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Torrente de Terror

¡McGarrett! ¿¡Qué te pasa, idiota!? ¡Necesitas ayuda! ¡Yo te la pago!

¿Por qué?

Danny reía con ganas al ver esa escena. Vlad veía a la azabache con una sonrisa, pero también negando con la cabeza.

—Creo que ahora entiendo porque, en parte, tienes ese enorme complejo de héroe y sacas tus ideas locas para los combates

La joven puso pausa al episodio de «Hawaii Five-0» y miró al mayor con una ceja arqueada. Era viernes en la tarde-noche y habían acordado verse en la casa del mayor para una tarde de series, pero de último momento le llegó al mayor trabajo, tanto de la alcaldía como de sus empresas, y no tuvo más opción que atenderlos. No obstante, para no "perder esa tarde", Vlad llevó su laptop a la sala de video y mientras trabajaba escuchaba la serie que su pequeña tejón eligió.

—Ese gusto es de hace poco —contestó Danny—. Soy más de superhéroes y fantasía

—Pero de lo poco que he visto pareciera que te sientes ese famoso Steve McGarrett —comentó Vlad

—Sí, un poco —admitió la azabache con una sonrisa culposa—. Además, tengo que reconocer que es guapo, al igual que su compañero, Danny Williams —la chica miró de reojo al mayor y conteniendo una sonrisa burlona al ver que el comentario no le hizo ni pizca de gracia al platinado, por lo que agregó—: Pero nadie se puede comparar con el primer halfa que está a mi lado y es mi novio

Vlad sonrió a la vez que miraba a Daniela con una ceja arqueada.

—Te salvaste por esta vez, pequeña rufián

La joven solamente hundió los hombros como respuesta. Puso Play al capítulo y regreso su atención a la pantalla. Siguieron viendo el capítulo hasta que de pronto se escuchó la canción «Roar» de Katy Perry. Danny sacó su teléfono y apago la alarma que le indicaba que faltaban quince minutos para su toque de queda. Los dos halfas se pusieron de pie y recogieron todo; Danny tomó la laptop de Vlad para llevarla a la oficina y entonces vio un archivo abierto. El mayor se percató de que la joven se quedó quieta y de pie a medio camino.

—Daniela ¿estás bien?

—¿Eh? ¡Ah, sí! No es nada

Como era de esperarse, Vlad no se tragó eso, y mucho menos al ver el infantil intento de la azabache de ocultar su laptop tras su espalda. Se acercó a la chica, la tomó de los hombros para que no se moviera y vio la computadora portátil; la joven había encontrado el resultado de su nivel de aceptación como alcalde. El platinado miró primero al aparato y después a ella. Cerró la laptop y la recuperó.

Danny supuso que se metió en problemas, así que se volvió hacia el mayor para disculparse, pero un dedo se posó en sus labios callándola.

—Tranquila, pequeña. No es nada —dijo Vlad con una sonrisa. Quitó el dedo de los labios de la joven y esa misma mano la llevó al cabello azabache y lo alborotó con cariño—. Esto no es algo en el que puedas ayudarme, y no lo digo porque seas una adolescente, sino porque aun así no creo que pudieras ayudarme mucho

Quitó la mano de la cabeza de la chica y salió de la sala de video de camino a su oficina. Esa respuesta no fue suficiente para Danny. Siguió al mayor hacia su despacho; vio a Vlad dejar la computadora portátil en su escritorio y se acercaba a la chimenea apagada donde había varias fotografías en la repisa de la misma. La joven se acercó con cautela hasta quedar de pie junto a él. Para sorpresa de Danny las fotografías que había ahí eran de Vlad en compañía de la familia Fenton.

La joven observó de reojo al mayor, quien miraba fijamente una de las fotografías, iba a preguntarle qué le sucedía, pero se pronto se escuchó la canción «Won't Get Fooled Again» del grupo The Who, era su segunda alarma que le indicó que debía regresar a casa en diez minutos.

—Será mejor que regreses pronto antes de que Maddie se enoje contigo

Danny le prestó atención al mayor, quien la miraba con una sonrisa. La azabache le sonrió de vuelta a la vez que asentía con la cabeza. Al mismo tiempo los dos se transformaron en Phantom y Plasmius; era más rápido ir a los Laboratorios Fenton volando, pero también lo hacían así porque en el camino jugaban un poco para hacer más ameno el camino, aunque la alegría se esfumaba cuando divisaban la casa y Danny entraba a su habitación. No obstante, este trayecto fue simple y callado; ambos estaban metidos en sus pensamientos, pero uno mismo: el desempeño de Vlad como alcalde de Amity Park.

Llegaron a la residencia Fenton, se despidieron con un beso y Vlad regresó a su mansión siendo observado por Danny hasta que perdía de vista al mayor. La joven se fue a dormir con una sonrisa en los labios; mientras que Vlad, de camino a su mansión, pensaba qué hacer para mejorar sus niveles de aceptación.

Llegó a su mansión, entrando directamente a su laboratorio, estaba por destransformarse cuando sintió la presencia de un fantasma acercarse. Volteó hacia el portal abierto y por este entró Skulker. Hacía mucho que no enviaba al cazador a algún encargo y/o misión, desde que comenzó a salir con Daniela para ser exacto, pero eso no impedía que el fantasma fuera a visitarlo de vez en cuando y le diera noticias de la Zona Fantasma.

—¿Alguna novedad? —preguntó Vlad

—Los Observadores capturaron al fantasma del clima, Vortex, y está noche lo enjuiciaran —contestó Skulker

Vlad fue hacia su computadora, abrió una sección donde tenía información de la Zona Fantasma y sus habitantes. Encontró la información y leyó el expediente del fantasma del clima. A cada párrafo una sonrisa se formaba en sus labios y no pasó desapercibido para el cazador.

—Creí que ya no volvería a ver esa cara desde que comenzaste a salir con la mocosa Phantom —comentó Skulker con una sonrisa malvada—. ¿Qué estás pensando?

—Creo... que Amity Park tendrá unos pequeños cambios climáticos

—Me alegra que la mocosa no ha impedido que sigas con tus planes

Menos mal que Vlad estaba de espaldas a Skulker, sino el cazador hubiera visto su expresión. Era seguro que a Daniela no le gustará para nada lo que iba a hacer, pero si quería seguir siendo alcalde, pues bien dice la frase «En momentos de desesperación, medidas desesperadas»

Entrar a la fortaleza de los Observadores y suplantar al guardia fue pan comido, esos bobos ciclopes eran debiluchos y por lo mismo su seguridad. Entró a la sala de juicio y uno de los Observadores mando llamar al prisionero, Vortex. Ese fantasma era poderoso y le sorprendió que unos enclenques como esos pudieran capturarlo, pero su respuesta apareció enseguida cuando vio el artefacto sobre la capsula donde estaba apresado el fantasma del clima: un barómetro espectral.

Era todo lo que necesitaba saber. Después de que el Observador asegurara que era imposible que escapara, Vlad entró en acción: atacó a todo quien estuviera en su camino para de ese modo asustar al resto y darle vía libre de escape. Una vez que él y Vortex se encontraron solos, se acercó al fantasma del clima, quien lo observo con curiosidad.

—¿Quién eres tú?

—Plasmius. Vlad Plasmius

El primer halfa se quitó el casco de guardia, rompió la capsula con el báculo que robo, tomó el barómetro y ambos fantasmas escaparon del lugar.

—Libre. Por fin ¡libre!

—Sí, sí. No necesitas agradecerme

—¿Agradecerte? ¡Vortex no le agradece a nadie! Deberías alegrarte de que incluso te permito en mi presencia. Mosquita. Ahora hazte a un lado mientras desato toda la furia de mi poder en ese insignificante planeta Tierra.

Aprovechando el monologo del fantasma, Vlad sacó el barómetro y sometió a Vortex.

—¿Desatar tu poder sobre la Tierra? Que curioso, es exactamente lo que estaba pensando

Liberó al Vortex y este se volvió hacia el primer halfa sumiso.

—Por favor, haré lo que me pidas

—Sí, lo harás. Y tengo una fértil imaginación.

Los dos salieron de la Zona Fantasma por el portal del Vlad. El dueño de la casa se destransformó ante la mirada de asombro de Vortex.

—Un momento ¡sé quien eres! Eres el primero humano-fantasma del mundo, conocido como halfa. Con razón tu nombre me parecía conocido.

—Vaya, vaya. Es bueno ver que estas bien informado. Ahora, hablemos de negoción: necesito que crees una ola de calor en esta ciudad: Amity Park

—¿Amity Park? Es el hogar terrenal de la segunda halfa, Danny Phantom. ¿Acaso quieres atacarla?

—No, mis planes no la involucran, sino a la ciudad. Así que ¿comenzamos? ¿o...?

Vlad levantó el barómetro para mostrárselo a Vortex y este enseguida entendió el mensaje. Ambos salieron de la mansión y una vez en el patio trasero, el fantasma activó sus poderes y el clima se volvió cálido y la temperatura subió poco a poco.

—De acuerdo, listo ¿ahora qué? —preguntó Vortex

—No te impacientes, mi amigo. Cuando yo te lo diga cambiaras la ola de calor por lluvia. Y créeme que lo sabrás. —contesto Vlad, eso ultimo mirando el barómetro y después regreso su atención hacia su socio—. Ahora ¿por qué no te recuestas en una nube y descansas? Esta noche será muy caliente

Vortex hundió sus hombros y subió al cielo. En cuanto lo perdió de vista, Vlad se quitó su moño-cortaba, su saco y abrió tres botones de su camisa, esperaba que su sencillo plan rindiera frutos para poder ganarse a los ciudadanos de esa atrasada ciudad.

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Era un hecho que ser adolescente no era fácil debido a los cambios que se tenían durante el crecimiento, pero los de humor eran horribles. Ahora sumados a ese intenso calor que ha durado varios días no ayudaba.

Habían ido al ayuntamiento, junto con los padres de Danny, y varios ciudadanos más para escuchar al alcalde con respecto a la actual situación. Si ya era malo para Sam y Tucker soportar el mal humor de su amiga azabache, ahora el verse avergonzada por los actos de Jack (haciendo una porra a Vlad), el escuchar noticias del halfa mayor no ayudaba en nada, sobre todo porque ninguno de los dos (en especial Sam) se tragaba el cuento de que el primer halfa cambió y ya no tendría planes malignos, pero la repentina ola de calor los puso en alerta.

—Ciudadanos de Amity Park. —llamó Vlad a la población. Ninguno de los tres amigos se había dado cuenta cuando le mayor salió del ayuntamiento y se acercó al podio—. Nuestra ola de calor actual y la subsiguiente escasez de agua han llevado a Amity Park a un estado de emergencia. Pero como su alcalde, y muchos de ustedes sin duda se preguntarán por qué o incluso cómo votaron por mí, prometo que la suerte de Amity Park está a punto de cambiar con esto. Mi propia máquina de lluvia.

Debajo del podio, Vlad sacó el barómetro espectral. Al ver el aparato, los ciudadanos miraron incrédulos a su alcalde. ¿Realmente sería capaz de cambiar el clima?

—No hay forma de que Vlad pueda hacer llover con esa cosa —comentó Tucker

—¿Entonces por qué estamos aquí perdiendo el tiempo? —preguntó enojada Danny

—Para empezar porque tú y él... bueno, ya sabes. Y porque tu papá es el mayor partidario de Vlad

—Me sorprende que te moleste estar aquí, Danny —comentó Sam—. Después de ese lavado de cerebro que te hizo, detrás de tu papá, tú serías la siguiente en apoyar incondicionalmente cualquier cosa que haga

—Otra vez: que Vlad no me lavo el cerebro. No apoyaría todo; lo que este bien, sí. Y lo que no, lo haría entrar en razón.

—¿Cómo su loca idea de cambiar el clima? —señaló Tucker—. Si tan solo la máquina de Vlad pudiera hacer algo con tus cambios de humor ya sería algo.

—Bueno, tendré que trabajar en eso ¿no? —los tres amigos estaba tan concentrados en su conversación que no dieron cuenta de que Vlad se les acercó—. Pero por ahora, mis leales electores tendrán que conformarse con un repentino cambio climático.

El alcalde apuntó su maquina al cielo y por un segundo a Danny le pareció escuchar un grito a la vez que su sentido fantasma se ponía en alerta, pero como llegó se fue. Por unos segundos no sucedió nada y todos miraban expectantes el cielo. Los adolescentes también miraban el cielo y después su atención se volvió hacia el primer halfa. Danny miraba suspicaz a su novio mientras que sus mejores amigos lo hacían con sendas sonrisas de burla.

—De acuerdo, V-man. ¿qué rayos fue eso? —preguntó la azabache cruzándose de brazos

—Yo te lo digo, Danny —contestó Sam—. Lo que pasa es que la maquina del alcalde es un completo...

La gótica se interrumpió al sentir una gota caer sobre su nariz. Se escuchó un trueno y empezó a llover. La gente de Amity Park se emocionó, gritando todos "lluvia". Los tres amigos se volvieron hacia Vlad, quien estaba de brazos cruzados y una sonrisa de superioridad en su rostro. Uno de sus guardias de seguridad se acercó a él y lo cubrió con una sombrilla con el rostro del actual alcalde.

Poco a poco la gente comenzó a irse, dejando a los adolescentes solos en la calle.

—Cada vez que pienso que Vlad está loco olvido agregar "como una cabra" —comentó Sam—. ¡No hay forma de que provocara la lluvia!

Danny estaba de acuerdo. Hacia mucho que el primer halfa no ocasionaba problemas, pero que ahora "hiciera llover", la dejó pensando y con la guardia en algo.

«No puedo creer que tengamos que volver a la rutina "Heroína-Villana". Vladimir Master ¿¡qué rayos estás haciendo!?

Pasaron varias semanas y la lluvia seguía, la buena noticia es que eran tranquilas y equivalía a los días de calor y sequía que sufrió la ciudad. Inconvenientemente, esos mismos días Danny no le dirigió la palabra al mayor y eso desconcertó mucho al primero halfa. Esa actitud de la joven halfa desconcertó mucho a Vlad y más de una vez (humano o fantasma) trató de hablar con ella, pero lo único que lograba era que la azabache hiciera a un lado su rostro a la vez de soltar un mohín de molestia. El platinado estaba seguro que la joven descubrió lo que hizo y por eso estaba molesto.

Estaba en su oficina en la alcaldía observando en la pantalla de su computadora los nuevos resultados de sus niveles de aceptación, mientras que su gatita, Daniela, estaba dormitando en su regazo. Sabía que volver a las viejas andanzas provocaría que su pequeña se enojara con él, pero los viejos hábitos no se olvidan y menos si son de años.

Sintió una presencia acercarse, respiró para calmarse y cambió su expresión triste y pensativa a una sonrisa arrogante. La ventana de la oficina se abrió abruptamente y por esta entro Vortex.

—¡Vortex mi muchacho, lo hiciste bien! —saludó el primero halfa—. Mis niveles de aceptación subieron ochenta y dos porciento

—Soy bueno ¿cierto? —dijo Vortex con superioridad—. Pero esta lluvia insignificante es solo la punta del iceberg, como la que crearé en medio del Sahara una vez sea libre

—Y estaré ansioso por ver eso —Vlad sacó de debajo de su escritorio el barómetro espectral—, tan pronto como detengas la lluvia

—¿¡Detener la lluvia!? —repitió escandalizado el fantasma del clima y miró con enojo al primer halfa—. ¡El clima es mi arte! ¡No lo detendré! ¿Acaso alguien le pidió a Picasso que dejara de pintar la Mona Lisa?

—Es fue Da Vinci, ignorante

—¡Como sea! El punto es que: ¡la lluvia se queda!

Como era de esperarse, a Vlad no le hizo gracia. Le disparó a Vortex para tratar de someterlo. No obstante, el fantasma del clima logró lanzar un rayo que chocó con el del barómetro. Rayos volaron por toda la oficina de la alcaldía y uno de ellos le dio al barómetro, explotando en las manos de Vlad.

El halfa mayor vio con horror los restos del aparato espectral, sin el ya no tenía control sobre Vortex y el fantasma del clima lo sabía. Vio a su "aliado" y este le sonrió con malicia y superioridad.

—Fue un placer hacer negocios contigo —soltó una carcajada y con eso, Vortex se fue.

Oh no, eso no. Vlad no iba a dejar ir fácilmente a esa nube subdesarrollada. Sus ojos brillaron rojo, a causa de la ira, se transformó en Plasmius y fue tras Vortex. El fantasma del clima estaba por ocultarse en las nubes, el primer halfa le disparó antes de perderlo de vista. Vortex volteó y atacó de vuelta a Plasmius, quien no pudo defenderse debido a que el ecto-rayo de su adversario fue más fuerte que el suyo.

—¡Ya que te rehusabas a darme mi libertad, me asegurare de que tu patético pueblo sufra la peor tormenta jamás creada! ¡Es hora de desatar la vorágine!

A cada palabra que Vortex decía, el clima en Amity Park empeoró y en el centro de esa tormenta apareció una nube verde con forma de cráneo. Vlad apartó la mirada del cráneo y encaró a Vortex para atacarlo otra vez, pero el fantasma del clima se le adelantó; sopló una fuerte ventisca mandando a volar, literalmente, a Plasmius. El halfa mayor aterrizó en un callejón lleno de basura y volvió a ser Masters. Si creyó que su suerte no podía empeorar, paso por ahí un fotógrafo quien lo vio y lo fotografió como estaba: La ropa y su cabello estropeado debido al clima y la basura y él en el suelo rodeada de desechos.

Con dificultad se levantó e iba a exigirle al fotógrafo que le entregara esa vergonzosa imagen, pero el tipo ya se había ido y eso solo significaba una cosa: estaba en serios problemas.

Como bien lo predigo el platinado, su imagen en la basura salió en las noticias junto con el reclamo del "desastre climático" y una advertencia que tuvo que dar de mala gana. Apagó el televisor y arrojo el control remoto a alguna parte de su sala de video.

Le salió el tiró por la culata y la estaba pagando muy caro, eso se veía en sus niveles de aceptación se fueron en picada. Y lo peor de todo es que Daniela le aplicó la ley del hielo. Desde el día que "hizo llover", la joven estaba a la defensiva, sospechando que tramaba algo y después de que la lluvia se salió de control y los medios lo culpaban fueron pruebas suficientes de que realmente fue culpa del platinado.

El clima empeoraba, Vortex debía ser detenido, pero no podía hacerlo solo... o al menos él no podía. Sabía que lo que pensaba hacer provocaría que Daniela se enojara más con él, pero si se quería derrotar al fantasma del clima, Amity Park necesitaba en ese momento a su heroína loca, Danny Phantom.

Se transformó en Plasmius y voló hacia la residencia Fenton. Vio que las ventanas estaban rotas y una estaba casi cubierta con tablas y era comprensible. Ocultó su firma espectral, se volvió invisible y entró a la casa. La familia estaba en la sala recogiendo el desastre que se ocasiono debido a la ventisca. Maddie y Jazz estaban limpiando los muebles mientras que Jack y Danny terminaban de entablillar la ventana.

Danny se martillo por accidente el dedo. Soltó el martillo a la vez que soltaba un quejido y se chupaba el dedo lastimado.

—Nada como un poco de lluvia primaveral para refrescar las cosas por aquí ¿eh, Danny?

—¿¡Lluvia primaveral!? —repitió molesta la azabache—. ¡Son vientos de ciento treinta y siete kilómetros por hora! Papá ¿cómo puedes ignorar ciegamente el hecho de que toda esta destrucción probablemente fue causada por tu antiguo amigo de la universidad?

Vlad sintió una opresión el su pecho al escuchar el enojo y resentimiento salir de su pequeña tejón. Las expresiones de Maddie y Jasmine se mostraban de acuerdo con lo dicho por la más joven de la familia, mientras que Jack estaba sorprendido por la reacción de su hija después de que se volvió más unida a su mejor amigo. Maddie y Jazz se fueron a la cocina por más cosas de limpieza, dejando solos a padre e hija.

—Danny no te pongas tan emocional. Vladdie nunca haría algo así.

—¿Cómo lo sabes?

—Por... porque es Vlad

La azabache puso los ojos en blanco. Aviso que iría al laboratorio por más clavos y se fue. Jack hundió los hombros y siguió trabajando. En cuanto Danny bajo el último escalón su sentido fantasma despertó, reconociendo la presencia. Suspiro y se paró en el centro del laboratorio.

—Ya sé que estas aquí, Plasmius. Sal de ahí

El mayor se hizo presente y se paró delante de su amada, quién estaba de brazos cruzados y el ceño fruncido.

—Lindo clima el que causaste

—Ah, sí. El obligatorio comentario del clima. Que original, pequeña. —el entrecejo de la joven se marcó más y Vlad respiró profundo para calmarse—. Escucha, sé que me equivoqué y por eso vine a verte. —la expresión de Danny se relajó un poco, pero no bajo la guardia—. Daniela, necesito tu ayuda

La azabache no pudo ocultar su asombro. En el tiempo que se conocían, Vlad nunca le había pedido ayuda y para que en ese momento hiciera una excepción era porque la situación era más grave de lo que creía.

—Está bien, vamos

Danny tomó los clavos y regresó a la sala. Se las dio a su padre, dijo que tenía que ir a casa de Sam por algo y salió rápido de la casa. Todo el tiempo fue seguida por Vlad (obviamente este invisible) hasta un callejón donde la joven se transformó en Phantom y ambos fueron a enfrentar a Vortex.

En el camino, Danny le exigió a Plasmius que le explicara lo sucedido, a lo que el mayor no tuvo más remedio que decirle la verdad. A cada palabra, el ceño de la joven se marcaba más y sus ojos brillaban.

—Buena esa, Plasmius. ¡Liberar a un maligno fantasma del clima solo para quedar bien ante los votantes!

—No espero que entiendas mis razones, Danny.  Lo importante es que, si vamos a derrotar a Vortex, tendremos que hacerlo juntos.

Esas palabras conmovieron a la joven halfa. Llegaron a la nube en forma de cráneo listos para pelear. La calavera abrió la boca y en la lengua estaba recostado de lado Vortex, quien observó a los recién llegados con superioridad.

—¿Han venido a observar de cerca mi grandeza?

La figura del fantasma del clima era imponente y eso hizo que el valor de Vlad se esfumara.

—Uh... no. Solo. Vine a presentarte a una amiga —dijo Plasmius. Ante esa declaración, la joven observó al mayor con una celara expresión que decía: ¡¿WTF?!—. Danny, Vortex. Vortex, Danny. Bien, debo volar. ¡Ta!

Y sin más huyó del lugar, ignorando los gritos de la joven llamándolo. En cuanto lo perdió de vista, la expresión de Danny pasó de incredulidad a enojo.

—¡VLAD PLASMIUS! ¡EN CUANTO TE PONGA LAS MANOS ENCIMA TE VOY A...!

—¿Una niña fantasma? —la voz de Vortex hizo que la segunda halfa recordara que no estaba sola y le daba la espalda al enemigo. Se volvió encontrándose a Vortex transformándose en una enorme nube verde y dividiéndose en cuatro—. ¿Entonces tú eres a la que llaman Danny Phantom?

—De hecho, encontrarás que soy más de uno en estos días. —contestó la joven. Cerró los ojos y concentró su energía—. Vamos, vamos —Vlad por fin le enseño a duplicarse y lo más que podía era hacer una copia, pero para su asombro y alegría pudo hacer tres copias—. ¡Lo logre! —exclamaron emocionadas las cuatro Phantoms*

Todas atacaron a tu respectivo rival lanzando ecto-rayos; no obstante, Vortex se las trago sin problemas ante la mirada incrédula de la joven. Los cuatro fantasmas del clima soplaron a la joven y sus copias haciendo que volviera a ser una.

—¡Oye! —reclamó Danny al ver que sus copias desaparecieron—. ¿¡Sabes cuánto tiempo me tomo lograr ese...!? —mientras hablaba, Vortex también volvió a ser uno, Phantom se impresiono al ver su tamaño—. ¿truco?

Vortex creó una bola gigante de nieve y se la arrogó a su joven rival dando en el blanco y congelándola en cuanto la tocó. Danny cayó, pero en plena caída reaccionó usando sus poderes para romper el hielo y volar directo hacia su oponente para contraatacar.

Ambos fantasmas estaban tan concentrados en su pelea, que no se percataron que los ciudadanos de Amity Park se dieron cuenta de su combate y se asomaron a ver, incluso unos reporteros salieron a transmitir en vivo la batalla.

—¡Noticia de última hora! La heroína local, Danny Phantom, está involucrada en una batalla épica con lo que parece ser una especie de fantasma del clima.

Al ver la noticia, Vlad sintió su estómago revuelto y no era para menos: huyó como un vil cobarde, dejando a su suerte a su pequeña tejón para que se encargara del problema que él había provocado. La pelea subía de intensidad, Vortex lanzó un rayo a Danny que al momento de explotar fue arrojada contra el pavimento y su rival se acercó a ella.

—Ugh, tus tristes esfuerzos me aburren, niña fantasma. —dijo Vortex con falso aburrimiento—. Esperaba de ti una actuación más electrizante.

Disparó rayos a la chica. Danny levantó un escudo y se protegió. Levantó el vuelo con las manos cargadas de energía lista para atacar. No obstante, Vortex soltó una ráfaga de viento lanzando otra vez a la chica contra el pavimento. Aprovechando el aturdimiento de la joven, el fantasma del clima la elevo por los aires y la electrocutó.

Es cierto que Danny soltaba gritos de dolor desde que obtuvo sus poderes, pero estos eran diferentes; eran mas fuertes y sus gritos pusieron los pelos de punta a los ciudadanos. Vortex reía por la miseria y dolor de su oponente. Creo una esfera de energía eléctrica, disparó dejando a su enemiga atrapada en la esfera (sus gritos se incrementaron más) y fue expulsada hacia una tienda deportiva. El edificio se derrumbó por el ataque, quedando la heroína fantasma atrapada en los escombros.

—¡Ahora le mostrare al resto del mundo la furia de Vortex!

El fantasma del clima escapó riendo malvadamente. Todos en Amity Park estaban shock, eran pocas las veces que veían a su heroína siendo derrotada de una manera tan brutal.

—¡DANNY! / ¡DANIELA! —exclamaron preocupados Sam, Tucker y Vlad

Poco a poco la tormenta se fue dejando paso a un cielo despejado y soleado. En cuanto tuvieron vía libre, los amigos de Danny y su novio salieron de sus casas al encuentro de la chica. Sam y Tucker llegaron al lugar, se abrieron paso entre la multitud y comenzaron a mover escombros buscando a su amiga.

Vlad también llego al lugar, pero no se bajo de su vehículo, con solo usar sus poderes se concentró en la energía espectral de su pequeña y suspiró aliviado al sentirla aún.

A unos metros de donde estaban cavando Sam y Tucker, los escombros se movieron. Los adolescentes lo escucharon, se detuvieron y vieron el origen del ruido. Los desechos cayeron y por un hueco salió Danny... cubierta por varios artículos deportivos.

Sam y Tucker iban a llamar a su amiga emocionados, pero de pronto se escucharon risas a sus espaldas. Los tres adolescentes miraron a la multitud y grande fue su sorpresa de ver que los ciudadanos ¿se estaban riendo? Una adolescente salió de un edifico en ruinas ¿¡y lo único que hacían eran reírse!?

Furiosa, Danny se quitó el casco, lo tiró al suelo y fulminó con la mirada a la multitud.

—¡Oigan! ¡Dejen de reírse de mí!

En cuanto la azabache dejo de hablar, una tormenta apareció haciendo que los ciudadanos se callaran y vieran preocupados el cielo creyendo que Vortex regresó.

—¡Oh genial! Mas diversión con el clima —comentó Sam

—Cálmense todos. Calma. —los tres amigos voltearon y vieron pasar entre la multitud al platino—. El alcalde Masters está aquí. Tengan la seguridad de que todo está bien.

Danny sintió una gran furia y eso se mostraba con sus manos cerradas fuertemente en puños, quijada tensa y sus ojos apunto de volverse verdes fosforescentes. Vlad provoco ese desastre, la engaño para arreglar sus desastres ¿¡y aparecía como si nada hubiera pasado!?

—¡Tú! ¿¡TIENES UNA IDEA DE LO QUE HICISTE!? —gritó furiosa la joven al alcalde

Ante ella y sus amigos apareció un tornado y fue detrás de Masters. Al ver eso, Sam y Tucker miraron pasmados y alarmados a su mejor amiga, quien no se daba cuenta de lo que le pasada sino hasta que vio el tornado ir contra sus padres que iban llegando al lugar en la Súper Camioneta. El tornado desapareció y dejó a los Fenton en la copa de los árboles.

Danny se quitó lo que le quedaba de equipo deportivo y fue a ayudarlos. Estaba a unos metros de sus padres cuando sintió que alguien la tomaba de la muñeca, volteó y se encontró con Sam y detrás de ella Tucker.

—¿Qué haces? ¡Tengo ir a ayudar a mis padres!

—Tus padres están bien. Eres tú quien nos preocupa —dijo Tucker

—Llámanos locos, pero el clima cambio tres veces en sincronía con tu animo —dijo Sam

—Eso es absurdo

Los adolescentes voltearon hacia donde escucharon la voz y vieron acercase a ellos al platinado. Al verlo.

—¡Aléjate Masters! — advirtió Danny enojada, provocando que su energía se alterara

En cuanto dijo eso, una pequeña nube apareció sobre Vlad y lo electrocuto. El mayor corrió para aleja la nube, pero esta lo perseguía.

La azabache miraba incrédula lo que sucedía mientras que sus amigos la veían hacia ella con una clara expresión que decía «Te lo dijimos».

—¿Ya ves? —dijo Tucker

Danny se miró las manos y se concentró en su energía, dándose cuenta de que había una anomalía en ellos.

—Ahora que lo pienso, he sentido un hormigueo desde que esos ataques eléctricos traspasaban mis defensas.

Al escuchar eso, Vlad se detuvo detrás de la joven y le explicó:

—La electricidad que traspaso tu ecto-escudo debió hacer que absorbieras parte de los poderes climáticos de Vortex... ¡AH!

La nube regreso y siguió persiguiendo y atacando al platinado.

—Significa que necesitas respirar y calmarte antes de que aparezca otra tormenta como la anterior —advirtió Sam

Danny miró a Vlad sufriendo con esa mini nube de tormenta y pensó en lo que pasó con sus padres. Respiró profundamente, calmándose, y las nubes desaparecieron dándole paso a un cielo despejado y soleado.

—He escuchado la frase «Después de la tormenta viene la calma», pero esto es una locura —dijo Danny todavía sin poder creer lo que pasaba.

De repente una mano se poso sobre el hombro de la azabache. Volteó y se encontró con la expresión seria de Vlad. Sam y Tucker miraron enojados al mayor.

—Tenemos que hablar de esto ahora. —dijo Masters—. Vayamos a mi oficina

De un tirón, Danny se soltó y miro desafiante al mayor.

—¡No voy a ir a ningún lado Y MENOS CONTIGO!

La energía de la azabache se alteró otra vez provocando que nubes de tormenta se formaran otra vez y los rayos comenzaran a escucharse. Al ver el clima, Sam y Tucker se acercaron a su amiga y la tranquilizaron. Al ver lo que hacía, Danny respiró profundo de nuevo y el clima se calmo también. Viendo que no tenían otra opción, los tres adolescentes se fueron con el platinado a la oficina de este de la alcaldía.

Al llegar, Vlad dio orden de que nadie lo molestara. Sentaron a Danny en la silla del mayor, Tucker tomó una carpeta y con esta abanicaba a su amiga, mientras que Sam mojaba un trapo en un tazón (tuvo suerte de encontrar esas cosas y varias botellas de agua en la oficina) y lo pasaba por el rostro de su amiga para refrescarla.

El platinado observaba a los adolescentes a la vez que pensaba en una solución para el caos que él ocasiono y esas consecuencias las cargaba su pequeña tejón. No obstante, como alguien que no le gustaba perder, no podía evitar culpar a otros por sus errores.

—Maldición. Justo cuanto estoy al borde de triunfar ¡la montaña rusa de emociones de una adolescente, y peor aun de una mujer, amenaza mis planes!

Vlad no se dio cuenta que lo dijo en voz alta sino hasta que escuchó a Daniela ponerse de pie y la vio encararla enojada.

—¡Oye, tú fuiste quien trajo a ese payaso en primer lugar! —reclamó la joven

De pronto las ventanas de la oficina se abrieron abruptamente debido a una fuerte ventisca provocando que Vlad, Sam y Tucker fueran empujados al otro lado de la oficina. Con todas sus fuerzas, los dos adolescentes se acercaron a su amiga, la tomaron de los brazos y la volvieron a sentar a la vez que ambos le pedían que se calmaran. Danny obedeció y el viento se detuvo.

—Así amiga, calmadita —dijo Sam mientras Tucker volvía a abanicar a la azabache

—Esta situación es muy seria, Daniela. Tu enojo podría causar ciclones, tu tristeza monzones. Tendrás que quedarte y calmarte hasta que tus amigos encuentren a Vortex y lo traigan de vuelta

—¿Y que hay de usted? —preguntó molesto Tucker

—Negativo. La ausencia del alcalde a raíz del desastre crearía malestar cívico.

—Ajá —dijo Sam con sarcasmo—. Junto con el final instantáneo de su carrera política y todos los planes malvados posteriores.

—Touché. En fin, me temo que tendré que encargarme de mantener a Danny a salvo y tranquila hasta que completan su misión.

—¿¡Quedarme contigo!? —exclamó la aludida a la vez que se ponía en pie—. ¿¡Después de lo hiciste!? ¡Olvídalo!

Vlad no supo si esta vez fue a propósito o que, Danny apareció la mini nube otra vez y volvió a electrocutarlo. Esta desapareció y vio enojado a la joven.

—¿Podrías dejar de hacer eso? —pidió irritado el platinado

—Por mucho que queramos ayudar Danny a volver a la normalidad, no me agrada la idea de dejarla sola con usted después de lo que le hizo —dijo Tucker, defendiendo a su amiga—. ¿cierto, Sam? ¿Sam?

Danny y Tucker miraron a la gótica y se sorprendieron de ver que la chica estaba de brazos cruzados y veía a Masters con una sonrisa burlona.

—La verdad, no me parece mala idea que Danny se quede con Vlad

—¿¡QUÉ!? —exclamaron los presentes

—¿Hola? ¿Te estas escuchando? —preguntó Danny—. ¿Quedarme con él? ¿Es en serio?

—Velo de este modo, Vlad tendrá que complacer todos tus caprichos; a menos que quiera que, literalmente, lo partas con un rayo.

El ceño fruncido de Danny desapareció dejando paso a una expresión de asombro. Una risa se escuchó en la oficina y los tres amigos miraron a Vlad.

—Por favor, Samantha. ¿De verdad crees que Daniela sería capaz de hacer... eso?

La sonrisa burlona de Vlad desapareció al ver la expresión de la azabache: sonreía con superioridad a la vez que estaba de brazos cruzados y con un brillo malicioso en los ojos. Masters no pudo evitar tragar saliva al ver que subestimó en ese aspecto a la joven y se puso más nervioso ante sus palabras.

—Si me lo pones desde ese punto de vista...

«Oh... cannoli»

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Danny sabía que lo que le estaba haciendo a Vlad era malo, aprovechar esos poderes del clima témplales para someterlo, pero al recordar que fue él quien ocasionó esto liberando a Vortex se le pasaba. Lo que más le molestaba era que Vlad la fue a buscar para pedir ayuda y arreglar el asunto y terminó abandonándola, haciendo que ella resolviera su problema.

Al salir del ayuntamiento, llevaron a Sanz y Tucker a los Laboratorios Fenton para usar el Centro de Operaciones (modo jet) y buscar a Vortex. Mientras tanto, ambos halfas fueron a la mansión del mayor y fue ahí que la diversión para Danny y pesadilla para Vlad comenzó. Y una prueba de eso fue que la azabache le pidió al platinado un sándwich sin tomate y Vlad lo hizo mal provocando que un mini tornado apareciera y lo siguiera por toda la casa.

—Esto va a ser grandioso —dijo Danny para sí misma viendo con burla lo que le sucedía al mayor a la vez que bebía una malteada de galletas con crema

No supo cuanto tiempo dejo el mini tornado ir detrás del platinado, pero en cuanto se aburrió hizo que por fin desapareciera. Vlad se recargó en sus rodillas y calmaba su respiración agitada por la huida. Se volvió hacia la joven, todavía sentada en el comedor y usando su celular, y se le acercó enojado.

—¿Te estás divirtiendo, Daniela? —preguntó el platinado de pie ante ella y con las manos en la cintura

—Sí — contesto sin más la chica y sin levantar la mirada

Los ojos del mayor se volvieron rojos momentáneamente, pero regresaron a ser azul. Por lo general pensaría que eran un capricho de adolescentes, pero sabia perfectamente que no era eso. Suspiro antes de hablarle.

—Daniela, entiendo que estés furiosa por lo que hice, y es comprensible. —la chica seguía con su celular y a simple vista parecía que no lo escuchaba, pero la azabache le prestaba atención—. Lamento mucho lo que hice; lamento haber libertado a Vortex y dejarlo escapar. Lamento haberte dejado sola en esa pelea para que resolvieras mi problema. ¿Podrías perdonarme?

Ante lo ultimo, Danny ahora sí lo miro. Los dos se vieron a los ojos y en silencio por unos minutos (que para Vlad fueron horas) hasta que la joven se levantó y se paro a unos centímetros del mayor.

—Me alegra escuchar que aceptas tu error y te disculpas —dijo la azabache y el platinado creyó que lo perdonaría... pero no fue así—. Pero ¿¡en serio crees que con solo un "lo lamento" resolverás esto!? ¡EN VERDAD LO ESTROPEASTE!

Vlad retrocedió al sentir la energía de Daniela alterarse de nuevo. Apareció, otra vez, la mini nube de tormenta y fue tras él.

—¡Oh, Apfelstrudel*! —exclamó Vlad y comenzó a correr

Danny vio a Vlad salir del comedor con la mini nube persiguiéndolo. Guardó su celular y salió del comedor. Escuchaba a los lejos los gritos del mayor; en parte sí esta disfrutando el molestar a Vlad con sus poderes del clima; sin embargo, por el otro se sentía mal por eso. Sabía que ese escarmiento no era por Vortex, sino porque traicionó la confianza de la joven.

Metió las manos en los bolsillos de su pantalón y camino arrastrando los pies hacia la sala de video. No estaba segura de que funcionara, pero vería la televisión para distraerse un momento. Antes de entrar a la sala se concentró para desaparecer la nube y darle un respiró a Vlad.

Se acomodo en el sofá, tomo el control y encendió la televisión. Lo primero que le apareció fue las opciones de streaming y en uno de ellos guardado en el último capitulo que vio de «Hawaii Five-0», pero no estaba de humor. Seleccionó la opción de cable y comenzó a buscar algo que ver en los canales. Estuvo buscando hasta que encontró un comercial que le llamo la atención e hizo que el ánimo de la joven subiera un poco: el Amity-Con. Debido a todo lo que sucedió olvidó por completo que esos días estaría la convención y por lo mismo había ahorrado para ir.

Apagó la televisión, se levantó con entusiasmo dispuesta a ir. Pero en cuanto llegó a la puerta se topó de frente con Vlad, quien estaba empapado, algunas partes de su ropa quemada y encolerizado.

—¡En verdad te agradecería si dejaras de hacer eso!

—Tu mismo te lo buscas, y sabes que no puedo controlar mis emociones y, por ende, los poderes.

—Sí, como no

Danny lo miró desafiante y Vlad se tensó en su lugar, no creía poder soportar otro ataque de ira climático, estaba exhausto. La joven sonrió con superioridad y pasó a un lado del mayor saliendo de la sala.

—¿A dónde crees que vas, Daniela?

—Al Centro de Convenciones. Voy al Amity-Con

—¿Esos eventos sobre ciencia ficción, películas, series, videojuegos e historietas? ¿Que asisten esos famosos geek, friki o como les digan?

—Te falto mencionar a los otakus. Pero en general, sí

—Entiendo que te gusten ese tipo de cosas, pero no creí que te gustara ir a esos lugares a perder el tiempo

Danny frunció el ceño ante el comentario. Iba a usar sus nuevos poderes del clima, pero se contuvo al tener una idea: como había olvidado la Amity-Con no llevaba sus ahorros para así y necesitaba dinero...

Sonrió de lado y le dijo al mayor.

—Bueno... como este tipo de eventos no son de "tu altura", invitarte a que me acompañes será una perdida de tiempo —le dio la espalda al platinado, quien observaba con suspicacia a la azabache oliéndose las intenciones de la joven—. Como ese tipo de eventos tiene como uno de sus temas la ciencia ficción creí que querrías ir conmigo. Ya sabes, para ver cosas de «Volver al futuro»

Danny miró sobre su hombro y vio la reacción de Vlad, como si contuviera la emoción o algo así, y eso la motivo a seguir hablando.

» También hay de «Matrix», «Blade Runner», «Robocop» —a cada titulo nombrado, la azabache veía al platinado tensarse más y más. Ya casi lo tenía, solo faltaba el golpe final—. «Star Wars»

—¿¡QUÉ!? —gritó Vlad, sin poderse contener más

«Atrapado» pensó triunfante Danny

—Sí, también hay de todo lo que dije. Pero como dices que es una perdida de tiempo, entonces tendré que ir yo sola...

—Espera un momento, Daniela

La aludida sonrió triunfante. Antes de mirar a Vlad se tranquilizo para no delatarse y al volverse hacia el mayor lo miró con una sonrisa inocente... lo más convincente posible.

—¿Sí?

Vlad carraspeó en señal de recuperación de su compostura y le dijo:

—Será mejor que vaya contigo. Esos lugares pueden volverse estresantes debido a la gran cantidad de locos fanáticos y con el mínimo mal humor que liberes podrías causar caos con tus poderes climáticos. Prometí que te mantendría a salvo y tranquila hasta que Vortex regrese y cumpliré la promesa.

«Sí, como no» pensó Danny

—¡Ay, que lindo de tu parte! —contestó la joven con dulzura—. Bueno, será mejor irnos ahora para poder divertirnos al máximo

Veinte minutos después se encontraban en el Centro de Convenciones de Amity Park. Danny llevaba prácticamente a arrastras a Vlad viendo los puestos con diferentes temáticas. Visitaban más los de fantasía, caricaturas (orientales y occidentales) y superhéroes; y a veces el platinado "convencía" a la azabache para acerarse a ver los de ciencia ficción. No era difícil puesto que algunas de las películas eran también las favoritas de Danny, y a la joven le impresionaba, alegraba y enternecía cuando veía al mayor olvidar su postura de "maduro y responsable" a una más inocente y juguetona debido a que se divertía con lo que más le gustaba, y cuando el platinado se veía descubierto se ruborizaba y recuperaba la compostura.

Lo que al principio era un acto de conveniencia personal, termino convirtiéndose en una amena tarde de diversión para ambos halfas. Incluso olvidaron por completo a Vortex y la verdadera razón por la que los dos tuvieron que pasar el día juntos. Vlad fue quien lo recordó estando en su limusina de regreso a su mansión y con una agotada y dormida Daniela recostada sobre su hombro.

El platinado estaba abrazando a la azabache y le acariciaba su corto cabello acariciándole suavemente la mejilla. Al verla dormida y relajada hizo que se sintiera afortunado de tenerla a su lado, además de culpable por lo de Vortex. Y hablando del fantasma del clima...

La limusina se detuvo en la entrada de la mansión cuando de repente el sentido fantasma de Vlad despertó y el sol fue ocultado por nubes de tormenta y entre ellas apareció el villano.

—¿¡DÓNDE ESTÁ!? —exigió el fantasma

En el acto, Vortex desató la tormenta y el caos se desencadenó. Vlad, Danny y el chofer seguían en el vehículo, pero gracias a la ventisca la limusina se sacudía y eso ocasiono que la joven despertara alterada.

—¿Qué fue eso? ¿Qué pasa?

—Daniela...

—¿¡DÓNDE ESTA ESA MOCOSA DE PHANTOM!?

Los dos halfas miraron al cielo por el techo solar, la tormenta estaba empeorando. Danny bajo de la limusina, ignorando los gritos de Vlad llamándola, y vio a lo lejos a Vortex buscándola y en el proceso destruyendo la ciudad. El platinado alcanzó a la chica y la tomó de lo hombro

—¡Daniela! ¿Qué estás...?

La joven se soltó y encaró al adulto.

—¿¡Hace cuanto regreso Vortex!? ¿¡Por qué no me despertaste!?

—¡Tranquila! ¡Vortex acaba de llegar! ¡Hay que pensar en algo para detenerlo!

—¿Qué? ¿Cómo que "detenerlo"?

Vlad la miró fijamente, la sujeto con delicadeza del rostro y la besó. El acto tomó por sorpresa a la joven; antes de poder responder el beso, el platinado lo terminó y la vio a los ojos con determinación.

—Porque esta vez sí iré contigo a detenerlo

Eso la sorprendió, pero tampoco la ilusiono. Sabía que Plasmius podía engañarla otra vez.

—¡AHÍ ESTAS!

Los halfas voltearon y encontrándose con Vortex. El fantasma del clima tenía sus manos cargadas de energía de manera amenazante.

Por instituto, ambos halfas se transformaron en fantasma y salieron al ataque. La que empezó el combate fue Danny. La joven atacaba con todo a Vortex, lamentablemente como la última vez no tenía ventaja sobre su oponente. Uno de los ataques del fantasma del clima la derribó y la atacó con rayos, pero nunca llegaron a Phantom. La peliblanca levantó la mirada y vio ante a ella a Plasmius protegiéndolos a ambos con un escudo de energía plástica fucsia. Eso sorprendió y alegró a Danny; Vlad le había dicho la verdad, esta vez pelearía a su lady y la ayudaría a derrotar a Vortex. Algo que el fantasma del clima señaló.

—Vaya, vaya, vaya. Me sorprende que esta vez tengas los pantalones para enfrentarme y no dejar a tu hembra pelear tus batallas

—En primer lugar, no le digas así a Daniela —señaló Vlad—. Y en segundo lugar... —se volvió hacia Phantom y le regaló una cálida sonrisa— nunca más volveré a dejarla pelear sola

De no ser porque Phantom también leía y vea alguna que otra historia romántica, la declaración de Plasmius le habría parecido demasiado cursi y empalagosa.

—¡Tanta cursilería me da náuseas! —interrumpió Vortex—. ¿Que les parece si hacemos más ¡electrizante!?

Vortex atacó danto directamente con el escudo de Vlad. No obstante, este no aguanto mucho y el rayo le dio directamente a ambos halfas. El fantasma del clima seguía electrocutándolos a la vez que reía con malicia; pero su ataque se interrumpió al sentir un disparo por la espalda, Vortex volteó y vio un jet volar hacia ellos.

—¡Tucker! ¡Sam! —exclamó emocionada Danny al ver a sus amigos llegar justo a tiempo

—¿Alguien predijo un día nublado con probabilidades de dolor? —preguntó Tucker desde los altavoces de la nave

Como respuesta a la pregunta retórica, Sam disparó a Vortex de nuevo. El fantasma del clima repelió el ataque y contraatacó a la nave. Tucker viró al ver el rayo, pero esto no evito que le diera a una de las alas del jet.

—¡NO! —gritó Danny

Antes de que ella pudiera hacer algo, Vortex atacó a los halfas y casi les daba de no ser porque Vlad tomó a Phantom en brazos y los apartó a ambos del ataque. En cuanto Plasmius se detuvo arriba de un edificio, Danny se soltó de su agarre para ir a ayudar a sus amigos; afortunadamente, Tucker logro hacer un aterrizaje de emergencia en una calle extensa.

—¡Ya me cansé de estos jueguitos, niña fantasma! —dijo Vortex apareciendo de repente ante Phantom y Plasmius—. ¡Es hora de traer una nueva Edad de Hielo!

Alzando sus brazos, Vortex comenzó a desatar el frío en Amity Park y el pueblo poco a poco era cubierto por el hielo. Al ver su hogar así, Danny comenzó a enojarse y Vlad sintió los poderes climáticos de la chica despertar.

—¡Este tipo ya me harto!

Gracias a su enojo, el frio de Vortex se detuvo y el hielo empezó a derretirse.

—¿Qué esta pasado? ¡Esa no es mi creación!

Al ver eso, Plasmius tuvo una idea: Vortex no sabía que le transfirió parte de sus poderes a Daniela y podían usar eso a su favor.

«Sé que no se debe jugar con los sentimientos de las personas. Pero se puede hacer una excepción si sus poderes están ligados a estos» pensó el halfa mayor

Sabiendo que se metía en más problemas, Vlad comenzó su plan.

—Creo que deberías dejar que Vortex congele esta ciudad atrasada —comentó como quien no quiere el mayor

Como esperaba, la joven lo miró incrédula y enojada.

—¿¡Qué fue lo que dijiste, Desequilibrado!?

—Ya me oíste, Daniela. Esta es una patética ciudad atrasada, llena de gente ignorante y, para el colmo de las cosas, llena de fantasmas

—¡PUES ALGUNOS DE LOS FANTASMAS QUE LLEGAN AQUÍ SON POR TU CULPA!

La ira de Danny aumento y de esta se origino un tornado, que atrapo a Vortex y lo estrelló contra varios edificios, ante el desconcierto del fantasma del clima.

—¿¡Qué es esto!? ¡Esta no es mi naturaleza!

Los gritos de Vortex hicieron que Danny apartara su atención de Vlad y también mirara confusa a su oponente.

—¿Pero ¿qué...? —entonces una idea cruzo por la mente de la joven y se volvió hacia Plasmius—. ¡Oye! ¿Acaso esa provocación fue...? —su pregunta se interrumpió al tener de repente el celular de Vlad frente a su cara y en la pantalla vio una fotografía—. ¡Ow, que lindos animalitos! Pero ¿por qué están tristes?

La tristeza de Danny ocasiono que el tornado desapareciera y liberara a Vortex, pero en su lugar se desencadenó la lluvia y el fantasma del clima trató de detenerla, pero no pudo.

—¿¡Por qué!? ¡Yo controlo los elementos! —gritó Vortex

Una vez más, Danny se volvió hacia Vortex y vio el nuevo clima en la ciudad.

—¡Plasmius! ¿Podrías, por favor, dejar de...?

Otra vez el celular del halfa mayor estaba frente a su rostro, mostrando un parque temático y —como era de esperarse— distrayendo a la joven.

—¡Wow! ¡The Wizarding World of Harry Potter!

—Si te portas bien y obtienes buenas calificaciones, hablare con tus padres y te llevare ahí en las vacaciones. —dijo Vlad tranquilamente—. Es más, incluso podría llevarte a ese parque que siempre has querido visitar desde niña. ¿Cómo se llamaba?

—¿¡Hablas de Walt Disney World!?

—Sí, ese

—¡Yay!

Como golpe de gracia, la lluvia se detuvo dando paso a un cielo despejado y soleado. Los rayos del sol golpearon a Vortex y fue lo que se necesitó para debilitar al fantasma del clima.

—¿Lista para patearle el trasero a Vortex? —preguntó Plasmius, sacando de su burbuja a Phantom

La joven reaccionó, vio a su oponente debilitarse y, olvidando por completo la conversación con Vlad, salió al ataque. Vortex vio a la niña fantasma ir hacia él, usando la poca energía que le quedaba lanzó una energía eléctrica (como la última vez) dejando a Danny atrapada en esta. Al ver a su pequeña en peligro, Vlad voló hacia Vortex y le disparó dándole de lleno en el pecho haciendo que perdiera la concentración y Phantom fuera liberara de la energía eléctrica.

Ambos halfas se pusieron a la par y al mismo tiempo dispararon ecto-rayos a Vortex derribándolo y estrellándolo contra la acera. Una vez tendido en el suelo, Phantom y Plasmius aterrizaron a unos pasos de su oponente caído, quien se incorporo un poco y los encaro.

—¡Agh! Muy inteligente, fenómenos. —dijo Vortex—. Pero veamos si pueden manejar esto. —levantó una mano para atacar, pero no salió ningún poder—. ¿Qué? ¿No tengo poderes?

—¡Pero nosotros sí! —afirmó Danny y ella y Plasmius atacaron.

Vortex fue disparado hacia otro edificio y tendido en el suelo débil e indefenso.

—¡Danny!

Los halfas voltearon y vieron al Jet Fenton acercarse a ellos en tierra. La nave se detuvo y de la escotilla salieron sus amigos y Sam le lanzó el Termo Fenton. Phantom lo atrapó al vuelo, lo abrió, apunto a Vortex y atrapó al fantasma del clima.

Sam y Tucker salieron de la nave y se acercaron a los halfas.

—¡Danny! ¿estás bien? —preguntó preocupada Sam al ver la actitud de su amiga—. Todavía te ves muy enojada

—Estoy totalmente enojada. —contestó la joven halfa y se volvió hacia el mayor—. El ego de alguien casi provocó la destrucción de toda la ciudad.

—Ve el lado positivo, Daniela. El sol sigue brillando. Eso significa que tus emociones ya no están ligadas al clima. —se defendió Plasmius

Los tres amigos miraron al cielo y vieron que, efectivamente, el clima seguía soleado.

—En eso tienes razón —dijo Danny todavía viendo al cielo—. ¡Pero no quiere decir que tu...! —bajó la mirada hacia el mayor; sin embargo, Vlad ya se había ido. Debió usar su teletransportación aprovechando la distracción de los adolescentes—. ¡PLASMIUS!

Tucker y Sam suspiraron a la vez que hundían los hombros, en verdad era difícil lidiar con dos mitades fantasmas, sobre todo siendo pareja.

Subieron al Jet Fenton y regresaron a los Laboratorios Fenton, regresaron la nave a su lugar y forma original (El Centro de Operaciones) y entraron a la casa con cuidado. La familia de Danny no estaba en casa, así que pudieron ir sin problemas al laboratorio y Danny a la Zona Fantasma para devolver a Vortex ante la custodia de los Observadores.

No supo cuando tiempo le tomo, pero por la tranquilidad de sus amigos al atravesar el portal supuso que no fue tanto.

—Listo. Vortex está de vuelta con los Observadores y hace buen clima. Ahora podemos volver a ignorar las pequeñas aventuras del alcalde Vlad.

—Aunque presiento que alguien no lo hará del todo ¿cierto?

Danny se ruborizo al comprender lo que Sam quiso decir. Salieron del laboratorio, pasaron por la cocina y al entrar a la sala vieron a la familia de Danny ahí, los padres viendo la televisión y Jazz leyendo una novela.

—¡Danny! ¿Dónde estuvieron? —preguntó Jack

—Dando un paseo por la ciudad, pero nos resguardamos en la Hamburguesa Apestosa al ver que el clima se descontroló —contestó la azabache

—Hablando del clima —comentó Maddie, señalando la televisión—. Parece que Vlad tiene algo que decir al respecto

Los cuatro adolescentes prestaron atención a la pantalla y vieron que era una conferencia de prensa por parte del alcalde de Amity Park.

—Y así mis queridos ciudadanos, les prometí lluvia y lo cumplí. Lamentablemente un nuevo ataque fantasma ocasiono grandes estragos y de no ser por la heroína local, Danny Phantom, quien sabe qué hubiera pasado.

—¿Qué? ¿Vladdie le esta agradeciendo a ese saco de ectoplasma por salvar la ciudad? —preguntó perplejo Jack—. ¿Quién nos asegura de que Phantom no fue quien causo esto llamando a esos fantasmas?

—¡Papá! Sabes que Danny Phantom lucha a favor de la ciudad —argumento Jazz—. ¿Por qué no puedes entender que algunos fantasmas son buenos?

—Eso es algo imposible, cariño —dijo Maddie—. Un fantasma apestoso siempre será un fantasma apestoso. No me sorprendería si un día de estos Phantom hiciera algo en contra de la ciudad, mostrando su verdadera cara

Después de dar como siempre sus argumentos anti fantasmas, principalmente contra Phantom, Jack y Maddie pusieron de nuevo su atención en la televisión. Jazz, Sam y Tucker miraron preocupados a Danny. La joven estaba cabizbaja y gracias a su flequillo ocultaba su rostro y por ende las lágrimas que amenazaban con salir.

Dio media vuelta con la intención de irse a su habitación. Su hermana y mejores amigos fueron detrás de ella y los adolescentes estaban subiendo las escaleras cuando el teléfono sonó y en seguida Jack llamó a la azabache.

—¡Danny, te llama Vladdie! Dice que ambos tienen una mataron pendiente de series y que si quieres ir a su casa a terminar de verla.

Los adolescentes se detuvieron y miraron al patriarca Fenton. La azabache seguía con la idea de que el platinado había puesto cámaras en su casa porque siempre llamaba en el momento oportuno. Se disculpo con sus amigos y salió corriendo de su casa en camino a la de Vlad, transformándose en Phantom en un callejón para llegar a la residencia más rápido.

Llegó a la mansión y al tocar la puerta fue enseguida recibida por el dueño de esta.

—Creo que después de tener en un solo día las cuatro estaciones, sería bueno un descanso ¿no te parece?

—Eso y porque de seguro quieres disculparte

Vlad se ruborizó al verse descubierta su intuición. Danny se rio por la reacción del mayor, quien solamente se hizo a un lado para dejarla pasar. Fueron a la sala de video y la azabache sonrió encantada al ver que el platino tenía todo preparado y el capítulo de «Hawaii Five-0» en el que se quedaron.

Los dos se acomodaron en el sofá y la joven tomó en control. Iba a presionar el botón de Play, pero se le ocurrió regresarlo un poco a su parte favorita del capitulo y ahora sí continuo la serie.

¡McGarrett! ¿¡Qué te pasa, idiota!? ¡Necesitas ayuda! ¡Yo te la pago!

¿Por qué?

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Apfelstrudel: Strudel de manzana en alemán

*Cierto, no es la primera vez que Danny se duplica. Un recuerdo de eso es cuando se enfrenta a Pariah Dark con el ecto-esqueleto; pero pienso que lo logro gracias a que el traje aumentó sus poderes y en este capítulo (Torrente del Terror) Danny al fin lo logró con su propia fuerza.

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