTARDO, HIJO DE...!

—¡Por las Crónica de Narnia! ¿Qué sucede aquí?

Sin bajar a si presa, Vlad se volvió hacia donde vino ese grito. Eran el Sr. Lancer, la directora Ishyama, Sam, Tucker y Valerie.

—Alcalde Masters ¿Qué está pasando aquí? ¿Qué significa esto? —preguntó desconcertada la directora Ishyama

Vlad soltó sin más a Dash provocando que el rubio cayera de bruces en el suelo ante la atenta mirada de los presentes.

—Usted es la directora de esta escuela ¿cierto? —La directora solamente asintió, entonces el platinado continuo—. Entonces es mi deber informarle que este estudiante —señaló a Dash, que sería en el suelo—, trato de abusar de una estudiante detrás de las gradas del estadio escolar

—¿¡QUÉ!? —gritaron todos los presentes.

Dash se puso de pie de un salto y se acercó a los docentes.

—¡No... no es cierto! —mintió el jugador—. Solamente estaba conversando con ella...

Vlad lo tomó del hombro, lo giró para que lo encarara y de nuevo lo tomó del cuello de su camiseta.

—¿TE ATREVES A MENTIR DESCARADAMENTE DESPUÉS DE QUE TUVE QUE EVITAR QUE VIOLARAS A DANIELA?

—¿QUÉ? —exclamaron Sam, Tucker y Valerie entre asustados, preocupados y molestos

—¿Dónde está Danny? —preguntó Sam

Vlad señaló las gradas del estadio y enseguida la gótica seguida por Tucker y Valerie. Mientras los tres adolescentes fueron a buscar a Danny, Vlad les contó lo sucedido, además de explicar cómo es que supo encontrar a los adolescentes.

Después de ver que Daniela neutralizara por accidente sus poderes estuvo al pendiente de las cámaras de vigilancia que había instalado en la Secundaria Casper a los pocos días de convertirse en alcalde y en sus tiempos libres los revisaba para asegurarse de que su pequeña novia estuviera bien, sin ningún ataque fantasma. Esto le dio la oportunidad de ver la clase de deportes; se sintió orgulloso al ver el progreso físico en Daniela, además de cómo se defendió de ese matón de Baxter.

Observo al rubio para ver su reacción después de la lección que le proporciono su pequeña tejón, pero se puso en alerta al ver la expresión del rubio. Envió una de sus cámaras a vigilarlo y activo el sonido; fue cuando descubrió el plan de ese malnacido y en el acto decidió proteger a Daniela. No obstante, sabía que llamaría la atención si aparecía como si nada en la escuela además de que suponía que lo que fuera a suceder llegaría a oídos de los estudiantes y fuera de la secundaria, por lo que llamó a los Fenton para ofrecerse a recoger a Daniela y Jasmine a la escuela. Como era de esperarse, Jack aceptó la oferta sin dudar; solamente que le hizo hincapié a Vlad de que sería solamente por Danny, ya que Jazz dejando aparte de que la pelirroja tenía su auto y ese día saldría con unas amigas saliendo de la escuela. Esa era su oportunidad.

Llegó a la escuela y, usando sus poderes para no llamar la atención, comenzó a buscar a Daniela. Debido a que la chica tenía los suyos neutralizados, Vlad —invisible— tuvo que duplicarse y buscarla por todo el edificio y sus alrededores. Al llegar al estadio de futbol americano, vio a los alumnos deportistas montar guardia en puntos estratégicos de la cancha escolar y eso lo alerto más. Uso uno de sus duplicados para ir a buscar a los amigos de Daniela y advertirles que la joven estaba en peligro —y temporalmente sin poderes— y que fueran a buscar a la directora y algún docente. Al principio Samantha no quiso ayudar, pero Tucker fue más sensato y escuchó al primer halfa. Mientras los amigos de la joven halfa iban por los docentes, Vlad se acercó al amigo asiático de ese rubio prepotente para saber que sucedía.

—Oye Kwan, si Dash iba a molestar a Fenton como siempre ¿por qué nos pidió hacer guarida? —preguntó el chico afroamericano que estaba junto al asiático

El chico, de nombre Kwan, se movió incomodo ante la pregunta. Vlad frunció el ceño al ver eso. Kwan estaba por responder, pero de pronto se escuchó un grito femenino. El afroamericano preguntó se sucedía y trató de ir a ver, pero Kwan lo tomó del brazo y como excusa le dijo que Dash de seguro estaría haciéndole una broma a Fenton, como siempre. Eso fue más que suficiente para su acompañante y los dos jugadores se quedaron en sus lugares.

El primer halfa sabía que no era cierto; Daniela había madurado bastante desde que se conocieron y por lo mismo ella no se alteraría de esa manera por una simple broma. Siguió el grito y se asustó en cuanto se detuvo abruptamente. Aceleró el paso y se detuvo de golpe al ver lo que sucedía: ese mocoso desgraciado estaba profanando a su pequeña; y lo peor de todo es que Daniela suplicaba y ese rubio de mierda no la escuchaba. Sentía la sangre hervir y un gran impulso asesino recorrer su cuerpo como una corriente eléctrica. Regresó a su forma humana y rescató a su pequeña tejón.

En cuanto terminó, vio el horror y la incredulidad en el rostro de los educadores. Dash seguía en el suelo, pálido e inmóvil debido a que entendía que estaría en grandes problemas y ni siquiera con su reputación de estrella de futbol podría salir de esta.

Se escucharon pasos y todos voltearon hacia dónde provenían: eran Danny, Sam y Tucker. La primera se abrazaba a sí misma, temblando y con la mirada baja. La gótica iba junto a ella sujetándola de los hombros y el técnico iba detrás de ellas manteniéndose al margen; gracias a lo que Dash le hizo el moreno al tratar de acercarse a su mejor amiga para confortarla ella retrocedió y lo alejó asustada. ¡Asustada! Danny ni siquiera se asustaba de sus padres con todos esos inventos anti fantasma y él —un nerd, fanático de la tecnología— le provocaba miedo. Al ver esa reacción, Tucker deseaba más que nunca tener fuerza para darle una paliza a Baxter.

—¡Srta. Fenton! ¿Se encuentra bien? —preguntó preocupado el Sr. Lancer acercándose a sus estudiantes

—¡Sr. Lancer no! —intentó advertirle Tucker, pero fue tarde

Lancer acercó una mano a Danny directo a su hombro con el simple gesto de preocupación y apoyo. Pero al azabache al verlo, apartó de un golpe la mano de su profesor y retrocedió aterrada chocando por accidente con el moreno empeorando su actitud.

—¡Danny, tranquila! —dijo Sam acercándose a al azabache tomándola de los hombros para detenerla y la escuchara—. Solo son el Sr. Lancer y Tucker. Está todo bien, no te harán daño

Fenton miró sobre el hombro de su amiga a los presentes. Vio que, efectivamente eran su profesor de Literatura y mejor amigo. Junto a ellos estaban la directora Ishyama, Valerie y...

—Vlad —dijo en un susurro apenas entendible la chica

El aludido se acercó con cautela a Daniela, pero se detuvo al ver que la chica tembló y retrocedió unos pases. Eso le dolió mucho al mayor, ni siquiera en sus peleas como archienemigos la joven se había puesto así. Vlad se volvió hacia Dash, lo tomó del cuello y lo levantó del suelo sin esfuerzo.

—¡Sr. Masters! —exclamó Valerie llamando l atención de los presentes

—¡Mira lo que has hecho! ¡MIRA EL DAÑO QUE LE HICISTE A DANIELA! ¡MALDITO...!

—¡Alcalde Masters, es suficiente! —dijo la directora Ishyama y con la ayuda del Sr. Lancer hicieron que soltara a Dash y lo alejaron de él—. Manson y Gray lleven a Fenton a la enfermería. Foley, vaya a buscar a su hermana. Alcalde Masters, será mejor que lo acompañe y llame a los señores Fenton. El Sr. al ver y yo nos encargaremos del joven Baxter y llamar a sus padres

—¡Espero que esto no quede impune como otras ocasiones o se las verá conmigo! —amenazo Vlad

La directora miró asustada al alcalde de Amity Park. Vlad miró por un momento a Danny, la chica seguía temblando en brazos de su mejor amiga; con pesar, apartó la mirada de su pequeña tejón y se alejó de ahí. Sabía que si permanecía ahí más tiempo asesinaría a ese rubio.

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Lo que quería evitar, lamentablemente se cumplió: por toda la Secundaria Casper se extendió la noticia del intento de violación de Danny Fenton a manos de la estrella deportiva Dash Baxter. No obstante, hubo algo bueno en todo eso y fue que se descubrió que Danny no era la única víctima de ese oxigenado. Al ver que Baxter estaba detenido en la oficina de la directora vigilado por dos policías, poco a poco varias chicas fueron llegando a la Sala de maestros, donde se encontraba la directora, el Sr. Lancer, los señores Fenton, Vlad y su abogado, los señores Baxter junto con su abogado y la jefa de la policía, la teniente Waincroft.

Todas esas chicas pidieron hablar con la directora y la teniente, ambas mujeres accedieron y se llevaron a las estudiantes a un salón de clases desocupado para tomar sus declaraciones. La tensión se sentía en el aire, Jack y Maddie aun no podían creer lo que sufrió su hija menor a pesar de que su mejor amigo de la universidad les contó lo ocurrido. En cuanto llegaron a la escuela, ignorando la presencia de los señores Baxter, sacaron sus armas anti fantasmas y le apuntaron a Dash; de no ser por los oficiales que también habían llegado nada hubiera podido detener a los Fenton.

Vlad se mantenía al margen todo el tiempo y estaba junto a Jack y Maddie en todo momento, pero no significaba que hubiera dejado desprotegida a Daniela. En cuanto se fue a buscar a los Fenton creó un duplicado que fue a buscar a sus amigos de la universidad y él, el original, fue con su pequeña tejón. Permanecía en la enfermería en compañía de Jasmine, Samantha y Valerie; Tucker, por respeto a la situación de su mejor amiga, se mantenía detrás de una cortina para no incomodarla con su presencia. Más de una vez —más tranquila—, Danny se disculpaba con su mejor amigo por su actitud, a lo cual el moreno le respondía que no se preocupara, lo comprendía.

El técnico y las chicas traban de mantener distraída a la azabache, incluso la convencieron de que durmiera un poco. Sin embargo, a los pocos minutos de dormirse, Danny comenzó a gritar en sueños y a inquietarse. Vlad se tentó a reaparecer y consolarla, pero al recordar como rehuía al contacto de su mejor amigo sabía que ella reaccionaría de ese mismo modo y le dolía en lo más profundo de su corazón.

Volvieron a calmarla y entablaron conversación una vez más. A los veinte minutos tocaron a la puerta de la enfermería, Tucker al estar más cerca la abrió.

—Buenas tardes, soy la teniente Waincroft. Quisiera hablar con la señorita Daniela Fenton para tomar su declaración de lo ocurrido.

Jazz había corrido la cortina en cuanto escuchó la puerta abrirse. Los presentes se volvieron hacia la aludida, quien se removió incomoda en la cama; era consciente de que tenía que contar (otra vez) lo ocurrido con Dash, pero no tenía la fuerza mental para revivir los sucesos.

Al parecer, la teniente Waincroft adivinó los pensamientos de la joven, por lo que se le acercó con cautela y le hablo con calma.

—Srta. Fenton, entiendo que es algo difícil de hablar. Pero recuerde que estoy aquí para ayudarla, al igual que su familia y amigos. Usted no es la única chica que sufrió a manos del sospechoso Dash Baxter —ante eso último Danny y los demás miraron incrédulos a la teniente, quien con cuidado poso una mano en el hombro de la azabache—. Minutos después de que mis oficiales y yo llegáramos, varias adolescentes fueron a buscarnos a darnos su declaración. Ese chico estará encerrado por mucho tiempo; a pesar de que faltan un par de meses para que cumpla la mayoría de edad, es tiempo suficiente para que cuando los tenga pueda tener una larga condena. —se sentó en la cama junto a Danny y le regalo una cálida sonrisa—. Tranquila, ahora está a salvo y esas jóvenes también.

Danny no sabía que decir, ahora comprendía porque muchas veces había visto chicas que —como ella— evitaban a Dash a toda costa; pero a diferencia de ella que lo hacía con molestia, ellas se veían con miedo. De haber sabido eso antes y ahora contando con sus poderes fantasmas lo habría...

Hablando de sus poderes, ahora entendía que no podría contar con Phantom en todo momento, por lo que Fenton tenía que volverse más fuerte. Miró a la oficial, después a su hermana y a sus amigos; todos le sonreían animándola a contarle todo a la teniente para darle su merecido a Dash. Danny suspiró y empezó a hablar.

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Tal como la teniente Waincroft, Dash Baxter fue enjuiciado y con una condena de vente años a cadena perpetua debido a la gran cantidad de víctimas en la Secundaria Casper.

Con respecto a Danny, la joven recibió atención psicológica; primeramente, investigada por Vlad para asegurarse de que no se tratara de Spectra o algún otro fantasma. Hablando de los fantasmas... Danny recuperó sus poderes al día siguiente, faltó a clases por dos semanas y siendo cuidad por Vlad —debido al trauma ocasionado tardo unos días en dejar que Jack, Vlad y Tucker se le acercaran— y en ese tiempo aparecieron sus enemigos, la mayoría mujeres; pero para sorpresa de ella y de Vlad, no habían aparecido para atacar a la segunda halfa sino a mostrar su apoyo y ofrecer su ayuda.

Fenton y Masters se miraron incrédulos, pero después de hablar con ellas, Danny agradeció el gesto el todas.

Esa tarde, Vlad trabajaba en su oficina cuando de pronto escuchó gritos. Asustado, corrió a la habitación de Danny y vio a la joven removerse violentamente en la cama a la vez que gritaba y las lágrimas corrían por sus mejillas. El platinado se le acercó y la tomó de los hombros llamándola.

—¡Daniela! ¡Tranquila, todo está bien!

—¡Dash, por favor, déjame!

—¡Baxter ya no está! ¡Estas a salvo pequeña!

—¡No, por favor!

—¡DANIELA!

La joven soltó un grito desgarrador a la vez que levantaba las manos y disparaba un ecto-rayo. Vlad logró apartarse a tiempo de la línea de fuego, sujetó a Danny de las muñecas y volvió a llamarla. esta vez la azabache abrió los ojos y se encontró con los ojos azul marino del mayor.

—Vlad

—Tranquila, pequeña. Ya estas...

Se interrumpió al tener a Danny de repente abrazándolo con fuerza, ocultando su rostro en su pecho y sintiendo las lágrimas de la joven empapar su camisa. Vlad se sentó en la cama, tomó a Daniela en brazos y la acomodo en su regazo abrazándola con dulzura.

—Tranquila, pequeña. Aquí estoy. Está a salvo

—Vlad... por favor nunca me dejes sola

Esas palabras sorprendieron y conmocionaron al platinado. Abrazo con fuerza a Danny queriendo de ese modo transmitirle su amor.

—Nunca más estarás sola, pequeña tejón. Lo prometo.

Las palabras de Vlad tranquilizaron a Danny, le alegraba saber que podía contar con él no solamente con referencia a Phantom, sino también con Fenton. Se acurrucó en el pecho del mayor y le dijo:

—Te amo

El corazón de Vlad saltó en su pecho y estaba seguro que Daniela lo escuchó. No era muy común que la chica se lo dijera, puesto que ella misma decía que prefería hacerlo en ocasiones especiales o cuando necesitara recordárselo al mayor. Afianzó su abrazo y besó su frente.

—También te amo pequeña

«Humano o fantasma, no dejare que nunca más te lastimen» prometió internamente el platinado

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